lunes

El Mercado Central

El Mercado Central, sucio y en estado de abandono

Los pabellones donde se comercializa fruta y verdura tienen techos quemados, falta luz, hay pozos, charcos y hasta ratas. Hay clima de miedo: los puesteros no hablan por temor a represalias.

PorMartín Bidegaray
Clarin 04/07/11


Aunque el Mercado Central es propiedad compartida entre la Nación, la provincia de Buenos Aires y la ciudad, el cartel de acceso identifica a la repartición pública que está a cargo: Secretaría de Comercio Interior. En las 540 hectáreas ubicadas en La Matanza, de donde salen 1,5 millón de kilos de frutas y verduras al día, para abastecer a unas 6 millones de personas , la responsabilidad de lo que sucede está bajo la órbita de Guillermo Moreno.


+ info.
http://www.ieco.clarin.com/economia/Mercado-Central-sucio-abandono_0_511148903.html

El acordeón museo

Cuando el acordeón es un museo

 En Chacarita está el Anconetani, que exhibe la historia argentina del maravilloso instrumento

Por Eduardo Parise
04/07/11 Clarin.
EL MUSEO ANCONETANI. A LA IZQUIERDA, ALGUNOS EJEMPLARES QUE PODRAN VERSE GRATUITAMENTE. ARRIBA: GIOVANNI, EL PIONERO QUE LE DIO APELLIDO AL ACORDEON.

El aire, se sabe, es fundamental para los seres humanos. Sin él no tendríamos posibilidades de vivir. Pero además de ser un elemento vital, el aire también puede cumplir otras funciones. Por ejemplo, crear música, es decir: arte.


Y eso lo comprobó hace más de 120 años Giovanni Anconetani (1872-1941), un italiano que, allá por 1900 y como representante de la fábrica Soprani, hizo más de diez viajes a la Argentina, para vender acordeones.


Aquellas travesías marítimas cargando los instrumentos terminaron en 1912 cuando Giovanni decidió quedarse en el país para fundar su fábrica y usar toda su experiencia de músico y artesano para hacerlos aquí. Más de un siglo después, su apellido no sólo es sinónimo de los mejores instrumentos. También es el símbolo del Museo Anconetani del Acordeón.


La historia empezó en un gallinero en el partido de San Martín, cuando en la zona había más campo y cielo que edificios. Después llegó la mudanza hacia la calle Honduras, en el barrio de Palermo donde, además de instalar su taller, también conoció a Elvira Moreti, con quien tendría cinco hijos: Josefina, Luis, Juan, María y Nazareno.


Y, en 1918, el traslado definitivo al local de la calle Guevara al 400, en el barrio de Chacarita, donde sus nietos y bisnietos siguen haciéndole honor a esa tradición artesanal de acomodar fuelles y teclas que sirvan para convertir el aire en arte.


A metros de la fábrica-taller, en Guevara 490, en noviembre de 2005 los herederos de Giovanni instalaron el Musa (Museo Anconetani del Acordeón), un lugar casi mágico que, desde el 15 de julio en adelante, puede visitarse los martes y jueves, de 15,30 a 18. La entrada es gratuita y se pueden hacer consultas en el 4553-9440.


Se trata de una vieja casa-chorizo (aquellas que tenían varias habitaciones alineadas junto a un patio) en la que se exhiben acordeones históricos como un dos hileras con ocho bajos, fabricado en Alemania en 1870, o un diatónico de una hilera de teclas realizado en 1860. Y, como no podía ser de otra manera, también está el instrumento que el propio Giovanni hizo a mano para tocar él. Está realizado en nácar blanco y tiene el plus de haberse llevado el primer premio en un concurso de artesanos.


Además, en medio de fotos familiares, cientos de acordeones de todo tipo y tamaño y una réplica del taller con sus herramientas tradicionales, en el Musa se pueden ver los afiches de la Orquesta Característica Anconetani, aquella que durante 38 años animó muchos “bailongos”, compartiendo cartel con orquestas tangueras como la de Canaro, Biaggi, Di Sarli, Tanturi, Troilo, Demare y Goñi. Eran los tiempos en que Luis Anconetani tocaba y dirigía, mientras sus hermanos actuaban: Juan era el cantor y presentador y Nazareno tocaba la batería. El número sensación era aquel en el que sus hermanos lo afeitaban sobre el escenario, mientras Nazareno, con los palillos le daba al redoblante sin perder el ritmo.


El tiempo pasó y de los cinco hermanos sólo Nazareno, con sus 89 años, sigue firme junto a los acordeones. Un nieto de Josefina es quien está al frente del taller, en donde hay trabajos contratados hasta dentro de un año.


