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lunes

Relocalizar villas? Versión 2.837.290....

Déficit habitacional / Proyecto de redistribución de tierras

El Gobierno planea relocalizar villas en terrenos del Estado

Por Mariano Obarrio | LA NACION 03-09-2012

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El gobierno de Cristina Kirchner prepara un ambicioso plan para destinar tierras fiscales a la construcción de nuevas viviendas sociales, con el fin de relocalizar familias de bajos recursos que viven en villas de emergencia y asentamientos precarios. El proyecto, que se instrumentará en el camino hacia las elecciones legislativas del próximo año, contempla además la posterior urbanización de las villas beneficiadas, una vez que los habitantes se hayan trasladado.
 

El Estado se haría cargo de las nuevas construcciones y concedería la escritura a cambio de un pago muy bajo extendido en un plazo prolongado. También planean construir escuelas y hospitales públicos, según confiaron altas fuentes oficiales a la nacion.

Se cubrirían así dos necesidades del Gobierno: por un lado, frenar el crecimiento exponencial de las villas en los últimos años. Por el otro, jugar una carta ganadora para las elecciones del año próximo, vitales para el oficialismo en el objetivo de mantener vigente la idea de la reforma de la Constitución, con la re-reelección de la Presidenta incluida.
"Preocupa mucho la presión de las villas. Por eso se conformará un gran banco de tierras fiscales para barrios de viviendas sociales", confió a la nacion un allegado al jefe del Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, que dirige el ahora denominado "plan de reordenamiento territorial". El jefe de los ministros no respondió las consultas de la nacion por este tema.

Cristina Kirchner firmó el 9 del mes pasado el decreto 1382/12, por el cual creó la Agencia de Administración de Bienes del Estado. Se trata de una "superagencia" a la cual todos los ministerios y organismos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial le deberán informar sobre los inmuebles que poseen, para conformar en 90 días un registro único de bienes del Estado. Ése será "un gran banco de tierras fiscales" que se distribuirán entre los más necesitados.
Todavía no está definido el criterio de reparto. La Agencia administrará todos los inmuebles de la Presidencia, del Parlamento y de la Justicia, de los ministerios, entes autárquicos, ferrocarriles, Fuerzas Armadas y de seguridad, y del viejo Organismo Nacional de Administración de Bienes (ex Onabe), que quedó disuelto en ese decreto.

El ex Onabe sólo administraba 1800 inmuebles, los que estaban desafectados a ministerios u organismos públicos. Aun así, la Auditoría General de la Nación hizo un informe en 2006 que determinó falta de registros, inventarios, control, y caos administrativo.
Lo llamativo es que la nueva "superagencia" conservará las autoridades del ex Onabe -de hecho seguirá funcionando en el mismo edificio de Retiro, con fuerte influencia de La Cámpora- y pasará a gestionar inmuebles, tierras y edificios cuya cifra no está calculada.
Muchos bienes ni siquiera tienen títulos ni escritura y están en situaciones jurídicas complejas: desocupados, subutilizados, cedidos o alquilados por segunda o tercera vez, a préstamo o bajo ocupación de intrusos. Para este plan se está pensando en destinar terrenos lindantes a las villas por dos razones. En primer lugar, para que no haya problemas de desarraigo que desalienten la mudanza. Y en segundo término para que ese traslado permita urbanizar las villas con mayor nivel de población por metro cuadrado, con el ensanchamiento de las calles y el establecimiento de espacios públicos.
No está en análisis la hipótesis de una erradicación de las villas, ya que expondría al Gobierno a fuertes tensiones sociales.

El presidente de la Agencia, Antonio Vulcano, responde al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Su vicepresidente, Martín Reibel Maier, es el verdadero cerebro del ente y milita en La Cámpora.
El decreto 1382 estableció que la Agencia definirá el uso y destino de los bienes para lograr "inclusión social", "políticas redistributivas para la población", la "incorporación del valor social" y "la afectación de esos inmuebles a políticas públicas como salud, educación, medio ambiente, producción, administración y vivienda, entre otros".
También buscará la "preservación del patrimonio inmobiliario", la "puesta en valor de los inmuebles" y "proyectos de desarrollo local y regional".
Cristina Kirchner tiene en la mira muchos predios de las Fuerzas Armadas o de seguridad que considera en desuso u ociosos.

Pero no sólo recurrirá a tierras fiscales. El plan se complementará con el anteproyecto de ley que se analiza en el Ministerio de Planificación, que habilitaría la expropiación de tierras privadas al declararlas de utilidad pública y privilegiar su fin social y el interés colectivo, sobre el cual informó LA NACION el domingo 26 de agosto último.
Si bien se escriturarían a precios simbólicos para los sectores más vulnerables, también una parte de las tierras fiscales se utilizará para el programa de créditos baratos para vivienda Procrear. Otros terrenos se usarán para el Polo Audiovisual, anunciado el miércoles último.

La fase del modelo de la redistribución de la tierra se exhibirá como la natural continuidad de la etapa de redistribución del ingreso. De hecho, el Gobierno no descarta restituir el artículo 38 de la Constitución de 1949, que reivindicaba la función social de la propiedad privada, en un eventual debate sobre una reforma constitucional. Y en el Congreso analiza regular la propiedad privada en la próxima reforma del Código Civil.
La "superagencia" abrirá discusiones con ministerios y organismos. Podrían entrar en conflicto inmuebles que éstos usen y que la Agencia considere que están ociosos o cuyo personal pueda ser reubicado.
Los bienes deberán identificarse, se cuantificarán, se pondrán en valor, se evaluará su situación catastral y jurídica, se loteará y se zonificará, según las fuentes oficiales. Luego de ello se los deberá dotar de infraestructura básica que muchos no tienen: agua, luz, gas y cloacas.


miércoles

Nuevo Barrio? Hoy Villa, Mañana Lujo

Impulsan un barrio de lujo junto a la Reserva Ecológica

09/09/11 Clarin
Por Daniel Gutman


Un proyecto privado que contempla la inversión de más de mil millones de dólares en la construcción de un barrio de lujo en la Costanera Sur y que fue enviado a la Legislatura por el Gobierno de la Ciudad, ya genera discusiones . Se trata de Solares de Santa María , una vieja aspiración de IRSA , el mayor grupo inmobiliario de la Argentina, que desde hace años es propietaria de la tierra para la obra: 70 hectáreas frente al Río de La Plata, en lo que antiguamente era la Ciudad Deportiva de Boca Juniors, junto a la Villa Rodrigo Bueno , que de esta forma quedaría entre el nuevo barrio y Puerto Madero.


