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Museo del Inmigrante

El Museo del Inmigrante cumple dos años cerrado


Todavía no tiene fecha prevista de reapertura Es el histórico edificio de Retiro, donde funcionó el hotel que recibió a la inmigración entre 1911 y 1953. En 2010 el Ministerio del Interior lo cerró al público para mudar allí oficinas y aún no lo abrió.


Por Nora Sánchez
Clarin
05/03/12

Todos los inmigrantes que llegaron entre 1911 y 1953, pasaron sus primeros días en la Argentina en el Hotel de los Inmigrantes. El imponente edificio de hormigón armado se erige en la avenida Antártida Argentina al 1300, en Retiro, justo al lado del muelle que recibió a gran parte de nuestros antepasados . Declarado Monumento Histórico Nacional en 1990, desde 1997 fue destinado como sede para el Museo del Inmigrante, dependiente de la Dirección Nacional de Migraciones. Allí se podía visitar el enorme comedor y algunas salas de servicio. Pero ya no: el museo cerró al público y sólo funciona con una muestra itinerante. Iba a ser sólo por un tiempo, pero ya pasaron dos años y no lo reabren .


“El Museo permanecerá cerrado al público, por cuestiones operativas de la Dirección Nacional de Migraciones, hasta nuevo aviso. Sin embargo la muestra itinerante está funcionando”. Este es el anuncio que aparece en el sitio de Internet de la Dirección (migraciones.gov.ar), que depende del Ministerio del Interior de la Nación.


En el museo confirmaron que el edificio está cerrado al público desde hace un par de años, porque allí se mudaron varias oficinas de Migraciones mientras refaccionan algunas edificios de la Dirección. También dijeron desconocer cuándo lo van a reabrir. Mientras tanto, el museo ofrece a instituciones su muestra itinerante, con fotos, infografías, cuadros estadísticos, líneas de tiempo y audiovisuales que recorren los 200 años de la inmigración en la Argentina .


El edificio del hotel se empezó a construir en 1906 y fue inaugurado en 1911. Fue una de las primeras obras en la Argentina que utilizó hormigón armado como sistema estructural. Es un gran rectángulo de 100 metros de largo por 26 de ancho y tiene cuatro pisos. Era parte de un complejo que incluía el desembarcadero, un hospital, un depósito de equipajes, una oficina de empleo y la dirección. Lo hicieron para recibir, orientar, alojar y ubicar a los miles de inmigrantes que llegaban al país. En el hotel, podían pasar hasta cinco días sin costo , durmiendo en alguno de los doce recintos con capacidad para 250 personas cada uno que tenía el edificio. El hotel podía recibir hasta 3.000 pasajeros .


El museo reconstruía la vida de estos inmigrantes en el hotel a través de muebles originales y objetos. Hasta hace dos años era posible visitar el enorme comedor y algunas salas de servicio de la planta baja. Además, se podía consultar la base de datos de la Dirección Nacional de Migraciones, organizada por el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (CEMLA), y obtener un “Certificado de arribo a América” del algún antepasado.


Esta base, que reúne la información de libros de desembarco, expedientes y listas de pasajeros, sigue disponible . Se la puede consultar online en www.cemla.com. Los datos que incluye son apellido y nombre del inmigrante, nacionalidad, estado civil, edad al arribar, profesión, religión, puerto de embarque, nombre del barco, fecha de llegada y, en algunos casos, cómo se componía su grupo familiar.

La iglesia de la avenida que dobla

Por Eduardo Parise
clarin 05/03/12


Cuál es la avenida que empieza en Cabildo y termina en Cabildo? Muchos creen que se trata de una pregunta engañosa y responden: “Cabildo”. Pero no. Buenos Aires tiene una avenida de un kilómetro de extensión cuyo trazado curvo, como si fuera un gigantesco boomerang, le otorga esa curiosa característica que la convierte en algo distinto en la Ciudad.



