domingo
Tahití, el secreto de las perlas en el Pacífico Sur
Con sus paisajes y colores idílicos, la isla más grande de La Polinesia Francesa ofrece aventuras y ocio del mejor.
Por La Vanguardia ESPECIAL PARA CLARIN
02/10/11
Quién no soñó con bañarse en aguas cristalinas, perderse en una playa virgen o descubrir bosques tropicales y montes volcánicos? ¿Quién no deseó emular a James Cook en su afán por explorar lejanas islas del Pacífico Sur o ver qué inspiró al genial Gauguin a pintar algunas de sus obras? Convertir los sueños en realidad puede ser sencillo. El primer paso es conocer el objetivo. En este caso, nuestro destino es Tahití , y nuestra puerta de entrada, Papeete, su capital.
Tahití es la isla mayor de la Polinesia Francesa . Situada al sur del océano Pacífico, Otaheite –como se la llamó antiguamente– pertenece al Archipiélago de la Sociedad , uno de los cinco del territorio de ultramar francés. El primer europeo que llegó a esta tierra bautizó así al archipiélago por la cercanía que tienen entre sí sus ocho islas de origen volcánico y los cinco atolones (islas coralinas) que se extienden sobre un territorio marítimo equivalente al continente europeo. Un conjunto de belleza espectacular que fue refugio de ricos y famosos.
Tahití –un país semiautónomo– es territorio galo desde mediados del siglo XIX y sus habitantes son ciudadanos franceses de pleno derecho. El clima aquí es tropical y ofrece un ambiente agradable durante todo el año, gracias a los vientos alisios. La temperatura media se sitúa alrededor de los 27º C, mientras que el agua de las lagunas es perfecta: se estabiliza cerca de los 26º C.
La puerta de entrada a Tahití es el aeropuerto de Faa’a, situado a cinco kilómetros de la capital y el único internacional de toda la Polinesia Francesa. Desplazarse aquí no es complicado: hay 41 pequeños aeropuertos distribuidos en estos archipiélagos, además de líneas regulares de ferries, cargueros y cruceros.
Lo más recomendable para moverse dentro de Tahití es alquilar un auto o moto, o hacerlo en taxi. Los que deseen un medio más “auténtico”, pueden tomar los divertidos trucks , pintorescos camiones con flancos de madera convertidos en autobuses.
Los atractivos turísticos de Tahití son fascinantes, básicamente por la dimensión e intensidad de sus espacios naturales: playas vírgenes de arenas blancas y también negras. Aguas cristalinas ideales para practicar deportes náuticos; acantilados rocosos, paisajes volcánicos, vegetación exuberante y valles y montañas en los que vale la pena perderse. A éstos se suman otros circuitos: los paseos por distintos edificios históricos y la posibilidad de desplazarse para descubrir otras islas. Pero ahora nos ocupa Papeete , la capital.
Esta ciudad sufrió un gran incendio en 1884 y distintos ciclones a lo largo de su historia, por lo que una parte de su edificación debió ser restaurada. La visita puede comenzar en la municipalidad, un edificio de estilo colonial cuya arquitectura reproduce el palacio que las autoridades coloniales francesas obsequiaron a la última reina tahitiana, Pomare IV, que trasladó su corte a Papeete a comienzos del siglo XIX y la convirtió en capital.
Otros imperdibles de la ciudad son la Catedral de Notre-Dame, creada en 1875 y restaurada en 1987, que ofrece una interesante armonía de elementos antiguos y modernos. Además, el templo chino de Mamao, con su techo en forma de pagoda recubierto de tejas de cerámica.
A sólo 11 kilómetros del centro se puede ver –en el final de la bahía de Matavai, donde llegaban la mayoría de los navegantes del siglo XIX– el faro de la Punta Venus. Construido en 1867 sobre una extensa playa de arena negra, su punta fue bautizada como “Venus” por el navegante James Cook, como recuerdo de su misión de observación del paso del planeta delante del sol, en 1769.
También hay que sumar al recorrido una pasada por el museo de la perla Robert Wan, que cuenta con una atractiva exhibición de perlas y una instalación dedicada a los distintos pasos que competen al cultivo de la perla tahitiana, además de su fundamental papel en la historia y la mitología de esta región del planeta.
El entorno natural originario –cuando se formaron estas islas– y la vida de la población autóctona antes de la llegada de los colonizadores se pueden descubrir en las instalaciones del Museo de Tahití y sus Islas, que cuenta con una interesante exhibición permanente dividida en cuatro salas.