En el macrismo ven la iniciativa como una suerte de réplica del modelo de desarrollo de Puerto Madero en los 90: la llegada de una urbanización moderna y sofisticada a un área degradada de la Ciudad, con la diferencia de que esta vez no se haría en tierras fiscales, sino privadas. Además, sería una prolongación de Puerto Madero, ya que el terreno está muy cerca del extremo sur de ese barrio.


Convencido de que la contundente reelección de Macri debería darle un mayor respaldo de parte de la oposición, el Gobierno de la Ciudad envió a la Legislatura el proyecto, que no prosperó el año pasado, tendiente a que se apruebe el convenio urbanístico ya firmado con IRSA y a que se modifique el Código de Planeamiento Urbano, ya que el uso actualmente autorizado no admite un emprendimiento inmobiliario de esta magnitud.


Como contraprestación, en el convenio se establece que IRSA cedería 27 hectáreas para la apertura de calles, espacios verdes y paseos peatonales , aunque en plazos extensos (20, 30 o 40 años), de acuerdo al avance de la obra.


El tema promete ser uno de los que genere mayor debate de aquí a fin de año en la Legislatura, no sólo por el cambio normativo que se propone, sino también porque pegada a la Ciudad Deportiva está la villa Rodrigo Bueno, la de mayor crecimiento en la Ciudad en la última década , de acuerdo con el Censo 2010.


¿Qué suerte va a correr la villa si se concretara el proyecto de IRSA? “Creemos que puede ser una buena oportunidad para los vecinos de la villa, que podrían negociar con IRSA mejoras para el lugar donde viven o soluciones habitacionales en otro sitio. Estamos convencidos de que la Ciudad debe crecer hacia algún lado y el modelo de Puerto Madero ha sido exitoso. La inversión privada genera trabajo, desarrollo e impuestos”, dijo el legislador de PRO Bruno Screnzi, vicepresidente de la comisión de Planeamiento Urbano.


En IRSA desmienten que estén pensando en el desplazamiento de la villa. “Es más, veríamos bien que por ley se nos imponga la obligación de aportar una suma de dinero para que se utilice en la urbanización de Rodrigo Bueno”, afirmó a Clarín el gerente de Tierras de la compañía, Ramón Villaveirán. “No entiendo quién puede estar en contra de nuestro proyecto, a menos que lo haga por intereses políticos”, agregó.


Aunque en la Legislatura aún no fue tratado, el tema también generó reacciones en contra. “El Gobierno de la Ciudad no quiere urbanizar Rodrigo Bueno porque dice que, al ser un relleno costero, no se puede construir. Mientras, impulsa el proyecto de IRSA. La única diferencia es que en un caso son pobres y en otro, ricos”, dijo la presidenta de la comisión de vivienda, Rocío Sánchez Andía (Coalición Cívica). También cuestionaron el proyecto Francisco Nenna (Frente para la Victoria) y Adrián Camps (Proyecto Sur), quien habló de “un negocio que en nada satisface las necesidades de vivienda en la Ciudad”.

La villa que más creció en diez años

09/09/11

Los primeros habitantes de lo que hoy se conoce como Villa Rodrigo Bueno llegaron en los años 80 a la Costanera Sur , que en la primera mitad del siglo –cuando las aguas del Río de La Plata todavía eran aptas para bañarse– había sido el balneario preferido por los porteños. Se instalaron sobre rellenos hechos con escombros de distintas obras públicas, los mismos que por acción de la naturaleza terminarían convirtiendo al lugar en una área privilegiada de conservación de biodiversidad y llevarían a declararlo Reserva Ecológica.


Hoy la villa tiene 1.795 habitantes, según el Censo 2010. Es la que más creció en Buenos Aires , porque en el Censo anterior había registrado apenas 350 personas.


Justo sobre el borde sur de la Rodrigo Bueno comienza el terreno que en la década del 60 el Gobierno Nacional había cedido a Boca Juniors para su Ciudad Deportiva. En 1971 Boca inició las obras de su nuevo estadio, cuya inauguración fue anunciada por el presidente Alberto J. Armando, quien no imaginaba un fracaso, para el 25 de mayo de 1975, a las 11 de la mañana.


En los años 90, IRSA compró los terrenos, en los que se planeaba construir la Villa Olímpica si Buenos Aires era elegida como sede de los Juegos 2004.


Un fallo de la jueza Elena Liberatori ordenó urbanizar la villa al Gobierno de la Ciudad, que no está de acuerdo y lo apeló.


“Lo que nosotros queremos es que se urbanice y que esto se contemple en el proyecto de IRSA. Si no, vamos a ir a la Legislatura para oponernos a que se sancione la ley”, dijo a este diario Marino Sosa, uno de los referentes de la Rodrigo Bueno, que está intervenida judicialmente.


Las villas crecieron

La población en las villas creció más del 50 por ciento



Son cifras que abarcan el período 2001-2010. Pese al crecimiento económico, 163.587 personas viven en las villas porteñas. La Rodrigo Bueno, ubicada en Costanera Sur, quintuplicó sus habitantes.
07/09/11 Clarin
Por Ismael Bermúdez
En la Ciudad de Buenos Aires lo que más crece es la población que vive en las villas y en los asentamientos.


Según las cifras del Censo 2010, en esos barrios precarios hay 56.165 personas más respecto de 2001, un incremento del 52,3%. Y como la población porteña creció en esos 9 años en apenas 114.013 personas, se desprende que la mitad de ese crecimiento tuvo como destino las villas y los asentamientos, con sus consecuencias ambientales, sanitarias y de infraestructura.


