domingo

Edificio del Plata


Edificio del Plata: el reino del abandono porteño.
Por Pablo Tomino | LA NACION 25 nov 2012


Expedientes bajo el agua, goteras de vieja data, ascensores que no funcionan y ausencia de matafuegos son apenas algunas de las falencias que a simple vista se detectan en el Edifico del Plata, el centro administrativo del gobierno porteño, situado a metros del Obelisco.

Las goteras que, desde hace por lo menos un año provocan grandes charcos en el tercer subsuelo, hacen que el agua caiga en un oscuro y húmedo ambiente, sobre cientos de expedientes de permisos de obras de construcción presentados por vecinos. Las carpetas se apilan como diarios viejos y dan toda la impresión de tener un irremediable destino hacia cestos de basura.

La escandalosa imagen de los archivos en ruinas del emblemático edificio porteño, conocido durante años por ser la tradicional dependencia donde se pagaban las multas de tránsito, es sólo una parte importante del problema.

El gobierno de la ciudad pretende vender el inmueble en unos 80 millones de dólares y con ese dinero solventar la construcción de una nueva sede en el sur de la ciudad. Para muchos, ésta es la explicación para la actual falta de presupuesto, aunque oficialmente se afirma que se trabaja en un llamado a licitación para hacer las reparaciones necesarias.

Recorrer su entrañas, mucho más allá de los pasillos que están abiertos al público, sirve para corroborar el alto grado de deterioro estructural de los 9 pisos de este emblemático edificio de 11.320 m2 cubiertos, situado entre las calles Carlos Pellegrini, Sarmiento, Presidente Perón y el pasaje Carabelas.

Hoy la construcción tendría un valor estimado en unos 80 millones de dólares, o por lo menos, ése es el piso que el gobierno de la ciudad planea recaudar con su venta en una subasta pública.

Con esos fondos, a su vez, se planea construir el nuevo Centro Cívico en el Sur, tal como se aprobó en una primera lectura en la Legislatura porteña.

Roturas groseras en el piso de la terraza; conexiones eléctricas que parecen a punto de estallar; ascensores fuera de servicio y en mal estado de conservación; falta de matafuegos en sitios clave; peligrosos cables del sistema eléctrico al aire libre; la carpintería exterior deteriorada y oxidada; puertas de acceso con carteles que advierten "Peligro no apoyarse", y un cielo raso del último piso que hace tres semanas se desplomó, conforman apenas un detalle de las falencias que LA NACION pudo ver al recorrer el edificio.

Así está hoy la construcción famosa, primero por el reloj lumínico que la corona y luego por las gigantografías de arte que adornan la fachada que da hacia la avenida 9 de Julio.

En el sitio donde de lunes a viernes miles de porteños concurren a realizar todo tipo de trámites y conviven 3500 empleados de distintas reparticiones públicas, como el Instituto de Vivienda, la Dirección de Infracciones, el Ministerio de Desarrollo Urbano, una sucursal del Banco Ciudad en la planta baja y hasta un jardín maternal para hijos de municipales, la basura se acumula en los pasillos.

El tercer subsuelo es, sin dudas, una cruda postal del abandono.

Miles de expedientes de obras por los cuales los vecinos invierten tiempo y esfuerzo en hacer firmar y sellar, tras sortear todas las normas de reglamentación, se apilan -o se tiran- sin cuidado alguno.

Muchos se pudren bajo las filtraciones de agua de un caño maestro con notorias fisuras. Así ocurre, por ejemplo, con un expediente a nombre de "Yoffe, Ezequiel Darío", tal como pudo constatar LA NACION, entre tantos otros planos olvidados en el suelo y con el "sello" de una pisada barrosa de zapatilla.

"Esto pasa porque no hay presupuesto para mantenimiento. Y si sigue así, en un año esto se cae", dice Jorge Di Tulio, administrador general del edificio, mientras se recuesta en la silla de su despacho.

Di Tulio es empleado municipal desde hace 44 años, y en los diez últimos estuvo a cargo del mantenimiento del principal centro administrativo de la ciudad.

Este hombre que tiene fotos del "antes" y del "después" de obras que supo hacer en este lugar cuando "tenía presupuesto" asegura que no está en "contra de la mudanza".

"Si el edificio está así es por una decisión política. No invierten en mantenimiento y como se va a vender, no quieren arreglarlo. Yo me tengo que pelear con todos para conseguir, por ejemplo, un tubo fluorescente para las oficinas", dice Di Tulio y muestra que en su oficina una de las luminarias no funciona.

Consultado el funcionario sobre los expedientes que se pudren en el tercer subsuelo, admitió la situación, y dijo: "La responsabilidad de quitar los archivos es de cada repartición pública, pero es cierto que se deben reparar las roturas el caño, porque el lugar tiene goteras importantes. El mes que viene, seguramente, se resolverá", comentó Di Tulio.

El mantenimiento del edificio, según dijeron a LA NACION, depende hoy de la Dirección General de Mantenimiento y Talleres de la ciudad, a cargo de Maximiliano Vallejos, funcionario que, a su vez, depende del Ministerio de Espacio Público.

Vallejos, consultado por LA NACION, explicó que la solución para la recurrente y añeja inundación del tercer subsuelo está en marcha.

"Estamos trabajando en un llamado a licitación para mejorar y reparar el lugar, tal como lo había sugerido la Defensoría del Pueblo de la ciudad", dijo Vallejos.

El funcionario, sin embargo, no respondió cuando se le preguntó por qué no aplicaban una medida inmediata para rescatar los expedientes tirados, algunos bajo el agua.

