miércoles

Arranco MetroBus (by pagina12)

Sociedad|Miércoles, 1 de junio de 2011

Con carriles centrales exclusivos y paradas cada cuatro cuadras, en Avenida Juan B. Justo

El debut de los colectivos semirrápidos
En plena campaña, Macri inauguró el Metrobus, un nuevo sistema que agiliza la circulación de ómnibus en 12,5 kilómetros entre Palermo y Liniers. Aunque no fue tan rápido como esperaban, planean extender el modelo a otras avenidas.
Por Eduardo Videla

El sistema cuenta por ahora con apenas doce micros articulados, pero es apto para colectivos comunes. El Metrobús, la marca con la que el gobierno porteño puso en marcha en Buenos Aires el sistema de colectivos de tránsito rápido (BRT, por sus siglas en inglés), debutó ayer en la ciudad de Buenos Aires, en su recorrido de 12,5 kilómetros a lo largo de la Avenida Juan B. Justo, entre Liniers y Palermo. Fue más rápido, aunque no tanto como esperaban las autoridades en sus cálculos iniciales: habían estimado que se demoraría 28 minutos en hora pico, de punta a punta, pero en la práctica hubo momentos en que se superaron los 40 minutos, según pudo comprobar este diario. Igual, los funcionarios se mostraron conformes y ya piensan extender el sistema a otras avenidas de la ciudad.

“Tardó casi lo mismo que siempre, pero el viaje fue más cómodo, porque el colectivo frena menos, no tiene que andar esquivando autos”, dijo a Página/12 María, una pasajera que habitualmente hace el trayecto entre la Avenida Corrientes y Liniers, en el 34. Con el boleto en la mano, que marcaba la hora de ascenso, sacó la cuenta: le puso 36 minutos, “más o menos como antes”.

El debut fue bastante prolijo, sobre todo por la saturación de agentes de tránsito –entre dos y cuatro por estación– para ordenar el tránsito y evitar que los automóviles circulen por los carriles centrales, exclusivos para los colectivos. Lo que no pudieron evitar es la invasión de motos, algunas de las cuales protagonizaron maniobras peligrosas como sorpassos a contramano.

Cuatro camionetas de Tránsito recorrieron la avenida para evitar el estacionamiento de vehículos que, si bien está prohibido entre las 7 y las 21, sobre ambas aceras, era bastante frecuente y habría dificultado la circulación de automóviles, que tienen asignados dos carriles de cada lado. De todas maneras, el tránsito de autos fue lento, aunque no tanto como se esperaba.

El Metrobús dio sus primeros pasos casi sin metrobuses, esos vehículos articulados con los que se identifica el nuevo sistema. Es que salieron a la calle solamente doce –diez para la línea 166 y sólo dos para la 34– por lo que la gran mayoría de ómnibus que anduvo por el doble carril central eran micros comunes y corrientes. “A otros veinte les falta colocar los fuelles, que son importados. Creemos que van a estar para fin de junio”, estimó Guillermo Dietrich, subsecretario de Transporte de la Ciudad.

“Lo más cómodo son las paradas, que tienen asientos, y como los andenes están elevados, es más seguro para subir”, destaca Ana, una pasajera que viene del médico, desde Honorio Pueyrredón a Liniers.

El carril exclusivo termina unos ochocientos metros antes de llegar a Liniers: la última estación en carril central es la del Polideportivo de Vélez Sarsfield. También desaparece en la subida del puente de Juan B. Justo sobre la Avenida Córdoba, pero reaparece en Honduras, para terminar en Pacífico.

En todo el recorrido hay 21 paradas, pero los andenes son 42, ya que hay uno de cada lado. En promedio, están cada cuatro cuadras. El único que hace todo el recorrido es el 166: el 34 sale de la Juan B. Justo en Godoy Cruz, antes del puente. También recorren tramos menores el 109, el 110, el 99, el 53 y el 172. Todos van por el carril central y, para salir, tienen un carril adicional, hacia la derecha, y un semáforo exclusivo.

La obra hace efectiva una ley sancionada por la Legislatura, a partir de proyectos presentados por los diputados Diego Santilli (PRO, hoy ministro de Ambiente) y Daniel Amoroso (Unión Federal). El costo fue de 100 millones de pesos.

