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jueves

Presionan a los vecinos de Coghlan, que frenaron una obra


Palacio RoccatagliataLa constructora los citó a una mediación para intentar destrabar el amparo contra dos torres sobre una casona histórica.

Proyecto. Una imagen simulada muestra cómo quedarían dos torres sobre la casona histórica.

Clarin 13-11-14

El proyecto Palacio Roccatagliata, en el barrio de Coghlan, sigue sumando capítulos para la polémica. Ahora, los vecinos que lograron frenar la obra mediante un amparo judicial fueron citados por la Justicia para una mediación solicitada por la desarrolladora. Se trata de un proyecto para la construcción de dos edificios en la esquina de Balbín y Roosevelt, donde aún se conserva una  construida hacia el 1900. Fue una de las primeras en la zona. Perteneció a los Roccatagliata, también propietarios de la Confitería del Molino.

El proyecto puso a los vecinos en alerta; y la Asociación Civil Amigos de la Estación Coghlan y Basta de Demoler (BDD) recurrieron a la Justicia, que paró los trabajos. Ahora fueron citados a una mediación. “Es improcedente, quieren asustarnos. Aún podemos apelar los fallos y llegar a la Corte Suprema de Justicia”, dijo María Carmen Arias Usandivaras de BDD, cuya asociación enfrenta una inhibición general de bienes (ver Demanda). Dora Young, de la Asociación Civil Amigos de la Estación Coghlan, dijo: “Técnicamente no nos pueden demandar. Sólo hemos ejercido nuestros derechos”

“Ante el amparo la Justicia falló a nuestro favor. También lo hizo la Cámara de Apelaciones. Los vecinos hicieron un pedido de anticonstitucionalidad que no fue concedido por la Cámara. Jurídicamente hablando, estamos en una posición inigualable. Hace 13 meses que tenemos la obra parada y queremos arrancar los trabajos. Por eso pedimos una mediación, porque es un daño económico terrible”, dijo a Clarín Guido Wainstein, apoderado de Qualis Development, la empresa a cargo de los trabajos.

sábado

Desde el Sur

Parque Patricios, el barrio de la Ciudad que más crece.
El sur porteño.En cinco años se construyeron más de 300 mil m2 y se están instalando nuevos negocios. El despegue coincide con el desarrollo del Distrito Tecnológico, que ya suma 199 empresas.

 Perfil. El barrio, entre el aire fabril y las viviendas recicladas. (María Eugenia Cerutti)

Einat Rozenwasser Clarin 08-11-14

Parque de los Patricios sigue cambiando: en cinco años se construyeron más de 300 mil m2 entre proyectos públicos y privados. Además de los empleados de las empresas –ya se radicaron 200 en el Distrito Tecnológico– llegan nuevos vecinos desde otros barrios porteños y también del Sur del Conurbano. Se estima que son más de 10 mil consumidores nuevos que atraen a las marcas de moda y abren el juego a un nuevo circuito comercial.

En este momento se están desarrollando más de 20 emprendimientos en la zona. “Se ve el cambio, sí. No se puede decir que es un boom como fue Palermo Hollywood, es parte de un proceso”, confirma el arquitecto José Rozados, director de Reporte Inmobiliario. Y repasa las obras que se están llevando adelante en Caseros casi Boedo, Caseros y Maza, Caseros y Sánchez de Loria, entre otros.

“Nosotros trabajábamos en la zona de Palermo, Belgrano y Núñez, y hace cuatro años un cliente nos propuso hacer un edificio en Parque Patricios. En ese momento tenía un índice bajísimo de construcción, pero había demanda”, cuenta el arquitecto Darío López, socio del Estudio desarrollador Arquitectonika, que ya levantó cuatro edificios y construye dos más. En este período el valor del metro cuadrado trepó de u$s 1.400 a u$s 1.700.

¿Qué perfil tienen los nuevos vecinos? “El 30% es migración y el 70% son vecinos del mismo barrio que no encontraban oferta inmobiliaria y se iban”, avanza López. En el primer grupo aparecen los empleados de las nuevas empresas que aprovechan para estar más cerca del trabajo y también profesionales los distritos del Sur del Gran Buenos Aires, como Lanús, Avellaneda y Lomas de Zamora, que instalan sus oficinas en la Ciudad (con una dinámica similar a la que tienen barrios como Saavedra y Núñez con el Conurbano Norte). En el segundo, parejas jóvenes que crecieron ahí y no se quieren mover de su barrio y también, personas mayores que por seguridad o amenities prefieren cambiar casa por departamento.

Las cifras del Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad ponen en contexto el crecimiento. Las 199 empresas que se radicaron en la zona desde que se creó el Distrito Tecnológico, a fines de 2008, se dedican a la tecnología de la información y comunicación (TIC’s) y al software. Solo entre las ocho con más personal suman 3.500 empleados, lo que genera un polo atractivo para marcas y franquicias comerciales. Ya hay sedes de Havanna, Subway, Carrefour Express y El Noble, entre otras, y hay 40 empresas en gestiones para instalarse en la zona, entre ellas cadenas como McDonalds y Burger King, Starbucks o Megatlon.

“Es un orgullo ver el compromiso de estas empresas que trajeron inversión y empleo al barrio en un escenario económico de incertidumbre”, reflexiona Francisco Cabrera, ministro de Desarrollo Económico porteño. Para acompañar este proceso se realizaron distintas obras que partieron de una puesta en valor de los espacios públicos: se remodeló el Parque de los Patricios, instalaron nuevas luminarias, cerca de mil árboles, repararon baches y veredas e hicieron arreglos en el Centro Comercial a Cielo Abierto de Caseros. También hubo un gran cambio en el transporte público, con la extensión de la línea H, la construcción del Metrobus Sur y una estación de Mejor en Bici. Y se instaló la Comisaría N° 4 de la Policía Metropolitana.

Ahora se está trabajando en el acceso al Distrito, también en la recuperación de la Plazoleta Pringles y en un bulevar verde para dividir los carriles sobre Caseros. En el nuevo Centro Cívico, edificio al que a fin de año se mudará la Jefatura de Gobierno, originalmente diseñado para el Banco Ciudad por el arquitecto Norman Foster. Y en lo que serán las nuevas sedes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y, más adelante, la Universidad Del Salvador (USAL).

“Con la mudanza de las universidades se cierra un ciclo de trabajo, la educación tecnológica era la pata que faltaba y se suma a la inversión en el espacio público y la atracción de empresas”, concluye Cabrera.

martes

Sanean un lago aliviador

Villa Soldati
Matan 300.000 ratas para sanear un lago aliviador

Los roedores estaban en un canal, cerca de Los Piletones, que debía servir para mitigar las inundaciones; también se removieron 230 t de basura
Por Laura Rocha  | LA NACION  21-10-2014







 La limpieza del lago Soldati, junto al barrio Los Piletones, requirió la remoción de 230 toneladas de basura.  Foto:  LA NACION  / Santiago Filipuzzi


Túneles aliviadores, cuencos reguladores y reservorios son algunas de las soluciones en las que trabajan la Ciudad y el municipio de San Isidro para prevenir situaciones catastróficas que puedan generar inundaciones como las que ocurrieron en abril de 2013. En el sur porteño, unas 300.000 ratas fueron exterminadas y 230 toneladas de basura, removidas de un lago, que hacía las veces de aliviador, para que recupere su función. Se trata del lago Soldati, al lado del barrio Los Piletones.

