LOS TRABAJOS CONCLUIRAN EN CINCO MESES
Comenzó la construcción de estaciones sobre la avenida Juan B. Justo. El recorrido irá desde Liniers hasta Palermo.
Comenzó la construcción de estaciones sobre la avenida Juan B. Justo. El recorrido irá desde Liniers hasta Palermo.
Los 25 mil ciudadanos coreanos que residen en la ciudad tendrán su propia pagoda en el barrio porteño de Flores a partir de octubre, cuando el puerto de Buenos Aires reciba una réplica de la “Pagoda Dabotap del Templo de Bulguksa”, uno de los tesoros nacionales más importantes de Corea. Este templo tiene seis metros de alto, pesa 20 toneladas y será donado por el gobierno de Corea del Sur.
El obsequio podrá formar parte del patrimonio urbano porteño, después de la semana próxima, cuando la Legislatura transforme en ley un proyecto presentado por el macrismo para instalarla en la Plaza del Ángel Gris, ubicada entre las avenidas Donato Álvarez, Avellaneda, y las calles Bogotá y Cálcena.
El texto fue presentado por el legislador Patricio Di Stéfano, presidente de la Comisión especial de Patrimonio Histórico y Paisajístico. La norma ya tiene preferencia para la próxima sesión legislativa y ordena que el sector de la Plaza del Ángel Gris que reciba a la pagoda pasará a llamarse Plazoleta República de Corea. La elección de esa plaza del barrio de Flores no fue al azar. “En este barrio se concentra la mayor parte de la comunidad coreana de esta ciudad, una de las más importantes que pueblan la ciudad”, argumentó el legislador. Sin embargo, hace tres meses, los destinos finales de esta pieza eran otros. La obra, que será trasladada en barco desde Seúl, fue un obsequio del gobierno coreano para la Argentina por la conmemoración del Bicentenario. “El país que dona siempre pretende la mejor ubicación y por eso las autoridades coreanas habían sugerido que la pusiéramos en Avenida del Libertador, pero pensamos cambiar la lógica del Bicentenario y en vez de seguir poniendo monumentos en el norte, optamos por ubicarla en el sur”, graficó Di Stéfano. Según la Constitución de la ciudad, el emplazamiento de monumentos en territorio porteño es competencia de la Legislatura y su aprobación necesita “el voto de la mayoría absoluta de sus miembros” y someterlo al procedimiento de doble lectura, es decir, someter el proyecto a una audiencia pública y luego volver a debatirlo en el recinto con las modificaciones que introduzcan los vecinos.
Aunque el macrismo espera que la doble lectura se resuelva antes de fin de año, para no demorar un obsequio que debe ser emplazado “en el año del Bicentenario”, hay un tema que desata asperezas en el barrio de Flores. Los vecinos no ven con buenos ojos que la plaza del Ángel Gris sea dividida. Fue creada hace un año y antes cargaba con el nombre del dictador Pedro Eugenio Aramburu, pero desde septiembre de 2009 es un homenaje a la obra del escritor Alejandro Dolina, el “hombre sensible de Flores”, que inmortalizó al barrio de sus amores con las míticas historias de aquel ángel invisible que “repartía sueños desde el anochecer hasta el alba”. Los pronósticos del barrio indican que el próximo año podría toparse con una pagoda nueva, siempre y cuando los “Refutadores de Leyendas” del barrio se pongan de acuerdo en el proceso de doble lectura que exige la ley porteña.
Por Claudio Mardones
Dueños de bares y restaurantes y los kiosqueros se oponen a una ampliación de la ley antitabaco, que prohibiría habilitar sectores para fumadores y obligaría a exhibir carteles contra el cigarrillo en los kioscos. La reforma, propuesta por el diputado macrista Helio Rebot, está al estudio de la Legislatura porteña.
El proyecto, ahora en debate en las comisiones de Salud, Desarrollo Económico y Justicia, propone derogar el artículo 21 de la ley 1799. Este artículo permite que bares, restoranes y salones de fiestas de más de 100 m2 tengan sectores para fumadores. El argumento es que sólo los espacios 100% libres de humo garantizan la salud.
“La ley funciona y se cumple. Hicimos las modificaciones que fueron necesarias y nuestra clientela nos elije por eso. Alguien debería tenernos en cuenta antes de tomar una decisión que nos va a afectar directamente tanto a nosotros como a nuestros clientes”, cuestiona Roberto Amitrano, de la Asociación de Amigos de la Calle Reconquista.
Además, el proyecto impulsa que los kioscos exhiban cartelería contra el cigarrillo “en forma destacada”. Eduardo Medaglia, titular de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina, explica que en los kioscos el espacio para exhibir mercadería es indispensable para que haya ventas. “Los cigarrillos son sólo uno de los productos que se venden. Las galletitas, golosinas y bebidas traen su material publicitario y en algún lado hay que ubicarlo. Nadie se va a hacer cargo si nuestras ventas caen”.