La inauguración, ayer a las 11, estuvo a cargo del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quien se sacó fotos al volante de un ómnibus, junto con la ministra, María Eugenia Vidal, su compañera de fórmula. A la hora de la inauguración, algunos pasajeros empezaron a subir con globos amarillos que les habían repartido en la parada, con lo cual se habían convertido en participantes involuntarios de un acto de campaña.

Macri dijo que el Metrobús permitiría hacer en 28 minutos un viaje que hasta ahora se hacía en 50, lo que permitiría ahorrar 44 minutos por día, siete días por año. La práctica luego demostró otra cosa. “Los viajes se hicieron entre 32 y 38 minutos –admitió Dietrich–. Falta sincronizar mejor los semáforos y retirar algunos ómnibus, ya que al haber tantos, se acumulan en las paradas y hacen más lento el recorrido.”

Las críticas corrieron por cuenta de vecinos de Liniers y Villa Luro, que han visto incrementar el tránsito en las calles del barrio. Se les sumó el diputado Sergio Abrevaya (Coalición Cívica), que cuestionó el “costo faraónico para hacer solo paradas con techo a las que Macri llama pomposamente estaciones”.

Arranco MetroBus (by Tiempo Arg)


Uno de los problemas es que no hay trasbordos entre líneas
El Metrobus demostró en su debut falencias y promesas incumplidas
Publicado el 1 de Junio de 2011
Por Christian Boyanovsky Bazán.


Ofrecido como un nuevo sistema de transporte, el carril de la Avenida Juan B. Justo es apenas un ordenamiento de tránsito para las líneas de colectivos 166 y 34. Además, no están conectadas como se dijo, ni comparten paradas.
 
Lo que hasta ayer era presentado como un nuevo, seguro y eficiente sistema de transporte público, demostró ser sólo un sistema de ordenamiento del tránsito. El gobierno porteño no pudo lograr que el Metrobús ofrezca un servicio integral entre las líneas 166 y 34, que recorren la Avenida Juan B. Justo. Las compañías no comparten las cabeceras, no se pudo implementar el trasbordo desde la provincia y no hay compatibilidad de pasaje entre ellas.
El primer día del Metrobús se vivió con el esperable congestionamiento de tránsito por la reducción de carriles para autos y camiones, con apenas 12 micros biarticulados, algunas quejas y también con elogios.


Tiempo Argentino probó este sistema que el macrismo presentó como un principio de solución a la concentración vehicular, y pudo constatar las particularidades de un servicio que no cumple en su totalidad con lo que prometía. El viaje de Pacífico a Liniers que hicieron los periodistas duró exactamente 46 minutos, entre las 16:02 y las 16:48. El primer escollo fue que el Metrobús no consiguió unificar los recorridos de las líneas mencionadas, por lo tanto los colectivos de ambas empresas no comparten la totalidad del trayecto, como no lo hacían hasta ayer. Las cabeceras tampoco están unificadas y quien quiera viajar desde la estación Pacífico hasta Liniers en forma directa no podrá hacerlo. “Para ir a Liniers tenés que tomar el 34, en la calle Oro”, explicaba el inspector de la 166 en la estación colmada de gente y globos amarillos. “Pero si el gobierno informó que las dos líneas iban a operar juntas”, se quejó un pasajero. “Informó mal”, resumió el empleado.
Contradictoriamente, el gobierno de la Ciudad informaba en folletos distribuidos en Intendente Bullrich y Santa Fe que el Metrobús es un “sistema de transporte que incluye a las líneas 166 y 34, que hacen su recorrido por toda la avenida Juan B. Justo”.


Lo cierto es que desde la estación cabecera sólo parte el 166. El 34 se incorpora recién a la altura de Corrientes. Pero además esta línea se desvía de Juan B. Justo y finaliza en la estación del tren de Liniers. En cambio, la 166 continúa más allá de la cancha de Vélez Sársfield, momento en que se terminan los carriles exclusivos y también las estaciones. Con lo cual, la cabecera “Liniers” de la opción 166 es una simple parada sin ningún tipo de señalización. “Tiene que haber un cartel, yo me subí creyendo que me llevaba hasta el tren”, se quejó Alberto, un jubilado que se bajó junto con Tiempo Argentino y se resignó a caminar las cinco cuadras que separan Juan B. Justo de Rivadavia. Contribuyen a esa confusión los folletos oficiales, que muestran una traza integral, que sí está prevista en la ley 2992.