Con un amplio diseño de boulevard, que en el medio adornan las plazoletas, la avenida San Isidro, en el barrio de Saavedra, formó parte de lo que era el viejo Camino Real. Su original recorrido tiene relación con el trayecto que hacían las carretas para buscar un vado que les permitiera cruzar el arroyo Medrano, hoy entubado bajo la avenida García del Río, la calle Ruíz Huidobro y la avenida Comodoro Rivadavia. Y desde octubre de 1914 tiene el nombre actual que la identifica en la nomenclatura. San Isidro comienza en Cabildo, a metros de la calle Paroissien, y termina en la avenida Cabildo, muy cerca de la calle Vedia y de Puente Saavedra.


Su nombre homenajea a Isidro Labrador, quien vivió entre 1080 y 1130. Nacido en el entonces pequeño pueblo agrícola de Madrid (en ese tiempo se consideraba que la capital del reino español era Toledo), el hombre que luego llegaría a santo tenía ese agregado a su nombre (derivación de Isidoro) por los trabajos que hacía en las tierras de una familia de apellido Vargas. Por su obra y sus milagros, el labrador fue canonizado el 12 de marzo de 1622.


Y como no podía ser de otra manera, el símbolo de este gran boulevard porteño es la parroquia dedicada a San Isidro Labrador. Fue erigida en un terreno donado por la familia Martínez Justo y construida con el apoyo económico de Concepción Unzué, en memoria de su esposo Carlos Casares, quien fuera gobernador bonaerense. La piedra fundamental se colocó el 15 de mayo de 1930 y dos años más tarde la iglesia fue bendecida por el arzobispo Santiago Copello. El diseño del templo estuvo a cargo del arquitecto Carlos Massa.


La estructura de la parroquia es monumental: mide 47 metros de largo por 20 de ancho. Y su torre está rematada por una cúpula de estilo neobizantino. Además, como el antiguo nivel de la calle fue bajado tres metros, la iglesia quedó en una posición elevada, lo que le agrega majestuosidad.


Pero lo que más impacta de su imagen externa es la fachada: es una réplica casi exacta de la del templo de la vieja Universidad de San Francisco Xavier (fue fundada el 27 de marzo de 1624; en días cumplirá 388 años), en la ciudad boliviana de Chuquisaca (actualmente llamada Sucre). La diferencia es que aquella tiene dos torres. No está de más recordar que en esa universidad se formaron figuras históricas de la Revolución de Mayo, como Mariano Moreno, Bernardo de Monteagudo o Juan José Castelli. También, dentro del edificio de Saavedra, hay un mural pintado con vivos colores sobre cerámica. Ocupa 8 metros de alto por 5 de ancho y fue realizado por Raúl Soldi. Allí está representado el nacimiento de Jesús.


Como se puede ver, Buenos Aires siempre tiene algún rincón poco conocido y con datos que forman parte del pasado y el presente de la Ciudad. La avenida San Isidro no es la excepción. Y no sólo está su llamativo trazado y la valiosa iglesia. En el comienzo obliga a una mirada una escultura de bronce con un mástil conocida como “La Agricultura”. Junto con otras tres similares, formó parte del famoso Pabellón Argentino, que se lució en la Exposición Universal realizada en París en 1889, edificio que los argentinos no supimos conservar. Pero esa es otra historia.

Dañan una valiosa escultura

El viernes a la noche


Dañan una valiosa escultura en Barrancas de Belgrano

Por Pablo Tomino
LA NACION 05/03/12
 



Un grupo de vecinos de Belgrano, entre otros peatones ocasionales, miraban atónitos la escena: el viernes por la noche, varias personas tiraron y destruyeron la tradicional escultura La dama del cántaro , una de las obras de arte que más se destacan en las Barrancas de Belgrano, sobre la avenida Juramento. Allí, junto con la glorieta que embellece este pulmón verde del barrio, la remozada estatua se convirtió en uno de los símbolos porteños, ya que su puesta en valor, concretada el año pasado, le había costado a la Ciudad unos 50.000 pesos.



"Es una locura que esto suceda; la verdad es que varios hinchas que venían de la cancha después del partido de River y Quilmes (en el estadio Monumental, por la B Nacional) destruyeron todo. Pero nadie hizo nada. No hay respeto por nada", decía Miguel Pomes, vecino del barrio, dolido por la situación.


