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Clorindo Testa

Clorindo Testa: 'Mis obras no son artificiales'


El arquitecto hace un recorrido por sus principales creaciones y cuenta desde qué lugares se ve mejor la ciudad.



Al llegar, se puede ver desde la entrada la habitación donde él está sentado. Hay cuadros, fotografías, bocetos, maquetas y esculturas sobre el suelo o apoyados contra las paredes. Y un caballete transformado en obra de arte (La lámpara troglodita, 2009), y al lado su sombrero, sobre una silla. Clorindo Testa continúa en sus labores desde hace más de seis décadas. Nació en Nápoles hace 87 años. Concluyó sus estudios de arquitectura en 1948 en la Universidad de Buenos Aires.



En su extensa trayectoria, diseñó -solo o en colaboración con otros arquitectos- algunas de las obras más representativas de la ciudad: la Biblioteca Nacional, el ex Banco de Londres (actual sede central del Banco Hipotecario), el Hospital Naval y el Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires (actual Centro Cultural Recoleta), la Ciudad Cultural Konex y el Museo del Libro y de la Lengua.


¿Cuáles son los principales atributos de su arquitectura?

Yo te diría que mis obras no son artificiales. O sea, vos hacés lo que sentís que tenés que hacer. Por otro lado, las cosas van cambiando con el tiempo porque, naturalmente, uno no es el mismo de hace diez años o hace veinte. Se modifica la imagen de las cosas. Además, no es algo que lo tengas que pensar: naturalmente lo hacés.


¿Recuerda cómo fue el proceso de ideación del Banco de Londres?

Esa obra la hice con Santiago Sánchez Elías, Federico Peralta Ramos y Alfredo Agostini. Era fantástico trabajar en el proyecto porque ningún funcionario del banco podía hablar con los arquitectos. Podían hablar de cualquier cosa, "qué lindo que está el tiempo", pero ninguno te podía decir "¿no se podrá hacer que en vez de esto se haga aquello?" La única sugerencia vino a través de Gerald Wakeham, el arquitecto británico que trabaja para el banco y que supervisó el concurso. Dijo que un gerente le había comentado que los agujeros que tenían las columnas le hacían acordar a un queso gruyere. Entonces, los hicimos cuadrados-redondeados. Cuando se inauguró, en 1960, había unas 25 mil personas en la esquina de Reconquista y Sarmiento.


¿Y la Biblioteca Nacional?

La hicimos con Francisco Bullrich y su mujer, Alicia Gazzaniga. Imaginamos un edificio levantado sobre cuatro columnas. Los depósitos de libros los pusimos abajo porque después podían llegar hasta Las Heras si se ampliaban debajo de la plaza pública. Como la Biblioteca tiene las columnas, el factor de ocupación del suelo es bastante poco. Todo lo demás es espacio público. Recuerdo que al lado de donde se hizo la excavación, hay un gomero de la India. Se excavó al costado del gomero y cuando la máquina cortó, apareció en la tierra un semicírculo blanco: era el caparazón de un gliptodonte. Y si vos lo dibujás, te das cuenta de que la forma es muy parecida a la Biblioteca. Yo decía que el gliptodonte había estado miles de años ahí esperando, y que cuando llegó el animal que lo reemplazara, él se fue.


¿Cuáles son los lugares que más le gustan de Buenos Aires?

En general me gusta todo. Mirá, acá estás casi en el centro de la ciudad y gracias a las diferencias de altura podés ver a kilómetros de distancia y disfrutar de una luz muy amplia. Hay muy pocas ciudades que permitan esto. Los barrios donde están las casas una al lado de la otra también me gustan, por ejemplo, Floresta. Cada barrio tiene su carácter y cuando los visitás son como viajes que hacés al exterior. Si vas a San Telmo, es totalmente distinto a lo que es acá. Es agradable y tranquilo.


¿Cómo piensa que debería ser la vivienda social del siglo XXI?

Debiera hacérsela sólida, para que dentro de veinte años no se destruya sola. Sería importante que sean viviendas sustentables, que aprovechen el viento y el sol, en el sentido de que todo sea más barato. Y que las casas sean agradables, que no haya amontonamiento.


¿Le quedó algún proyecto inconcluso?

¿Oíste esa frase "lo pasado, pisado"? Tampoco estoy pensando en "me gustaría hacer una Casa de Gobierno nueva". Vivo el día a día. Tampoco sé lo que voy a hacer el año que viene, no tengo la menor idea.


DiarioZ/km