"En lo que va del año destinamos 3.200.000 pesos para distintos arreglos, aunque la realidad es que no hay un partida presupuestaria destinada a su mantenimiento. Los matafuegos se están recambiando, puede que algunos ascensores no funcionen, pero son situaciones temporarias. En realidad, hay problemas porque estamos en una transición, ya que cada ministerio que está en este lugar se hará cargo de los arreglos y reparaciones que le corresponden por el lugar que ocupa", dijo Vallejos, a cargo del área desde diciembre pasado.

Empleados del lugar prefieren guardar silencio. Muchos de ellos que trabajan en planta permanente responden al gremio de Sutecba. En el último temporal que inundó varios sectores de la ciudad, hace poco más dos semanas, algunos debieron mudarse de oficina y hasta trabajaron desde sus domicilios porque el agua se filtró por los techos y arruinó escritorios, archivos y alfombras.

En el edificio de las carencias, un dato llama la atención: recién desde hace cuatro años los ascensores tienen la habilitación correspondiente. Y eso que en uno de los pisos funciona el organismo de la ciudad que expide el certificado de habilitación. Vaya paradoja.

LAS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL DETERIORO
·         Goteras 
Hubo que mudar despachos porque el agua los inundó. Hay expedientes arruinados.
·         Ascensores 
Muchos están fuera de servicio. "Es circunstancial", se explicó oficialmente.
·         Estructura 
Tiene 9 pisos, 11.320 m2 de oficinas, donde trabajan 3500 empleados municipales.

miércoles

Un símbolo inglés que sobrevive en Palermo

FACHADA. EN LA ESQUINA DE CABELLO Y REPUBLICA ARABE SIRIA.


Eduardo Parise - Clarin 24-10-11

En la Ciudad, y en especial en Palermo, se lo llama “La Colorada”. Y aunque podría ser el apodo de alguna bailarina que dejara su huella en locales como Lo de Hansen, El Tambito o el Café La Paloma, la denominación no involucra a ninguna “elegante papirusa”, sino que alude a un edificio centenario, cuyos ladrillos a la vista aún hacen que se destaque en una zona donde las modernas torres cambiaron y siguen cambiando el paisaje.

Construido íntegramente con materiales llegados desde Inglaterra (de paso le servían como lastre a los barcos cerealeros que después llevaban mercadería hacia Europa), el edificio fue pensado por el ingeniero y arquitecto Regis Pigeon, quien le otorgó el sello distintivo del estilo que se conoce como neoclásico inglés: la presencia del ladrillo sin ninguna cubierta. Ese estilo fue muy usado en Gran Bretaña entre 1840 y 1915 y muchas veces se lo vincula con construcciones de la denominada revolución industrial.

“La Colorada” se construyó en 1911 en lo que hoy es el cruce de Cabello y República Arabe Siria. Tiene planta baja, cuatro pisos y sótanos y, a cada lado de la ochava en la que está, ocupa unos 30 metros, lo que le otorga una vista monumental por sus simetrías. Pero del edificio no sólo se destaca lo que se puede ver: lo original (al menos para esos tiempos y en Buenos Aires) es que en su diseño y construcción se usó una estructura formada por vigas de hierro cuyo fin era sostener a la carga de la obra. Y así sigue.

Los departamentos del llamativo edificio siempre tuvieron el mismo destino: ser usados como viviendas. Y los primeros en habitarlos fueron los directores y gerentes de los ferrocarriles que, por entonces, pertenecían a empresas inglesas. Pero lo más curioso era el uso que se le daba a los sótanos: eran dependencias destinadas a albergar al personal doméstico, algo que generó polémicas y discusiones porque se decía que era un área no adecuada para que viviera gente. Después de algunas décadas, todo el edificio pasó a propiedad de la familia Mitre (por eso durante un tiempo se lo conoció como “Palacio Mitre”) hasta que en la década de 1950 decidieron subdividirlo y venderlo.

Dentro de “La Colorada” hay elementos para destacar, como la gran escalera de mármol que rodea al ascensor principal, los techos realizados con el método de bovedilla (ladrillos entrelazados en dinteles de hierro) y una gran claraboya central que permite inundar de luz todo el interior. Por su calidad y su valor histórico, desde 1990 la edificación fue incluida dentro de la categoría de protegido que le otorga el Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad.

Lamentablemente no hubo protección para otro edificio histórico que supo estar en esa zona. Era lo que se conoció como El Parque Romano, que estaba en la avenida Las Heras, entre Malabia (la actual República Arabe Siria) y Lafinur. El club era un lugar de baile donde actuaban varios de los grandes artistas populares, como la orquesta de Aníbal Troilo o la Orquesta Característica Anconetani (la de los famosos acordeones). También había duros combates de boxeo donde se presentaron figuras como Justo Suárez, “el torito de Mataderos”. Y alguna vez al club lo frecuentó un morocho llamado Carlos Gardel. Durante 1954, aquellas instalaciones fueron compradas por el Club Comunicaciones, hasta que le llegó la demolición. Allí ahora hay unas torres y un supermercado. Pero esa es otra historia.

martes

Crisis en el subte

Subte H: obra parada, gasto millonario

Más notas para entender este tema

En la Ciudad creen que Macri asumirá la red

Por Pablo Tomino | LA NACION
23-10-2012

La polémica sobre la obra en la estación Plaza Francia de la línea H, parada desde hace ocho meses, se reaviva. Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase) especula con que en las próximas semanas la Justicia podría dar un visto bueno para continuar con esa extensión del tramo que hoy une Parque Patricios con Once. Pero la ONG Basta de Demoler, que presentó el amparo inicial, sostiene que el gobierno porteño debería quitar el obrador y liberar ese espacio verde de Recoleta. Y asegura que en el lugar siguió la actividad, pese al amparo, ya que "entran y salen los camiones como si nada ocurriera".