Para concretar la obra, que una vez finalizada podrá contener 200.000 m3 de agua, hubo que desmalezar y desratizar un espacio que era utilizado como basural a cielo abierto. Tras un estudio realizado por la Universidad de Buenos Aires, se determinó que debían utilizarse 400 kilos de veneno para acabar con las ratas, que invadían a los casi 30.000 habitantes que viven en las villas y asentamientos cercanos.

"Coordinamos las acciones con la Agencia de Protección Ambiental para que nada fuera nocivo para los vecinos ni para el ambiente. Acá la gente estaba acostumbrada a convivir con los roedores", aseguró el subsecretario de Mantenimiento de Espacio Público porteño, Rodrigo Silvosa.

La obra, valuada en unos 40 millones de pesos, estará lista a fines de noviembre, según el funcionario. El lago Soldati, que está conectado con el arroyo Cildáñez, afluente del Riachuelo, funcionaba como un aliviador que contenía una gran cantidad de agua para impedir que se inundaran las zonas aledañas. Como no se hicieron tareas de mantenimiento por años, la naturaleza ganó el terreno.

La obra incluye un sistema de compuertas que regulan el paso del agua y permiten aliviar el caudal de los arroyos e impiden que el agua que baja contaminada quede estancada. El proyecto prevé la construcción de una pasarela alrededor del lago, para poder integrarlo a la comunidad, y la construcción de un muro para evitar riesgos.

Además, en sectores recuperados mediante relleno al Noroeste (15.800 m2) y al Este (6400 m2), se construirán plazas y canchas de fútbol y de rugby para que puedan ser disfrutadas por los vecinos.

"En éste y en todos los proyectos trabajamos junto a los vecinos en campañas de sensibilización sobre ambiente, basura y plagas, realizamos reuniones para dialogar sobre el espacio público y la obra en general", indicó Marina Klemensiewicz, secretaria de Hábitat e Inclusión.

EN SAN ISIDRO

En San Isidro, por caso, inaugurarán hoy un nuevo aliviador que terminará con la amenaza a 60.000 vecinos de la zona de Martínez.

"Nuestra política anticipatoria de inundaciones demostró buenos resultados, ya que las tareas de entubamiento fueron previas al temporal del 2 de abril del año pasado y esta zona de San Isidro no tuvo las consecuencias graves que sufrieron La Plata y otros sectores del Gran Buenos Aires", comparó el intendente Gustavo Posse.

Este aliviador, según indicó el funcionario, pasa bajo la plaza 9 de Julio, de Martínez (Monseñor Larumbe y Necochea), y completa los desagües en esa zona, una de las más antiguas de la localidad.

El secretario de Obras Públicas, Federico García, aclaró que la construcción de ese desagüe le correspondía a la Dirección de Saneamiento y Obras Hidráulicas de la provincia de Buenos Aires, pero, ante la falta de soluciones, el municipio comenzó los trabajos con fondos propios.

El funcionario detalló que los conductos utilizados tienen 1,20 metros de diámetro, "medida que fue calculada para que drene el agua de 25 hectáreas aproximadamente".

El municipio también trabaja con el análisis del agua caída y la posibilidad de que la cantidad de lluvia aumente en el corto plazo. "Tenemos que atacar lo que se conoce como alud de agua", agregó Posse, en diálogo con LA NACION. El intendente se refería a contener lluvias intensas en corto tiempo que, según las previsiones de los expertos en cambio climático, serán más recurrentes en estas costas (ver aparte).

San Isidro, especialmente en las barrancas, no tiene problemas de inundación; sin embargo, en los alrededores de las zonas donde hoy corren los arroyos entubados, en los bañados, la altura es mucho menor.

"Si la modificación del régimen de lluvias se mantuviera a lo largo de los años, el agua inevitablemente va a buscar el lugar donde antiguamente estaban los arroyos. Por más que esté todo limpio, el alcantarillado esté bien y la higiene urbana esté en orden, sin basura, no es suficiente. Por eso, quedaba por hacer la construcción de reservorios para contener el alud de agua durante el tiempo necesario para que pueda escurrir sin afectar a los vecinos", explicó Posse.

RESERVORIOS

Los espacios para estos reservorios están en predios como el Hipódromo de San Isidro, el Jockey Club, campos de deportes y terrenos de empresas instaladas en el distrito. Se realiza una intervención casi imperceptible y se utilizan esos terrenos naturales. Hoy, el principal es el existente en el Hipódromo, que puede contener más de 60.000 m3 de agua para acumular.

domingo

Edificio del Plata


Edificio del Plata: el reino del abandono porteño.
Por Pablo Tomino | LA NACION 25 nov 2012


Expedientes bajo el agua, goteras de vieja data, ascensores que no funcionan y ausencia de matafuegos son apenas algunas de las falencias que a simple vista se detectan en el Edifico del Plata, el centro administrativo del gobierno porteño, situado a metros del Obelisco.

Las goteras que, desde hace por lo menos un año provocan grandes charcos en el tercer subsuelo, hacen que el agua caiga en un oscuro y húmedo ambiente, sobre cientos de expedientes de permisos de obras de construcción presentados por vecinos. Las carpetas se apilan como diarios viejos y dan toda la impresión de tener un irremediable destino hacia cestos de basura.

La escandalosa imagen de los archivos en ruinas del emblemático edificio porteño, conocido durante años por ser la tradicional dependencia donde se pagaban las multas de tránsito, es sólo una parte importante del problema.

El gobierno de la ciudad pretende vender el inmueble en unos 80 millones de dólares y con ese dinero solventar la construcción de una nueva sede en el sur de la ciudad. Para muchos, ésta es la explicación para la actual falta de presupuesto, aunque oficialmente se afirma que se trabaja en un llamado a licitación para hacer las reparaciones necesarias.

Recorrer su entrañas, mucho más allá de los pasillos que están abiertos al público, sirve para corroborar el alto grado de deterioro estructural de los 9 pisos de este emblemático edificio de 11.320 m2 cubiertos, situado entre las calles Carlos Pellegrini, Sarmiento, Presidente Perón y el pasaje Carabelas.

Hoy la construcción tendría un valor estimado en unos 80 millones de dólares, o por lo menos, ése es el piso que el gobierno de la ciudad planea recaudar con su venta en una subasta pública.

Con esos fondos, a su vez, se planea construir el nuevo Centro Cívico en el Sur, tal como se aprobó en una primera lectura en la Legislatura porteña.

Roturas groseras en el piso de la terraza; conexiones eléctricas que parecen a punto de estallar; ascensores fuera de servicio y en mal estado de conservación; falta de matafuegos en sitios clave; peligrosos cables del sistema eléctrico al aire libre; la carpintería exterior deteriorada y oxidada; puertas de acceso con carteles que advierten "Peligro no apoyarse", y un cielo raso del último piso que hace tres semanas se desplomó, conforman apenas un detalle de las falencias que LA NACION pudo ver al recorrer el edificio.

Así está hoy la construcción famosa, primero por el reloj lumínico que la corona y luego por las gigantografías de arte que adornan la fachada que da hacia la avenida 9 de Julio.