Pese a las intenciones del gobierno, las empresas no lograron ponerse de acuerdo para compartir el servicio. “Nosotros no queríamos entregar Liniers y ellos no querían entregar Pacífico, que son nuestros fuertes”, confirmó un chofer de la 34. Esto impidió poner en práctica uno de los puntos centrales con que se promocionaba el sistema, que era el trasbordo de pasajeros que llegaban desde el Conurbano (a través de la 166). “El gobierno puede decir lo que quiera, pero es porque desconoce la interna nuestra”, expresó el chofer. Desde la compañía confirmaron que el trasbordo “no se pudo implementar”.
Por el momento, el Metrobús parece reducir su propuesta al sistema de carriles centrales, por el que viajan las líneas mencionadas, además de las 53, 99, 109, 110 y 172.  Eso sí, con mayor agilidad y tranquilidad, algo muy valorado por los choferes e inspectores de las empresas de transporte.

Problemas para el flujo de automóviles
Publicado el 1 de Junio de 2011
“Para los colectivos y la gente que viaja, está muy bien, pero para nosotros es un despelote”, afirmó ayer Ricardo, un taxista que circulaba por la Avenida Juan B. Justo. El sistema de carriles centrales alivió considerablemente el flujo de transporte público. Marcelo Ruiz Díaz, de control de la 34, afirmó que ayer “los choferes tuvieron de tres a cuatro minutos de demora, cuando antes era de 50”. Ruiz señaló que los conductores observaron como problema que las estaciones tienen un solo acceso, lo cual lleva a que los usuarios ingresen por el medio de la calle, exponiéndose a los automóviles.


“Te tomás el 166, te bajás y te tomás el 34”
Publicado el 1 de Junio de 2011

“Si sabía, me tomaba el 34”, se quejó un usuario que, como muchos, fue a la estación Pacífico a tomar el nuevo servicio llamado Metrobús, y descubrió que desde allí partía solamente el colectivo 34.
Para los pasajeros, la principal queja fue descubrir que no hubo una unificación de los servicios de las líneas 166 y 34, lo cual no queda claro en la información oficial. “Si querés ir hasta la estación Liniers, te tomás el 166, te bajás en Corrientes, y te tomás el 34, pero tenés que pagar otro boleto”, explicaba un guarda al usuario.
En la calle, la recepción del Metrobús fue repartida. Yasmín, una kiosquera de Juan B. Justo al 3700, dijo que “bajó a la mitad” la clientela con el retiro de las paradas habituales. Por su parte, Cristian, del negocio Start Repuestos, en la esquina de Juan B. Justo y Manuel Rodríguez, afirmó que no advirtió cambio en sus compradores habituales. Lo mismo opinó Alejandro, del local de Lubriale. “Nosotros tenemos espacio para que entren los autos, así que no nos afecta que no se pueda estacionar”, dijo a este diario.

Arranco MetroBus (by Clarin)

CAE LA NOCHE. UN NUEVO COLECTIVO ARTICULADO DE LA LINEA 34 EN LA ESTACION AGUIRRE. LOS CARRILES POR DONDE SOLO PUEDEN CIRCULAR LOS BUSES FUERON APROVECHADOS POR CICLISTAS.

Entre Pacífico y Liniers ya se viaja en menos tiempo

 Arrancó el Metrobús en Juan B. Justo El tramo que en abril se hacía en una hora, ayer demandó entre 38 y 45 minutos. El sistema, donde por ahora conviven los viejos colectivos con los nuevos articulados, tuvo buena recepción en los pasajeros.

PorRomina Smith 01/06/11
Colaboro: Martina Perdiguero

Hubo gran expectativa y un buen nivel de aceptación. Y, por lo que se vio en el primer día, también buenos resultados. Ayer, finalmente, el Metrobús empezó a circular por la avenida Juan B. Justo y los primeros viajes ya confirmaron que el nuevo sistema de micros articulados que circulan sólo por carriles exclusivos permitirá ahorrar por lo menos 15 minutos para los que viajen entre Palermo y Liniers. En los otros dos carriles la circulación para los autos sumará algunos minutos , sobre todo en horas pico, aunque ayer fue ágil, ya que hubo un fuerte control y cumplimiento en la prohibición total de estacionar .