En total, en las villas de emergencia y asentamientos porteños viven 163.587 personas distribuidas en 40.063 viviendas que ocupan 259,9 hectáreas. En 2001 sumaban 107.422.


Las villas más numerosas son la 21-24 en Barracas, la 31-31 bis en Retiro y la 1-11-14 en el bajo Flores que suman 80.000 personas. En 2001 en esos barrios precarios residían 53.000 personas. Un incremento del 50%.


En contraste, casi una cuarta parte de las 1.425.840 viviendas porteñas – 340.975 unidades – están “deshabitadas” porque corresponden a oficinas, pero también porque son casas o departamentos que están en venta, en alquiler o en avanzado estado de construcción.


En la zona de Retiro o Puerto Madero, las viviendas “deshabitadas” trepan al 40%, el grueso por las construcciones como “inversión” desarrolladas en los últimos años.


Aunque no hay datos de la procedencia de estos nuevos contingentes de porteños, el grueso proviene de países limítrofes (Paraguay y Bolivia) y de Perú. En toda la Capital, viven 381.778 extranjeros, 65.039 más que en 2001.


De aquí se infiere que más de la mitad del crecimiento poblacional se explica por la radicación de extranjeros atraídos, según el INDEC, por las mejoras sociales y económicas de los últimos años.


La presencia de las villas y asentamientos está concentrada en 4 barrios porteños.


En Villa Lugano, Soldati y Riachuelo representan el 32,9% de la comuna; en Barracas, Boca, Nueva Pompeya y Parque Patricios el 16,3%; en Constitución, Retiro, San Telmo el 14,3%, y en Flores-Parque Chacabuco el 12,1%. Respecto de 2001, los mayores crecimientos se registraron en Retiro y Barracas.


Debido al aumento de la población en villas y asentamientos, en las comunas 1 (Retiro), 7 (Flores y Parque Chacabuco) y 8 (Villas Lugano, Soldati y Riachuelo) la población creció entre 3 y 5 veces por encima del promedio de la Ciudad, que fue de apenas el 4,1%.


Así, en esos barrios carenciados, el ritmo de crecimiento poblacional es muy similar, y muchas veces superior, al de buena parte del GBA. Por esa razón, algunos especialistas señalan que hay una “conurbanización porteña”, estableciendo casi una unidad sociogeográfica ya que muchos de esos barrios son linderos con los partidos del GBA.


En promedio, en las villas viven 4,1 personas por hogar, aunque en algunos asentamientos trepa a 7,3 por vivienda, generando serios problemas de hacinamiento habitacional.


“En las comunas 1, 4 y 8 (que corresponden a esos barrios), el porcentaje de hogares hacinados supera el 18,9%”, alcanzando el 22,2% en la comuna que incluye Villa Soldati-Lugano, de acuerdo a un informe de la Dirección de Estadísticas y Censos (DGEyC) de la Ciudad de Buenos Aires. Pero si este indicador se restringe “a las villas, inquilinatos, hoteles, pensiones y casas tomadas el porcentaje de los hogares hacinados ronda el 50%”, cuando en el resto de la Ciudad “apenas llega al 6,3%”.


Otro dato es que las comunas 4 y 8 tienen los porcentajes más altos de hogares que no disponen de inodoros con descarga a la red cloacal pública.


“Los hogares con deficiencia de este tipo de servicio ascienden a alrededor de 10.000”, que se concentran en las comunas 4 y 8 donde están las villas de La Boca y las de Villa Lugano, según el relevamiento de la DGEyC.


En las villas, los habitantes del 73,3% de los hogares no son propietarios ni inquilinos, por lo que son clasificados en el rubro “tenencia precaria” de la vivienda. Otro 10,2% es inquilino y apenas el 16,5% es propietario del terreno y la vivienda. Para el resto de los porteños, estos números están invertidos, ya que 2 de cada 3 habitantes son propietarios de sus viviendas.


Según el Censo 2010, en la ciudad de Buenos Aires 71.275 hogares cocinan o calefaccionan sus viviendas con gas a garrafa: son un 40% más o 21.223 hogares más que en 2001, debido al incremento de la gente que vive en inquilinatos, villas y asentamientos.



Hogar que ya no es transitorio


Por Ciencias Sociales, Uba Lic. Pablo Vitale

Contra lo que suele pensarse, el incremento de residentes en las villas no es tan agudo en tiempos de crisis como en los de su superación, por parcial que ésta sea, debido tanto al propio crecimiento vegetativo –mayor al de la media urbana– como al establecimiento de migrantes en las villas que, a diferencia de sus antecedentes históricos, ahora es de carácter definitivo.


Desde 1983, las políticas públicas y la legislación invariablemente postulan la necesidad de la integración urbana de las villas y la radicación definitiva de sus habitantes. Sin embargo, poco se ha avanzado en ese sentido. Uno de los factores que dan cuenta de la irresolución de la problemática se observa en el tratamiento diferencial que suele orientarse a las villas: desde la deficitaria prestación de servicios públicos y estatales, que en estos barrios están muy lejos de los estándares del resto de la ciudad, hasta los programas focalizados y de corto alcance que se les destina. Concebir a las villas como una anomalía a tratar “quirúrgicamente” o desentenderse de la cuestión fueron las alternativas recurrentes y fallidas por las que optaron distintas gestiones gubernamentales a lo largo de su historia.


Es necesario, por el contrario, partir por entenderlas como parte constitutiva de la ciudad y de su dinámica productiva . No es casual que las villas en las que se verifican crecimientos de población más notables –Rodrigo Bueno, 31-31bis y 21-24- sean las que cuentan con mejores localizaciones. Lejos del estigma que pesa sobre su población, ésta se compone fundamentalmente de mano de obra que es empleada , formalmente o no, en la producción de diferentes bienes y servicios esenciales. Como ejemplo paradojal, el “boom inmobiliario” por el que atraviesa la ciudad es, en buena medida, fruto del trabajo de quienes viven en villas.