 
Un paredón metálico domina desde hace ocho meses buena parte del parque en avenida del Libertador y Pueyrredón, donde se construirá la estación Plaza Francia. Foto: LA NACION / Aníbal Greco


Mientras, según cálculos de Sbase, la obra frenada le cuesta a la Ciudad 170.000 pesos por día en concepto de maquinaria contratada, empleados, seguros, y el correspondiente pago de las penalidades por incumplimiento en el contrato.

En consecuencia, desde febrero hasta hoy se habrían desembolsado 40 millones de pesos por una obra que está paralizada, casi el 40% del costo total de la obra de la estación Plaza Francia, presupuestada en 110 millones de pesos.

El legislador porteño Fernando Sánchez (Coalición Cívica) dijo que era muy posible que la Ciudad perdiera esa cantidad de dinero por día al intentar mantener una obra que está "frenada", aunque aseguró: "El gobierno porteño debería trabajar en serio en la prevención de estos conflictos sociales que se suceden con las obras en los barrios, algo que hoy no se hace. Los vecinos a veces se quejan con razón, y otras no. Pero para evitar tener las obras paralizadas, el Poder Ejecutivo debe actuar en los lugares donde ejecutará cambios importantes para los vecinos del lugar".

La Justicia frenó esa ejecución en ocasión de que el juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario porteño Guillermo Scheibler hiciera lugar a un recurso de amparo presentado por Basta de Demoler. Esta ONG, dedicada a la protección del patrimonio porteño, denunció que el gobierno de Macri destruyó más de la mitad de la plaza cuando comenzó la obra de la estación.

"Se excavó en prácticamente toda la superficie vallada, llegando a destruir incluso la barranca", advertía la ONG en febrero. Luego, tras una primera definición, Basta de Demoler presentó otro reclamo ante la Justicia, por lo que el expediente pasó a la Cámara de Apelaciones, que se espera que falle antes de fin de año.

Para preservar

María Carmen Arias Usandivaras, presidenta de Basta de Demoler, explicó que con la acción judicial se pretende conservar el patrimonio natural e histórico de los alrededores de la plaza Francia, lo que incluye los árboles que habían empezado a ser removidos. Aunque sostiene que la ONG "no" se opone a la llegada del subte, esperan que la Ciudad cambie la ubicación de la estación del subte que allí pretende construir.
"Vamos a insistir en este reclamo porque lo consideramos justo. Hoy la plaza Francia está funcionando como un obrador, porque entran y salen camiones. La Cámara todavía no falló, pero estamos convencidos de insistir en nuestro reclamo", dijo Arias Usandivaras.

Un grupo de vecinos, además de pedir que no se remuevan árboles añosos, solicitan que, tal como lo establece la ley 317, la estación se construya frente a la de Intendente Alvear o, de lo contrario, que sea instalada frente al playón de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

"Esta obra hace tiempo que está frenada y no pasa nada. No es lógico que el lugar siga vallado. Alguna solución tiene que haber porque lleva así casi un año. O levantan las vallas y lo dejan tal como está, o hacen de una vez por todas la obra del subte", dijo la vecina Andreína Solar.

Sbase, en cambio, aclaró que las alternativas planteadas por la ONG no son viables. Y explicó que la estación contará con tres ingresos: dos que estarán a los costados de la plaza Intendente Alvear, y un tercero, en la vereda del Museo de Bellas Artes. Juan Pablo Piccardo, presidente de Sbase, manifestó la imposibilidad de concretar las obras tal como lo preveía la ley que definía la traza original de la línea H, que una vez finalizada unirá Pompeya con Recoleta.
"El subte es importante, y más la línea H, que cruza por el medio a la Ciudad. Entiendo la importancia de preservar los árboles, pero es una locura que se impida la llegada del subte, un medio de transporte que nos lleva rápido a todos lados. Esto es ir contra el progreso", dijo Miguel Bausili, encargado de un bar sobre la avenida Alvear.
En la mesa chica del macrismo especulan con que la causa podría destrabarse en las próximas semanas. Piccardo recordó que semanas atrás caducó la causa de fondo tras la presentación judicial de Basta de Demoler. "Si la Cámara desestima el recurso de la ONG ambientalista, Sbase retomará las obras en lo inmediato. Eso esperamos", aseguró.

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miércoles

Uruguay vende su embajada

Uruguay vende su embajada en Buenos Aires: "Resulta caro mantenerla"

El presidente José Mujica firmó una resolución por la que autoriza a desprenderse del edificio diplomático que ese país tiene en la Argentina. También venderá la residencia del representante oriental ante la ONU en Nueva York.

Crédito foto: Télam

Ambos inmuebles tienen un valor millonario, que el Poder Ejecutivo uruguayo considera no tienen utilidad necesaria, su mantenimiento resulta caro, y por eso es mejor venderlos.

La resolución firmada por el presidente José "Pepe" Mujica señala que el inmueble actualmente destinado a sede de la embajada uruguaya en Argentina, "desde hace tiempo no está siendo utilizado en toda su capacidad, y su mantenimiento resulta oneroso, por lo que mantener dicho bien en el patrimonio del Estado no resulta conveniente, por razones de buena administración, por lo cual se debería proceder a la venta del mismo".

Según informa el diario El País de Uruguay, la medida agrega que "las opciones hoy disponibles para el traslado de las oficinas que actualmente funcionan en dicho edificio son adecuadas" y autoriza al Ministerio de Relaciones Exteriores a convocar un procedimiento público de contratación en Buenos Aires para la venta del inmueble.

Las oficinas de la embajada se mudarían a la actual residencia del embajador uruguayo en la Argentina, y el consulado a un piso de la sucursal céntrica del Banco República en Buenos Aires.
Asimismo, en la resolución del viernes 12, Mujica señala la "necesidad de proceder a la venta del inmueble" propiedad del Estado ubicado en "el condado de Westchester, ciudad de Yonkers (actualmente Bronxville) del Estado de Nueva York".