El sistema fue una de las principales apuestas del Gobierno macrista para el transporte público después de la fallida promesa de los diez kilómetros de subte por año. Y ayer, Mauricio Macri sumó a casi todo su gabinete a la inauguración. Incluso los hizo viajar desde la estación Corrientes hasta Pacífico, una de las cabeceras del Metrobús. El nuevo transporte arrancó con las líneas 166 y 34, pero la intención es ir sumando más empresas al proyecto que incluye los coches más grandes (con capacidad para 140 y 160 pasajeros, el doble de los comunes), dos carriles centrales exclusivos sobre Juan B. Justo y paradas cada cuatro cuadras . Los usuarios de esas dos líneas ya pudieron usarlo ayer. Y los que usan la 53, 99, 109, 110 y 172 también, porque cumplen parte de su recorrido dentro del circuito del Metrobús.

El primer coche de la línea 166 especialmente fabricado para este sistema (están articulados con un fuelle y producen menos contaminación y menos ruido) ya estaba listo para arrancar. Fue el interno 70 y salió de Pacífico a las 11.52. llegó a Liniers a las 12.39, exactamente 47 minutos después, casi quince minutos antes de lo que tardaba habitualmente. El segundo, el interno 60 del 166, cumplió el mismo recorrido en 40 minutos. Y por la tarde el tiempo se fue acortando hasta llegar a los 38 minutos, según comprobó este diario durante varias recorridas. El viaje había demandado 60 minutos durante una cobertura similar realizada el 1° de abril.

Macri dijo ayer que esperaban “una reducción del 40% en los tiempos de viaje”. Según los tiempos que tomó este diario, rondaron el 30%, aunque los tiempos el viaje varían según el horario y el volumen de tránsito que hay sobre Juan B. Justo, sobre todo en horas pico.

Ayer Clarín compartió el trayecto con usuarios habituales y otros que quisieron conocer el sistema, aprovechando que el viaje de estreno era gratis. Marisa López Méndez fue la primera en subir en Pacífico y bajó en Nazca. “Que sea más grande es un alivio. Yo viajo de lunes a viernes a las 7 de la mañana y siempre tengo que ir pegada contra una puerta. En hora pico era casi imposible, por eso creo que esta es una buena idea ”, contó, cuando ya estaba volviendo a su casa. Tres estaciones más adelante, Pablo Tiskel comentó que estaba de acuerdo con el sistema, pero reclamó más frecuencia. “Creo que ahora tienen que mejorar eso, en Haedo a veces tenemos que esperar más de 20 minutos”, explicó. Las frecuencias son claves para el sistema. Si bien la promesa oficial es de un colectivo cada dos minutos durante el día, ayer los tiempos fueron mayores, aunque se fueron ajustando. Y también, hasta que haya más buses articulados, los nuevos convivirán con los comunes.

Las nuevas estaciones también recogieron elogios. “Es muy cómodo tener la parada elevada, así no tengo que trepar desde el cordón”, agregó Adriana Díaz. Otros subieron para ver de qué se trababa. “Vine a ver cómo era, fue una obra que alteró mucho el barrio, pero esperamos que sea para mejor”, dijo Susana Nejamen, que subió en Carrasco y se bajó en Cortina, una estación después. Alicia y Elisa Manuso, dos hermanas, contaron entusiasmadas que ya habían visto juntas “la inauguración del trolebús y la del entubado del Maldonado”. Y ayer les tocó el debut del Metrobús. “Esperamos que cambie la forma de viajar , aunque de por sí ya es más cómodo”.

El Gobierno apunta a que el nuevo sistema permita cumplir el recorrido Palermo-Liniers en 28 minutos. Ayer fuentes oficiales dijeron que sus registros dieron tiempos de entre 33 y 38. Consultados por el tiempo que se ahorra, los choferes y los inspectores de las líneas coincidieron que en el trayecto antes se tardaba 50 minutos en promedio, y ahora estiman que lo podrán hacer en 35.

Para los autos, en cambio, hay menos carriles para circular. Sin embargo, ayer no hubo grandes demoras. Al mediodía el recorrido se hacía en 38 minutos. Juan Carlos Datoli, taxista, se mostró, al menos en el debut, a favor del Metrobús. “Yo hoy (por ayer) noto que se circula más rápido. Pero definitivamente creo que se va a poder circular aún mejor cuando saquen los camiones y sincronicen mejor los semáforos”, concluyó.