Y es en ese ciclo de especulación inmobiliaria abierto después de la crisis donde radica otra de las claves fundamentales del crecimiento villero: la brecha entre la capacidad adquisitiva del salario y el precio del suelo urbano hace prácticamente imposible que los sectores populares accedan a una vivienda a través del mercado formal. A esto se suma la ausencia de alternativas habitacionales ; los hoteles-pensión, por caso, suelen restringir el acceso a familias con hijos, y no existen programas estatales que respondan a las necesidades habitacionales de quienes recién llegan a la ciudad.

viernes

Asentamiento Chacarita

Crece un asentamiento y ya tiene viviendas de 4 pisos


En Chacarita, duplicó su población en 3 años. Es un terreno ferroviario sin los servicios básicos. En 2008 vivían 1.700 personas y hoy estiman que hay cerca de 3.000. Los vecinos se quejan por la inseguridad y los habitantes piden la urbanización.

Por Romina Smith
17/06/11
Clarin.

No hay agua potable, ni cloacas y sólo algunos sectores tienen luz eléctrica legal. Existe desde hace 10 años, pero en los últimos 18 meses creció, según advierten los vecinos, casi hasta duplicarse . El asentamiento de Chacarita, sobre Fraga al 900, ya tiene viviendas de hasta cuatro pisos , levantadas sin control, y hoy viven allí unas 3 mil personas. Un tercio de ellas, menores. Los vecinos del barrio se oponen a que siga creciendo y la relacionan con el aumento de la inseguridad.

 
El asentamiento está ubicado sobre un predio de dos manzanas que pertenecían al ferrocarril Urzquiza y al ONABE, entre las calles Teodoro García, Fraga y Céspedes, a dos cuadras del tren y del subte B, y en una zona donde hay muchas pequeñas empresas e instituciones. En ese lugar, conocido como “el playón de Chacarita”, casi todas las viviendas son de ladrillos y crecen de manera irregular, con riesgo de derrumbe . Al principio, cuando empezó a formarse el asentamiento, tras la crisis de 2001, las construcciones eran bajas, y más precarias, incluso levantadas con cartones y chapas. En 2006 todavía había algunas viviendas muy sencillas y pocas de material. Pero en 2009 ya se contaban muchas de hasta tres pisos de altura. Hoy, las más altas llegan a los cuatro pisos, y se ve toda una parte nueva, sobre Céspedes y Guevara, que hace dos años no estaba. Las que dan a la calle Fraga ya tienen numeración pintada por los mismos ocupantes, como si estuvieran habilitadas. Y lo mismo ocurre con las que están sobre Céspedes.


Según cuentan los mismos habitantes, los primeros que llegaron al playón, hace una década, fueron obreros ferroviarios que se instalaron para vivir dentro del terreno. Y con el tiempo se fueron sumando más ocupantes, muchos de ellos de otras villas donde ya no podían seguir pagando alquileres . Los que están hoy viven del cartoneo o de trabajos esporádicos y en negro. Hay muchos grupos familiares y un tercio son chicos de hasta 14 años que van a la escuela. A simple vista, el asentamiento comparte puntos en común con la Villa 31: las dos están sobre terrenos ferroviarios en desuso, son motivo de peleas entre Nación y Ciudad, y tienen proyectos de urbanización.



La villa ya no puede crecer en ancho, pero sí en alto. Los pasillos internos son de tierra y los días de lluvia suelen inundarse impidiendo el paso. Las pocas canillas no dan abasto, abundan los pozos ciegos y las cloacas son tendidos improvisados que suelen colapsar. Hasta hace poco, además, la mayoría tenía instalaciones de luz ilegales, pero hoy, después de un amparo y cuatro incendios, el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) está reorganizando el tendido y prometen iniciar las obras de cloacas . Por ahora, las napas abiertas favorecen el contacto directo con desagües contaminados. Y todavía se ven los cables de luz colgados de manera ilegal.


En abril, la diputada de la Coalición Cívica, Fernanda Reyes, presentó un proyecto de ley ante el Congreso para que la Nación efectivice el traspaso de los terrenos a la Ciudad y se pueda avanzar con un plan de urbanización. Sin embargo, desde el mismo partido advierten que será difícil que la ley salga este año. En sus argumentos, el proyecto sostiene que la mayoría de las casas son de un sólo ambiente y que en muchas de ellas viven familias con más de siete miembros, incluso con enfermedades de la piel, respiratorias y digestivas.


Los habitantes del playón apoyan la urbanización, pero los vecinos y comerciantes del barrio, están en contra del asentamiento. Y aseguran que crecieron los delitos, que las ambulancias no se acercan al lugar sin compañía policial , y que los colectivos, a partir de las seis de la tarde, se desvían del recorrido para evitar la villa.


Clarín habló con ellos, pero todos, por temor, pidieron que no se publique su nombre. “La villa crece y nadie controla que entren materiales de obra, están colgados de nuestra luz, colapsan las cloacas”, contó un comerciante. Otro vecino, aseguró que “hay más robos y arrebatos”. Según dicen, la convivencia es imposible. “Cuando nos reunimos con funcionarios de la Nación nos dijeron que es jurisdicción de la Ciudad, pero no hay respuestas. Por eso ahora en el barrio nos estamos movilizando –explicó uno de los vecinos–. Ya juntamos mil firmas y la idea es reunirnos con la comisaría 37 y la Metropolitana (que tiene jurisdicción en la Comuna) para pedirles más vigilancia”. El número de habitantes de la villa es otro punto que enfrenta a unos con otros. Según el IVC, en junio de 2008 vivían 1.714 personas. Sin embargo, no todos aceptan censarse y se estima que son cerca de 3 mil.


En la Villa 31, ya “legalizan” la altura


El problema del crecimiento en altura de las villas se vio primero en la 31 y 31 bis, de Retiro, donde los edificios alcanzan los cinco pisos y están al nivel de la autopista Illia. Esto genera riesgos porque la construcción se hace sin ningún control. Lo curioso es que el 1 de junio se conoció un avance en el plan para urbanizar la zona: una comisión integrada por Nación, Ciudad y otros organismos acordaron un tope de cuatro pisos para las construcciones en la zona. La idea era dejar afuera a los edificios más altos y de mayor riesgo, pero de hecho, se estaría “habilitando” al resto de las casas de toda la villa a alcanzar los doce metros de altura.


