miércoles

el boleto costaría $ 3,75

Sin el subsidio, el boleto de colectivo costaría $ 3,75
Cada pasajero del área metropolitana paga alrededor de un tercio de lo que debiera costar el pasaje; el resto lo aporta el Estado a través de subsidios a las empresas o gasoil a bajo precio; cómo se reparten los fondos entre los transportistas

Por Diego Cabot  | LA NACION


Cada usuario que sube a un colectivo que circule por el área metropolitano debe conocer una cosa: paga alrededor de un tercio de lo que debiera salir el boleto. ¿El resto? Pues lo aporta el Estado a través de subsidios o de litros de gasoil a precio de amigo.

¿Cómo son los números de cada uno de los casi 10.000 colectivos que circulan por la Capital Federal y el Gran Buenos Aires?


Si todos ellos circularan, cosa que es improbable, recibiría un cheque mensual de 23.367 pesos por cada uno, lo que da un promedio diario de 778 pesos. Ese importe lo tiene seguro cada dueño del colectivo todos los días, incluso antes de que salga del garaje en el que dormitan los colectivos. A eso, claro está, habrá que sumarle la recaudación diaria que recolecte la unidad. Según datos de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) y proyecciones propias, cada colectivo vende por día, en promedio, alrededor de 470 boletos y recorre cerca de 207 kilómetros.


"Los colectivos urbanos reciben en promedio 3410 litros de gasoil por mes"

A estos números hay que adicionarle el gasoil que mensualmente el Estado le aporta al sistema. A diferencia de lo que ocurre con los subsidios en dinero, que sólo se entregan a los servicios urbanos, el gasoil a precio diferencial se da a todos los colectivos que se mueven por el país, desde los que recorren ciudades, pueblos o a aquellos lujosos que unen el país.

Para ellos el litro de gasoil tiene un precio de 1 peso. Para cualquier usuario de diesel, ese mismo combustible tiene un valor cercano a los cuatro pesos, depende dónde se lo compre.

Volviendo a los colectivos urbanos, cada uno recibe por mes 3410 litros en promedio por mes. Dicho de otro modo, antes de que la llave de arranque a cada uno de los colectivos numerados entre el 1 y el 200, esa unidad tendrá 113 litros diarios para consumir a un precio de amigo.


Formalmente el subsidio al gasoil del transporte público funciona por cupos. Cada una de las empresas, sea de servicios urbanos, interurbanos o de larga distancia, presenta una declaración jurada en la que informan varios datos, entre ellos los kilómetros recorridos. Luego, mediante una fórmula de no fácil resolución, se establece un coeficiente y a su vez, una cantidad de litros de gasoil para ser comprados a un cuarto de su valor de mercado. Con ese cupo, que es un certificado, las petroleras que entregan gasoil, que son YPF, Shell, Petrobras, Esso y Enarsa, otorgan al empresario el cupo que le concedió el Gobierno. Hasta esta semana, las petroleras tampoco cobraban ese importe en efectivo por parte del Estado, sino que compensan algunas de las retenciones que están vigentes por las exportaciones de ciertos productos que venden al exterior. Ahora el régimen cambió y la compensación será en efectivo.


"Es mucho más fácil esperar el cheque estatal que salir a competir con sus pares en la calle, con servicio, frecuencias y comodidad"

Así son las cuentas de cada una de los colectivos. Allí, en los millones de pesos y en los miles de litros, está gran parte de la explicación de por qué los empresarios del transporte ya no se quejan de la falta de actualización de una tarifa que no llega ni siquiera a cubrir un tercio de los costos. Claro está, es mucho más fácil esperar el cheque estatal que salir a competir con sus pares en la calle, con servicio, frecuencias y comodidad. Mientras tanto, si se viaja en colectivo, habrá que seguir padeciendo el frío en invierno y el calor en verano.

Así está el servicio que más pasajeros transporta en el área metropolitana. Quizá sea una de las asignaciones del gasto más ineficientes de las que haga el Estado. Los millones están; y el servicio no mejora