Así, los acordeones Anconetani siguen poniéndole música a muchas fiestas, quizás como lo hicieron alguna vez en los famosos bailes de La Enramada de Palermo, que estaba en la actual avenida Santa Fe y Darregueyra. Pero esa es otra historia.



Abre Tecnópolis

Bicentenario
El viernes abre Tecnópolis, megamuestra de la ciencia

A toda máquina se trabaja en las 60 ha que pertenecieran la batallón 601 de Villa Martelli para llegar a tiempo con la inauguración de la exposición de ciencia y tecnología que ideó el gobierno nacional por los festejos del Bicentenario. Funcionará desde el viernes próximo durante cinco semanas.
Fuentes de la Unidad Bicentenario descartaron especulaciones periodísticas recientes, en las que se ponía en duda la finalización de las obras de construcción y remodelación de dos galpones, y de este modo, Tecnópolis abrirá sus puertas al público el viernes, tal como estaba previsto.

Al cabo de las cinco semanas que permanecerá en funcionamiento, será presentado el Parque Tecnópolis, un museo permanente que se terminará de erigir en mayo del año próximo.

El decreto para la construcción del complejo en Villa Martelli había sido firmado a comienzos de año por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, luego que el gobierno de la Ciudad impidiera, hace menos de un año, la realización de la megamuestra en la avenida Figueroa Alcorta.

Las obras que se vienen llevando a cabo en los terrenos lindantes con la avenida General Paz dejan ver una estructura de paneles lineales que, según el plano original, está previsto que atraviesen el predio parquizado de 60 ha que perteneciera al batallón 601 del Ejército.

Será un híbrido de parque científico, museo al aire libre y espectáculo basado en nuevas tecnologías que tendrá la superficie de la Villette de Francia –la ciudad de la ciencia de París–, en la que se experimentará en la relación del público con la ciencia.

Una gigantesca carpa blanca futurista de material incorruptible, similar a la que puede verse en el Campus Miguelete de la Universidad Nacional de San Martín, devela el largo y sinuoso camino recorrido en la historia reciente de nuestro país: será un espacio desde donde cambiar la percepción elitista de la ciencia en nuestro país.

En esa Nave de la Ciencia se presentarán dos shows diarios de 20 minutos, durante los 38 días de la exposición.

Instituciones científicas, grupos de divulgadores, artistas, esperan recibir cuatro mil chicos por día, más de 100 mil en total, cautivándolos con conferencias, con la maravillosa aventura del conocimiento, y transmitirles que la ciencia es una actividad inscripta en la historia, la política y sus conflictos, la sociedad y sus sueños.

Cinco continentes

A cada uno de los cinco continentes en que estará dividido Tecnópolis corresponderá una construcción icónica: Tierra, Agua, Aire, Fuego e Imaginación.

Tierra, a través de un cubo de 1.400 metros cuadrados se desplegarán paseos temáticos.

Agua estará representada por un edificio octaedro, con un témpano que emula a los hielos continentales y reproduce las extremas temperaturas de la Antártida.

“Yacyretá, el fin de la historia”, mostrará un viaje al interior de la represa con sonidos que reproducen los de la Naturaleza.

Aire, se está armando mediante un edificio piramidal de 18 metros de alto, que contiene siete muestras sobre el desarrollo aeroespacial del país, como “Argentina en el espacio”, con maquetas en tamaño real de los satélites SAC-C, SAC-D y Saocom, y Tronador II, el primer lanzador espacial desarrollado en el país, entre las principales.

Fuego estará simbolizado por un domo o cúpula geodésica de acero y cristal, donde el grupo Fuerzabruta representará “Pared de Fuego”.

Un simulador nuclear mostrará a los visitantes el funcionamiento de una central atómica.

E imaginación tendrá desde un cine 3D hasta videojuegos y sofisticados robots.

Se trata del proyecto de comunicación pública de la ciencia más ambicioso de los últimos años.

A partir de Tecnópolis, el acceso, el debate y la apropiación social de la ciencia y la tecnología es un derecho.

Cárcel Devoto.

Traslado del penal porteño / Los vecinos descreen del anuncio presidencial
La cárcel, el estigma de Villa Devoto
Para el barrio, es una presencia inquietante; según agentes inmobiliarios, los terrenos valdrían US$ 40 millones

Lunes 04 de julio de 2011
Publicado en edición impresa
Fernando Massa

LA NACION

Foto: LA NACION / Maxie Amena
Lo consideran un intruso, un edificio tosco y gris que nació en Monte Castro en la década del 20, pero que con el correr de los años fue adscripto a Villa Devoto, para luego arrebatarle el nombre al barrio, porque el establecimiento carecía de uno. Testigo de trágicos motines y fugas cinematográficas, quienes viven alrededor lo ven, curiosamente, como un panóptico que los vigila las 24 horas, e incluso hay quienes han llegado a amurar las ventanas de sus casas con tal de evitarlo.