Pero sin dudas es el Mercado de Papeete el lugar para ponerse en contacto con la cultura local. No hay que perderse la zona dedicada a las frutas y verduras, pero mucho menos aquella donde se venden flores, que es bellísima. El mercado, además, cuenta con todo tipo de productos artesanales. Atención: cierra tan temprano como abre; de 5 a 17, de lunes a sábados, y de 4 a 17 los domingos.
Quienes busquen un buen punto panorámico para sacar fotos deben dirigirse hacia la parte norte de la isla, en la zona de la Garganta del Taharaa. Allí se puede disfrutar de una vista espectacular de la costa y, detrás, el perfil montañoso de Moorea, otro de los territorios del archipiélago. Por cierto, este es el lugar perfecto para deleitarse con cada segundo de la puesta del sol.
Tahití cuenta con una única ruta principal, de circunvalación, que conecta los dos extremos de la isla: la costa este, rocosa y salvaje y la oeste, tranquila y de playas de arena negra, ideales para los amantes del surf. En el medio de estos extremos se encuentra el Valle de Papenoo, una zona de enclaves arqueológicos y paisajes vírgenes, con cascadas espectaculares. En este trayecto (que conviene hacer con guía y en 4x4) se puede visitar la garganta de Maroto, el lago natural de Vaihiria y la llanura de Mataiea.
Habrá que dirigirse hacia el istmo que une las dos porciones de tierra en las que se divide Tahití para contemplar una de las grandes vistas del lugar. En la llanura de Taravao, el paisaje –casi normando– se disfruta desde un puesto de observación que permite ver, a ambos lados del istmo, las dos bahías y el inmenso territorio de Tahití Nui.
Pero si de panorámicas se trata, los que estén bien dispuestos a la aventura pueden subir el monte Aorai, ubicado en el centro de la isla. Con sus 2.066 metros sobre el nivel del mar, la vista desde su cumbre abarca todas las cimas de Tahití y sus profundos valles.
Los tubos de lava de Hitiaa son otras de las espectaculares formaciones tahitianas: su formato tubular –como una gran gruta– los convierte en auténticos toboganes naturales que, con frecuencia, son el nacimiento de cascadas.
Para cerrar la visita conviene ir a la costa oeste e ingresar en el Jardín de Mataoa. Especies vegetales exóticas y aves de todos los colores se combinan en una despedida perfecta.
Tahití, el secreto de las perlas en el Pacífico Sur
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Nueva Terminal Miramar
Suspenden el viaje de los nuevos trenes a Mar del Plata
Corresponsal en Mar del Plata
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- carpas + playa
MAR DEL PLATA. Enviado Especial | clarín 08/02/11
A DESARMAR. UN CARPERO DE PLAYA GRANDE, AYER, SACANDO LAS ESTRUCTURAS. HAY CRITICAS PORQUE EL TRABAJO NO SE HIZO EN ENERO, CON PLAYAS LLENAS.
La imagen de los turistas luchando por un metro cuadrado de arena se hace cada vez más frecuente en Mar del Plata, sobre todo en las playas del centro, llenas en enero y superpobladas los fines de semana. Por eso, el acuerdo entre el municipio y la Cámara de Balnearios para reducir en un 20% el espacio de carpas y aumentar la playa pública es una de las grandes novedades de esta temporada, a pesar de que la medida comenzó a implementarse recién ayer, un lunes fresco, nublado y con poca gente en la playa, después de un fin de semana con muchísimos turistas y un enero de arenas repletas.
En total son unas 500 carpas las que comenzaron a ser retiradas de los balnearios de Playa Grande, La Perla y Perla Norte, el Torreón del Monje, Centro, Varese, Cabo Corrientes y Punta Iglesias. Y el plan no solo incluye a Mar del Plata, sino que también se hará en Pinamar, Villa Gesell y en playas del Partido de la Costa.
La iniciativa comenzó a gestarse luego de un pedido público del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, a los empresarios de los balnearios a finales de enero, para que haya más playas públicas. En algunos sectores de Playa Grande, cuando la marea está alta llega casi hasta el sector de carpas, con lo cual casi no queda espacio para los turistas que llevan su propia sombrilla a la playa.
Según anunció Pablo Fernández, presidente del Ente Turístico Municipal, el espacio público de arena se achicó porque se dieron “condiciones climáticas previas a la temporada que disminuyeron la zona de arena en playas en un porcentaje superior a otros años”. Fernández detalló que “dependiendo del tipo de balneario, en algunos casos se retiran sombrillas, en otros carpas y en otros ambas cosas. Lo importante es poder generar una reducción para que ya mismo –antes que se produzca el sembrado de arena– podamos tener más espacios de playas públicas”.