En el sitio donde de lunes a viernes miles de porteños concurren a realizar todo tipo de trámites y conviven 3500 empleados de distintas reparticiones públicas, como el Instituto de Vivienda, la Dirección de Infracciones, el Ministerio de Desarrollo Urbano, una sucursal del Banco Ciudad en la planta baja y hasta un jardín maternal para hijos de municipales, la basura se acumula en los pasillos.

El tercer subsuelo es, sin dudas, una cruda postal del abandono.

Miles de expedientes de obras por los cuales los vecinos invierten tiempo y esfuerzo en hacer firmar y sellar, tras sortear todas las normas de reglamentación, se apilan -o se tiran- sin cuidado alguno.

Muchos se pudren bajo las filtraciones de agua de un caño maestro con notorias fisuras. Así ocurre, por ejemplo, con un expediente a nombre de "Yoffe, Ezequiel Darío", tal como pudo constatar LA NACION, entre tantos otros planos olvidados en el suelo y con el "sello" de una pisada barrosa de zapatilla.

"Esto pasa porque no hay presupuesto para mantenimiento. Y si sigue así, en un año esto se cae", dice Jorge Di Tulio, administrador general del edificio, mientras se recuesta en la silla de su despacho.

Di Tulio es empleado municipal desde hace 44 años, y en los diez últimos estuvo a cargo del mantenimiento del principal centro administrativo de la ciudad.

Este hombre que tiene fotos del "antes" y del "después" de obras que supo hacer en este lugar cuando "tenía presupuesto" asegura que no está en "contra de la mudanza".

"Si el edificio está así es por una decisión política. No invierten en mantenimiento y como se va a vender, no quieren arreglarlo. Yo me tengo que pelear con todos para conseguir, por ejemplo, un tubo fluorescente para las oficinas", dice Di Tulio y muestra que en su oficina una de las luminarias no funciona.

Consultado el funcionario sobre los expedientes que se pudren en el tercer subsuelo, admitió la situación, y dijo: "La responsabilidad de quitar los archivos es de cada repartición pública, pero es cierto que se deben reparar las roturas el caño, porque el lugar tiene goteras importantes. El mes que viene, seguramente, se resolverá", comentó Di Tulio.

El mantenimiento del edificio, según dijeron a LA NACION, depende hoy de la Dirección General de Mantenimiento y Talleres de la ciudad, a cargo de Maximiliano Vallejos, funcionario que, a su vez, depende del Ministerio de Espacio Público.

Vallejos, consultado por LA NACION, explicó que la solución para la recurrente y añeja inundación del tercer subsuelo está en marcha.

"Estamos trabajando en un llamado a licitación para mejorar y reparar el lugar, tal como lo había sugerido la Defensoría del Pueblo de la ciudad", dijo Vallejos.

El funcionario, sin embargo, no respondió cuando se le preguntó por qué no aplicaban una medida inmediata para rescatar los expedientes tirados, algunos bajo el agua.

"En lo que va del año destinamos 3.200.000 pesos para distintos arreglos, aunque la realidad es que no hay un partida presupuestaria destinada a su mantenimiento. Los matafuegos se están recambiando, puede que algunos ascensores no funcionen, pero son situaciones temporarias. En realidad, hay problemas porque estamos en una transición, ya que cada ministerio que está en este lugar se hará cargo de los arreglos y reparaciones que le corresponden por el lugar que ocupa", dijo Vallejos, a cargo del área desde diciembre pasado.

Empleados del lugar prefieren guardar silencio. Muchos de ellos que trabajan en planta permanente responden al gremio de Sutecba. En el último temporal que inundó varios sectores de la ciudad, hace poco más dos semanas, algunos debieron mudarse de oficina y hasta trabajaron desde sus domicilios porque el agua se filtró por los techos y arruinó escritorios, archivos y alfombras.

En el edificio de las carencias, un dato llama la atención: recién desde hace cuatro años los ascensores tienen la habilitación correspondiente. Y eso que en uno de los pisos funciona el organismo de la ciudad que expide el certificado de habilitación. Vaya paradoja.

LAS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL DETERIORO
·         Goteras 
Hubo que mudar despachos porque el agua los inundó. Hay expedientes arruinados.
·         Ascensores 
Muchos están fuera de servicio. "Es circunstancial", se explicó oficialmente.
·         Estructura 
Tiene 9 pisos, 11.320 m2 de oficinas, donde trabajan 3500 empleados municipales.

lunes

Puerto Madero....

tiene dos caras

Durante la semana, el barrio más joven y más caro de la ciudad parece deshabitado; los fines de semana, la escena cambia completamente; radiografía de una zona exclusiva

Por Natalia Pecoraro  | LA NACION 03/09/2012

Puerto Madero es el barrio más nuevo de la ciudad de Buenos Aires, el más caro y uno de los de mejor calidad de vida. También es uno de los más peculiares: tiene dos caras.

Durante la semana reina la tranquilidad. Por las calles transitan unos pocos oficinistas, paseadores de perros, obreros de la construcción, estudiantes, personal de limpieza y mantenimiento de los espacios públicos, prefectos y turistas.
Los edificios de viviendas de lujo -por decenas- parecen convivir fríamente con oficinas, restaurantes, bancos, drugstores, locales comerciales, una universidad y un pujante circuito de arte. No se siente en el barrio el calor que transmiten otras calles de la ciudad.

Los sábados y los domingos, en cambio, miles de personas disfrutan de los espacios públicos: el paseo junto al río, los parques y sus calles prolijas cambian de color. Es como si el barrio entrara en ebullición. El escenario es el mismo, pero la escena cambia completamente.

Según datos del censo de 2010 , viven en Puerto Madero 4720 personas. En 2001, eran 296 los habitantes permanentes contabilizados. Aunque desde un "piso" muy bajo, es el barrio de mayor crecimiento demográfico de la última década: más de 1000%.







seguridad

Mi viejo vive acá hace más de 10 años, siempre me gustó, pero yo llegué hace dos, antes vivía en Liniers. Lo que más me gusta es el orden, la limpieza, la tranquilidad, el verde que hay, la poca gente y, por sobre todas las cosas, la seguridad", relató Lucas Marín, de 28 años.

Como Lucas, casi todos los vecinos consultados -excepto dos mujeres- dijeron que lo mejor de vivir en el barrio es la seguridad. Martín Bochkezanian , integrante de la Junta Comunal de la comuna 1 -la que corresponde a Puerto Madero-, electo por el Pro, destacó que la zona cuenta con dos variables únicas: Prefectura en lugar de Policía Federal, "que tiene importantes recursos y un centro de monitoreo de última generación", y accesos limitados, "que configuran una especie de «isla»".

Puerto Madero tiene sólo cuatro accesos y un avanzado Sistema Integral de Seguridad (SIS) manejado por la Prefectura Naval Argentina , con poder de policía en el barrio.
La sede del SIS está en Macacha Güemes y Juana M. Gorriti, en el dique 3. Desde allí se hace un seguimiento de todo lo que pasa en Puerto Madero: las cámaras están en calles, veredas, espacios públicos y áreas perimetrales. Un promedio de 30 efectivos por día, divididos en tres turnos, se encargan del monitoreo, la supervisión y el análisis de las imágenes.