La dama del cántaro cayó sobre la fuente y se partió en varios pedazos. Incluso rompió el cemento que la sostenía. Este no fue un hecho aislado en Buenos Aires: a causa del vandalismo, la Ciudad desembolsó el año pasado $ 14 millones por esculturas rotas, paredes pintadas y bienes públicos robados o dañados. Como ocurrió semanas atrás con otro emblema cultural que debió ser reparado por tercera vez producto del vandalismo: la escultura de Alberto Olmedo y Javier Portales realizada por Fernando Pugliese emplazada en la esquina de Corrientes y Uruguay, la que sufrió sendos ataques, pintadas y rotura de las esculturas de esos populares cómicos.


La cuestión es que varias obras de arte de Barrancas de Belgrano fueron restauradas el año pasado gracias a la iniciativa de los vecinos, que reclamaron insistentemente por las mejoras tras años de que la plaza sumara deterioro y olvido. "Ahora había quedado todo mucho más bonito, estos vándalos deberían estar presos. Tiene que haber más control policial en las barrancas, sobre todo los días de los partidos: destruyen todo o bien los hinchas se juntan a emborracharse", dijo Analía Di Fiori, que vive sobre Juramento.


Para el gobierno porteño, el hecho fue considerado "grave". Diego Santilli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, dijo a LA NACION que la Dirección General de Espacios Verdes radicó la denuncia correspondiente en la comisaría 33a.


"El año pasado hicimos una recuperación de Barrancas de Belgrano y restauramos esta fuente, que arrastraba años de abandono. Fue un trabajo artesanal y minucioso, que ahora se vio empañado por este hecho que, lamentablemente, ya no sorprende, porque los sufrimos todas las semanas en diferentes puntos de la ciudad."


Los daños ocasionados a la escultura le costarían al estado porteño unos 25.000 pesos, según estimaciones de funcionarios. Paradójicamente, a mediados del año pasado se habían hecho sobre esta escultura trabajos de hidrolavado, restaurado del bronce, pintura, albañilería, instalación del sistema eléctrico y el tablero de mando, por lo cual la Ciudad desembolsó unos 50.000 pesos.


"Tenemos que entender que el espacio público es el lugar donde más tiempo pasamos después de nuestras casas. Por ende, debemos cuidarlo como nuestra casa porque es nuestro. Por causa del vandalismo gastamos mucho dinero, fueron 14 millones de pesos el año pasado y los pagamos entre todos", comentó Santilli.


Sin castigos

Generalmente, los daños sobre los bienes urbanos no tienen castigo. Según datos suministrados por el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, el año pasado terminó archivado el 78% de los expedientes por infracción del artículo 80 del Código Contravencional de la Capital, que establece que se castigue a quienes ensucien bienes con 1 a 15 días de trabajo de utilidad pública o multa de 200 a 3000 pesos; las sanciones se elevan al doble cuando los objetivos son estatuas, monumentos, templos religiosos, escuelas u hospitales. Pero en la práctica nadie paga nada..

Lavalle, entre el cielo y el infierno

Paisaje urbano / La decadencia de una calle tradiciona

En la histórica arteria del centro porteño conviven tiendas raras, nuevas religiones, oferta de sexo, pungas y mucha gente enojada

Por Leonardo Tarifeño
LA NACION 05/03/12
Los cines, emblemas del pasado de Lavalle, se convirtieron en iglesias evangélicas que anuncian "el show de la fe". Foto: Ricardo Pristupluk




Donde hasta no hace mucho los juguetes de Toy Story lucharon contra el olvido de los adultos, a pocos metros del sitio en el que cientos de personas vieron cómo Bruce Willis salvaba el mundo, una anciana con bastón y lentes gruesos mira el suelo, se persigna y susurra "el Señor es mi pastor y nada me faltará". No está sola. A su lado hay dos jóvenes que reparten volantes y un diario gratuito. Y un poco más allá, como respuesta a la plegaria íntima de la mujer renga, se oye el rugido de una multitud entregada.


