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Los ladrillos cuentan la historia de la Argentina

De aldeas a ciudades: los ladrillos cuentan la historia de la Argentina


28/09/11
Por Nora Viater

El libro contextualiza la arquitectura del país y la vincula a la economía y la cultura.


 ESTANCIA LA ALAMEDA. A ORILLAS DE LA LAGUNA DE CHASCOMÚS, ES UNO DE LOS MEJORES EJEMPLOS DE LA ARQUITECTURA RURAL DEL SIGLO XIX. SU ORIGEN ESTÁ VINCULADO A LA FUNDACIÓN DEL FUERTE DEL ZANJÓN, POR PARTE DEL REGIMIENTO DE BLANDENGUES (1779).

Hacia 1880, además de alcanzar la federalización, Buenos Aires comienza a dejar atrás el paisaje de Gran Aldea para comenzar a ser una ciudad. Aunque todavía algo tironeada por la arquitectura poscolonial, comienzan a aparecer otras corrientes, como la italianizante. La Casa de la Moneda, por ejemplo, fue construida entre 1879 y 1881 para cumplir con la Ley 1875, que fijaba como moneda el “peso fuerte”. Los primeros billetes se fabricaron, finalmente, recién en 1899. En Defensa y México, es una obra del ingeniero Eduardo Castilla, una construcción en las que los detalles son mucho más que eso, como las cornisas y los frisos. Hoy funciona allí el Instituto de Historia Militar Argentina.


La Secretaría de Cultura de la Nación presentó el lunes el primer tomo de la colección Patrimonio arquitectónico argentino, un profundo relevamiento fotográfico y teórico sobre las obras realizadas en el país desde 1810 hasta 2010. Esta primera parte comprende los años 1810-1880 y está dividida en capítulos: Culto, Administración y Vivienda. Uno de los textos de apertura, del arquitecto Alberto Petrina, titular de la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos (DNPM), pone en contexto la produccción urbano-arquitectónica del país y la vincula a la historia, la política, la economía y la cultura de la época. Petrina, junto a Ramón Gutiérrez, titular del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (CEDODAL), estuvieron a cargo de la dirección académica de esta colección, coordinada por Sergio López Martínez. En la presentación de la obra también estuvo el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia.


La arquitectura habla, por ejemplo, de política. Así, el nacionalismo de Rosas, y su rechazo a las influencias francesas, encuentra su correlato en un nuevo estilo de arquitectura “poscolonial”. Y el entusiasmo educativo y cultural de Sarmiento, en la construcción de numerosas escuelas. Son algunas de las ideas que explica Petrina.

CASA DE LA MONEDA DE LA NACIÓN. CONSTRUIDA ENTRE 1879 Y 1881 POR EL INGENIERO EDUARDO PADILLA, HOY ES MONUMENTO HISTÓRICO NACIONAL.


Culto, Administración, Vivienda. Este libro, exhaustivo y bello al mismo tiempo, relata cómo se rezaba, cómo se vivía, cómo se enterraba a los muertos. En Salta, un buen ejemplo es el templo de Seclantás (1837) y la capilla de su cementerio, con rasgos propios, como el retablo de estuco y las pinturas murales populares.

 
El registro de la arquitectura escolar y de la vivienda cuenta cómo se estudiaba, cómo eran los grandes palacios y las casas criollas, las pulperías y los almacenes. Registra los pucarás , como el de Tilcara, y cómo era en las estancias de la provincia de Buenos Aires. Con la laguna de Chascomús como marco escenográfico, la estancia “La Alameda” es uno de los más ricos ejemplos de la arquitectura rural del siglo XIX. Es de una sencillez abrumadora, con tres alas: una que se abre a la laguna y las otras, unidas por arcadas, llevan a un patio posterior y al área productiva.

 
Para esta colección –el primer tomo se consigue en el Museo Nacional de Arte Decorativo, entre otros– también se relevó lo que ya no está y las modificaciones que se hicieron a través de los años, transiciones que aparecen claramente marcadas por las fotos en blanco y negro y en color. O aquello que definía una esquina –como el Palacio Muñoa, luego el Club del Progreso, en Perú y la actual Hipólito Yrigoyen– y fue demolido.

TEMPLO DE SECLANTÁS, SALTA. DE 1837, SE DESTACAN LA PEQUEÑA IGLESIA Y LA CAPILLA DEL CEMENTERIO. LÍNEAS DE ARQUITECTURA POPULAR.

El salame de Tandil

Se presentó en forma oficial su denominación de origen


El salame de Tandil ya es una marca registrada

Publicado el 15 de Noviembre de 2011

La categoría fue concedida por el gobierno nacional, por su calidad ligada al medio geográfico y a los factores culturales y sociales.



Desde principios del siglo pasado los salames de Tandil se hicieron famosos más allá de las fronteras de esta localidad serrana, ubicada al sudeste de la provincia de Buenos Aires. La tradición en las mesas locales basada en la organización familiar y transmitida de generación en generación en un medio ambiente especial brindado por la región, se encontró en las últimas décadas con la competencia de falsificaciones, copias o emulaciones inexactas. Con el intento de hacer frente a estas amenazas y de mejorar su exportación, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, presentó la Denominación de Origen (D.O.) para el “Salame de Tandil”, en el marco de las Políticas de Promoción e Incentivo al Agregado de Valor que lleva adelante el gobierno nacional.