Puerto Madero es uno de los barrios elegidos por el poder político. Tienen propiedades o viven allí, entre otros, Cristina Kirchner, Amado Boudou, Héctor Icazuriaga (jefe de la SIDE), Florencio Randazzo, Alberto Fernández, Julio De Vido, Débora Giorgi y Diego Santilli. También se dejaron ver por ese barrio selecto Ricardo Jaime, Claudio Uberti y el sindicalista José Pedraza, quienes afrontan diversos conflictos con la ley.
"Estoy seguro de que es una gran razón para quienes eligen vivir allí, en los inicios y hoy, con el aumento de los delitos violentos, más aún", sostuvo el comunero macrista.

Una mujer de 35 años, ama de casa y madre de un niño de dos, contó que llegó al barrio por la seguridad y por su ubicación estratégica. "Llegué con dudas, pero ahora decidí quedarme. De hecho, antes alquilaba y ahora compré, estoy muy contenta", dijo.
Una joven de 20 años, estudiante de Periodismo de la Universidad Católica Argentina (UCA) -con sede en el dique 2-, contó a LA NACIÓN que sus padres decidieron mudarse de Caballito a Puerto Madero por la seguridad. "Hace dos años que vivo acá y estoy muy cómoda. Lo que más me gusta es la tranquilidad. Cuando visito otros barrios y vuelvo, me doy cuenta de que el aire es distinto", sostuvo.
Un promedio de 30 efectivos por día, divididos en tres turnos, se encargan del monitoreo, la supervisión y el análisis de las imágenes

Una jubilada que vive en una torre frente al parque Mujeres Argentinas desde hace cinco años relató: "Decidí mudarme porque era el único lugar de la ciudad donde podías levantar la persiana de tu cuarto y no tener de vista un edificio". Dijo, también, que se podía caminar en paz.
Dos mujeres de alrededor de 60 años (que volvían a sus casas después de la clase de pilates), no dudaron en criticar enfáticamente al barrio. Sus dardos apuntaron a los funcionarios que se mudaron a Puerto Madero. "Era tranquilo, pero no lo es más: se contaminó. Todo empezó cuando Néstor Kirchner tuvo su oficina por acá. Quiero que se vayan los funcionarios, la suciedad", lanzó una de ellas.

La otra dijo que "lo peor" que le puede pasar es tener que ir al centro. O sea, cruzar el agua y adentrarse unas cuadras al barrio de San Nicolás, más conocido como microcentro o City porteña.

Fines de semana

El comunero Bochkezanian explicó que, en comparación con los otros barrios de la Comuna 1 (Retiro, San Nicolás, San Telmo, Montserrat y Constitución), en Puerto Madero hay "pocos reclamos en seguridad". Hay quejas por limpieza, iluminación, veredas, calles y por el tránsito: los vecinos dicen que los autos circulan muy rápido y que no respetan los semáforos.
"Hay mucha queja porque el barrio funciona como estacionamiento gratuito a cielo abierto para muchos oficinistas que van en auto al centro en la semana", agregó.
Todos los consultados coincidieron en que las "bondades" de la zona pueden disfrutarse durante la semana y criticaron los fines de semana, cuando vecinos de otros barrios se acercan a las calles con nombres de mujeres.
Lucas Marín admitió que lo que menos le gusta de vivir en Puerto Madero son los sábados y domingos. "Se llena de gente, ensucian las plazas, se afanan tachos [de basura], no cuidan las cosas, tiran papeles por cualquier lado, se llena de autos", sintetizó.
Mientras jugaba con su hija en la plaza María Eva Duarte de Perón, un joven empresario que vive frente al dique 4 dijo que "la tranquilidad y la seguridad se pierden los fines de semana" porque "la gente brota de cada rincón".
"El principal problema [del barrio] deriva del uso que hacen miles de otros porteños y vecinos que se acercan para disfrutar del espacio público, lo mismo que la gastronomía y otras actividades -legales o ilegales- que generan un poco de inseguridad, suciedad y otros conflictos menores derivados de las mismas", explicó.
Nicolás tiene 19 años, vive en Recoleta y va a andar en skate a Puerto Madero porque las escaleras "están buenísimas". Eduardo y Graciela son de Caballito y llevan reposeras, mate, termo y lectura hasta el parque Micaela Bástidas por "el verde, el aire y la tranquilidad". Denise, Sol y Tamara, de Almagro, patinan por la peatonal porque "el piso es lisito y la vista está bárbara".
A pesar de las críticas y en línea directa con los "halagos", el boom inmobiliario parece no tener fin en Puerto Madero. El metro cuadrado cuesta entre cinco y siete mil dólares. Los alquileres de viviendas arrancan en 1300 dólares. Hay obras en construcción permanentemente.

Más emprendimientos

Cada vez hay más emprendimientos: restaurantes, bares, locales comerciales, lugares de recreación. El arte empieza a copar espacios. Los proyectos faraónicos del universo Faena no cesan: hotel, viviendas, Arts District . El museo de la colección de arte de Amalia Lacroze de Fortabat se revitalizó: nueva etapa con muestras temporarias. El flamante Polo Audiovisual , anunciado hace muy poco, tendrá su sede en la isla Demarchi, a metros de Puerto Madero.
Diques antigüos frente al agua, peatonales, plazas abiertas a la línea del malecón, el Puente de la Mujer, viejas grúas portuarias, mega torres de lujo. Al oeste, alejado, el resto de la ciudad. Hacia el este, bien cerquita, la Costanera Sur, la reserva ecológica, la villa "Rodrigo Bueno" y el Río de La Plata. Contrastes, toda una postal de Buenos Aires..

Política . Los vecinos de Puerto Madero con domicilio en el barrio votan en la UCA. En las últimas elecciones, en las que la presidenta Cristina Kirchner resultó reelecta con el 54 por ciento de los votos, en Puerto Madero se emitieron 1541 sufragios. ¿Los resultados? La lista del Frente Amplio Progresista, encabezada por el santafecino Hermes Binner, ganó con el 30,43 por ciento de los votos. Segunda se ubicó la lista del Frente Popular de Eduardo Duhalde, con el 19,66 por ciento. El Frente para la Victoria, que alcanzó cifras altísimas en otras zonas, sumó sólo el 17,46 por ciento de los sufragios. El Frente de la Izquierda y de los Trabajadores, con Jorge Altamira a la cabeza, sacó 13 votos.

Breve historia A fines del siglo XIX, en pleno auge del modelo agroexportador, el ingeniero Eduardo Madero desarrolló los característicos diques de ladrillos rojizos. El puerto se construyó entre 1900 y 1905.
En 1911, el puerto resultó insuficiente y ampliaron la zona portuaria, una obra del ingeniero Luis Augusto Huergo.
La creación de Madero estuvo abandonada durante décadas. En 1989 nació la Corporación Antiguo Puerto Madero, una sociedad anónima integrada en partes iguales por el Estado Nacional y la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, creada para urbanizar las 170 hectáreas del área del antiguo puerto.
En 1996, el plan de urbanización comenzó con la etapa de venta de lotes. Ese año, Puerto Madero quedó incorporado como el barrio número 47 de la ciudad de Buenos Aires.

Relocalizar villas? Versión 2.837.290....