La escena no corresponde a una película sino al "show de la fe" que tiene lugar en el que fue el cine Atlas Lavalle, el oasis de sanación que reemplazó los sueños de Hollywood por los milagros de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios. Dentro de la sala, los padres evangelistas atienden a las víctimas de la brujería. Afuera, en la calle, si hay algo que parece perdido es la fe. El juego de espejos es tan sugestivo que bien podría ser un experimento divino: mientras la alfombra roja del templo promete una versión pocket del paraíso, la degradación de Lavalle dibuja algunos de los tantos caminos por los que se llega al infierno.


De todas maneras, el equívoco milagro del contraste no parece tanto producto de la fe como del rumbo que ha tomado esta calle histórica, una marca registrada de Buenos Aires a la que parece haberle caído un embrujo. En algún momento de los años 90, la sentencia del hechizo habría dictado que los cines, su mayor emblema durante décadas, cerrarían inexorablemente uno tras otro. Y que, a partir de entonces, la desidia de quienes deberían protegerla campearía a sus anchas.


Será por eso que, a un costado del guitarrista que interpreta "Still loving you" un chico duerme cobijado por cartones y una camiseta de Colón, otro aspira el pegamento que conserva dentro de una bolsa de plástico y un tercero, de gorrita gris y bermuda al tono, manotea la billetera de un turista en la puerta de una farmacia.


"Yo les he preguntado a los policías por qué no persiguen a los pungas -dice Roque Gómez, quien desde 1984 trabaja en el café Tranqueira, en Lavalle al 900- y la respuesta siempre es la misma: porque, como son menores, salen libres 12 horas después de ser detenidos." Gustavo, el canillita de Lavalle y Esmeralda, coincide en el diagnóstico. "La policía está, pero los ladrones también -señala-. Yo los veo a todos. Un día me quisieron afanar, los amenacé con un palo y salieron corriendo. Si uno no se defiende, ¡no te ayuda nadie!"


Escenario de extremos y prueba urbana de lo que el tiempo se llevó, en Lavalle conviven la dejadez del presente con un pasado mítico que se niega a desaparecer. Las carteleras que venden entradas con descuento, la colección de pins más extraña del mundo (que incluye al de Cambaceres y varios de Nuestra Señora de Itatí, en Lavalle 742) y las tiendas que ofrecen todas las versiones de Scalextric corresponden a una época en extinción; las quejas -de mantenimiento y seguridad, principalmente- ocultan la magia de los años idos bajo el peso de la dura realidad. Según Gómez, "todo empezó con los cierres de los cines. Antes, paseaban muchas familias y gente bohemia, la mayoría para ver películas. Ahora, en cambio, hay turistas que sólo quieren ofertas. Y como la policía cuida poco y nada, los ladrones tienen vía libre".


La película de Lavalle todavía es apta para todo público, aunque cuesta adivinar a qué género pertenece. Para la comedia costumbrista habría que apuntar al vendedor de tomates de goma, las botellas de malbec con etiquetas de River ($ 60, Lavalle 835), el show de tango y humor que se improvisa en el cruce con Florida o las remeras con leyendas de dudoso gusto ("un hombre sin panza es como un cielo sin estrellas").


El drama de superación personal lo encarnaría el lustrabotas Esteban, quien llegó desde Salta para instalarse en la esquina con Reconquista a fuerza de humildad y buenos modales, los mismos que lo llevan a decir que "el secreto es mirar. Mirando aprendí a lustrar y reparar zapatos, gracias a eso ahora gano 4000 pesos al mes".


Y el thriller erótico debería empezar en la agenda clandestina que brota de los teléfonos, para seguir en la euforia explícita del legendario cine teatro ABC (donde a las 20 se presenta una dama "alta, rubia, calentona y con las hormonas vestidas de seda") y terminar, quizás, en alguno de los tantísimos sex shops que la rodean.


En uno de ellos, Intimidades (Esmeralda 508), el antifaz sexy ($ 69), diseñado por la creadora argentina Mariana Arbusti, brinda un inesperado toque de refinamiento para un submundo en el que reinan los cines porno, los promotores de cabarets a la caza de incautos y los ofrecimientos más o menos velados que llegan junto con la luna.