Cualquiera puede ver que esto significa un gran volumen de metros cuadrados adicionales y un potencial aumento de la población del barrio, que según el censo que se conoció junto con el dictamen, es de 27.960 personas. La mayoría ya tiene problemas para acceder a servicios básicos como las cloacas.


En ese momento, Nación y Ciudad hablaron de un avance y un acuerdo para abrir calles y espacios públicos, entre otras mejoras. La iniciativa debería ser votada por la Legislatura –aún no hay fecha –que también debería rezonificar los terrenos, donde hoy está “prohibido” construir.

martes

Barrios Carlos Mugica (ex villa31/31bis)

HECHO CONSTRUIDO. EL PLAN DE URBANIZACIÓN RESPETARÁ Y CONSOLIDARÁ EL 80 POR CIENTO DE LAS VIVIENDAS EXISTENTES.

El nuevo barrio va tomando forma

La urbanización de la ex Villa 31 y 31 bis entró en una nueva etapa con la firma del dictamen que se elevará a la Legislatura. Esperan que este año se aprueba la ley sobre la nueva normativa y el organismo ejecutor.
 
Porpor Ariel Hendler | clarín 07/06/11


Al final de la jornada, el miércoles pasado en la sala Juan Domingo Perón de la Legislatura porteña, era fácil de percibir la satisfacción por la tarea concluida, aunque en rigor no sea más que el comienzo. “Esto es un paso más ”, declaró la diputada Rocío Sánchez Andía cuando los miembros de la Mesa de Gestión y Planeamiento Multidisciplinaria y Participativa para la Urbanización de las Villas 31 y 31 bis firmaron el dictamen que refleja el trabajo realizado durante un año y dos meses codo a codo entre funcionarios, profesionales y vecinos del futuro Barrio Carlos Mugica, en Retiro. Un hecho inédito , tal como recalcó la legisladora y presidenta de la Mesa.

Con este dictamen, la Legislatura ya está en condiciones de sancionar dos leyes indispensables para avanzar con el proceso de urbanización: “El cambio de normativa para el área y la creación del organismo ejecutor encargado de llevar adelante las obras a través de licitaciones”, según explica el arquitecto Javier Fernández Castro, coordinador del Equipo Técnico de la FADU-UBA que diseñó el proyecto urbanístico. Se supone que el proyecto va a ser presentado para su tratamiento el próximo lunes, con la intención de que se ambas leyes se aprueben este año .

Aunque varios delegados solicitaron, incluso a viva voz, una prórroga de dos meses para interiorizarse mejor del proyecto, fueron más los que se estaban a favor de firmar .

María Flora Céspedes, una de las consejeras que decía estar en contra (aunque votó positivo por mandato de sus representados), contó sus razones a ARQ: “A mi familia la desalojaron en la época de los militares y no quiero vivir lo mismo otra vez. Nadie quiere dejar las casas que construyeron durante años con mucho esfuerzo”. Pero no habrá desalojos sino relocalizaciones por razones de riesgo, hacinamiento o apertura de calles, que afectarán al 20% de los vecinos.

El plan de urbanización, que empezó una década atrás con el arribo de los equipos de la FADU-UBA, establece tres zonificaciones: áreas a consolidar, de alta densidad y de densidad media. Las primeras constituyen el 80% del barrio, con un criterio claro de respeto por lo construido. Allí se fijó una altura máxima de 12 metros, equivalente a planta baja más tres pisos , mientras que las manzanas linderas serán completadas con los mismos parámetros de densidad “media”.

La novedad está dada por los sectores de densidad “alta” sobre el sector que se propone como el nuevo frente del barrio hacia el puerto y la avenida Castillo, incluido un terreno deshabitado de 10,5 hectáreas perteneciente a Repsol YPF, que el dictamen recomienda expropiar. Todo ese terreno será para viviendas colectivas de una altura de hasta 9 pisos (29 metros), que es la altura del poco aprovechado Edificio Movimiento, en el borde del barrio. Delante se define un parque lineal para amortiguar la presencia del Puerto y, detrás, viviendas de menor densidad para articular con el resto del barrio. El otro frente urbano, hacia la ciudad, también contará con edificios de 9 pisos.

“Es una oportunidad para generar tipologías novedosas que puedan innovar respecto a la producción del habitat para las poblaciones marginadas ”, explica el arquitecto Alvaro Argüello, director general de la Comisión de Vivienda de la Legislatura porteña. Agrega que, además de las viviendas, el proyecto plantea obras de infraestructura para las actividades que hoy ya existen, como espacios cubiertos para eventos y asambleas, y otras que faltan, como un centro de salud, una escuela, una guardería y, a propuesta de los propios vecinos, un Centro de Producción y Empleo , que funcionará como centro de capacitación y sede de cooperativas.

Dos días después de la firma del dictamen, ARQ recorrió las zonas del barrio donde se están llevando a cabo las tareas de mejoramiento a cargo del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño.

Las obras incluyen el mejoramiento de fachadas con un revestimiento plástico que abarca revoque, pintura (de colores vivos , al estilo del pasaje Caminito, en la Boca), aislación, la consolidación de las plazas existentes, una cancha de fútbol con césped sintético, empedrado de calles, y obras cloacales, como caños colectores que reemplazan a las cámaras individuales.

Estos trabajos son realizados por cooperativas de vecinos, con un profesional responsable, y reciclan materiales que fueron reemplazados en otras zonas de la ciudad, como adoquines, luminarias y postes de luz.