El intendente Gustavo Pulti ya había anunciado que además de la reducción de la superficie de carpas, “lo que estamos llevando adelante son los estudios necesarios para iniciar un proceso de refulado de arena sobre las playas”. La licitación para este trabajo comenzará en abril para que se pueda aprovechar en la temporada 2012. La idea es sacar arena que está en la entrada del puerto y volcarla en las playas que más espacio han perdido en los últimos años. En 1998 se hizo un trabajo idéntico en Playa Grande, pero el mar volvió a avanzar sobre la arena y sólo dio una solución provisoria.
¿Se podría haber hecho esto antes de empezar la temporada, en enero?, le preguntó Clarín a Jorge Riccillo, de la Cámara de Balnearios. “Y... hubiera sido más complicado. Ya teníamos algunas reservas y estábamos muy sobre la fecha. Pero nosotros estamos conformes porque se puso sobre la mesa el tema del refulado, que es lo que venimos pidiendo como Cámara. Creemos que esa es la gran solución”, concluyó.
Desde la oposición, algunos concejales denunciaron que la medida es “un acuerdo mediático, cuando ya está terminada la temporada”. Fernando Rizzi, concejal por la UCR, dijo a Clarín que es necesaria una “renegociación de los contratos de concesión”, para comenzar una discusión seria de este problema. Lejos de las disputas internas, los turistas que ayer se animaron a ir a la playa –la temperatura máxima apenas superó los 20 grados– no tuvieron problemas en desplegar todo su equipamiento para pasar un buen rato.
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fiesta de la cerveza artesanal, en Santa Clara
Santa Clara. Enviada Especial.
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Verano 2011 en BsAS
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Vuelve Buenos Aires Playa
Las Playas comenzarán a funcionar el 6 de enero y permanecerán disponibles hasta el 28 de febrero. Una de ellas estará en el Parque de los Niños (norte) y otra en el Parque Roca (sur). Además habrá 7 solariums ubicados en distintas plazas.
Ambas lugares dispondrán de sombrillas, reposeras, duchas, juegos inflables, canchas de fútbol, canchas de vóley playero y sectores de lectura.
Más de medio millón de personas ya disfrutaron de esta alternativa veraniega, al igual que en las grandes capitales del mundo.
Durante los meses de verano las temperaturas suelen ser altas y aún mayor la sensación térmica, por lo que lo porteños tienden a buscar distintas opciones para enfrentar al calor.
Buenos Aires en las primeras décadas del Siglo XX contaba con un balneario en lo que es Costanera Sur. Sin embargo, a medida de que pasaron los años la Ciudad fue perdiendo su relación con el agua. Tanto que terminó colocándose de espaldas al río.
Ante situaciones similares las principales ciudades en el mundo realizaron acciones creativas y complementarias para combatir el calor y acompañar los hábitos de los ciudadanos.
Un caso emblemático fue el de la ciudad de Paris. En el 2002 a los parisinos se les ocurrió hacer una playa en la ciudad para la gente que no se podía ir de vacaciones. Luego la exitosa iniciativa fue copiada por Roma, Tokio, Berlín, Bruselas, Amsterdam, Viena y Praga, entre otras.
¿Qué hizo Buenos Aires? Por un lado acercar la ciudad con el Río de la Plata, y por otro, ofrecer una alternativa de calidad para la gente que se queda en Buenos Aires durante la época de vacaciones.
Tanto el acceso a las playas, como el uso de las instalaciones y la participación en las actividades que se desarrollarán en los parques son totalmente gratuitos.
fuente. Ciudad1
miércoles
liberar las playas de contaminación
En Miramar apuestan a la tecnología para liberar las playas de contaminación
Inaugurarán una planta de tratamiento de efluentes cloacales para reducir los desechos
Enviado especial
martes
Pinamar cambiará la cara de sus playas
E X C E L E N T E ! ! ! ! ! ! ! !
Verano 2010 / Nuevo ordenamiento para la costa
Por una nueva ley, los balnearios se construirán sobre pilotes para favorecer el movimiento natural de la arena; tendrán sólo una planta
Recreación de uno de los balnearios proyectados (La Frontera), en el que predominan los decks de madera y los recorridos amplios.
PINAMAR.- Este verano será el último en el que se verá la postal marítima que hoy ofrece este balneario. De no mediar conflictos políticos, a partir de diciembre habrá más arena entre la orilla y las carpas, balnearios construidos sobre pilotes, ramblas de madera y mucho espacio para que el viento, la arena y las olas dancen según su natural coreografía.
El 30 de abril próximo vencerán las concesiones de los 53 balnearios, que el 2 de mayo comenzarían a ser demolidos y, luego, reconstruidos en otro lugar y con otras características.