"Todos se van con algún regalo si vienen aquí por primera vez", dice Sole, la encargada de Intimidades, mientras ofrece un chupetín con forma fálica. La cortesía sorprende y se agradece, aunque su obsequio no parece la mejor golosina para comer por Lavalle..

Escanearán parte de la plaza San Martín

En el barrio de Retiro
Un georradar buscará restos arqueológicos

LaNación 05/03/12
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Con un curioso panorama se encontrarán hoy los vecinos de la plaza San Martín, en Retiro, y quienes transiten por ella durante su jornada laboral. Desde primera hora de la mañana, técnicos del Ministerio de Cultura porteño relevarán con un georadar un sector del espacio verde con el propósito de detectar la posible existencia de restos de valor arqueológico bajo tierra.


El polígono que se "escaneará" es el tendido entre el Monumento a las Malvinas y la Avenida del Libertador. Si bien la elección de este lote debería responder a algún indicio de que allí podrían hallarse objetos de valor histórico, voceros de la Dirección General de Patrimonio de la ciudad indicaron a LA NACION que no hay "ninguna pista" sobre la presencia, allí, de elementos arqueológicos, sino que se trata de un "cateo" de rutina como se efectúan en distintos puntos de la Capital.


Mediante ese mapeo con georadar, los técnicos analizarán el subsuelo para "tratar de descubrir si existen cosas de valor previas a la construcción de la plaza" San Martín. En el caso de que se localice algún objeto, se hará la evaluación arqueológica y luego se excavará para rescatar la pieza.


El georadar pertenece a la Dirección General de Planeamiento porteña. Se trata de un sistema complejo que dispara impulsos electromagnéticos en la superficie y que permite indagar terrenos con notable detalle, hasta aproximadamente los 30 m de profundidad.


La interpretación de la información recopilada con georadar -para determinar si el objeto detectado es desde una cañería hasta un galeón (como el hallado en Puerto Madero)- involucra secuencias de filtrado mediante diversos tipos de software específicos, la incorporación de coordenadas y la generación de vectores georreferenciados en un sistema de proyección conocido.


Se prevé que las tareas de mapeo en la plaza San Martín demandarán 20 días de trabajo sin lluvia..

Menos basura pero más olor en las calles

Hay hay vecinos vecinos, estos porteños son como la gata flora....

Publicado en edición impresa.Calidad de vida / Cómo funciona el nuevo sistema para separar los residuos

Algunos vecinos se quejan depor la ubicación de los nuevos contenedores, que son más grandes; reconocen que la zona está limpia

Por Laura Rocha
LA NACION 05/03/12

Hay menos basura en la calle y las veredas lucen más limpias, pero los malos olores y la ubicación de los contenedores más grandes se llevan las mayores críticas de los vecinos de Monserrat, que desde hace casi dos meses conviven con un nuevo sistema para depositar sus residuos. Monserrat fue el primer barrio en el que se instaló el nuevo sistema de separación de residuos, que se extenderá progresivamente al resto de la Capital.



"Yo tengo un negocio y acá sacan la basura durante todo el día. El olor, que es insoportable, y los contenedores inmensos, que tapan la vidriera, no nos han beneficiado. Además, no está más limpio", contó indignada Carolina Muñiz, dueña de una vinoteca en Sáenz Peña al 100. La vecina también se queja porque han puesto los nuevos contenedores, que triplican la capacidad de los que se pueden ver en otros puntos de la ciudad de Buenos Aires, en una calle por la que pasan varias líneas de colectivos y los bomberos.


"Esta es una calle angosta y con estos contenedores se hace muy difícil circular. Deberían ponerlos en las veredas, pero en las más anchas", agregó Muñiz. La experiencia en Monserrat incluye la zona comprendida entre las avenidas Entre Ríos, Rivadavia, Lima y Belgrano. Allí, los vecinos cuentan con contenedores para basura húmeda y reciclable. Según cifras oficiales, sólo en un mes se han reciclado 126 toneladas de basura.


