martes

Recambian vías en el subte D

Sabias esto no???

Tras casi 74 años, se están renovando tramos completos para mejorar la circulación


Pablo Tomino
LA NACION
El vagón grúa ubica el tramo de vía nueva, de 18 metros. Foto Marcelo Omar Gómez
A casi 74 años de su inauguración, comenzaron las obras para renovar el último tramo de las vías de la línea D del subte porteño, entre las estaciones Catedral y 9 de Julio, mejora que por primera vez se está realizando en toda esta línea.
Esta iniciativa, que lleva adelante la empresa concesionaria Metrovías, comenzó con los trabajos en la madrugada del jueves pasado y los terminará el 15 de diciembre venidero, y tiene por objetivo modernizar y mejorar el servicio. Hoy son numerosos los reclamos de los pasajeros que viajan hacinados y con demoras importantes en horarios clave para llegar a tiempo a destino.
Precisamente, el recambio de tres tramos de vías de la línea D (ya se colocaron nuevas vías entre las estaciones Palermo y Carranza, y entre Callao y Facultad de Medicina) ha provocado en lo que va del año demoras en los servicios, puesto que el proceso de calibración que requieren los tramos antes de ser soldados definitivamente obliga a los trenes a transitar en una marcha inferior a la habitual. De hecho, la velocidad de crucero que alcanza una formación es de 40 km/h, pero en determinados sectores deben transitar a entre 10 y 25 km/h.
"La obra de recambio demandó una inversión de 24 millones de pesos y forma parte de un plan del recambio total del tendido de vías del subte. En la línea D, se colocarán 8200 durmientes, 13.000 toneladas de piedra balasto, 16.500 juegos de fijaciones elásticas en durmientes, y 5,5 km de nuevas vías", dijo Guillermo Sargiotto, jefe del departamento de conducción de obra de Metrovías.
La particularidad de estos trabajos es que deben realizarse en horarios en que no funciona el servicio, entre la medianoche y las cinco de la mañana de cada día. LA NACION presenció el operativo de reemplazo de 18 metros de vías en la estación Catedral, en tres horas y media.
Así, contra reloj, un equipo de 45 operarios cortó los rieles, quitó los durmientes a mano y luego las piedras de balasto con una pala mecánica hasta llegar al piso de tierra. Luego, una formación especial que cargaba el tramo de vía nueva con la ayuda de una grúa, y mediante un sistema especial, posicionó el nuevo tramo en el lugar indicado.
"Una vez que se calibran las vías, se tiran las nuevas piedras de balasto. Y en dos horas ya vuelve a funcionar el servicio. Nosotros entendemos y respetamos las quejas de los usuarios por las demoras, pero por acá los trenes tienen que pasar a 10 km/h hasta que se acomoden las vías y, entonces, en esta cabecera se hace una suerte de embudo. Y hay que sacar trenes de circulación", dijo Sargiotto, que prometió que para después de fin de año la situación de la línea D, que transporta 400.000 pasajeros por día, estará normalizada.
"Esta renovación permitirá dar un salto cualitativo en la infraestructura existente, ya que se logra reducir a 18 años promedio la antigüedad de las vías en toda la red de subtes", comentó Lucila Maldonado, vocera de Metrovías.

Muros verdes

Muros verdes para las autopistas

Ya se instaló uno en la bajada de la 25 de Mayo. Y la idea es extenderlos a otros puntos de la Ciudad.


Hasta ahora, los muros cubiertos de trepadoras y otras especies de plantas enredaderas sólo se veían en espacios privados o en aquellos públicos “favorecidos” por la naturaleza, como en algunos tramos de la avenida General Paz. Pero el Gobierno porteño también quiere multiplicarlos en las autopistas de la Ciudad. Es que además de ser una solución estética, las paredes verdes también traen beneficios extra, como atenuar el impacto ambiental que genera el tránsito y permitir que haya vegetación aún en los lugares donde prevalece el cemento.
Con esa intención, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público que encabeza Diego Santilli ya empezó a armar un jardín vertical en los muros de la bajada de la autopista 25 de Mayo sobre la avenida 9 de Julio. El trabajo empezó esta semana y se hará de a poco. La elección del lugar no fue casual: según precisó Santilli, el muro de la bajada de la autopista 25 de Mayo fue ideal para empezar porque es una zona donde siempre hay pintadas y pegatinas y porque en esos sectores (bajadas de autopistas) es donde más se produce el daño ambiental. “La vegetación, por naturaleza, actúa como moderadora de temperaturas, atenúa la contaminación del aire y la sonora y hasta influye visualmente para el que transita por la autopista”, agregó Santilli, que se basó en un concepto de Greenpeace (“donde hay verde la contaminación disminuye notablemente a pesar de la densidad de población”) para darle forma a esta iniciativa.
El sistema que eligió es una red de caños de pvc que fueron perforados cada 40 centímetros para anidar los plantines, que a su vez reciben humedad por goteo interno. Para eso, primero se debió perforar el suelo e instalar una bomba de extracción y luego un tanque de depósito de nutrientes. Una vez cumplidos esos pasos, se trasplantaron 2.400 plantines de Vinca, Manto de Virgen, Asparragus y Hiedra Helix, que fueron elegidos por su robustez y bajo mantenimiento. La idea es generar aislación térmica y sonora, purificar el aire y darle un perfil ecológico a la autopista. Lo probarán durante 6 meses. Y si funciona, replicarán el sistema en otros puntos, como el túnel de Libertador y el muro que rodea al estadio de River.

fuente clarin.