La discusión sobre la pérdida de metros de playa, que aquí llevaba más de una década, parece haber terminado. La decisión ya fue tomada: semanas atrás, el Concejo Deliberante de este municipio aprobó una ordenanza marco que regula el uso del espacio público y privado y establece las normas para la reforma del frente marítimo y los 22 kilómetros de playa.
La apertura de los sobres para las nuevas licitaciones está a la espera de una autorización del gobierno bonaerense, porque la costa marítima está bajo su jurisdicción. Anteayer, el gobernador, Daniel Scioli, anticipó que la firmará la semana próxima, según informó a LA NACION el intendente interino de Pinamar, Rafael de Vito, al término de una conferencia de prensa que dieron ambos funcionarios en el municipio local.
Los balnearios se construirán sobre pilotes para permitir los movimientos naturales de la arena, hasta ahora obstaculizados por las construcciones rígidas, y se trasladarán unos veinte metros hacia la Avenida del Mar (técnicamente, la ubicación exacta la da el pie del médano). Para ello se angostarán los estacionamientos y la vereda sobre esa avenida. Cada uno tendrá su propia estética, aunque no podrán ser de dos plantas, superar los 3,50 metros de alto ni ser pintados con colores estridentes.
Vista actual del balneario El Dorado (arriba) y de la propuesta para reemplazarlo (abajo)
La primera carpa, desde la orilla, deberá estar a 2,50 metros sobre el nivel del mar. Tendrán amplias terrazas o decks de madera y las barandas deben permitir la visión de la playa. En cuanto a servicios, ofrecerán sólo sombra, gastronomía y baños (privados y públicos). Habrá que olvidarse de balnearios con piscina, spa, peluquería y locales comerciales.
"Aunque nos duela tener que hacer la inversión en poco tiempo, es algo necesario. Si se hace como se está planeando, dentro de un año Pinamar será otra ciudad", dijo a LA NACION el presidente de la Asociación de Concesionarios de Balnearios de Playa, Gustavo Gorosterrazu. El 95% de los 38 balnearios y paradores asociados a esa entidad están de acuerdo en hacer ahora las modificaciones, para las que invertirán un promedio de 1000 dólares por metro cuadrado.
La cantidad de metros para cada balneario dependerá del número de carpas asignado a cada uno. Van de 80 a 150 carpas para los que tengan entre 200 y 400 m2. La superficie construida se reducirá a la mitad de la actual, pasará de cerca de 26.000 m2 construidos a 13.000, aproximadamente.
"Con esto estamos cuidando nuestro futuro. Es un cambio necesario, porque el frente marítimo sufrió un mal uso durante décadas, y cuando no se respeta la dinámica natural del mar, éste se lo cobra llevándose la arena", dijo a LA NACION la secretaria de Turismo de Pinamar, Rosa Boero.
En una segunda etapa, durante 2011, se prevé reorganizar obras de infraestructura básica, el tránsito vehicular y reproyectar las calles adyacentes a la Avenida del Mar.
Imagen proyectada del futuro balneario Posta Norte (abajo), que reemplazará al actual (arriba)
Libre circulación del viento
El proyecto fue presentado por Red de Desarrollo Urbano, consultora encabezada por el arquitecto Fabián Cambre, y aprobado por el Concejo y por De Vito, que tiene mandato hasta el 28 de marzo, cuando se harán elecciones para designar un intendente que termine el período del destituido Roberto Porretti.
"Venimos trabajando en este proyecto desde hace nueve años. Con esto terminamos con 30 años de prórrogas a los concesionarios", dijo Cambre a LA NACION. El arquitecto, de 42 años, nació en Pinamar y trabaja en la playa desde su adolescencia. Fue carpero en un balneario, primero, y guardavidas, después.
"La playa es mi casa y este proyecto es mi sexto hijo", dijo Cambre, que es también responsable del diseño de veinte de los futuros balnearios, para algunos de los cuales se inspiró en los de Praia da Rocha, en Portugal. La mayoría incluye propuestas lineales y de recorrido con mucho espacio para la libre circulación del viento.
El arquitecto recordó que los pilotes son "el procedimiento constructivo que ejerce mínimo impacto, al no afectar el movimiento de arena, a diferencia de las edificaciones duras" y que los materiales permitidos serán, además de la madera, los de construcciones livianas, como la roca de yeso, placas de fibrocemento o similares.
Florencia Rojas, directora de Frente Marítimo, un área creada por la ordenanza para llevar adelante el programa, informó que los primeros estudios de sustentabilidad de este tipo de obras los hicieron, en los 90, profesionales de la Universidad Nacional de La Plata y los continuaron especialistas ambientales y técnicos de Pinamar, a partir de 2006.