Déficit habitacional / Proyecto de redistribución de tierras

El Gobierno planea relocalizar villas en terrenos del Estado

Por Mariano Obarrio | LA NACION 03-09-2012

Más notas para entender este tema


El gobierno de Cristina Kirchner prepara un ambicioso plan para destinar tierras fiscales a la construcción de nuevas viviendas sociales, con el fin de relocalizar familias de bajos recursos que viven en villas de emergencia y asentamientos precarios. El proyecto, que se instrumentará en el camino hacia las elecciones legislativas del próximo año, contempla además la posterior urbanización de las villas beneficiadas, una vez que los habitantes se hayan trasladado.
 

El Estado se haría cargo de las nuevas construcciones y concedería la escritura a cambio de un pago muy bajo extendido en un plazo prolongado. También planean construir escuelas y hospitales públicos, según confiaron altas fuentes oficiales a la nacion.

Se cubrirían así dos necesidades del Gobierno: por un lado, frenar el crecimiento exponencial de las villas en los últimos años. Por el otro, jugar una carta ganadora para las elecciones del año próximo, vitales para el oficialismo en el objetivo de mantener vigente la idea de la reforma de la Constitución, con la re-reelección de la Presidenta incluida.
"Preocupa mucho la presión de las villas. Por eso se conformará un gran banco de tierras fiscales para barrios de viviendas sociales", confió a la nacion un allegado al jefe del Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, que dirige el ahora denominado "plan de reordenamiento territorial". El jefe de los ministros no respondió las consultas de la nacion por este tema.

Cristina Kirchner firmó el 9 del mes pasado el decreto 1382/12, por el cual creó la Agencia de Administración de Bienes del Estado. Se trata de una "superagencia" a la cual todos los ministerios y organismos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial le deberán informar sobre los inmuebles que poseen, para conformar en 90 días un registro único de bienes del Estado. Ése será "un gran banco de tierras fiscales" que se distribuirán entre los más necesitados.
Todavía no está definido el criterio de reparto. La Agencia administrará todos los inmuebles de la Presidencia, del Parlamento y de la Justicia, de los ministerios, entes autárquicos, ferrocarriles, Fuerzas Armadas y de seguridad, y del viejo Organismo Nacional de Administración de Bienes (ex Onabe), que quedó disuelto en ese decreto.

El ex Onabe sólo administraba 1800 inmuebles, los que estaban desafectados a ministerios u organismos públicos. Aun así, la Auditoría General de la Nación hizo un informe en 2006 que determinó falta de registros, inventarios, control, y caos administrativo.
Lo llamativo es que la nueva "superagencia" conservará las autoridades del ex Onabe -de hecho seguirá funcionando en el mismo edificio de Retiro, con fuerte influencia de La Cámpora- y pasará a gestionar inmuebles, tierras y edificios cuya cifra no está calculada.
Muchos bienes ni siquiera tienen títulos ni escritura y están en situaciones jurídicas complejas: desocupados, subutilizados, cedidos o alquilados por segunda o tercera vez, a préstamo o bajo ocupación de intrusos. Para este plan se está pensando en destinar terrenos lindantes a las villas por dos razones. En primer lugar, para que no haya problemas de desarraigo que desalienten la mudanza. Y en segundo término para que ese traslado permita urbanizar las villas con mayor nivel de población por metro cuadrado, con el ensanchamiento de las calles y el establecimiento de espacios públicos.
No está en análisis la hipótesis de una erradicación de las villas, ya que expondría al Gobierno a fuertes tensiones sociales.

El presidente de la Agencia, Antonio Vulcano, responde al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Su vicepresidente, Martín Reibel Maier, es el verdadero cerebro del ente y milita en La Cámpora.
El decreto 1382 estableció que la Agencia definirá el uso y destino de los bienes para lograr "inclusión social", "políticas redistributivas para la población", la "incorporación del valor social" y "la afectación de esos inmuebles a políticas públicas como salud, educación, medio ambiente, producción, administración y vivienda, entre otros".
También buscará la "preservación del patrimonio inmobiliario", la "puesta en valor de los inmuebles" y "proyectos de desarrollo local y regional".
Cristina Kirchner tiene en la mira muchos predios de las Fuerzas Armadas o de seguridad que considera en desuso u ociosos.

Pero no sólo recurrirá a tierras fiscales. El plan se complementará con el anteproyecto de ley que se analiza en el Ministerio de Planificación, que habilitaría la expropiación de tierras privadas al declararlas de utilidad pública y privilegiar su fin social y el interés colectivo, sobre el cual informó LA NACION el domingo 26 de agosto último.
Si bien se escriturarían a precios simbólicos para los sectores más vulnerables, también una parte de las tierras fiscales se utilizará para el programa de créditos baratos para vivienda Procrear. Otros terrenos se usarán para el Polo Audiovisual, anunciado el miércoles último.

La fase del modelo de la redistribución de la tierra se exhibirá como la natural continuidad de la etapa de redistribución del ingreso. De hecho, el Gobierno no descarta restituir el artículo 38 de la Constitución de 1949, que reivindicaba la función social de la propiedad privada, en un eventual debate sobre una reforma constitucional. Y en el Congreso analiza regular la propiedad privada en la próxima reforma del Código Civil.
La "superagencia" abrirá discusiones con ministerios y organismos. Podrían entrar en conflicto inmuebles que éstos usen y que la Agencia considere que están ociosos o cuyo personal pueda ser reubicado.
Los bienes deberán identificarse, se cuantificarán, se pondrán en valor, se evaluará su situación catastral y jurídica, se loteará y se zonificará, según las fuentes oficiales. Luego de ello se los deberá dotar de infraestructura básica que muchos no tienen: agua, luz, gas y cloacas.


miércoles

ex Padelai, otra vez en abandono

Buscan que España cambie su decisión de dejar el ex Padelai


Desde la Ciudad intentarán que avance el proyecto de hacer un centro cultural.

13/06/12 ClarinPor Silvia Gómez

Tras la decisión del Gobierno español de abandonar el proyecto de construir un centro cultural en el ex Padelai , que ayer anticipó Clarín , funcionarios del Gobierno porteño y de la Embajada de España en Argentina iniciaron ayer una serie de reuniones tendientes a encontrarle una salida al conflicto por el histórico edificio ubicado en pleno Casco Histórico . Aunque parece difícil, intentan mantener en pie el acuerdo mediante el que los españoles se comprometieron a restaurar el lugar para utilizarlo durante 30 años, por un una cesión en comodato que impulsó el macrismo y que se votó en la Legislatura.


Con el edificio tomado por algunas de las familias que lo ocuparon entre 1984 y 2003, más la terrible crisis económica que enfrenta España, la decisión de bajarse del proyecto parece un hecho, pese al compás de espera que abrieron ayer el Ministro de Cultura, Hernán Lombardi, y el embajador español en Argentina, Román Oyarzún: “Quedamos en trabajar con nuestros equipos técnicos, pero es obvio que se trata de un problema financiero grave, difícil de enfrentar ”, le dijo Lombardi a Clarín .


Un dato que desalienta las chances de que el proyecto continúe es que ayer el Gobierno español recortó en un 65,4% el presupuesto de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el área de la que dependía esta inversión, de 6 millones de euros. Además, todavía es reciente el conflicto por la expropiación de YPF, que estaba en manos de Repsol, una empresa española.