Primer paso
01/06/11
PorDaniel Fernández Quinti


El Metrobús es un BRT (Bus Rapid Transit), el sistema que ha crecido con fuerza en las ciudades que necesitan respuestas rápidas –una obra corta y no tan costosa como la construcción del subte– para atender los problemas de tránsito y transporte. Son servicios más rápidos y eficientes que el colectivo común, y que con el tiempo se transforman en redes, con combinaciones y zonas de transferencia.


Ahora hay que mejorar otras cuestiones. En el sistema es vital apurar la entrada y salida de pasajeros, donde más tiempo se pierde. Debe funcionar como el subte: a las dársenas sólo pueden entrar los pasajeros por medio de molinetes (es necesario que se avance con el SUBE). Y es vital sostener la frecuencia.


Por ahora, una sola línea hace el recorrido completo
01/06/11

Según estimaciones oficiales, en el corredor de Juan B. Justo hay 150 mil pasajeros que por día viajan en los distintos colectivos que atraviesan la avenida. Por eso en la Ciudad consideraban el cambio de ayer como un gran desafío. “Por ser el primer día estamos muy satisfechos”, le dijo a Clarín Guillermo Dietrich, subsecretario de Tránsito y Transporte. “Queda mucho por ajustar. Sobre todo la frecuencia entre colectivos”, agregó.

Ayer, al arrancar el nuevo sistema, uno de los principales problemas era que muchos colectivos seguían circulando fuera de los carriles exclusivos. Lo fueron corrigiendo las propias empresas con sus inspectores. En otros momentos hubo una sobreoferta de micros que congestionaba las paradas.

Otro hecho que generó confusión fue el recorrido de la línea 34. Cuando el Gobierno porteño anunció el Metrobús dijo que los colectivos 166 y 34 harían todo el recorrido. Sin embargo, el 34 rumbo a Liniers recién toma Juan B. Justo en la calle Aguirre. Mucha gente fue a tomarlo ayer a Pacífico y se encontró con que desde allí sólo salía el 166. Los cambios de recorridos los tiene que habilitar la Nación, a través de la Secretaría de Transporte. “Están adelantadas las negociaciones para que en los próximos días se habilite que la línea 34 sume un ramal Pacífico para que pueda atravesar toda Juan B. Justo”, afirmó Dietrich.

El funcionario también destacó que ayer los autos no invadieron los carriles para colectivos. No pasó lo mismo con ciclistas y motociclistas, que si los utilizaron para circular.

Arranco MetroBus (by la Nación)

Avanza el Metrobús, que empezó a funcionar ayer, por la avenida Juan B. Justo, por el carril exclusivo.  / Silvana Colombo

Transito porteño / Un tipo de traslado que promete dar más
El Metrobús ya une Palermo con Liniers
La circulación del transporte público por un carril exclusivo permite acortar la duración de los viajes; en el primer día, quejas vecinales
Miércoles 01 de junio de 2011 | Publicado en edición impresa

Ayer, después del mediodía, quedó inaugurado el Metrobús, sistema de ómnibus articulados que corren por un carril exclusivo por el medio de la avenida Juan B. Justo, entre Palermo y Liniers.


Son 21 las paradas a lo largo de 12,5 kilómetros, por donde transitan hoy las líneas de colectivo 34 y 166 y que, por el momento, funciona con 12 unidades articuladas con fuelle, que permiten transportar hasta 140 pasajeros cada una. Esas líneas seguirán funcionando con la misma denominación y compartirán el carril central y las estaciones con ómnibus de las empresas 109, 110, 53, 172 y 99, que también circulan por la zona.

Aunque ayer hubo algunas quejas de pasajeros, vecinos y automovilistas, en el gobierno porteño se mostraron satisfechos con el debut del nuevo sistema de transporte.

"El balance del día es realmente muy bueno. La gente estaba muy contenta. Incluso, han usado el Metrobús muchas más personas para probarlo. Aunque tenemos que hacer ajustes, estamos muy contentos", dijo a LA NACION Guillermo Dietrich, secretario de Transporte de la ciudad.

Los ajustes a los que se refiere el funcionario son, especialmente, en los tiempos de viaje y en las frecuencias de las unidades. Aunque en el gobierno local habían prometido bajar un 40 por ciento la cantidad de minutos de viaje, ayer esa meta no se había logrado. En efecto, durante una recorrida realizada por LA NACION entre cabecera y cabecera, el trayecto en Metrobús ocupó 36 minutos, lejos todavía de los 28 que se habían estimado oficialmente.

