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Túnel de Monroe

TAREAS. ARRANCARON EL SABADO Y CULMINARON ESTA MADRUGADA. LA OBRA AHORA SIGUE BAJO TIERRA.

El túnel de Monroe ya tiene techo y estaría listo en octubre
Durante el fin de semana colocaron cuatro losas de 250 toneladas cada una.
PorRomina Smith clarín 23/05/11

El Gobierno porteño terminó ayer de montar las losas del puente ferroviario que permitirá avanzar en la construcción del cruce bajo nivel de la avenida Monroe, a la altura de las vías del ferrocarril Mitre. La obra se hizo durante el fin de semana en horas corridas y afectó a los usuarios del ramal José León Suárez, que quedaron con servicio restringido. Pero permitirá empezar a excavar por completo el terraplén y avanzar en la terminación del bajo nivel.

Según explicaron en la empresa estatal AUSA, a cargo del proyecto, los trabajos de montaje comenzaron el sábado al mediodía y fueron terminados esta madrugada. En rigor, el proceso consistió en desarmar las vías, excavar y montar cuatro losas de 12,80 por 12 metros, una a continuación de otra, hasta cubrir los 48 metros de longitud necesarios. Las losas fueron construidas en hormigón pretensado y cada una pesa 250 toneladas y tiene 90 centímetros de espesor. La idea era terminar todo el proceso en 36 horas, pero la lluvia que cayó sobre la Ciudad demoraron los trabajos hasta bien entrada la noche.

Toda la intervención se hizo durante el fin de semana en coordinación con TBA, que debió suspender el servicio en el ramal José León Suárez entre el mediodía del sábado y la madrugada de hoy. De todas maneras, y para que la medida afectara lo menos posible, la empresa reorganizó el servicio para que el ramal José L. Suárez-Retiro efectuara su recorrido al menos hasta la estación Drago. De ahí en más, y para poder completar el recorrido, los usuarios debieron hacer transbordo en micros hasta la estación Coghlan, y de allí pudieron continuar su viaje en tren hacia Retiro. El servicio funcionó igual para los que hicieron el viaje inverso. A partir de ahora ya no será necesario restringir el servicio porque toda la obra se hará sin problemas por debajo de las vías . “Este trabajo es un hito para la construcción del cruce bajo nivel, no sólo por la envergadura y la dificultad del operativo, sino porque una vez montadas las losas ya se puede excavar por completo el terraplén”, destacaron en AUSA. El bajo nivel de Monroe empezó a construirse a fines del año pasado y –si todo avanza como está previsto– estará terminado a fines de septiembre o principios de octubre de este año. Además del túnel, que tendrá dos carriles con un sólo sentido de circulación, también se harán cordones de seguridad, un cruce peatonal y obras para impedir inundaciones. Una vez habilitado, el túnel de Monroe será clave para descomprimir el tránsito en la zona y para mejorar la frecuencia de los trenes.

Capital: otros tres pasos bajo nivel en obra

El túnel que correrá bajo las vías del ferrocarril Mitre a la altura de Monroe es uno de los cuatro que están en obra en la Ciudad. Todos con el mismo objetivo: evitar los accidentes en las barreras y mejorar la frecuencia de los trenes. Los otros tres están a la altura de Manuela Pedraza y Crisólogo Larralde (Mitre) y de Mosconi (Urquiza), que es el más avanzado (ya está en su etapa final). Por otro lado, también hay proyectados túneles más chicos (conocidos como “sapitos”) que todavía no pudieron avanzar porque fueron frenados por amparos presentados por vecinos (otra deuda es el soterramiento del Sarmiento, muchas veces anunciado y siempre postergado). Hace dos semanas, el municipio de Vicente López inauguró dos túneles para aliviar el tránsito en todo el corredor norte. Ambos en el cruce del Mitre, en las calles Melo y Güemes.

El teléfono fijo resiste

El teléfono fijo resiste


La mayoría lo usa con sus familiares
El número de líneas se mantiene estable pese al celular. La causa principal: el costo de la llamada.

Por Mariana Iglesias
23/05/11 clarin.

