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Hotel D'arc > Av Mayo

Un clásico que luce a nuevo en la esquina de Avenida de Mayo


Clarin 28/08/11

Es un clásico renovado y su historia se remonta a la creación de la avenida de Mayo, la primera gran arteria de la Ciudad, proyectada por iniciativa del intendente Torcuato de Alvear e inaugurada en 1894.


Pocos años después, la familia Gregorini empezó a construir el edificio con reminiscencias italianas que ocupa la esquina de Bernardo de Irigoyen. En su planta baja funcionaba la confitería La Alhambra , con su famosa orquesta de señoritas. Y en los pisos superiores el hotel D’Arc, por cuyas habitaciones pasaron personalidades como José Ortega y Gasset, Arturo Toscanini, Vicente Blasco Ibáñez, Theodore Roosevelt, Enrique Caruso y a Charles-Edouard Jeanneret (para todos, Le Corbusier). El propietario del hotel era Don Celso García, un español que trataba a sus huéspedes como si fuesen de la familia, según cuentan los que solían pasar por ahí.


El lugar permaneció cerrado durante alrededor de 30 años y una década atrás pasó a manos de una sociedad familiar que empezó a recuperar y a reciclar el edificio para convertirlo en un hotel-boutique que finalmente inauguraron hace dos meses . Ahora se llama La Fresquè, en alusión al enorme mural pintado por Alfredo Segatori en 2001 en esa esquina.


El establecimiento tiene tres pisos y 40 habitaciones, la mitad en dúplex. Y su rediseño respeta la estructura y la estética original , con toques modernos, claro. Los techos mezclan molduras y bovedilla con ladrillo a la vista, para los escalones se recuperó la madera antigua y por todos lados se ven arañas, estructuras de hierro y piezas de decoración de distintas épocas. “En las excavaciones encontramos objetos de hace 200 años y estamos ordenando todo el material para poder exponerlo”, cuenta Manuel Paris Paris, el administrador del proyecto.


Sobre el crecimiento que está registrando la actividad hotelera sobre la avenida más ancha de la Ciudad, el hombre no tiene dudas. “Cuando empezamos con la reforma teníamos un par de hoteles alrededor y nada más. Ahora se multiplicaron, y son todos hoteles grandes. De hecho, nosotros estamos haciendo uno más en la esquina de 9 de Julio e Hipólito Yrigoyen, para que la gente pueda elegir entre el antiguo y el moderno ”, anticipa. ¿Por qué? “Es lógico, es una zona central de Buenos Aires. La 9 de Julio es única, es una maravilla . Antes pasaba caminando por abajo y no le daba importancia. Desde que empezamos con esto pude verla desde arriba y se te ponen los pelos de punta, por eso queremos hacer un mirador en la terraza”, responde.

La 9 de Julio crece

La 9 de Julio crece y se consolida como la avenida de los hoteles


Clari 28/08/11
Por Einat Rozenwasser



La mayoría son de cuatro estrellas, pero empezaron a abrir aparts y hostels para atraer un público más jóven. Los empresarios dicen que la 9 de Julio atrae turistas por su ubicación y su fama mundial. En un año abrieron cuatro, ya hay 27 y dos en obra.

Es cierto, Buenos Aires es una ciudad que tiene atractivos para todos los gustos. Pero si de puro capricho hubiera que elegir tres, asado, tango y la avenida más ancha del mundo bien podrían encabezar el listado de “los más buscados” por los que llegan a la Reina del Plata por primera vez. En sintonía con su fama, la 9 de Julio se consolida como el lugar elegido como base de operaciones para los viajeros que eligen la Ciudad tanto para pasear como para hacer negocios. Sólo en el último año abrieron cuatro hoteles nuevos y ya son 27 entre la avenida San Juan y el Bajo, y hay al menos dos más en construcción .