En mayo, un grupo de familias que asegura poseer las escrituras que certifican que son dueños del 70% de la propiedad volvió a tomar el Padelai. Reclaman que la Ciudad libere el dinero ($ 8,4 millones según la tasación hecha cuando se expropió el lugar) que se le pagó y está depositado en una cuenta. “Dicen que no van a liberarlo porque hay que descontar una hipoteca constituida a favor del Banco Ciudad”, aseguró César Arias, apoderado de las familias. Desde la Ciudad sostuvieron que la liberación del dinero depende de una decisión de la Justicia.

jueves

Vuelven a ocupar el ex Padelai

Vuelven a ocupar el ex Padelai y piden que les den viviendas

Son 62 familias que vivían allí hasta 2003. Y hace nueve meses acampan en la vereda.


Reclamo. Los ocupantes dicen ser en parte propietarios del edificio de San Juan y Defensa.Reclamo. Los ocupantes dicen ser en parte propietarios del edificio de San Juan y Defensa.


El edificio del ex Padelai, donde desde hace tres años funcionaba el Centro Cultural de España, volvió a ser tomado por parte de sus antiguos ocupantes. El domingo ingresaron 62 familias y, según anticiparon, planean quedarse hasta que el Gobierno porteño les otorgue viviendas . Ayer, cortaron la avenida San Juan, entre Defensa y Balcarce.


Los ocupantes integran la Cooperativa de Vivienda, Crédito y Consumo San Telmo Ltda. que, según afirman, posee la escritura del inmueble. Hace nueve meses que sus integrantes acampan afuera del edificio, ubicado en Humberto I y Defensa, reclamando soluciones habitacionales.

“La Cooperativa San Telmo titular del edificio bajo escritura Nº 166 folio 392 registro 22 escriturada el 05.11.1991, después de varios años han logrado ingresar nuevamente a sus viviendas y se encontraron con las instalaciones en peor estado que cuando se fueron desalojados”, informó la Red Hábitat en un comunicado.


El presidente de la Cooperativa, Carlos Vargas, ayer afirmó a Clarín que hacía un mes que mantenían reuniones con Ricardo Jame, director del Centro Cultural de España. “El nos dijo que por la situación de su país iban a retirarse del edificio , que les fue dado en comodato gratis y por 30 años en 2009. Y nos dijo que querían devolvérselo a la Cooperativa . Ingresamos el domingo a las 16. No usurpamos nada, porque somos dueños del 70% de la propiedad. Además, encontramos que el edificio en mal estado. Sacaron puertas y pisos de parquet y anularon los baños”, aseguró. Sin embargo, las autoridades del Centro Cultural desmintieron que hayan dado su anuencia a la ocupación.


Los ocupantes aseguran que van a quedarse en el edificio. “La decisión es estar acá hasta que nos sentemos en una mesa de negociación con el Gobierno porteño. No queremos dinero, sino una solución habitacional . Estamos dispuestos a restituir la propiedad, pero a cambio de viviendas”, aseguró Vargas, que contó que la mayoría de los que volvieron al ex Padelai estaban viviendo en hoteles o casas tomadas .


El conjunto donde estuvo el Patronato de la Infancia hasta 1978 data de 1895. Cuenta con dos edificios y un jardín que ocupan media manzana entre San Juan, Balcarce y Humberto Primo. En 1984 fue ocupado por 108 familias, que formaron la Cooperativa San Telmo y en 1991 consiguieron que el ex intendente Carlos Grosso les cediera el 70% de la titularidad. Pero el Ejecutivo la cuestionó, alegando que la Cooperativa jamás cumplió con el reciclado del conjunto. En 2003, desalojaron a los ocupantes por peligro de derrumbe y, en 2009, le cedieron el predio a España en comodato.

Clarin 10/05/12

martes

Flias trasladadas desde las márgenes del Riachuelo

Calidad de vida / Comienza a cumplirse con el fallo de la Corte Suprema


Volver a vivir, lejos de la contaminación
Las primeras familias trasladadas desde las márgenes del Riachuelo recibieron sus nuevas viviendas, que pagarán en veinte años

Por Laura Rocha
LA NACION


"Me parece mentira. Tantas veces, tantos años nos prometieron que nos mudábamos y ahora es una realidad. Todavía miro a mi alrededor y no lo puedo creer." Emocionada y orgullosa del departamento de cuatro ambientes que acaba de estrenar en el Bajo Flores, Mareyra Cadena, de 33 años, invita a quien quiera a conocer su nueva casa.



Vive allí con su marido y su hijo. Lejos, definitivamente, de la humedad y el hedor del contaminado Riachuelo . Ella es la protagonista de una historia que sólo comenzó a cambiar después de que una orden de la Corte Suprema de Justicia intimara en 2008 a los Estados nacional, bonaerense y porteño a iniciar el saneamiento del río más contaminado de la Argentina.


Así, cumpliendo con los plazos impuestos por el juez de ejecución del fallo, quien conduce el Juzgado Federal de Quilmes, Luis Armella, comenzaron las mudanzas de habitantes que ocupaban el camino de sirga, el espacio libre que debe quedar entre la línea de construcción y el Riachuelo .


El 28 del mes pasado comenzó en la Capital el traslado de las primeras 33 familias del asentamiento El Pueblito, de Pompeya, a las nuevas viviendas construidas por el gobierno porteño. Un centenar de grupos familiares más serán trasladados durante todo este mes a las nuevas viviendas del complejo del Bajo Flores que debió ser remodelado por la Ciudad después de la usurpación que sufrió meses atrás.


"No veía la hora de que nos mudáramos. Cuando nos enteramos de que habían tomado las casas nos decepcionamos, pero ahora sólo puedo disfrutar y hasta voy a tener que renovar los muebles porque no tenía espacio en mi casa de Pompeya", contó Obdulia Vallejos, que se mudó con tres de sus cinco hijos.


Erma Pérez desea tener la misma suerte que Vallejos. Ella todavía comparte con sus hijos un cuarto de 4 metros cuadrados que alquila a 500 pesos por mes en lo que todavía queda de El Pueblito. "Dicen que todavía hay que completar unos papeles y que después nos vamos. Yo me quiero ir porque allá vamos a pagar, pero eso va a ser nuestro", le cuenta a LA NACION.


Pérez vive en esa habitación desde hace poco más de dos años. Ya se acostumbró a la humedad y al olor inmundo del Riachuelo, que ya casi no percibe. "Lo único es que nos va a quedar un poco lejos el nuevo lugar, pero vamos a estar más cómodos", dice.


Las viviendas definitivas que habitarán quienes viven en ese asentamiento de Pompeya fueron construidas por la Corporación del Sur y entregadas con créditos que otorgó el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) con el compromiso de pago de una cuota mensual de 500 pesos durante 20 años.


Por el fallo de Armella, el IVC debía liberar los 35 metros desde la costa del Riachuelo hacia adentro, razón por la cual 80 familias quedarán viviendo en El Pueblito. Sin embargo, se están realizando obras de infraestructura para las familias que se quedarán allí y también se presentará un proyecto de urbanización para la zona luego de la reubicación del resto de las familias.


"La primera tanda de traslado de familias resultó un éxito. Para nosotros representa un hito porque El Pueblito es un asentamiento de larga data y es importante en la liberación del camino ribereño, ya que permite avanzar en un tramo fundamental del camino", indicó Omar Abboud, presidente del IVC.


La liberación del camino de sirga es uno de los objetivos clave para el cumplimiento del plan de saneamiento del Riachuelo. Armella estableció plazos inamovibles para la mudanza de todas las poblaciones que sigan asentadas en la ribera, del lado de la provincia de Buenos Aires o de la ciudad, entre los que se encuentran las villas 21-24 y 26. El plazo es 2013.