Video: Metrobús: pros y contras según los porteños

"Estamos trabajando en la sincronización de los semáforos y en la aprobación de los cambios de recorrido de las líneas, que no es de nuestra jurisdicción [le corresponde a la Secretaría de Transporte de la Nación]. Creemos que llegaremos tranquilamente a los 30 minutos", consideró Dietrich.

El acto inaugural fue encabezado por el jefe de gobierno, Mauricio Macri, y por buena parte de sus funcionarios, los que realizaron el viaje inaugural entre la estación Corrientes y la cabecera de Bullrich y Santa Fe.

Poco después del acto, Augusto Dávila, de 80 años y vecino de Palermo, estaba sentado en la estación Honduras y miraba el funcionamiento del nuevo servicio, que ya había comenzado su recorrido hacia Pacífico. "Me parece una buena idea, porque los autos suelen estacionar en doble fila y eso molestaba en las paradas para poder subir al colectivo". En la estación ya se habían congregado muchos pasajeros que ocupaban la totalidad de los colectivos, aunque algunos, un poco confundidos, pedían información sobre cómo funcionaba el nuevo sistema.

En la estación Guatemala tres personas esperaban el Metrobús sólo para conocerlo. Algunos creían que el nuevo vehículo sería un colectivo doble pintado de amarillo. "Suelo ir hasta Santa Fe caminando, pero quiero conocer el nuevo transporte", dijo Ana García, de 48 años.

"El Metrobús no es sólo colectivos, es un nuevo sistema, con esto se reduce un 40 por ciento el tiempo de viaje", dijo Dietrich, quien prometió que inspectores de la ciudad permanecerán varios días en las estaciones para prevenir a los automovilistas de no usar el carril exclusivo.

 
César, que circulaba en su auto en dirección hacia Palermo, no paraba de quejarse. "Quedan sólo dos carriles y cada vez se hace más difícil circular por Juan B. Justo." Como él, se quejaban comerciantes que ahora ven alejadas de sus negocios las filas de pasajeros.

El Metrobús demandó una inversión de $ 100 millones. La obra se concretó en ocho meses. Según los cálculos oficiales, unas 125.000 personas utilizan diariamente el transporte público por Juan B. Justo, mientras que la circulación de autos particulares asciende a 50.000 vehículos.

El primer día tampoco estuvieron instalados los carteles interactivos que indican la frecuencia de llegada de los colectivos. Ayer no pudo ser precisado cuándo estarán disponibles.


El escenario
Una prueba piloto con potencial
Angeles Castro
LA NACION
Miércoles 01 de junio de 2011 | Publicado en edición impresa
 
Lejos del colectivo troncal que, conectado a otros medios de transporte y con facilidades en la venta de boletos funciona en otros lugares del mundo, al Metrobús porteño, que recorre desde ayer la avenida Juan B. Justo, habrá que mirarlo como una prueba piloto con buenas intenciones, pero con limitaciones.

Se trata, en todo caso, de un sistema de colectivos que corren por carriles exclusivos centrales y paradas cada cuatro cuadras, con la principal ventaja para los pasajeros de una significativa reducción en el tiempo de viaje, más una menor contaminación para el ambiente porque frenan y arrancan menos veces.

Si bien este avance es esencial para la vida cotidiana de los usuarios de las líneas que lo utilizan básicamente (la 166 y la 34), no implica una mejora sustancial para el sistema de transporte público en general.

Conceptualmente, y según su aplicación en otras ciudades, los colectivos troncales son un transporte masivo de usuarios que suele recibir el flujo de pasajeros provenientes de líneas de colectivos comunes y de otros medios, como el subte y el tren.

El Metrobús conecta con la línea D de subtes y con el ferrocarril San Martín, en ambos casos a la altura de puente Pacífico, y no en otras estaciones. Por ahora, no forma nodo con la línea B, ya que varias cuadras separan las estaciones del nuevo sistema y de ese subte; tampoco funciona en su totalidad con ómnibus articulados para transportar mayor cantidad de gente.

No obstante, el sistema tiene un gran potencial, como poder ser extendido en ambos sentidos -hacia Ciudad Universitaria, con la posibilidad de conectar con el Aeroparque Metropolitano, y hacia la provincia de Buenos Aires- y como convertirse en el primer sistema informatizado de colectivos. En el debut, el Metrobus sólo ofreció una pantalla digital en la cabecera de Pacífico y sin datos sobre el horario de los servicios.