La sede diplomática uruguaya en Buenos Aires se inauguró en 1982. Es un edificio de 9 pisos ubicado en el barrio La Recoleta (Las Heras 1907) y actualmente varios de sus pisos no son utilizados.


lunes

túnel de Constituyentes

Villa Urquiza: le dan prioridad al túnel de Constituyentes
15/10/12

Estudian hacerlo antes que el de Triunvirato, que iba a empezar a construirse en 2013 y es resistido por vecinos y comerciantes. Son dos avenidas clave en la entrada y la salida de la Ciudad desde y hacia la General Paz.



Triunvirato y las vías del Mitre. Pasa el tren, una postal clásica en el centro de Villa Urquiza que podría perdurar en el futuro./FOTOS: GUILLERMO RODRIGUEZ ADAMI
Pasos bajo nivel

Para unos, la obra dividirá en cuatro una zona clave que ya está partida en dos por las vías del tren en Villa Urquiza . Para otros, el cambio traerá progreso y seguridad para los peatones, y aunque sostienen que hay que ajustar detalles, consideran que será clave para agilizar el tránsito que, desde Urquiza, La Paternal, Caballito, Chacarita o Villa Crespo, busca salir o entrar a la Ciudad desde y hacia la General Paz y de ahí conectar hacia el Oeste o el Norte del Conurbano.

Por ahora, el futuro del viaducto de Triunvirato , en el cruce con las vías del ferrocarril Mitre , es incierto: mientras unos y otros buscan la mejor solución, el Gobierno porteño decidió estudiar si es mejor suspender esa obra y avanzar primero con el túnel de Constituyentes , a ocho cuadras de Triunvirato, además de esperar a terminar los túneles más chicos en Ceretti y Pacheco.

La decisión de dar prioridad a Constituyentes sobre Triunvirato surgió tras una reunión abierta a la comunidad con el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta. En ese encuentro, que se hizo tras una audiencia pública donde la obra fue muy resistida , Larreta se comprometió a revisar el proyecto y, ante un centenar de vecinos, dijo que una de las opciones es comenzar primero con el previsto para Constituyentes, una obra que, a su vez, ya había sido proyectada en 1989 .

“Toda la comunidad de Villa Urquiza está en contra de ese túnel. Cuando se hizo la audiencia, a fines de agosto pasado, salvo una persona todos expusimos razones para sostener nuestra postura. Uno de los motivos principales para pedir que el túnel no se haga es que el lugar elegido está en el casco histórico , donde están la iglesia, la plaza y la estación.

El túnel comenzaría justo en la puerta de la iglesia y terminaría en Blanco Encalada, partiría esa zona.
Nos dijeron que está suspendido: sólo basta que eso llegue oficialmente, y por escrito”, contó José Lostimolo, miembro de la Asociación de Comerciantes del barrio y de la Comisión Permanente del Centenario de Villa Urquiza. “No es que nos opongamos al progreso –agregó Lostimolo–. Sólo pedimos y sugerimos otras alternativas al viaducto. Por ejemplo, que se haga el túnel de Constituyentes. También los sapitos de Ceretti y Pacheco y, como una opción más, propusimos ensanchar Alvarez Thomas, entre Olazábal y Congreso, para sacar el tránsito pesado que ahora debe ir por Constituyentes. También explicamos que no vamos contra de la seguridad: en la barrera de Triunvirato y Monroe no hay accidentes”.

Consultada por este tema, la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, respondió que está en estudio suspender el proyecto. “Con el último bajo nivel que inauguramos en la calle Besares ya sumamos once túneles construidos . Eso significa que en los últimos cuatro años hicimos más bajo niveles en la Ciudad de los que se habían hecho en los últimos 40”. Fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano también se refirieron al cambio de prioridades. “Es lo que piden los vecinos y nosotros escuchamos. Luego estudiamos, y si es posible, lo hacemos como se pide. Estamos intentando ese camino”, confirmaron.

Los comerciantes, por su parte, reclaman “no deshumanizar el centro barrial”. Y piden que la Ciudad y la Nación se pongan de acuerdo para habilitar la estación Juan Manuel de Rosas de subte , que está demorada y que será cabecera de la línea B.

El plan inicial para el viaducto de Triunvirato preveía que la obra comenzara en 2013 . Pero ahora, si el Gobierno avanza primero con el de Constituyentes, finalmente dará inicio a una intervención que lleva años de demora y que sí es avalada por la mayoría de los vecinos. El bajo nivel de Constituyentes fue aprobado por una ordenanza municipal de 1989. Se hicieron expropiaciones que quedaron en la nada y derivaron en viviendas intrusadas. Para los vecinos, todo mejorará si se hace el túnel.


viernes

Plaza de Mayo

Refacción
La nueva cara de Plaza de Mayo
Por Angeles Castro | LA NACION
05/10/2012


Con su superficie prolija y muy verde, sorprendió en los últimos días a los porteños la Plaza de Mayo, habitualmente deteriorada por las movilizaciones a las que sirve de escenario y los permanentes acampes. El Ministerio de Ambiente y Espacio Público refaccionó el tradicional espacio: se repusieron 8000 m de tepes de césped, se puso en valor la Pirámide de Mayo, se reemplazaron rejas ornamentales y perimetrales, fue reparada la vereda perimetral, se plantaron flores, se instalaron 20 cestos papeleros nuevos y se amuraron los bancos. Así, la ciudad tiene una Plaza de Mayo renovada, al menos hasta la próxima marcha. ß

Con su superficie prolija y muy verde, sorprendió en los últimos días a los porteños la Plaza de Mayo, habitualmente deteriorada por las multitudinarias movilizaciones a las que sirve de escenario y los permanentes acampes frente a la Casa Rosada.

El Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño refaccionó la histórica plaza céntrica: se repusieron 8000 metros de tepes de césped, se puso en valor la Pirámide de Mayo, se reemplazaron rejas ornamentales y perimetrales, fue reparada la vereda perimetral, se plantaron flores, se instalaron 20 cestos papeleros nuevos y se amuraron los bancos existentes.

Así, los ciudadanos pueden disfrutar de una Plaza de Mayo renovada y limpia, al menos hasta la próxima marcha.

"La Plaza de Mayo debe ser uno de los espacios más transitados y utilizados. Todas las semanas hay concentraciones o protestas que atentan contra el mantenimiento. De todos modos, apelamos a tenerla impecable y que la gente entienda que se puede manifestar y, a la vez, cuidar el lugar", dijo Diego Santilli, ministro del área.

Voceros del ministerio indicaron que, además de lo ya realizado, se está evaluando ampliar la cantidad de bancos, en función del diseño original de la plaza.

La refacción no exigió un desembolso extra, sino que está abarcada en el presupuesto general de mantenimiento de espacios verdes.

sábado

Nuevo look peatonal Florida.


PEATONAL FLORIDA
Arranca un plan para poner a nuevo la peatonal Florida.
POR PABLO NOVILLO
Clarín 29/09/12

A fines del mes que viene comienzan los trabajos para renovar las veredas. Además, harán un sistema bajo tierra para pasar los cables y evitar roturas. Y pondrán canteros para que tenga verde.

Actual. Florida desde Córdoba hacia Plaza San Martín. Allí comenzarán la obra de puesta en valor./Leandro Monachesi


La peatonal Florida es la calle comercial más importante del país. Con comercios clásicos y grandes tiendas, es recorrida 800 mil personas cada día, entre turistas y oficinistas que trabajan en la zona. Sin embargo, hace años que no recibe un impulso en cuanto a su fisonomía, y hoy las veredas rotas y la falta de iluminación conspiran contra su esplendor . Ahora, el Gobierno porteño encarará una obra para poner en valor la tradicional calle porteña, que incluirá un nuevo sistema para evitar las permanentes roturas de las veredas por parte de las empresas que necesitan hacer reparaciones.

Según informaron en el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, las obras comenzarán a fines de octubre y durarán hasta mayo . Arrancarán por las dos primeras cuadras entre plaza San Martín y Córdoba, y luego seguirán hasta Avenida de Mayo. En total, invertirán unos $ 11.000.000.

¿Qué harán? En primer lugar, construirán un ducto en el eje central de la peatonal, que permitirá que las empresas de telefonía, Internet y otras pasen por allí sus conexiones y puedan acceder a ellas para hacer reparaciones sin tener que romper el piso , lo que además genera que varios sectores de la vereda queden rotos y pasen el agua y la humedad. Con este sistema, en Espacio Público informaron que piensan bajar de 130 aperturas de vereda por año a solo 30, las que harían las empresas de agua, cloacas o gas, cuyas cañerías, más grandes, no se pueden mover.

Ese ducto, a manera de trinchera, tendrá 1,10 metro de ancho por 60 centímetros de profundo. Cada 8 metros habrá una boca de acceso con una tapa, y sobre ellas instalarán canteros con plantas , para darle, por primera vez en años, un poco más de verde a Florida. Además, en cada cantero habrá dos cestos papeleros, uno gris para la basura común y otro verde para los materiales reciclables, como cartón vidrio o plásticos.

A medida que vayan construyendo el ducto central también repararán las veredas, con planchones de hormigón de 1 metro por 60 centímetros, que tendrán un diseño de imitación de piedra. Tanto el Gobierno como la Asociación de Amigos de la calle Florida tendrán depositados los moldes para construir esos planchones de material, para que cada vez que una empresa rompa la vereda pueda usarlos para reemplazar el hormigón sin demoras.

Otro punto será mejorar la iluminación . Mantendrán el diseño actual de lámparas, pero les colocarán focos con tecnología LED, lo que permite reducir en un 60% el consumo. Pero con la luz se buscará también darle más belleza a la peatonal: es que serán especialmente iluminadas las fachadas de los diez edificios más emblemáticos de la zona, como la tienda Harrods o la confitería Richmond (ver Las fachadas ).

En tanto, los quioscos de revistas quedarían en sus lugares, pero con un nuevo diseño que ocupe menos espacio. Florida tiene entre 9 y 12,6 metros de ancho: es más angosta en el tramo central y más amplia en sus extremos, por ejemplo entre Diagonal Norte y Rivadavia.

“Esta obra es parte integral del proyecto de revalorización del Microcentro. Florida es nuestra peatonal por excelencia y merece que todos caminemos sin inconvenientes por ella. Ya resolvimos el tema de los manteros y ahora queremos que brille como en otras épocas”, aseguró el ministro de Espacio Público, Diego Santilli.

Los comerciantes de la zona están entusiasmados con el proyecto. Héctor López Moreno, presidente de la Asociación de Amigos de la calle Florida, afirmó: “Esta obra servirá para recuperar el esplendor de la peatonal y convertirla en una de las calles comerciales más importantes de Latinoamérica. Es muy importante encontrarle una solución a las permanentes roturas de las veredas, que además permiten que penetre humedad en los sótanos de los comercios”. En Florida hay unos 600 locales que pagan entre 200 y 300 dólares por metro cuadrado de alquiler, en promedio. Actualmente hay unos 14 locales vacíos, sin contar la confitería Richmond, que cerró en agosto del año pasado, y la tienda Harrods, que no opera desde 1998.

jueves

Era Frances? Gardel...

Hallan la partida de nacimiento de Gardel y prueban que era francés.
Por Sibila Camps 20-09-2012 Clarin

Estaba en Toulouse, Francia, bajo el nombre de Charles Gardes.