Cabe recordar que este año se entregaron 58 casas: se mudaron 18 familias en Avellaneda; 10 en Lomas de Zamora, y 30 en el asentamiento Luján, en la ciudad de Buenos Aires. Las viviendas sociales que deben construirse para los habitantes que viven en la ribera del Riachuelo suman 17.771, entre ambas jurisdicciones..

lunes

Mudan un asentamiento que está junto al Riachuelo

Los últimos días de “El Pueblito”. Las primeras 32 familias irán en estos días a las nuevas viviendas del Bajo Flores construidas por el IVC. En una segunda etapa se trasladará a otras. Es por el saneamiento de la cuenca contaminada.
Romina Smtih - Clarin 24-10-11


A sólo un par de metros del Riachuelo, o a sólo tres casas de distancia del borde del agua sucia, Mareira le da un beso paciente a su hijo, y lo arropa a pesar de que hace calor. El nene sufre varicela a poco de una mudanza y su mamá demuestra una paciencia envidiable para sobrellevar las dos situaciones. En la casa de al lado, América del Carmen pide noticias verdaderas. Tiene 51 años, dos hijas con ella, y ocho nietos para cuidar, dos de ellos enfermos por el mal aire que respiran y el agua que usan para asearse . Las dos cuentan las horas: en algún momento de esta semana irán a vivir a unas viviendas en el Bajo Flores porque las que ellas habitan, en el asentamiento “El Pueblito”, bajo el Puente Alsina, en Pompeya, deben desaparecer para que pueda continuar el plan de saneamiento del Riachuelo.
El Pueblito es uno de los muchos asentamientos que crecieron sobre la costa de la cuenca en las últimas décadas. Tiene poco más de dos manzanas, entre 150 y 200 familias, y un adentro y un afuera separados por el muro de lo que fue una vieja fábrica metalúrgica. La de afuera es la parte más antigua, se formó hace tres décadas y tiene casas de material y numeración de Sáenz al 1500. Allí están las familias de América del Carmen Rodríguez y Lorenzo Vallejo. Y de ese lado también vive Mareira Cadena. Los de adentro, en cambio, llegaron después de la crisis de 2001, la mayoría de países limítrofes como Paraguay o Bolivia, y hoy son los más postergados : viven sin servicios básicos y afectados por la cercanía del Riachuelo.
Como la mayoría de los que deben irse, Carmen y Mareira sientenmiedo, ansiedad y esperanza . Y algo parecido a la agonía. Los últimos días de El Pueblito tienen esa mezcla de sensaciones en el aire. Saben que el cambio los va a sacar de uno de los asentamientos más vulnerables de la Ciudad y les va a dar una nueva casa al resguardo de la contaminación. Pero también están cansados de esperar (la noticia les había caído encima en febrero y recién ahora hay novedades concretas) y también tienen dudas sobre cómo serán recibidos en el nuevo barrio, y si tendrán garantizados, al menos, agua, luz y gas. Por ahora lo único claro es que el juez federal de Quilmes, Luis Armella, a quien la Corte Suprema encomendó hace tres años la ejecución del plan para sanear el Riachuelo, ordenó que sus casas sean demolidas para poder liberar 35 metros desde el talud del río . Esa orden implicará que dos tercios del asentamiento desaparezcan. Sólo quedará en pie la parte que da a la calle Río Cuarto, donde la Ciudad deberá hacer una intervención de urgencia para garantizar los servicios y la cloaca.
El plan es que las primeras 32 familias se muden esta semana. Y que el centenar que resta lo haga antes de fin de año. El martes, todos deben ir al IVC a firmar un permiso de tenencia de los nuevos departamentos. Y una vez que estén mudados, podrán negociar las cuotas que pagarán para ser propietarios de sus nuevas casas. Ese también es un tema que les preocupa, porque ninguno pudo saber cuánto costarán las casas.
Por ahora no tienen idea de cuándo le tocará a cada uno. El sábado, el IVC les avisó que la mudanza será esta semana. Pero en el barrio –donde funciona una mesa de diálogo en la que también participa fuerte la Defensoría del Pueblo– aún no saben bien qué día le tocará a cada familia. “Tampoco sabemos si tendremos luz y gas, y eso nos preocupa porque ya sabemos que los del barrio El Luján, que fueron relocalizados en Soldati, sufren cortes de luz todos los días”, explica Mareira. Su casa está en Sáenz al 1500, tiene servicios básicos y es de cemento. La compró hace seis años y no sabe cuándo deberá dejarla. Lo único que le dijeron es que desde mañana van a ir a ver verla para analizar cómo la van a demoler. Carmen tampoco sabe cuándo se irá. Le preocupa que sus nietos tengan lugar en las nuevas escuelas.
Ante la inminencia, todos esperan. Tres años después de la orden de la Corte, en el barrio saben que el traslado es ya. Y que los primeros que se irán serán los que están sobre la orilla, pegados a un basural que está a punto de volcarse al Riachuelo . La familia que ocupa la primera casa (la “cero”) es la de Lorenzo Vallejo, un hombre que vive en El Pueblito desde hace 20 años y que ya dijo que quiere irse “lo antes posible”.

jueves

Siguen creciendo las villas en el GBA: ya suman 864.

Son un 16% más de las que había hace diez años, según un estudio en 30 municipios que rodean a Capital. Y las que estaban se poblaron más. La Matanza y Quilmes, donde más asentamientos hay.