Es el Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, más conocido como la Cárcel de Devoto, el último gran establecimiento carcelario que queda en la Capital, que en la última semana volvió a cobrar protagonismo cuando la presidenta Cristina Kirchner anunció su traslado definitivo. Una deuda pendiente para los vecinos del barrio, que si bien se entusiasman con la idea, también la toman con escepticismo, por haber escuchado de diferentes políticos esa misma promesa, siempre incumplida.

El proyecto del Gobierno es trasladar a los internos del penal de Devoto a uno nuevo que se construirá en la ciudad bonaerense de Mercedes, cuya licitación pública ya está en marcha. El próximo 4 de agosto se realizará la apertura de los sobres con las ofertas para la posterior adjudicación de la obra, que tiene estipulado un plazo de ejecución de obra de 1080 días corridos. Y de la mano del anuncio llegó la promesa de los candidatos del Frente para la Victoria en la ciudad de que allí donde hoy está la cárcel se creará un espacio verde.

Desde el Ministerio de Desarrollo Urbano de la ciudad le bajaron el tono al anuncio y señalaron a LA NACION que por el momento es "sólo una declaración de la Presidenta" y que hasta que no se ejecute una medida de índole legal para concretar el proyecto no emitirán juicios de valor al respecto.

Según información suministrada por el Servicio Penitenciario Federal (SPF), los terrenos federales situados entre las calles Bermúdez, Nogoyá, Desaguadero y Pedro Lozano, donde se asienta la cárcel, tienen una superficie de 46.380 m2. Según estimaciones de inmobiliarias de la zona, pueden llegar a valer más de 40 millones de dólares.

Amado Ismail, titular de Cassino Propiedades, una inmobiliaria con 83 años en la zona, hace la siguiente cuenta: al estar la zona catalogada como R2B2, es decir, una zona residencial con una densidad de ocupación media donde a lo sumo se pueden llegar a construir tres plantas, el valor de incidencia del m2 puede ser de 1000 dólares sin la cárcel allí. "Hoy los alrededores de la cárcel son una zona muy depreciada, donde las propiedades valen la mitad que en otras zonas de Devoto", apuntó Ismail.


Quienes tienen claro lo que quieren una vez que se vaya la cárcel son los vecinos. "Se necesitan espacios verdes y vamos a luchar por eso, para que tenga sentido que Devoto sea conocido como el «jardín de la ciudad». Acá sólo hay dos plazas, la Arenales y la Riccheri, y en toda la comuna 11, sólo cinco. Queremos que se respete la voluntad de la gente: que además de los parques se mantenga parte del edificio como patrimonio histórico, y que se pueda hacer una dependencia educativa, porque no nos interesan los emprendimientos comerciales privados, sino que Devoto siga siendo un barrio", dijo a La Nacion Gonzalo Aguilar, vecino del barrio y miembro de la Asociación Devoto sin Cárcel, hoy postulado a jefe comunal por el Frente Juntos por la Ciudad.

Entusiasmo a medias

Rubén se ríe. "Desde que nací, acá en el barrio, hace más de cincuenta años que escucho decir que la van a sacar. ¿Sabés la cantidad de artículos guardados sobre el anuncio del traslado tenemos? A esta altura ya me da lo mismo si la sacan o no. Trabajar, vamos a trabajar igual", dice este vecino, desde la ventana en la que atiende su quiosco, sobre la calle Melincué, a una cuadra y media de la cárcel.

En cambio, para el club de fútbol Lamadrid, que tiene su cancha bajo la mirada atenta del pabellón que da a la calle Pedro Lozano, el anuncio se suma a otra reciente buena noticia: el ascenso de la categoría C a la B Metropolitana. Por eso, para Jorge Petroni, intendente del club, la desaparición del establecimiento carcelario sería ideal para levantar más el club y sumar socios, que hoy rondan los 1000. "El problema de estar frente a la cárcel es que gritan barbaridades todo el día; por ejemplo, la pileta ya se dejó de usar", dice Petroni, mientras recorre las instalaciones.

Lo acompaña Juan Lo Mónaco, socio del club y vecino del barrio desde hace más de 20 años. "Encima son contreras de Lamadrid los presos. Yo no se cómo hacen, pero cuando hay partido siempre consiguen algo con los colores del rival y lo sacan por las ventanas", cuenta.