Documento. Gardel, muy joven, y a la izquierda, la partida de nacimiento fechada el 11 de diciembre de 1890 en el registro de Toulouse./ proa editores

“En el siglo XXI estamos hablando de un hombre nacido en el siglo XIX”, hace notar Juan Carlos Esteban. Se refiere a Carlos Gardel, cuya partida de nacimiento como Charles Romuald Gardes, en un hogar para madres solteras de Toulouse, publica en El padre de Gardel, el libro que escribió junto con Monique Ruffié y Georges Galopa. O sea que, después de tantas décadas de mitos y especulaciones, Gardel era nomás francés.

Esteban es una rara avis entre los investigadores del tango. Fue secretario de Industria y Comercio de la Provincia bajo la gobernación de Oscar Alende (presidencia de Arturo Frondizi), y su trabajo en el terreno de la economía agropecuaria lo ha llevado con frecuencia a Uruguay. Allí vio crecer el mito de Gardel como hijo pródigo de Tacuarembó, “una ciudad de 94.000 habitantes donde de golpe entraron 42.000 turistas por año”.

Esto lo llevó a indagar, a ponerse en contacto con José Félix, un refugiado español residente en Toulouse. Allí viven los coautores de este libro, el cuarto que escriben en equipo acerca del Zorzal Criollo desde 2001. Así, a los 85 años e Internet mediante, Esteban llegó al final de un camino emprendido diez años antes.

Berthe Gardes tenía 19 años cuando nació su hijo, el 11 de diciembre de 1890. Ser madre soltera era entonces una deshonra familiar y, expulsada del hogar, la joven terminó anclando en la Argentina, cuando su niño tenía 2 años y tres meses. Ya mayor de edad, Carlos era un indocumentado, ya que, d e haber concurrido al consulado de Francia, habría tenido que alistarse para la guerra de 1914 .

En 1920 necesitó documentos para viajar y actuar en España. Aprovechó un decreto de 1906 del gobierno del Uruguay, que preveía la protección a ciudadanos uruguayos en otros países, cruzó el charco en compañía de José Razzano, y se dio por nacido como Carlos Gardel en Tacuarembó en 1887. Así se agenció de un certificado transitorio por un año, sin ninguna documentación que lo respaldara.

Cuenta Esteban que 23 días después tramitó la ciudadanía argentina. Y que en 1933, cuando estaba por viajar a Estados Unidos, le recomendaron poner sus papeles en orden, por lo que el 7 de noviembre 1933 redactó un testamento hológrafo, donde consignó su origen francés.

“Eso sirvió a los efectos sucesorios en 1935 y en 1937 en Uruguay”, explica Esteban.
¿Y quién fue el padre de Gardel? Los autores del libro indagaron sobre la hipótesis más fuerte, la de Paul Jean Lasserre. Hizo el servicio militar en Toulouse, cuando Berthe vivía en esa ciudad; y dos meses antes del nacimiento de Charles, se fue a París.

Fue tipógrafo, restaurador, contador. También estuvo preso cuatro años, por robar en banda en locales de bebidas y violar cajas fuertes. Tuvo otras dos hijas naturales –los autores entrevistaron a Fanny, la menor, de 93 años–, y se casó con una mujer acomodada. Las incluyó en su testamento, de 1919, y heredaron propiedades y sumas importantes.

“Tuvo oportunidad de reconocer a su hijo, pero no lo hizo. Pero Gardel sí sabía quién era su padre”, y en 1930 dio una pista al periodista uruguayo Segundo Bresciano. Una foto de Lasserre estaba en la casa de Berthe en la calle Jean Jaures, en el Abasto.


Un cambio de era

Taxis a caballo, carretas, trenes y luz eléctrica: fotos de un cambio de era.
Por Julieta Roffo

Dos hermanos, los Boote, retrataron una época en que el país se fue modernizando. La calle Florida no era peatonal, Plaza Once era un lugar silencioso y, mientras tanto, se extendía el alcance del ferrocarril

Por encargo. El Consejo Nacional de Educación quiso mostrar sus avances a través de la fotografía. /Samuel Boote
Acequias. La ciudad de Mendoza estrena su sistema de desagüe en época de tranvías y taxis a caballo./Samuel boote

Como en el “Desayuno sobre la hierba” en el que Edouard Manet pintó las mañanas parisinas, los hermanos Samuel y Arturo Boote dieron cuenta, a través de la fotografía, de las costumbres argentinas de su época: la imagen de una gruta, con cascada y ciénaga, en la actual feria de Plaza Francia es sólo uno de los testimonios del pasado que integran la muestra La Argentina a fines del siglo XIX (1880-1900) , en el Pabellón de Bellas Artes de la UCA.

Hay allí 72 fotos de las 115 que integran un libro que Ediciones de la Antorcha distribuirá con el nombre de la exhibición. Y hay, en esas imágenes, un poco de la ciudad de Buenos Aires, un poco de la provincia de Buenos Aires y otro poco de otras provincias. Es que en pleno auge de los retratos personales, los Boote se dedicaron a los paisajes urbanos y rurales, y a las costumbres de cada lugar.

“Fueron cronistas visuales, testigos que dejaron un testimonio a través de su trabajo, que al recuperarse es como viajar en la máquina del tiempo”, explica Abel Alexander, investigador y fotohistoriador, y curador de la muestra junto a Luis Priamo, otro especialista en fotografía antigua.

Es justamente Priamo quien resume la importancia del trabajo de Samuel, que vivió entre 1844 y 1921: “No sólo producía imágenes para sí, sino que además era contratado por empresas, especialmente las ferroviarias , para dar cuenta del avance del trabajo en una Argentina en plena expansión”, sostiene. Hay, en las fotos, vías recién colocadas que “viajan” a distintas provincias, rieles del tranvía en pleno uso en la Capital, una flamante estación central en Córdoba y una planta de procesamiento de azúcar recién inaugurada en Santa Fe.