Habrá que esperar para ver cómo evoluciona el novedoso sistema de transporte que, desde ayer, disfrutan no pocos pasajeros.



El viaje en Metrobus
Menos tiempo, más confort
Laura Rocha
LA NACION
Miércoles 01 de junio de 2011 | Publicado en edición impresa


Definitivamente, se tarda menos. Aunque todavía queden algunos detalles para ajustar en el estrenado sistema de Metrobús, la diferencia en el tiempo de circulación por la avenida Juan B. Justo es notable.

LA NACION recorrió de punta a punta, en del interno 53 de la línea 166, el sistema de carril exclusivo, entre Palermo y Liniers. Y el cronómetro marcó 36 minutos. Antes del Metrobús, la demora entre cabeceras era de casi una hora.

A pesar de que el tiempo de viaje no se redujo aún lo prometido en los escritorios oficiales (ver aparte), el sistema es prometedor.

Como suele suceder en cualquier debut, en las cabeceras hubo algunos inconvenientes y demoras. "¿Dónde tomo el 166?" "¿Y el 34?" "¿Dónde está el Metrobús?" Eran algunas de las preguntas que los pasajeros se hacían ayer por la tarde en la estación Pacífico.

En esa cabecera había un empleado de la línea 166 que, junto con la 34, operan el nuevo tipo de transporte público, que trataba de explicar su funcionamiento.

"Uno de los tiempos que hay que reducir es el de la espera en las estaciones. Es el primer día, ya se va a ordenar", prometía el empleado que indicaba a los pasajeros dónde hacer las colas.

También el vendedor de boletos tuvo un día agitado. A las 16.30 se quedó sin monedas y tuvo que salir corriendo por más. Es que, en esta primera etapa, está previsto que haya venta de boletos fuera de los coches sólo en las estaciones cabecera.

Ya con el boleto ya obtenido, hubo que hacer la fila. Después de 10 minutos de espera llegó el interno al que subió LA NACION.

Como todavía no cambiaron los recorridos oficialmente, en Pacífico el colectivo ya estaba completo. Hubo que viajar parado. Pero fue más útil. De ese modo se notó que, al ir por carriles exclusivos sin movimientos continuos ni autos que compitan por espacio en la calle, la unidad se mueve menos.

Otro gran cambio es el de la identificación de las estaciones, situadas cada cuatro cuadras. Todas cuentan con carteles, como sucede por ejemplo en el subte o en el tren, con los nombres de las 21 paradas que tiene el recorrido, la denominación de cada estación y las líneas de colectivos que pasan por allí.

Los que siguen ausentes son los carteles interactivos prometidos para indicar la frecuencia entre colectivo y colectivo de cada línea. Por el momento, sólo hay un cartel en la estación Pacífico que da la bienvenida a los pasajeros al nuevo sistema.

El tiempo entre estación y estación es de entre uno y dos minutos. A bordo del colectivo se podía ver claramente cómo los autos marchaban por los carriles de los costados con algo de dificultad.

Mientras tanto, el ómnibus sólo se detenía en las estaciones, en los semáforos y, en una ocasión, que tuvo que esperar que se liberara la dársena por la cantidad de unidades que estaban detenidas.

También ayer se pudo percibir que varias motos utilizaban los carriles exclusivos; en el gobierno indicaron que, no obstante, fue poca la utilización de esa zona por vehículos no autorizados. Y hubo inspecciones: varios móviles de Control de Carriles (CC) circulaban por la tarde por la avenida Juan B. Justo.

Fue el primer día de un sistema que requiere un cambio cultural. Ayer comenzó una nueva etapa. Y ya se piensa en extenderlo a otras arterias de la ciudad,


El viaje en automóvil
Más ágil, igual de tedioso
Pablo Tomino
LA NACION
Miércoles 01 de junio de 2011 | Publicado en edición impresa


El semáforo ubicado en Bullrich y el cruce con la avenida Santa Fe, en Palermo, cambia del rojo al verde, imagen que remite a la largada de una competencia de autos. Y es literalmente así: todos pugnan por ganar posición y llegar primero a la avenida Juan B. Justo, desde ayer con sólo dos carriles por mano, en la mayor parte de su recorrido.