Sin embargo, en los recipientes donde se deben depositar los materiales reutilizables se observa de todo un poco. "No veo que estén tirando la basura reciclable por un lado. Acá nadie nos explicó nada, pero veo la zona un poco más limpia", dijo Pablo Moyano, que tiene un quiosco frente a la plaza del Congreso.


En el gobierno porteño indicaron que con el fin de cambiar la conducta del vecino se inició el mes pasado una campaña de comunicación masiva denominada Vocesque busca promover el uso correcto de los servicios de higiene urbana y garantizar la colaboración de los habitantes y visitantes.


Mientras tanto, en Monserrat se trabaja, en dos turnos, con personal que explica la nueva modalidad, según la información oficial. "Sólo vinieron y repartieron algunos folletos. Pusieron los carteles, pero como acá no hay un contenedor para reciclables se tira todo en el mismo lugar. Los cartoneros, siguen ahí", acotó María Esther Goldenberg, que tiene un quiosco en Alsina y San José.


Cartón, vidrio y plástico

Santilli respondió: "Este nuevo sistema está a la altura de los más eficientes del mundo, como los de Barcelona y Madrid. Los nuevos contenedores son más grandes y resistentes, terminan con las bolsas en las esquinas y con los recuperadores urbanos trabajando en la calle", dijo.


En total son 80 contenedores para basura (negros, entre uno y dos por cuadra), y 26 para reciclables (verdes, uno por manzana). Dentro de los reciclables irán los papeles, cartones y botellas de plástico. "Pronto estos contenedores y la separación en origen llegarán a otros puntos de la ciudad con el objetivo de cubrir toda la ciudad con este sistema, que es el más eficiente y ecológico", explicó Santilli.


En la ciudad de Buenos Aires conviven ambos sistemas de contenerización, a lo que se suman las marchas y contramarchas que ha habido en materia de residuos en los últimos diez años. Hoy se pueden ver en varias zonas, como Núñez, Monserrat o Villa Crespo, donde indistintamente conviven cubículos con tapa naranja y otros de tapa verde. En ambos se mezcla la basura orgánica con la inorgánica.


En 2004, cuando se inauguró el sistema de limpieza denominado de "área limpia" en la Capital y se otorgó en concesión la recolección de residuos a las empresas que todavía realizan la actividad (Cliba, Urbasur, Aesa e Integra, con una quinta zona a cargo de la administración porteña), se estableció que escuelas, organismos públicos, hoteles de cinco estrellas y el barrio de Puerto Madero comenzaran a separar su basura. La obligación, que en rigor está incluida en la concesión vigente, debía servir como prueba piloto. Sin embargo, no fue así.


"Basura cero"

Un año más tarde se sancionó la ley de basura cero, que pretende disminuir la cantidad de residuos que se envían a los rellenos sanitarios de la provincia de Buenos Aires. Cabe recordar que en la Capital se generan por día unas 5000 toneladas de desechos. Para el año próximo la norma obligaba a reducir el 30% de esos residuos. Pero tampoco podrá cumplirse (ver recuadro).


"El tema no se lo toma con la seriedad que requiere. Aparece como una cuestión verde pero no como una discusión estructural -opinó Eugenia Testa, directora política de Greenpeace Argentina-. La separación de residuos significa cambiar la relación con la basura que generamos, lo que implica políticas de comunicación y de educación de largo plazo. Es necesaria una incorporación progresiva del hábito y la logística, cosa que no ha sucedido".


Para Santilli, los nuevos contenedores son sólo una primera etapa de un plan más amplio. "Este nuevo sistema está a la altura de los más eficientes del mundo, como los de Barcelona y Madrid. Estos nuevos contenedores son más grandes y resistentes, terminan con las bolsas en las esquinas y con los recuperadores urbanos trabajando en la calle", dijo.


Adónde van los desechos de la ciudad

La ciudad de Buenos Aires envió a los rellenos sanitarios de la Coordinadora Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse) entre enero y octubre del año pasado 1.178.538 toneladas de basura. En el mismo período de 2010, la ciudad había mandado 1.169.078 toneladas. De un año a otro, ese volumen se incrementó un 1%.