Arturo, que vivió entre 1861 y 1936, se abocó más a la actividad comercial, a través de la venta de álbumes y de máquinas. Pero eso no le impidió conformar un archivo de imágenes que también da cuenta de una Argentina en la cual los taxis eran tirados por caballos , el Cabildo era más largo, la calle Florida no era peatonal y en Plaza Constitución paraban las carretas , antes de que llegaran los colectivos.

En los campos que retrataron los Boote –de familia inglesa y con propiedades en Chascomús, donde también se montará la muestra– durante los últimos veinte años del siglo XIX, se nota el desarrollo tecnológico : lo que durante los primeros tiempos se hacía con tracción a sangre, ahora depende del ferrocarril.
Esos tiempos de cambios se leen con el correr de las fotos: en las fiestas mayas de 1896 –un festival que duraba tres días– hay iluminación eléctrica en Plaza de Mayo, entonces Plaza de la Victoria. Algo inhallable en la foto de 1892, igual que la Avenida de Mayo, abierta por esos años.

En 1889, narran los Boote en su álbum “Vistas de escuelas comunes” para el Consejo Nacional de Educación, había batallones escolares: chicos de los últimos grados de la escuela primaria uniformados y armados, acompañando a las milicias en un acto patriótico. Y en 1885, y aunque suene inimaginable más de cien años después, la Plaza Once era un lugar desértico y silencioso. No como las fotos antiguas, que colgadas de una pared mucho tiempo después, dicen tantas cosas.

Cimientos. Los de una construcción del siglo XVIII

Restos del siglo XVII bajo las veredas de San Ignacio

Por Romina Smith Clarin 20-09-2012

Son cimientos de piedra y trozos de mayólica que están siendo desenterrados.

Espectadores. Chicos de una escuela que visita San Ignacio observan a los especialistas. / gobierno de la ciudad
Cimientos. Los de una construcción del siglo XVIII, sobre Bolívar. / GCBA

La sugerencia fue de Francisco Baigorria, párrroco de la Iglesia de San Ignacio de Loyola, en Monserrat. Atento a las obras que se estaban encarando en la cuadra del templo, en Bolívar y Alsina, él fue quien pidió que se excavaran las veredas en busca de restos de la época colonial. Y el resultado sorprendió a muchos: bajo las baldosas, un equipo de expertos del Centro de arqueología urbana de la UBA y del Museo de La Plata encontró restos de cimientos de piedra y cal y otros objetos que revelan la vida colonial de una construcción que funcionaba como un anexo de un pequeño templo que con el tiempo se transformaría en la actual Iglesia.
Los trabajos empezaron en agosto y permitieron detectar, además de los restos de la estructura de la construcción, restos de cuentas de vidrio, fragmentos de vajilla de mayólica española y cerámicas. Incluso algunos elementos de hierro y huesos de animales del período colonial. La idea es que una vez concluidas las obras de remodelación de la calle y las veredas, los hallazgos sean protegidos con un blindex a la altura del piso para que puedan ser exhibidos con una iluminación que los destaque.

"A nosotros nos convocó el Ministerio de Desarrollo Urbano dentro del proyecto de remodelación de esa zona del Casco Histórico. Como parte de esos trabajos, que tienen además la intención de reconstruir el atrio de San Ignacio, nos pidieron con buen tino que hiciéramos una exploración en la vereda de la Iglesia, en Bolívar y y Alsina. Sabían que podía haber restos de cimientos de una construcción que ocupaba el lugar donde ahora está el colegio Nacional de Buenos Aires. Eso fue a partir de fotos históricas y planos, y lo que finalmente se comprobó: debajo de las veredas, encontramos cimientos de piedras de un anexo del templo. Y también otros objetos que del siglo XVII y XVIII", contó a Clarín la arqueóloga Ana Igareta, directora operativa de los trabajos.

Según la experta, las fotografías que guiaron la búsqueda y que son de 1930 mostraban cómo era la antigua construcción, y a través de ellas se calculó dónde buscar. "Lo curioso es que en Buenos Aires no son muchos los edificios que tengan cimientos de piedra. Las piedras debían pagarse y acarrearse desde otros sitios, y era un gasto que en el siglo XVII o en el XVIII no cualquiera podía pagar". El equipo de arqueólogos también abrió otros sectores, donde fueron apareciendo materiales enterrados entre cañerías, pero todos mezclados y fragmentados. "La historia de los últimos cien años de cañerías de la Ciudad atraviesan esos 15 m2 que excavamos, pero por suerte se pudieron encontrar cerca de la superficie", sintetizó Igareta. Durante el peritaje, muchos vecinos se acercaron a preguntar qué estaba pasando. "Eso fue muy interesante, llegamos a tener 50 personas alrededor mirando cómo buscábamos", contó.

"Estas excavaciones se hicieron en el marco de los trabajos en Bolívar, desde Plaza de Mayo hasta Belgrano, donde vamos a hacer una intervención del programa Prioridad Peatón, el plan que nivela la calle con las veredas y que restringe muy fuerte el paso vehícular en esa zona. En este caso, el tránsito también estará totalmente negado a la altura del atrio de la Iglesia, para preservar el edificio", contó Daniel Chain, ministro de Desarrollo Urbano porteño. Según explicó, estos trabajos estarán terminados en febrero.

lunes

El mateo también tiene su historia

El mateo también tiene su historia
Los carros cambiaron de nombre por una obra de teatro. Y fueron masivos hasta 1930.