“Operamos sólo sobre el espacio público”, aclara el ministro Diego Santilli, y deja en claro que no se busca interferir con la tarea de la Mesa de Gestión en el ámbito de la Legislatura. La postura de Santilli es que el plan de urbanización es a largo plazo, y que entre tanto se pueden solucionar algunas cuestiones urgentes , como “las inundaciones con líquidos cloacales cada vez que llueve”. Entre tanto, asegura que se les da trabajo y capacitación a los vecinos.

jueves

La nueva villa

La nueva villa, junto a la 31

Construcción sin frenos en el predio usurpado en Retiro

Ayer, unos 25 policías no evitaron que 15 familias construyeran casas de material

Jueves 14 de abril de 2011 | Publicado en edición impresa
Pablo Tomino
LA NACION
Ocho patrulleros, tres combis policiales y más de 25 agentes de la Federal intentaron impedir ayer que unas 15 familias avanzaran en la construcción de casas de material en un predio usurpado que fue bautizado por sus habitantes la villa "San Martín", lindera a la estación homónima de trenes y con un callejón que comunica directamente con la villa 31, en Retiro.
Pero fracasaron. La gente siguió ingresando materiales como todos los días desde diciembre pasado, cuando el juez penal federal Ariel Lijo ordenó cercar el lugar y disponer de las fuerzas de seguridad para impedir que se construyera en ese predio de más de 5 hectáreas, usurpado durante la ola de intrusiones desatada ese mes.
Unas 500 familias viven hoy allí. Primero lo hicieron en precarias casas de tela y chapa. Poco tiempo después, empezaron a verse las primeras construcciones de material. Ayer ya se veían viviendas construidas con ladrillos y cemento, con proyección de crecer en altura. El material de construcción se distribuye a la vista de la policía.
En la víspera, después del mediodía, una versión motivó un fuerte despliegue de agentes de la Federal en la zona: decenas de uniformados hicieron una barrera humana en uno de los dos accesos al asentamiento, en el cruce de la calle 14 y Ramos Mejía. La misma policía informaba que su presencia en el lugar respondía a un posible desalojo. Pero no hubo una nueva orden judicial en ese sentido.
Sólo prevalece una reciente resolución del juez Lijo para evitar que esa usurpación se siga extendiendo en una franja lindera al ferrocarril San Martín, terreno de la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF), que depende del Estado nacional.
En medio de la confusión de los usurpadores sobre tamaño despliegue policial, hubo algunos insultos y empujones, que terminaron con tres personas detenidas por desacato a la autoridad. Al principio, la policía evitó que esas 15 familias construyeran allí sus moradas. Pero después de las 17, la mayoría de los agentes comenzaron a retirarse y aquéllos continuaron con las obras.
Según contaron habitantes del asentamiento y también agentes policiales, los lotes de esta villa se ganan y se defienden a los tiros. "Hace tres semanas hubo dos muertos porque se pelearon por 30 centímetros de más que tenía un lote", contó Duilio, un ciudadano paraguayo que levanta su casa de material y que llegó al país hace un año tentado por un familiar que vive en la villa 31.
"Nosotros estamos acá para evitar que siga creciendo la construcción. Pero la verdad es que avanza minuto a minuto. Estamos esperando una orden de desalojo para que esto termine", comentó un policía que, como todos los agentes consultados ayer por La Nacion, pidió reserva de su nombre.
Una recorrida por el lugar permitió advertir que muchas construcciones de material tienen pilares de hormigón y hierro, de un metro de profundidad. "Esto te permite hacer tres pisos y te lo aguanta bárbaro", explicó Omar, también nacido en Paraguay. Y advirtió: "De acá no nos vamos a ir, porque estamos cansados de pagar alquiler y queremos una vivienda propia. Hay embarazadas y chicos, por lo que sería una locura que la policía nos desaloje. Nadie nos presta atención, ni Macri ni Cristina".
"Inversiones"
En la villa San Martín hay gente que alquila una pieza a 750 pesos. Son "propietarios" que viven en la villa 31 y que "invierten" en esas tierras usurpadas. "Hay gente que se movió rápido para ocupar el lugar y bueno... es así. Nosotros ocupamos la franja al costado del ferrocarril San Martín, pero la policía no quiere que construyamos porque esto era un terreno que tenían los peruanos, donde se armaba una feria los fines de semana. Yo estoy amenazada de muerte, pero ya no me importa nada", dijo Mabel, una de las ocupantes.
Las casas de material de este asentamiento están a 25 metros de la avenida Ramos Mejía, donde pasan por día miles de turistas hacia y desde la terminal de ómnibus. Según los comerciantes del barrio, la presencia policial en la zona evita, en gran medida, los robos, ya que ese largo pasillo de la calle 14 suele ser un corredor efectivo para los arrebatadores.
Ayer, en la división San Martín de la Policía Federal informaron que no iban a dialogar con la prensa. Fuentes judiciales indicaron, sin embargo, que los operativos en el asentamiento continuarán. Mientras tanto, la nueva villa de Retiro sigue creciendo.


Incidentes y tensión durante un desalojo en la Villa 31 de Retiro

14/04/11 - 08:28 | clarin.com
Gendarmería y Policía Federal realizan un operativo para impedir nuevas construcciones. Lanzaron gases lacrimógenos. La orden fue dada por el juez federal Ariel Lijo.
Se registran incidentes durante un desalojo en la Villa 31 de Retiro. Efectivos de Gendarmería y de la Policía Federal realizan un operativo sobre la calle 14 de la villa, un punto conflictivo de ese barrio, en tanto que habitantes de ese lugar resisten la tarea de las fuerzas de seguridad.


La Gendarmería lanzó gases lacrimógenos para intentar impedir que se instale un nuevo asentamiento, donde se sabía del constante ingreso de materiales de construcción.


El procedimiento se está efectuando en la famosa calle 14 o corredor ferroviario y allí los gendarmes son resistidos por habitantes de ese sector de la Villa San Martín.


También se debió asistir a pasajeros del ferrocarril por el efecto de los gases.


La orden fue dada por el juez federal Ariel Lijo, en una acción que evidentemente recibió un guiño desde el ministerio de Seguridad de Nilda Garré.


El juez Lijo explicó esta mañana que ordenó el desalojo de la calle 14 del barrio porteño de Retiro para "evitar que se ocupe" con viviendas esa arteria paralela a las vías del ferrocarril San Martín.