“Hay un desarrollo importante a lo largo de toda la avenida. Se construyen más hoteles y los inversores buscan lugares adecuados para ese fin. La 9 de Julio es emblemática , conocida en todo el mundo y céntrica. Esa ubicación facilita que el potencial huésped que no conoce la Ciudad y, por ejemplo, está buscando alojamiento por Internet, individualice dónde está el hotel y le resulte más fácil la elección. El huésped busca estar cerca de los lugares que quiere conocer o del lugar donde va a trabajar”, sintetiza Graciela Fresno, Presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés.


El fenómeno se acentuó durante los últimos años, cuando la balanza cambiaria sumó a chilenos y brasileños a la lista de los que se veían beneficiados por la relación peso-dólar. “Hoy la Ciudad es un polo cultural de gran atractividad lo que explica en parte no sólo el crecimiento de los arribos sino además, la expansión en la inversión hotelera como un fuerte motor económico”, sostiene Hernán Lombardi, ministro de Cultura y presidente del Ente de Turismo de la Ciudad.


La mayoría de los hoteles que se asoman sobre la avenida 9 de Julio son de cuatro estrellas , pero también empiezan a aparecer aparts y también hostels, con propuestas para los viajeros más jóvenes , que pueblan bares y boliches de los centros nocturnos de la Ciudad.


¿La novedad? Los hoteles temáticos como el NH Tango, que abrió sus puertas hace un año en el edificio en el que funcionaba el cine y teatro Metro y un bloque de oficinas. Allí se fusionaron dos proyectos: la sala de proyecciones se convirtió en un salón de espectáculos tangueros y el lobby del hotel balconea sobre el hall principal. Poco tiempo después, la misma cadena inauguró el NH 9 de Julio, ubicado a apenas cuatro cuadras.


“Es la avenida más emblemática de Buenos Aires, conocida a nivel internacional por ser ‘la más ancha del mundo’, y ofrece a nuestros huéspedes una vía de acceso rápido a ambos aeropuertos , al tiempo que garantiza una buena inserción en áreas comerciales y culturales, con hitos destacables como el Teatro Colón o las librerías de la avenida Corrientes, por citar algunos”, explica Walter Paulovich, director de Operaciones Mercosur – NH Hoteles Las Américas. ¿Qué buscan los que eligen la opción Tango? “La demanda es la misma que en los demás hoteles pero al tener características únicas en decoración y ubicación, propicia el alojamiento de aquellos interesados en la cultura y el arte ”, responde.


Sobre el perfil de los turistas, desde el observatorio del Ente informan que entre el 50 % y el 60% de los que vienen de Latinoamérica optan por alojamientos de los de la categoría que pueblan la 9 de Julio, algo que también sucede con el 40% de los estadounidenses y canadienses y, en menor medida, con los europeos. Mientras que los primeros tienen una estadía promedio de cinco días en la Ciudad, los que vienen desde más lejos se quedan entre 10 y 12 días. El gasto promedio diario para los que eligen este tipo de hoteles oscila entre los U$S 213 y los U$S 260 En cuanto a la 9 de Julio en sí las opiniones de los turistas son encontradas. En los foros de viajeros intercambian comentarios los que quedan fascinados con la grandilocuencia de la arteria, y también los que critican el tránsito, el nivel de ruido y la dificultad para cruzar en la parte más ancha.


“De noche y de día, es espectacular. Nos llamó la atención el ingenio de los anuncios y también las copas de los árboles”, describe un mexicano. Y un compatriota apunta: “ ¡Cruzarla es casi un deporte extremo! ”. En esa línea se suman los comentarios una estadounidenses que contó 18 carriles de tránsito y tuvo que esperar tres cambios de semáforo para terminar de atravesarla, mientras su marido la esperaba del otro lado.


En el otro grupo aparece una francesa ofuscada porque su alojamiento tenía un ventanal al frente y “fue imposible dormir por el ruido”. Y un nicaragüense que destaca las proporciones de la avenida, pero dice que “no representa lo más bello de la Ciudad. El estado de ciertos edificios y la presentación de algunos carteles publicitarios, que no siempre es la más estética”.