“Estamos en un nuevo tiempo en el que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner convocó a los argentinos a industrializar la ruralidad para generar mayor valor agregado en origen. Esta Denominación es ejemplo del trabajo y del sueño de muchos tandilenses, pero que engrandece a todo el país. Con esta distinción, se logra quintuplicar el valor generado localmente y dar empleo a casi 1000 familias”, señaló el funcionario.

La D.O. se utiliza para designar un producto originario de una región cuyas cualidades se deban esencialmente al medio geográfico, comprendidos los factores culturales y naturales. Los productores Cabañas Las Dinas, Estancias Integradas, La Charcutería, Granja el Reencuentro y Cagnoli absorben en conjunto anualmente unas dos toneladas de carnes porcinas y vacunas provenientes de animales criados dentro del área protegida, que son utilizados en la elaboración de 1,5 millones de kilos del salame de Tandil D.O.

Flias trasladadas desde las márgenes del Riachuelo

Calidad de vida / Comienza a cumplirse con el fallo de la Corte Suprema


Volver a vivir, lejos de la contaminación
Las primeras familias trasladadas desde las márgenes del Riachuelo recibieron sus nuevas viviendas, que pagarán en veinte años

Por Laura Rocha
LA NACION


"Me parece mentira. Tantas veces, tantos años nos prometieron que nos mudábamos y ahora es una realidad. Todavía miro a mi alrededor y no lo puedo creer." Emocionada y orgullosa del departamento de cuatro ambientes que acaba de estrenar en el Bajo Flores, Mareyra Cadena, de 33 años, invita a quien quiera a conocer su nueva casa.



Vive allí con su marido y su hijo. Lejos, definitivamente, de la humedad y el hedor del contaminado Riachuelo . Ella es la protagonista de una historia que sólo comenzó a cambiar después de que una orden de la Corte Suprema de Justicia intimara en 2008 a los Estados nacional, bonaerense y porteño a iniciar el saneamiento del río más contaminado de la Argentina.


Así, cumpliendo con los plazos impuestos por el juez de ejecución del fallo, quien conduce el Juzgado Federal de Quilmes, Luis Armella, comenzaron las mudanzas de habitantes que ocupaban el camino de sirga, el espacio libre que debe quedar entre la línea de construcción y el Riachuelo .


El 28 del mes pasado comenzó en la Capital el traslado de las primeras 33 familias del asentamiento El Pueblito, de Pompeya, a las nuevas viviendas construidas por el gobierno porteño. Un centenar de grupos familiares más serán trasladados durante todo este mes a las nuevas viviendas del complejo del Bajo Flores que debió ser remodelado por la Ciudad después de la usurpación que sufrió meses atrás.


"No veía la hora de que nos mudáramos. Cuando nos enteramos de que habían tomado las casas nos decepcionamos, pero ahora sólo puedo disfrutar y hasta voy a tener que renovar los muebles porque no tenía espacio en mi casa de Pompeya", contó Obdulia Vallejos, que se mudó con tres de sus cinco hijos.


Erma Pérez desea tener la misma suerte que Vallejos. Ella todavía comparte con sus hijos un cuarto de 4 metros cuadrados que alquila a 500 pesos por mes en lo que todavía queda de El Pueblito. "Dicen que todavía hay que completar unos papeles y que después nos vamos. Yo me quiero ir porque allá vamos a pagar, pero eso va a ser nuestro", le cuenta a LA NACION.


Pérez vive en esa habitación desde hace poco más de dos años. Ya se acostumbró a la humedad y al olor inmundo del Riachuelo, que ya casi no percibe. "Lo único es que nos va a quedar un poco lejos el nuevo lugar, pero vamos a estar más cómodos", dice.


Las viviendas definitivas que habitarán quienes viven en ese asentamiento de Pompeya fueron construidas por la Corporación del Sur y entregadas con créditos que otorgó el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) con el compromiso de pago de una cuota mensual de 500 pesos durante 20 años.


Por el fallo de Armella, el IVC debía liberar los 35 metros desde la costa del Riachuelo hacia adentro, razón por la cual 80 familias quedarán viviendo en El Pueblito. Sin embargo, se están realizando obras de infraestructura para las familias que se quedarán allí y también se presentará un proyecto de urbanización para la zona luego de la reubicación del resto de las familias.


"La primera tanda de traslado de familias resultó un éxito. Para nosotros representa un hito porque El Pueblito es un asentamiento de larga data y es importante en la liberación del camino ribereño, ya que permite avanzar en un tramo fundamental del camino", indicó Omar Abboud, presidente del IVC.


La liberación del camino de sirga es uno de los objetivos clave para el cumplimiento del plan de saneamiento del Riachuelo. Armella estableció plazos inamovibles para la mudanza de todas las poblaciones que sigan asentadas en la ribera, del lado de la provincia de Buenos Aires o de la ciudad, entre los que se encuentran las villas 21-24 y 26. El plazo es 2013.


Cabe recordar que este año se entregaron 58 casas: se mudaron 18 familias en Avellaneda; 10 en Lomas de Zamora, y 30 en el asentamiento Luján, en la ciudad de Buenos Aires. Las viviendas sociales que deben construirse para los habitantes que viven en la ribera del Riachuelo suman 17.771, entre ambas jurisdicciones..