Si bien otros vecinos afirman que la cárcel da seguridad al barrio por la presencia policial que hay en los alrededores, Gianni, que tiene un corralón frente al penal, sufrió en carne propia un intento de secuestro virtual con una llamada hecha desde uno de los pabellones al celular de su hija. "Saben todos nuestros movimientos", dice el comerciante, y advierte, como descreyendo del anuncio, que son tiempos de campaña electoral.

Inauguración: año 1927
Población: 1694 internos
Empleados: 862 agentes


Erigida en la década del 20 en terrenos donados por Antonio Devoto, fue prisión para contraventores hasta 1957. En 1978 se produjo allí la mayor tragedia ocurrida en establecimientos penitenciarios de la Argentina: un motín con quema de colchones en el pabellón 7 produjo 61 muertos y 85 heridos por asfixia y quemaduras. Desde 1985 funciona allí una sede de la UBA, el Centro Universitario Devoto, y en 2006 se convirtió en el primer penal de América latina en contar con una sinagoga: Sefer Jaim, con capacidad para cuarenta personas.

Un decreto de Menem


En 1995, el entonces presidente Carlos Menem ya había firmado un decreto mediante el cual se establecía el traslado de la cárcel de Devoto. La idea era construir dos nuevos complejos carcelarios en Ezeiza y Marcos Paz que reemplazarían a las cárceles de Caseros y Devoto. Ezeiza y Marcos Paz se construyeron, Caseros se demolió, pero Devoto sigue allí.

Lo de Caseros, sin embargo, no es un antecedente muy alentador: sólo en 2007 fue demolida, y hoy todavía pueden verse las ruinas en el barrio de Parque Patricios. "En Caseros hubo un problema específico. La idea era demolerla por medio de una implosión, pero podía afectar a los equipos de alta complejidad de dos hospitales cercanos. Por eso se tuvo que hacer de otra manera que demandó mucho más tiempo", explicó la ex legisladora kirchnerista Silvia La Ruffa, que en 2004 había presentado una declaración luego aprobada por la Legislatura en la que solicitaba al Poder Ejecutivo de la ciudad el traslado de la cárcel de Devoto.

En 2006, la diputada de Compromiso Social Mirta Onega retomó esa misma petición para que el gobierno de la ciudad iniciara las gestiones pertinentes ante el Poder Ejecutivo Nacional. En ella manifestaba que las instalaciones del penal poseían capacidad para 1694 internos y que en ese momento albergaba a más de 2300.

Según informó el Servicio Penitenciario Federal, hoy la población carcelaria de Devoto se redujo a 1528 alojados. Eso sí: sigue recibiendo nuevos detenidos.


El inmigrante que se convirtió en leyenda

Es lo que comúnmente se dice: que Don Antonio Devoto, próspero empresario y emprendedor italiano que realizó los primeros loteos que derivaron en el barrio que hoy lleva su nombre, fue quien donó los terrenos para la construcción de la entonces denominada Cárcel de Encausados de la Capital Federal, un establecimiento a cargo de la policía que albergaría a contraventores. Pero tanto el historiador Daniel Balmaceda como la Junta Histórica de Villa Devoto creen que esto no es así y que se ha creado un mito popular que no se corrobora con los registros históricos existentes.

Cuenta Balmaceda que Antonio Devoto, italiano oriundo de Lavagna, fue uno de los principales abanderados de la inmigración a fines del siglo XIX, además de uno de los máximos emprendedores de la época. Progresó gracias a negocios con la importación y exportación, los bancos, los ferrocarriles y la compra de tierras, y realizó muchas donaciones para el desarrollo de la zona.

"Devoto compró grandes extensiones de campo en la zona y luego los loteó. Su proyecto era que esa villa, un lugar exclusivo y aislado, se convirtiera en algo que le recordara a su campiña genovesa, por lo que dudo de que soñara con que se albergara ahí a un edificio de encausados, una construcción rústica y poco agradable", dice el historiador.

Balmaceda destaca un dato crucial: Devoto murió en julio de 1916, en pleno festejo del Centenario de la Independencia, y la construcción de la cárcel se inició en 1924, para inaugurarse sólo en 1927. "Cuando muere Devoto los loteos no se habían completado y se abrió una sucesión muy complicada. Yo creo que esas tierras o se vendieron al Estado o fueron expropiadas", dice.

Norberto Malaguti, secretario de la Junta Histórica de Villa Devoto, también hace hincapié en esa diferencia de al menos siete años y desliza la posibilidad de que las tierras hayan sido compradas por el Estado a la familia Devoto. Edgardo Tosi, presidente de la Junta, dice que alrededor de esa supuesta donación se ha creado un mito, más allá de que personalmente nunca pudo corroborarlo con documentos de la época.