Hubo una época no muy lejana en la que en las casas era usual escuchar frases del tipo “¿te falta mucho?”, “¿con quién hablas?”, “¿podés apurarte?”, “¡querés cortar de una vez!”. Quienes gritaban eran los padres, impacientados con esos hijos que se colgaban del tubo para charlar horas y horas con novios y amigos. Cómo habrá cambiado todo que hoy en día los adolescentes ni reparan en el teléfono. Si suena, saben que la probabilidad de que el llamado sea para ellos es ínfima. De todas maneras, los viejos aparatos están allí, aún presentes en las casas, dando batalla en medio de tanta sofisticación tecnológica.

Y sí, estos chicos que nacieron en la era del celular y el mail nada tienen que ver con esos aparatos con cable retorcido que no les permiten caminar ni hacer un montón de cosas a la vez mientras hablan por teléfono. Los equipos fijos, sin embargo, se mantienen. Ya no son el furor de los ‘90, cuando se instalaban líneas y líneas tras años de esperar la bendita conexión, pero con un crecimiento del 1% anual están en una “meseta” desde hace una década.


Que se mantenga el número de líneas (aunque el uso de la telefonía fija esté en decadencia) se explica por la construcción de nuevas casas, edificios y empresas.


También, por los servicios de valor agregado (mensajes, banda ancha, contestador) y promociones que ofrecen las telefónicas. Una compañía, por ejemplo, no cobra las llamadas entre sus clientes.

 
Una reciente encuesta de la consultora D’Alessio IROL dice que nueve de cada diez personas todavía usan el teléfono fijo a pesar de tener y usar el celular. ¿La causa? El 69% dice que es por el costo, mucho menor al del celular. Otra ventaja: la calidad en el audio (49%), y la disponibilidad permanente del servicio (45%). La gente asegura que el teléfono fijo es ideal para hacer llamados a familiares o hablar de temas íntimos y personales. Y lo eligen para hacerlos desde sus casas, después del atardecer. Según la encuesta, las llamadas desde el teléfono fijo suelen durar más (en promedio unos diez minutos) que con el celular.


El teléfono fijo, además, es elegido para pedir turnos para el médico o estudios, ya que suelen ser llamadas largas . O para hacer denuncias o reclamos por servicios (luz, cable, etc.). De todas maneras, el 60% admite que usa mucho menos el teléfono fijo desde que tiene celular.



“El crecimiento de la telefonía fija es prácticamente nulo, y sólo se mantiene en los adultos por el hábito, pero los adolescentes no lo usan, ellos se manejan con el celular e Internet. Cuando sean propietarios no van a pagar el abono por algo que no usan, entonces sí va a caer la telefonía fija, que es lo que ya está ocurriendo en Europa y los Estados Unidos”, explica Enrique Carrier.

Para Susana Finkielevich –investigadora del Conicet, directora del programa “Sociedad de la Información”, del Instituto Gino Germani de la UBA–, el uso del teléfono fijo se sostiene por su bajo costo, “pero la realidad es que pierde por todos lados frente al celular, que concentra agenda, videos, mails, fotos. El celular, además, se compra y se arregla en el momento”. Finkielevich recuerda que tiempo atrás el teléfono fijo atendido por la madre en el hogar era como el centro que mantenía comunicada a toda la familia: “Hoy la familia está conectada permanentemente a través del celular que tiene cada uno de sus miembros”.


“Que el teléfono fijo tienda a ser cada vez más un objeto de uso de unos pocos que comparten un mismo sustrato generacional, en ocasiones puntuales como el atardecer, y para acciones particulares, como el contactarse con familiares, no ilustra la caducidad de una tecnología, sino más bien la caducidad de una “forma de ser con la tecnología” –asegura Ailin Reising, socióloga, investigadora del Conicet–. Una ‘forma de ser con la tecnología’ ceñida al largo del cable del teléfono y al ‘estar en casa’ que se aplica tanto a quien llama como a quien recibe la llamada.

Mediante el teléfono fijo uno ‘ingresa’ al espacio de otro , sea la casa, la oficina, el negocio. Frente a esto, los teléfonos celulares ofrecen la posibilidad de una configuración subjetiva mucho menos restrictiva. Dan lugar a una ‘forma de ser con la tecnología’ que supone a estos artefactos como parte de nuestro cuerpo. Un ‘cuerpo biotecnológico’ móvil y versátil”.