martes

Boedo tendra su primera plaza

ESTARA TERMINADA EN MAYO DE 2011

Con 50 años de atraso, Boedo ya construye su primera plaza

La Ciudad continúa las obras para darle al barrio su primer espacio verde.

Se salda así una deuda con los vecinos, que nunca bajaron los brazos para convertir el lugar, la vieja estación de tranvías, en la única plaza barrial.

Por fin los vecinos de Boedo tendrán su plaza. Con 50 años de retraso, finalmente la Ciudad puso en marcha las obras para darle al barrio su primer espacio verde. Algo básico y elemental, pero que sin embargo estaba privado para unos 60.000 vecinos de Boedo. Según prometió el Gobierno porteño, la plaza "Mariano Boedo" estará lista en mayo de 2011. Y tendrá, además del 65% de su espacio cubierto con verde, un anfiteatro y un playón para que los chicos lleven sus triciclos. Además, una vez que esté lista, se podrá conectar con el Parque Patricios a través de las ciclovías, generando otro paseo para la familia.

El predio ocupa casi toda la manzana delimitada por las calles Estados Unidos, Sánchez de Loria, Carlos Calvo y Virrey Liniers. Y su transformación es un logro histórico de los vecinos.

Es que por lo menos durante 50 años la plaza les fue esquiva: en los 60, mucho antes de que empezaran a soñarla verde y florida, con pérgolas y sombra para aguantar los veranos más duros, el predio anidaba una terminal de tranvías, que nada tenía que ver con un área de descanso. Fue recién cuando la terminal cerró que algunos empezaron a soñar con levantar allí la primera plaza de Boedo, la única para un barrio rico en historias pero pobre de verde.

Pero otra vez se la quitaron: el predio fue baldío hasta 1980, y luego la Dictadura Militar se lo vendió a una empresa de colectivos que lo usó como garage.

En 2002 la empresa quebró y se prendió fuego. Y algunos vieron entonces otra oportunidad para renacer el sueño de la plaza. Pero otra vez no alcanzó... El reclamo siempre quedó varado entre administraciones y desidias.

Hubo que esperar hasta 2006. Ese año, la Legislatura porteña aprobó la expropiación y reavivó el deseo. Esta vez, ni una iglesia evangélica que aseguraba haber pagado 400.000 dólares por el lugar fue un obstáculo: con el aval de la Legislatura, los vecinos no bajaron los brazos, insistieron otros cuatro años y al final ganaron. Ahora, en 2010, el predio está en plena transformación y cuenta con el aval de todos los vecinos, salvo por el futuro del muro de la estación Vail, que enfrenta al grupo de la Asociación Todos por la Plaza, desde donde reclaman que sea derribado, con el Gobierno porteño, que decidió preservar la pared por su valor histórico. Así, dicen, la plaza integrará pasado y futuro. Una idea con la que la mayoría de los vecinos están de acuerdo. La plaza también mantendrá el piso de cemento del playón, pero llenará el 65% de ese espacio con canteros verdes. Y además, se aprovechará una parte de la estructura de la terminal de tranvías para convertirla en pérgolas floridas.

No es poco: el proyecto dará aire puro y mucho verde a la gente de Boedo. Por fin

Larazon.