"Se decidió evitar que se ocupe, más que el desalojo. Hace unos días lo que empezó fue una especie de carrera de varias personas por ocupar parte de la calle que da a la estación, levantando el adoquinado", indicó el magistrado por radio Belgrano.

domingo

Policia Federal

Cambios y polémica

Acordonar las villas, la nueva misión de la Federal

Para luchar contra el narcotráfico

Domingo 10 de abril de 2011 | 
Gabriel Di Nicola 
LA NACION

Saturar las zonas más calientes del delito, especialmente las villas, con agentes que patrullen y formen un cordón para impedir el libre desplazamiento de narcotraficantes y ladrones. Ese es el primer efecto concreto de las medidas tomadas por la ministra de Seguridad, Nilda Garré, quien desató una polémica que no para de crecer con sus declaraciones hechas anteayer, en las que dijo que "el problema más grave [para el Gobierno] es la Policía Federal".

El operativo de "acordonamiento" ya está en marcha en la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, y seguirá en Ciudad Oculta, en el barrio de Mataderos. En una recorrida realizada por La Nacion en la villa 1-11-14 pudo comprobarse que un grupo de policías en moto del Servicio Táctico Motorizado comenzó a recorrer el perímetro del barrio de emergencia situado frente al estadio de San Lorenzo, en el Bajo Flores. Fuentes policiales informaron que este servicio se puso en marcha en las últimas 48 horas para reforzar los puestos fijos con móviles de la comisaría 38a.

"Necesitamos que la policía recorra el barrio. Estamos desamparados. Si no hay policía, las ambulancias no llegan, los colectivos, tampoco y los remises, menos", dijo Lorena, madre de tres hijos, mientras los acompañaba desde la parada del colectivo 76 hasta su casa, porque los chicos ya habían sido asaltados por un grupo de jóvenes drogados, que les habían robado mochilas y zapatillas (sobre lo que se informa por separado).

La decisión de concentrar la Policía Federal en las villas porteñas fue tomada por la ministra Garré después de una reunión con la cúpula de la fuerza de seguridad, en la que se abordó el tema del narcotráfico y el delito, según informaron a La Nacion fuentes oficiales.
"Si le cortamos todos los accesos, se van a tener que ir con los insumos para fabricar droga a otro lado", especuló la ministra Garré, ante la cúpula de esa fuerza de seguridad, según explicó a La Nacion un jefe policial.

Sin embargo, saturar las villas y las zonas calientes del delito con uniformados no es una novedad. En 2003, el por entonces ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Gustavo Beliz, dispuso que la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval hicieran tareas de prevención en el barrio Ejército de los Andes, más conocido como Fuerte Apache, en Ciudadela, y en la villa La Cava, en Beccar, San Isidro.

También a fines del año pasado la presidenta Cristina Kirchner decidió que, para luchar contra el delito en el convulsionado conurbano bonaerense, la Gendarmería Nacional colaborara con la policía de ese distrito. La iniciativa fue bautizada Operación Centinela.

Respecto de la decisión de Garré, fuentes policiales explicaron que no fue casual que hubiera designado a un hombre con una vasta experiencia en la lucha contra el narcotráfico en la comisaría con jurisdicción en la villa 1-11-14. Se trata del comisario Luis Gigena, que hasta hace dos semanas era el jefe de la División Operaciones Federales, dependiente de la Superintendencia de Drogas Peligrosas.

Una fuente policial informó a La Nacion que el cordón para saturar de policías zonas calientes también incluirá la villa 20, en Villa Riachuelo, y la 21-24, en Barracas. En este último barrio, hasta hace poco misionaba el padre José Di Paola ("Pepe"), que recibió amenazas de muerte después de denunciar que la droga estaba despenalizada de hecho en los barrios humildes.

Según pudo saber La Nacion, parte de los uniformados que saldrán a saturar las villas porteñas provienen de los 3400 policías que hasta hace poco hacían tareas administrativas, como la confección de pasaportes y horas adicionales en objetivos de la ciudad de Buenos Aires.

"Es una buena idea. El problema es que el narcotraficante no dejará su actividad por sentirse rodeado por la policía. Se irá con su negocio ilegal a otro lugar. Quizás el problema pase a otra jurisdicción. Es difícil que los ladrones dejen el delito; lo que hacen es escapar de la policía", explicó un experimentado jefe policial.

Si bien ya hay más policías acordonando la villa 1-11-14, en una recorrida por los barrios de Flores, Floresta, Soldati, Lugano, Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya, Parque Chacabuco y Caballito, como contracara, La Nacion pudo comprobar que la presencia policial era casi nula.
En promedio, en la vía pública se veía un policía cada 20 cuadras recorridas. Vecinos consultados por La Nacion dijeron que la presencia en las calles no aumentó, tal como había prometido Garré.

La intención de la ministra, según explicó a La Nacion un jefe policial, es luchar contra la inseguridad según el mapa del delito. "Lamentablemente, antes no se le daba importancia a lo que decían las estadísticas", reconoció un comisario de la Federal.

Durante la reunión en la que se decidió el plan de saturación de policías en villas, la ministra Garré dijo que no entendía cómo no se podía ganar la batalla contra el narcotráfico en la villa 1-11-14, donde desde hace años se sabe que es territorio de bandas de vendedores de droga. "Especuló con la presunta connivencia de policías y delincuentes", destacó a La Nacion con no poco malestar una fuente de la Federal.

Según afirman en el gobierno nacional, la ministra Garré y sus colaboradores hacen un seguimiento diario del trabajo en comisarías. Por ejemplo, la secretaria de Seguridad Operativa de la Nación, Cristina Caamaño, visita las seccionales para saber si hay patrulleros recorriendo las calles en tareas preventivas. "No está mal este control", dijo un comisario.

lunes

Urbanizacion de villa31  

28-11-10 http://bit.ly/fOApA7

29-11-10 (lanacion) http://bit.ly/f9vnhk

29-11-10 (tiempoargentino) http://bit.ly/eMrXJJ

sábado

Obras en el asentamiento de Retiro, con financiamiento oficial


Inauguran mejoras en la villa 31.