Einat Rozenwasser - Clarin 05-10-11
Gran Buenos Aires, 508.144 familias, 864 villas y asentamientos. Empezar por las cifras es dar forma a eso que muchos prefieren no mirar. Poner el foco sobre algo que de tan visible se vuelve invisible, o se invisibiliza, un término que no aparece en los diccionarios pero que es cada vez más recurrente. Ayer, la ONG “Un techo para mi país” presentó el primer relevamiento sobre villas y asentamientos del Gran Buenos Aires. Un tema sobre el que, hasta ahora, había muy poca información . Y que es fundamental para desarrollar programas que apunten a generar igualdad de oportunidades.
Para hacer este trabajo recorrieron los 30 partidos que constituyen la aglomeración metropolitana más importante del país: es la superficie que concentra casi un cuarto de la población , y que produce la mayor parte de su actividad económica.
“Llamamos villa a las conformaciones altamente hacinadas, en las que casi no hay calles sino más bien pasillos, con crecimiento hacia arriba y que son más difíciles de urbanizar. Mientras que los asentamientos respetan la trama, cierto lineamiento de calles, lotes y espacios destinados para actividades o servicios”, define Agustín Algorta, Director Social Nacional de UTPMP. Mientras que en el primer cordón del conurbano la proporción de villas y asentamientos es pareja (55,1% y 44,9%, respectivamente), entre el segundo y el tercero predominan los asentamientos. El partido que más tiene es La Matanza: 156.
El proceso de expansión hacia los anillos periféricos de la Ciudad se acentuó entre los años 30 y 40 del siglo pasado alrededor de la traza de los ferrocarriles. Pero, aunque el 66,3% de las villas y asentamientos se conformó hace más de 15 años, en el 65,4% se sigue construyendo. “Tras la crisis de 2001 se registró un período de reactivación económica que fue acompañado por la implementación de programas de vivienda dirigidos a los sectores populares. Aún así, durante la década 2001-2011 se evidencia un crecimiento significativo de asentamientos nuevos (16,7%) y un fuerte proceso de aumento de la población (55,6%) en los que ya estaban”, señalan en el informe.
En cuanto a la composición, en el 68,1% de las urbanizaciones informales conviven grupos migratorios provenientes del interior del país. Y en el 82,8% hay grupos migratorios de países limítrofes. “A medida que las familias desarrollan nuevos núcleos, permanecen en el mismo terreno”, explica Algorta. Sólo el 17,5% de las nuevas generaciones se mudan a una vivienda fuera del barrio, lo que no necesariamente significa el cambio a una urbanización formal.
“La persistencia de las villas y asentamientos informales en el Gran Buenos Aires no hace más que evidenciar el gran déficit en relación al acceso a servicios e infraestructura urbana adecuada por parte de los diferentes sectores de la sociedad. La escasa oferta de tierras aptas para el desarrollo residencial dotadas de una infraestructura de servicios sumada a una política de vivienda insuficiente contribuye a que se sigan desarrollando procesos informales”, señala María Laura Raffo, una de las responsables del estudio. Según muestran los datos de la encuesta, sólo en el 16% de las urbanizaciones informales se han implementado programas de vivienda por parte del Estado. La mayoría, entre 2009 y 2010.
El 52,4% de las villas y asentamientos se levantan sobre tierras fiscales y el 22,9% en tierras privadas. Un 35,3% está sobre lechos de arroyos o ríos, el 33,6% cerca de caminos de alto tráfico y el 21,9%, de basurales.
En el 85,2% de los casos no cuentan con redes cloacales, que se suplen con pozos ciegos (34,1%) o con cámara séptica (20%). Y el 79,9% no cuenta con desagües pluviales, lo que produce anegamientos constantes o la presencia de aguas estancadas, que favorecen el desarrollo de infecciones o enfermedades.
En cuanto a los servicios públicos, el 83,4% no tiene acceso a la red de gas y deben recurrir al envasado (garrafas), muchísimo más caro que el servicio público subsidiado. Y un porcentaje pequeño tiene acceso a las redes públicas de agua potable y electricidad.
El 84,3% de las villas y asentamientos cuenta con una escuela primaria pública a menos de diez cuadras, porcentaje que se reduce al 57,6% para el nivel secundario, una situación que influye en el grado de deserción escolar y repitencia para este nivel. Si bien en el 67,7% de los casos se puede acceder a un centro de atención primaria en ese radio, únicamente el 7% tiene un hospital cerca.

miércoles

Mas Villas en GBA

Siguen creciendo las villas en el GBA: ya suman 864


Son un 16% más de las que había hace diez años, según un estudio en 30 municipios que rodean a Capital. Y las que estaban se poblaron más. La Matanza y Quilmes, donde más asentamientos hay.
Por Einat Rozenwasser
Clarin 05/10/11
Gran Buenos Aires, 508.144 familias, 864 villas y asentamientos . Empezar por las cifras es dar forma a eso que muchos prefieren no mirar. Poner el foco sobre algo que de tan visible se vuelve invisible, o se invisibiliza, un término que no aparece en los diccionarios pero que es cada vez más recurrente. Ayer, la ONG “Un techo para mi país” presentó el primer relevamiento sobre villas y asentamientos del Gran Buenos Aires. Un tema sobre el que, hasta ahora, había muy poca información . Y que es fundamental para desarrollar programas que apunten a generar igualdad de oportunidades.


Para hacer este trabajo recorrieron los 30 partidos que constituyen la aglomeración metropolitana más importante del país: es la superficie que concentra casi un cuarto de la población , y que produce la mayor parte de su actividad económica.


“Llamamos villa a las conformaciones altamente hacinadas, en las que casi no hay calles sino más bien pasillos, con crecimiento hacia arriba y que son más difíciles de urbanizar. Mientras que los asentamientos respetan la trama, cierto lineamiento de calles, lotes y espacios destinados para actividades o servicios”, define Agustín Algorta, Director Social Nacional de UTPMP. Mientras que en el primer cordón del conurbano la proporción de villas y asentamientos es pareja (55,1% y 44,9%, respectivamente), entre el segundo y el tercero predominan los asentamientos. El partido que más tiene es La Matanza: 156.


El proceso de expansión hacia los anillos periféricos de la Ciudad se acentuó entre los años 30 y 40 del siglo pasado alrededor de la traza de los ferrocarriles. Pero, aunque el 66,3% de las villas y asentamientos se conformó hace más de 15 años, en el 65,4% se sigue construyendo. “Tras la crisis de 2001 se registró un período de reactivación económica que fue acompañado por la implementación de programas de vivienda dirigidos a los sectores populares. Aún así, durante la década 2001-2011 se evidencia un crecimiento significativo de asentamientos nuevos (16,7%) y un fuerte proceso de aumento de la población (55,6%) en los que ya estaban”, señalan en el informe.


En cuanto a la composición, en el 68,1% de las urbanizaciones informales conviven grupos migratorios provenientes del interior del país. Y en el 82,8% hay grupos migratorios de países limítrofes. “A medida que las familias desarrollan nuevos núcleos, permanecen en el mismo terreno”, explica Algorta. Sólo el 17,5% de las nuevas generaciones se mudan a una vivienda fuera del barrio, lo que no necesariamente significa el cambio a una urbanización formal.


“La persistencia de las villas y asentamientos informales en el Gran Buenos Aires no hace más que evidenciar el gran déficit en relación al acceso a servicios e infraestructura urbana adecuada por parte de los diferentes sectores de la sociedad. La escasa oferta de tierras aptas para el desarrollo residencial dotadas de una infraestructura de servicios sumada a una política de vivienda insuficiente contribuye a que se sigan desarrollando procesos informales”, señala María Laura Raffo, una de las responsables del estudio. Según muestran los datos de la encuesta, sólo en el 16% de las urbanizaciones informales se han implementado programas de vivienda por parte del Estado. La mayoría, entre 2009 y 2010.


El 52,4% de las villas y asentamientos se levantan sobre tierras fiscales y el 22,9% en tierras privadas. Un 35,3% está sobre lechos de arroyos o ríos, el 33,6% cerca de caminos de alto tráfico y el 21,9%, de basurales.


En el 85,2% de los casos no cuentan con redes cloacales, que se suplen con pozos ciegos (34,1%) o con cámara séptica (20%). Y el 79,9% no cuenta con desagües pluviales, lo que produce anegamientos constantes o la presencia de aguas estancadas, que favorecen el desarrollo de infecciones o enfermedades.


En cuanto a los servicios públicos, el 83,4% no tiene acceso a la red de gas y deben recurrir al envasado (garrafas), muchísimo más caro que el servicio público subsidiado. Y un porcentaje pequeño tiene acceso a las redes públicas de agua potable y electricidad.


El 84,3% de las villas y asentamientos cuenta con una escuela primaria pública a menos de diez cuadras, porcentaje que se reduce al 57,6% para el nivel secundario, una situación que influye en el grado de deserción escolar y repitencia para este nivel. Si bien en el 67,7% de los casos se puede acceder a un centro de atención primaria en ese radio, únicamente el 7% tiene un hospital cerca.