En un automóvil rumbo a Liniers, LA NACION pudo observar ayer que la renovada arteria por donde funciona el flamante Metrobús termina resultando estrecha para la gran cantidad de autos que por momentos se apiñan en varios puntos del recorrido.

En las primeras cuadras del trayecto, desde Santa Fe hasta Honduras, la circulación fue ayer más fluida respecto de meses atrás, cuando el conductor debía sortear innumerables baches en la avenida Juan B. Justo y, también, esperar paciente detrás de las osadas maniobras de los colectiveros, dueños absolutos de la avenida, de ancho a ancho.

Unos 12 minutos en promedio se tarda hoy en auto hasta el puente que pasa sobre Niceto Vega, poco antes de la hora pico.

A esas alturas aparecen una buena y una mala noticia: la buena es que los autos no cambian de carril y lo único que detiene su marcha son los semáforos. La mala, paradójicamente, es que los semáforos siguen sin estar sincronizados y que el conductor se ve frustrado de poder hacer seguidas más que unas pocas cuadras.

"Están mejor las calles, porque hicieron nuevo el asfalto, y hay tramos que se hacen más rápido que antes. Pero la verdad es que los semáforos son un desastre: uno hace dos cuadras y tenés que frenar; otras dos cuadras y volvés a frenar. Y así... Eso sigue mal", dice Raúl Peterson, chofer de un remise que habitualmente transita por Juan B. Justo y quien se jacta de conocer "como nadie" esa arteria.

Durante el recorrido que hizo LA NACION, ninguno de los vehículos que se vieron atrapados en el tránsito de las más de 90 cuadras que tiene la avenida Juan B. Justo intentó transitar por las vías exclusivas de los ómnibus. La buena conducta no era casual: había numerosos agentes de tránsito de la ciudad en todo el trayecto. En otro tramo de la avenida Juan B. Justo la circulación fue más fluida. Ocurrió entre el 2200 y el 5000. Allí, tres filas de vehículos lograron descomprimir el tránsito. "Si a esto le sumás que no hay baches en todo el trayecto, podés ahorrar tiempo", dijo Peterson.

Pero, como en materia de tránsito nadie puede hacer futurología, inmediatamente después del 5500 de esta transitada arteria la circulación vehicular se vuelve tediosa. Embotellamientos, bocinazos, autos que quedan en el medio de la avenida y cuadras repletas de rodados resultan ser una imagen repetida.

Ya en Villa Luro y hasta Liniers, por la Juan B. Justo, el paso es tan lento como el de una procesión: los conductores se impacientan por las demoras, pero ninguno desvía su camino en busca de una alternativa.

Completar todo el recorrido, de Palermo hasta Liniers, demandó a LA NACION 49 minutos en automóvil. Antes del Metrobús, recorrer ese tramo podría realizarse en un tiempo igual y aún mayor: hasta más de una hora.

Es cierto que no encontrará baches ni colectivos que se cruzan en su camino, pero los principales escollos serán ahora las pocas manos habilitadas para que circule el transporte no público y una buena cantidad de semáforos sin "onda verde".


TDT.PY

LA TDT DESEMBARCA EN LA TELEVISIÓN PÚBLICA DE PARAGUAY

La Televisión Pública Paraguaya ya se prepara para el apagón analógico. Se estima que sus emisiones en digital comenzarán en agosto.

Tener una TV Pública renovada y digital en Paraguay ya es prácticamente una realidad. El próximo sábado, se presentará el proyecto TV Pública Paraguay basado en dos pilares fundamentales, informó el diario ABC de Paraguay. Uno de ellos es la construcción ciudadana a través de una nueva programación y la otra el lanzamiento de su señal digital en el formato ISBD-T. Como adelanto de esto, se realizará una transmisión especial.

Para que este proyecto se vuelva realidad, el gobierno de Japón suministró a la TV Pública Paraguay equipamientos de alta calidad y tecnología de punta para la transmisión digital. Expertos de la empresa japonesa NEC y otros profesionales se encuentran terminando los detalles para que el espacio físico y el aspecto técnico se adecuen a las necesidades de la TV Pública. Se estima que la transmisión digital saldrá al aire en el mes de agosto con una programación inicial.

En el evento del sábado también se emitirá material audiovisual mostrando la finalidad de la TV Pública Paraguay como espacio de construcción ciudadana, que busca la inclusión de todos los sectores, priorizando la participación de aquellos tradicionalmente menos visibles.