martes

Metrobús

Un transporte público que funcionará a lo largo de toda la Avenida Juan B. Justo
Antes de comenzar, el Metrobús ya ocasiona reclamos de los porteños
Publicado el 10 de Mayo de 2011 | Tiempo Argentino.
Por Christian Boyanovsky Bazán

Se quejan de la falta de audiencias, y del impacto ambiental y comercial que generan las estaciones. Denuncian un garaje sin habilitación en Liniers y en La Paternal protestan por las obras. Creen que empeorará el tránsito vehicular.
 
Vecinos y comerciantes de distintos puntos de la Capital, directamente afectados al impacto y las consecuencias que traerá el Metrobús de Buenos Aires (MBA), se anticipan a su lanzamiento, previsto para este mes, con diversas protestas, entre ellas las molestias que generan las obras a lo largo de la Avenida Juan B. Justo, y que en su visión anticipan lo que ocurrirá con la implementación del servicio.
A pesar de las promesas de la administración macrista, los vecinos no tienen en claro si este sistema que recorrerá los 12 kilómetros de la avenida por carriles centrales exclusivos, aliviará el flujo vehicular, pero se mostraron muy preocupados por otros temas de igual importancia como el impacto ambiental, el aumento de tránsito en calles internas, la prohibición que regirá para estacionar en Juan B. Justo, y el posible caos de tránsito que supone la reducción de cuatro a dos carriles para coches y camiones particulares, y la eliminación del giro a la izquierda, según se anunció oficialmente.
Parte de estos problemas se manifiestan en estos días con mayor intensidad, debido a las obras que se realizan sobre la avenida. A la protesta de larga data iniciada por los vecinos de Liniers, por la instalación de una base de trasbordo y un garaje para las unidades, se le sumaron el sábado pasado los habitantes del barrio de La Paternal, uno de los más congestionados por la construcción de las estaciones para ascenso y descenso de pasajeros dispuestas a lo largo del trayecto. Desde que comenzaron las obras, los habitantes del barrio observaron que los autos circulan  a gran velocidad en calles aledañas, que toman como camino alternativo a la avenida.
El Metrobús concentrará a los 72 mil pasajeros diarios que usan transporte público y posiblemente atraiga, como lo contempla el proyecto, a un número mayor. Lo que difícilmente ocurra, creen los vecinos, es que reduzca la cantidad de autos y utilitarios que circulan la Juan B. Justo, muy transitada por vehículos privados.
La actividad del fin de semana, convocada por las agrupaciones Proyecto Comunidad y La tendencia, junto con vecinos de la zona, se realizó en las esquinas de Juan B. Justo y San Martín, y atrajo a cientos de interesados que se reunieron alrededor de dos radios abiertas. “Fue una movida muy grande y el grueso de los vecinos venía con ganas de plantear estas quejas”, recordó Diego Murrone, referente de Proyecto Comunidad. “No es una condena absoluta al Metrobús, criticamos el modo en que se implementa, y que es una medida aislada, no integrada con otras que permitan el reordenamiento del tránsito, que además tiene consecuencias perjudiciales para comerciantes y vecinos.”
Lo que más está presente en los reclamos es que la implementación no cumple lo dispuesto por las leyes de la Ciudad Nº 2992, de creación del sistema de Metrobús; y Nº123, de impacto ambiental. La primera establece, entre otros puntos, que todas las concesiones y permisos vinculados con el Metrobús deben ser tratados en la Legislatura, y que además debe intervenir una Comisión ad hoc conformada por miembros del Ejecutivo y el Legislativo porteño. Con respecto al impacto ambiental, hace largos meses que los vecinos de Liniers protestan con cortes de calle y hasta un recurso de amparo –que no prosperó– contra una cochera instalada bajo la Autopista 25 de Mayo en la calle Gallardo, en terrenos que pertenecen a la Ciudad y que ahora están siendo utilizados por la empresa que maneja la línea 34 para guardar las unidades.
“El gobierno echó a los vecinos que vivían en unas cocheras debajo de la autopista que eran de la Ciudad y se las dio gratis a la línea 34, que en Gallardo metieron 40 colectivos. Lo peor es que, teóricamente, ahí van a guardar las unidades del Metrobús, pero ese predio no tiene habilitación, no hay estudio de impacto ambiental, y los fondos y frentes de las casas dan ahí, imaginate tener todos los días a las 3 de la mañana 20 o 30 colectivos regulando, para que la gente se chupe esa combustión”, graficó un miembro de la agrupación Vecinos Liniers Norte, que prefirió reservar su identidad.
El sistema que funciona en varias ciudades del mundo, y se conoce también como BRT-Bus Rapid Transit, utiliza colectivos de dos cuerpos unidos por un fuelle. El sistema porteño contempla que deben ser buses ecológicos, aunque podrán compartir el recorrido con micros convencionales. El servicio será operado por las actuales líneas 34 y 166, pero también circularán por los carriles las otras empresas que utilizan Juan B. Justo en tramos cortos: 53, 99, 109, 110 y 172, según informaron desde la Subsecretaría de Transportes. Su titular, Guillermo Dietrich, afirmó que “lo que se busca es que, por tener un ascenso y descenso más accesible con las estaciones a nivel y la circulación por un carril exclusivo, el viaje sea mucho más rápido”. Sin embargo, su par en la Nación, Juan Pablo Schiavi criticó “la sobrecarga de arquitectura en la avenida. Agregarle semejante obra de arquitectura no sólo no contribuye a descomprimir los inconvenientes de tránsito, sino que incluso los potencia”, dijo. Se refería a los 21 paradores dispuestos cada 400 metros, que reducen a la mitad la capacidad de la avenida, una “vía troncal de circulación de tránsito”, según consideró Schiavi. “La advertencia a las autoridades del gobierno porteño es que repiensen la idea y privilegien el transporte por sobre la arquitectura”, dijo.
El ministro de Espacio Público, Diego Santilli, le contestó aclarando que trabajó “más de un año en este proyecto, buscando consensos con las cámaras del sector y con los legisladores para lograr finalmente la ley. Es el mismo trabajo que debería hacer Schiavi para solucionar la problemática metropolitana del transporte.”
Según el proyecto, cada unidad del Metrobús podrá llevar hasta 150 personas. Permitirá la conexión con dos líneas de subte y de tren, circulará con frecuencias regulares, “facilitando la planificación del viaje” y reducirá los tiempos “en un 40%”. Los vecinos consultados afirman que no hay una “animosidad” con el sistema.  “No criticamos el proyecto en sí, sino el hecho de que no cumplió con los pasos y las consultas que corresponden y el impacto negativo que va a tener en nuestros barrios”, expusieron desde una agrupación.