Sobrevivientes. El clásico paseo por el Rosedal de los mateos que quedan en Buenos Aires. En su apogeo, una ordenanza los regulaba. / mario quinteros
Sobrevivientes. El clásico paseo por el Rosedal de los mateos que quedan en Buenos Aires. En su apogeo, una ordenanza los regulaba. / mario quintero.
Clarin 03/09/12
Hasta las primeras tres décadas del siglo XX se contaban por miles. Y su función podía variar entre llevar desde una estación de trenes a un recién arribado a la Ciudad, con sus sueños y esperanzas intactas, hasta transportar a algún dandy porteño, tanto a la llegada como a la salida de una milonga en Palermo. Es que, desde 1850, las “victorias”, tiradas por un solo caballo y a cargo de un cochero, estaban incorporadas al paisaje de Buenos Aires tanto como esa música popular que conocemos como tango.

Se los veía siempre en los alrededores de las plazas más importantes, como Constitución, Miserere, Congreso o de Mayo. Por eso algunos los denominaban “placeros”. Pero en 1923 la influencia de una obra de teatro les cambió el nombre para siempre.

La obra se estrenó en mayo de ese año en el Teatro Nacional. La había escrito Armando Discépolo (el hermano de Enrique Santos) y contaba algo de la dura vida de don Miguel, un inmigrante italiano que veía cómo la merma en su trabajo complicaba su existencia. Entonces el hombre volcaba sus penurias hablándole a Mateo, el viejo matungo de su carruaje. Fue tanto el impacto popular que tuvo que desde entonces a los carros se los llama mateos.

La mayoría de esos mateos llegaron desde Francia, aunque a mediados del siglo XIX eran muy importantes en las principales capitales de Europa como Londres, Berlín o Viena. Y aquello se vería reflejado también en Buenos Aires. Tanto que ya en 1866 aparecía una ordenanza para reglamentar su actividad. Entre otras cuestiones, se establecía que, para circular de noche, debían llevar faroles encendidos cuando no hubiera luna llena. Aquellas luces funcionaban con carbono.

Equipados con mullidos asientos forrados en cuero, negras capotas que protegían del rocío y con elásticos de buen hierro debajo de la carrocería, para amortiguar el traqueteo sobre el adoquinado porteño, los mateos empezaron a entrar en la historia cuando el servicio de tranvías llenó la Ciudad y los “autos de alquiler con reloj taxímetro” (como se denominaba a los taxis) coparon la parada del transporte urbano, previo auge de los colectivos.
La prohibición de la tracción a sangre en la Ciudad (sancionada en 1960) también influyó. Sin embargo, hoy todavía hay algunos que se lucen en las dos paradas que mantienen como bastiones de aquel tiempo: frente a la entrada principal del zoológico (en las avenidas Las Heras y Sarmiento) y frente al gran Monumento de los Españoles (avenidas Del Libertador y Sarmiento). Desde allí, frecuentados en forma mayoritaria por los turistas, siguen al trotecito lento por la zona del Rosedal en un paseo con mucha nostalgia para los mayores y mucho asombro para los más chicos, acostumbrados a las velocidades del siglo XXI. Eso sí: en todos los mateos están incluidos los dibujos de los históricos filetes porteños, un arte popular que en su origen tuvo alguna influencia europea pero que es tan argentino como el dulce de leche.

Para estos carruajes quedó lejos la época en que las familias patricias, con cochero incluido, los tenían como un símbolo de su buen pasar. La expansión de la Ciudad también los fue dejando fuera de juego, como les pasó a aquellos ómnibus con techo de lona que se usaban para llevar gente a los loteos de tierras en barrios alejados del Centro o para disfrutar alguna excursión. Muchos también salían desde la zona de Plaza Italia. Por el diseño de su carrocería el ingenio popular los había bautizado con un nombre más doméstico que callejero: les decían bañaderas. Pero esa es otra historia.



Compactarán 3.000 autos

Compactarán 3.000 autos abandonados en las calles
El plan arrancó en una planta de Herrera y Río Cuarto, Barracas. Con la chatarra estiman recaudar $ 800 mil que serán donados a la fundación del Hospital Garrahan.

Compactaran unos 3.000 autos abandonados en las calles de la ciudad.
Compactaran unos 3.000 autos abandonados en las calles de la ciudad.
03/09/12 - 13:30 Clarin

El Gobierno porteño puso en marcha un plan para compactar los autos que quedan abandonados en las calles de la Ciudad. Según anunciaron, la intención es realizar este proceso con cerca de 3.000 vehículos en los próximos seis meses.

Los autos, que son recogidos por grúas en las calles, son trasladados a un predio en las calles Herrera y Río Cuarto, de Barracas, donde se encuentra la compactadora. En rigor, antes del traslado, el Gobierno porteño le pega una calcomanía al auto donde se intima al dueño a quitarle del lugar, según establece la Ley 342. Si el coche no es removido, va al predio donde, luego de 15 días, puede ser compactado.
Antes de pasar por la máquina, el vehículo es sometido a una descontaminación de líquidos, durante la cual se le extraen el aceite, combustible, líquido de frenos y otros fluidos con niveles altos de toxicidad para el medio ambiente.

Lo recaudado por la chatarra, aproximadamente unos $ 800 mil, serán destinados a la Fundación del Hospital Garrahan que participa del programa.
"Este es un reclamo de los vecinos. Hay denuncias también cerca de escuelas y hospitales. Estamos dando una respuesta al ciudadano y, además, hacemos una acción solidaria con la Fundación del Hospital Garrahan", señaló la vicejefa de Gobierno porteña, María Eugenia Vidal.
En la ejecución del plan participan los ministerios de Justicia y Seguridad, a cargo de Guillermo Montenegro, y de Espacio Público, de Diego Santilli. "Hay que diferenciar –indicó Montenegro– entre los autos abandonados que nosotros podemos retirar y los que están a disposición de la Justicia nacional. Por eso es importante que el ministerio de Seguridad de la Nación nos acompañe en esta tarea dándonos la autorización judicial para retirarlos", pidió.