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En la Ciudad / Tras la intervención a comisarias

Seguridad: crearán un mando unificado
Con la presencia de gendarmes y prefectos en el distrito, la Policía Federal compartirá el diseño de las acciones de seguridad callejera

Jueves 23 de junio de 2011
Publicado en edición impresa

El despliegue de gendarmes y prefectos en las calles porteñas, que ocuparán posiciones en ocho comisarías, al menos, desde el mes próximo, aparece como un paso clave para que la ministra de Seguridad, Nilda Garré, imponga en la práctica la coordinación de las fuerzas federales. Compartir un territorio con tres uniformes distintos llevará a la creación de un mando conjunto de seguridad, uno de los proyectos centrales de ese ministerio.

Ese esquema determina que jefes tácticos -los que siguen el día a día de las calles- de la Policía Federal, de la Gendarmería y la Prefectura tengan de forma obligada reuniones periódicas para formar un puesto de comando y control de operaciones.

De esa manera, Garré se apresta a trasladar a las fuerzas de seguridad el plan llevado adelante en las Fuerzas Armadas, en las cuales tomó protagonismo el Estado Mayor Conjunto, en especial su comando de operaciones, después de una reingeniería en la organización militar.

Más allá de eso, fuentes de las fuerzas de seguridad deslizaron ayer que los jefes principales comunicaron a los mandos medios que el proyecto del Ministerio de Seguridad implicará la presencia de al menos mil gendarmes y prefectos en las zonas hoy bajo jurisdicción de las comisarías 24a. (La Boca), 30a. (Barracas), 32a. (Parque Patricios), 34a. (Pompeya), 36a. (Floresta), 38a. (Flores), 22a. (Puerto Madero) y 46a. (Retiro).

Los cambios en las comisarías tendrán una profundidad mayor en los próximos meses. La intención es que esas dependencias queden identificadas con las comunas, para que los nuevos representantes políticos que serán elegidos por voto popular el 10 del mes próximo -los comuneros- tengan un vínculo formal con las comisarías. Eso implicará modificaciones de jurisdicciones y reubicación de las sedes policiales.

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Preparan un grupo de agentes "pacificadores" para las villas


Son unos 500 policías especialmente entrenados; el modelo brasileño

Jueves 23 de junio de 2011
Publicado en edición impresa
Daniel Gallo
LA NACION

Río de Janeiro recuperó el control estatal de las favelas con un grupo especial de policías. No fueron aquellos agentes que dieron el golpe final en los bastiones del narcotráfico, sino los que ingresaron años antes en esas zonas con métodos de trabajo diferenciados de los aplicados en los centros urbanos. Esa experiencia será aplicada aquí. El Ministerio de Seguridad ya prepara un cuerpo de "pacificadores" para intervenir en las villas.


Tras haber escuchado durante los últimos meses a funcionarios brasileños que diseñaron las políticas de seguridad en las favelas, la ministra Nilda Garré decidió avanzar en ese campo. A las autoridades locales les preocupa lo que sucede en los asentamientos. Sospechan que el narcotráfico empezó a tender líneas sociales, a reemplazar al Estado dentro de las villas. Y buscan alternativas para cortar esas redes.


Por lo pronto, serán capacitados en nuevas técnicas de seguridad policial unos 500 agentes y ayudantes que, en estos momentos, están en la escuela de la Policía Federal. Ese será el núcleo de los pacificadores argentinos.


"Tenemos que tener policías preparados para desactivar conflictos en lugares que tienen particulares reglas de convivencia. Hay que lograr que los policías sean aceptados allí para dar un marco de seguridad a las otras áreas del Estado que deben trabajar en esas zonas, como los trabajadores sociales, los maestros y los médicos", explicó la ministra Garré.


Estos agentes, aseguran en despachos oficiales, serán formados en la resolución de las diferentes clases de problemas que pueden encontrarse en una villa. Funcionarios del Ministerio de Seguridad explicaron que no pueden aplicarse los mismos conceptos de seguridad pública en, por ejemplo, una pelea en el centro porteño que en el corazón de un asentamiento. Se trabaja sobre una realidad: en las villas los policías no pueden hoy trabajar. Pero la intención es que lo hagan. Recuperar así la presencia del Estado.


En la capacitación habrá hasta un cambio en la técnica natural de patrullaje de la Policía Federal, que utiliza como sistema en los barrios la parada individual de agentes, para pasar a recorridas de al menos tres agentes. También se adiestrará a los nuevos policías en la formación de vínculos con los vecinos, como forma de dar a conocer que su presencia es necesaria para defender sus derechos.


Los funcionarios aclararon que el papel del policía en la villa será de seguridad, no se ocupará de otras asignaciones sociales reservadas para las áreas específicas del Estado.



Uniforme diferente

El uniforme de los pacificadores tendrá diferencias con relación al habitual color azul de la Federal, con la idea de lograr una penetración en las villas sin que influyan las actitudades reactivas del colectivo social frente al uniforme tradicional.

Este cambio forma parte del proceso de reorganización de la seguridad en la ciudad de Buenos Aires (ver aparte).

Más allá de este primer grupo de trabajo, la intención es agregar esta capacitación adicional a todos los policías en sus planes de carrera, con el fin de no contar con cuerpos diferenciados.


También se buscará que los referentes de los barrios precarizados, las personas decisivas en esos asentamientos, adopten un papel importante en el acercamiento del policía con los vecinos.


Según pudo saber La Nacion, la ministra Garré pretende con este plan que los patrullajes en las villas no estén limitados a la periferia, a manera de cordón de seguridad que separa a unos habitantes de la ciudad de otros, sino que los policías puedan caminar cada calle del lugar. Y que su presencia sea visible y permanente.


En las conversaciones con dirigentes sociales de las villas, Garré escuchó el pedido de ayuda de éstos frente a los problemas de delito que sufren los habitantes de esos asentamientos. Uno de los objetivos primarios del plan de pacificadores es evitar que en las villas los menores, algunos apenas niños, se acostumbren a ver como un hecho natural la exhibición de armas.

Ese problema real que representan los menores armados, potenciales soldados del narcotráfico como ocurrió antes en las favelas de Río de Janeiro, es una de las situaciones más preocupantes por tratar en el plan que, según los tiempos de preparación dispuestos por el Ministerio de Seguridad, podría empezar a regir en los meses finales del año.


El foco del conflicto de la introducción social de narcotraficantes, en especial los vinculados con el paco, está en la villa 1-11-14, en el bajo Flores, aunque las experiencias iniciales del proyecto se realizarían en asentamientos de menor densidad de población.


A la espera

Más de 200 agentes egresados de la última promoción de la escuela de la Policía Federal esperan aún salir a las calles. Es que no fue firmado el decreto que debe ponerlos en funciones. El expediente circuló varias veces por la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, pero fue objetado por cuestiones formales.


Allegados a la ministra Garré aseguraron que esa situación será solucionada en los próximos días, después de comunicaciones entre la funcionaria y esa repartición que certifica los nombramientos que deben ser rubricados por la Presidenta.

LA METROPOLITANA LLEGA AL SUR PORTEÑO

El jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó ayer en la Legislatura que la Policía Metropolitana comenzará a actuar en el sur de la ciudad el 1° del mes próximo. Custodiará los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya, los que integran la comuna 4.

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