Cooperativas de residentes repararon 10.000 m2 de fachadas y realizan adoquinados


Un descanso para apreciar los cambios en el barrio . Foto:LA NACION Ricardo Pristupluk
Angeles Castro
LA NACION 
El gobierno porteño mostró ayer los avances de las obras encaradas hace dos meses para mejorar la infraestructura de la villa 31 de Retiro, que fueron realizadas con financiamiento oficial por cooperativas formadas por los residentes de ese barrio de emergencia.
En la víspera, el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, y el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, dejaron inaugurada una nueva cancha de fútbol, obra que corona una serie de arreglos en fachadas, recuperación de espacios verdes y pavimentación de calles y pasillos en el sector de la villa que linda con la terminal de ómnibus de Retiro.
Si bien durante la campaña electoral Mauricio Macri hablaba de erradicar el asentamiento y, tras asumir el cargo, funcionarios locales sostuvieron la necesidad de trasladar familias por el peligro inminente de derrumbe de 600 casillas, finalmente el gobierno porteño decidió avanzar en acciones para brindar condiciones más dignas a los ocupantes de los terrenos de la villa, que pertenecen, en su mayoría, al Estado nacional.
No obstante, con la disposición judicial que prohíbe el ingreso de materiales para nuevas construcciones, Santilli dijo ayer a LA NACION que, a la par de las mejoras, el ministerio retomó los controles para frenar nuevas edificaciones, con la Policía Metropolitana, inspectores de su área y de la Dirección General de Fiscalización de Obras.
Cuando se lanzó el plan de infraestructura para las villas 31 y 31 bis, entre los trabajos por encarar se incluyó la relocalización de 160 familias cuyas casas corrían riesgo de desmoronamiento; eso aún no ocurrió.
Para este año, según dijeron ayer fuentes de la Jefatura de Gabinete a LA NACION, el programa de mejoras cuenta con un presupuesto cercano a los 11 millones de pesos, de los cuales ya se invirtió la mitad.
Hasta el momento, según reveló anteayer Santilli en la Legislatura porteña, se restauraron 10.000 m2 de fachadas, del total de 60.000 m2 que se proyecta refaccionar para abril del año próximo, con revestimientos que previenen la formación de algas y hongos, son de fácil limpieza y brindan aislación térmica e hidrófuga.
Además, para fines de año se habrán mejorado ocho espacios verdes con trabajos de nivelación, hormigonado, iluminación y equipamiento, mientras que otros cinco serán remodelados durante 2011.
 Varios de los inmuebles que lucen nuevas fachadas coloridas en el asentamiento . Foto:LA NACIONAdoquinado
Según fuentes oficiales, las mejoras también incluyen el adoquinado de cuatro calles secundarias (tres en la villa 31 y una en la 31 bis) para mejorar el acceso al barrio, actualmente en ejecución, y se planea adoquinar en toda su extensión las dos calles principales que atraviesan la villa: la calle 9 y la colectora de la 31 bis.
Ayer, los alrededores de la canchita de fútbol eran un festival de colores: fachadas anaranjadas, verdes, azules y rojas llamaban la atención. Con ese escenario, el gobierno porteño anunciaba con satisfacción que se trataba de "las primeras obras estructurales que se realizan en las últimas cinco décadas".
Las tareas fueron efectuadas por cooperativas de habitantes de la villa, entre ellas la Federación Padre Mugica y las cooperativas Güemes, Nuevo Retiro y Unión Trabajo, según dijeron en la Jefatura de Gabinete.
En los próximos días, comenzará la segunda etapa de los trabajos, cuya fecha de finalización está prevista para el primer cuatrimestre del año próximo. Consistirá en obras cloacales y del sistema de agua corriente, más el reordenamiento de la feria.
Según detalló Santilli anteayer ante los legisladores, se tenderán 1500 metros de conductos pluviales y 1500 metros de cloacales, y será ampliada la red de agua corriente en 700 metros. Además, se anunció que, en 2011, también se construirá un centro de integración social.

+ info:
http://www.clarin.com/ciudades/Villa-frentes-pintados-cancha-futbol_0_371363003.html

viernes

Aprobaron urbanizar la villa 31 de Retiro

Aprobaron urbanizar la villa 31 de Retiro
La ley sancionada establece que el proyecto no implicará desalojo alguno de los habitantes.
La Legislatura porteña convirtió anoche en ley un polémico proyecto para urbanizar las villas 31, de Retiro, habitadas por unas 26.000 personas.
La norma ordena la creación de una Mesa de Gestión y Planeamiento Multidisciplinaria y Participativa, integrada por representantes del Poder Ejecutivo porteño, la Legislatura y del Organismo Nacional Administrador de Bienes del Estado (Onabe), ente que administra los terrenos, para que planifiquen e instrumenten la urbanización de esos asentamientos habitacionales tomando como base el plan del Instituto de la Espacialidad Humana de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA.
"Se trata del primer paso para concretar la esperanza de miles de vecinos de tener una solución adecuada a sus problemas habitacionales", dijo el autor de la norma, Facundo Di Filippo (Coalición Cívica), presidente de la Comisión de Vivienda del cuerpo.
La aprobación de la ley fue celebrada en el recinto por varios vecinos presentes. Es que el proyecto de la UBA que se toma como punto de partida incluye la urbanización de buena parte de los terrenos que ocupa la villa 31 bis, que hasta ahora se consideraba que sería desalojada.
"A todas las reuniones de la Mesa de Gestión y Planeamiento Participativo se convocará a los representantes del barrio, que podrán expresar su voz, debiendo consultárseles sobre toda aquella decisión que los afecte especialmente", indica el artículo 5º de la ley.
En el artículo 8º se dispone que la puesta en marcha de la urbanización de las villas 31 y 31 bis "no implicará desalojo alguno", mientras que a "aquellos habitantes cuyas viviendas necesiten ser relocalizadas se les garantizará, en acuerdo con los mismos, una adecuada solución".
Hace poco más de un año, el arquitecto Juan Carlos Poli ingresó de incógnito en los asentamientos y detectó más de 60 construcciones en altura en riesgo de derrumbe. Desde ese momento el gobierno porteño instrumentó medidas de seguridad para el ingreso de materiales de construcción. Sin embargo, hace un mes, la administración encabezada por Mauricio Macri dispuso nuevos peritajes en las viviendas señaladas por el arquitecto para verificar la real necesidad de relocalización de esas familias.