En 2005 la ciudad adhirió al sistema denominado "basura cero", por el que se comprometía a reducir progresivamente la cantidad de desechos. Paralelamente, dos de los tres rellenos sanitarios que administra la Ceamse (el de González Catán y el de Ensenada) tienen orden judicial de cierre. El de José León Suárez (Norte III), que es el que recibe los residuos de la Capital, tendría capacidad para recibir residuos durante uno o dos años más.


La provincia de Buenos Aires ha avanzado en la construcción de plantas de residuos en distintas regiones, como Florencio Varela y Berazategui, pero los vecinos se niegan a aceptar los desechos porteños. Uno de los paliativos sería una nueva planta que procesará 1000 toneladas diarias de basura porteña en el complejo Norte III.


La construcción demandará una inversión de $ 100 millones. Con ella se recuperarán unas 480 toneladas por día de los residuos ingresados, 300 de orgánico y 180 de materiales secos.


Todos los intentos de separación

AGOSTO 2002

Bolsas

La basura debía sacarse en dos bolsas: una negra con los desechos orgánicos y otra verde con los reciclables. Las primeras eran retiradas por las recolectoras y las otras, por cooperativas de cartoneros. No prosperó.
SEPTIEMBRE 2002

Cartoneros

Se creó un registro de cartoneros para saber en qué zona trabajaban. Además se negoció con los supermercados para que entregaran bolsas de dos colores que facilitaran la separación en los hogares. No prosperó.
OCTUBRE 2004

Separación

La separación de la basura se prevé obligatoria para hoteles de 4 y 5 estrellas, edificios públicos, escuelas y Puerto Madero. Los cartoneros deben trabajar en una planta especial en Villa Soldati. Rige.
FEBRERO 2005

Concientización

"Juntos por una ciudad limpia." Con ese eslogan, el gobierno porteño -a cargo entonces de Aníbal Ibarra- lanzó un nuevo sistema de recolección de residuos, que prometía la separación de la basura.
NOVIEMBRE 2005

Basura cero

La Legislatura porteña aprueba la ley denominada basura cero, que obliga a la Ciudad a disminuir en un 50% los residuos que entierra para 2012 y en un 75% para 2017. Hoy, esa ley no se cumple.
MAYO 2006

Contenedores

Llegan a Barracas y Parque Patricios los primeros contenedores a las calles. Este sistema permite depositar la basura en cualquier horario y no sólo de 20 a 21. Hoy, ese sistema sólo cubre el 30% de la ciudad.
AGOSTO 2007

Tapas

El gobierno de Jorge Telerman anunció la creación de un Registro de Vecinos Voluntarios, dispuestos a separar sus residuos. Los contenedores se distinguen por el color de su tapa. No prosperó.
DICIEMBRE 2007

Comunicación

El gobierno de Mauricio Macri propone contenerizar toda la ciudad pero elimina los recipientes de tapa naranja por un tiempo. Al año siguiente lanza la campaña publicitaria "Jugá limpio con Buenos Aires".
FEBRERO 2008

Control

En un año, se agregan 15.000 contenedores y se envían a la calle 200 inspectores para intensificar los controles. Macri promete una ciudad más limpia en un plazo de dos años. No prosperó.
ABRIL 2008

Bajo tierra

Se realizó una prueba piloto de contenedores subterráneos en la calle Reconquista. Se veían como buzones. Dos serían para depositar residuos secos y dos, para húmedos. No prosperó.
MARZO 2011

Formalización

Se anuncia para mediados de 2012 la separación de residuos en distintas bolsas y contenedores. Trece cooperativas de cartoneros se interesan en la basura reciclable. El proceso está aún en marcha.
FEBRERO 2012

Contenedores

Además de los nuevos contenedores, el gobierno porteño presentó los camiones de recolección que se utilizarán en el nuevo esquema, que abarca la zona comprendida por Entre Ríos, Lima, Rivadavia y Belgrano.