Para emplazar el Monumento, previamente, debió demolerse la iglesia dedicada a San Nicolás de Bari (en ella se había izado por primera vez la bandera Argentina dentro de la Ciudad de Buenos Aires el 23 de agosto del año 1912). Y a su vez, con ella se demolieron alrededor de cien edificios para dar paso al ensanchamiento de la Av. 9 de Julio, a quién se la denominaría la "Avenida más ancha del mundo".
La obra comenzó el 20 de marzo de 1936 y fue inaugurada el 23 de mayo del mismo año. El diseño de la misma fue realizado por el Arq. Alberto Prebisch1(uno de los principales arquitectos del modernismo argentino), quién se refirió a su obra como: "se adopto esta simple y honesta forma geométrica porque es la forma de los obeliscos tradicionales... Se le llamó Obelisco porque había que llamarlo de alguna manera. Yo reivindico para mí el derecho de llamarle de un modo más general y genérico <<Monumento>>..." (Sin embargo a lo largo de la historia a sido modificado el concepto de su construcción. Los obeliscos se utilizaron de manera prominente en el antiguo Egipto. Tallados en un solo bloque de piedra, generalmente se colocaban por pares a la entrada de los templos, y sus caras tenían grabados jeroglíficos con alusiones al faraón que los mandó erigir. El piramidón solía estar recubierto de bronce u oro, metal del que los antiguos egipcios afirmaban era la "carne de los dioses", hoy en día es utilizado como un gran monolito cuyo fin es el de conmemorar diversos motivos como ser celebraciones de aniversarios, personajes de la historia o hechos históricos. Muchos obeliscos han sido levantados en la edad contemporánea en América latina, como ser Honduras, Venezuela, Panamá, Uruguay, Argentina entre otros).
La construcción del Obelisco estuvo a cargo de la empresa alemana – Siemens Bauunion – Grun & Bilfinger –, finalizándolo en tiempo récord de 60 días, llevando al máximo el aprovechamiento de tiempo ya que se utilizó materiales de endurecimiento rápido como el Incor y su levantamiento se hizo por secciones de a dos metros para facilitar el volcado del hormigón, en conjunto con 157 operarios. Cabe destacar que el tendido de la Línea del Subte "B" favoreció la construcción del monumento, ya que la colocación de los cimientos fue sobre los túneles, formando así un plataforma de hormigón de 20 mts de cada lado y 1,50 metros de alto, que apoya en dos de sus costados sobre zapatas del mismo material dándole una buena base para erguirlo.
El obelisco tiene una longitud de 67 metros y medio en su totalidad, de estos, 63 metros son desde la base (que es de 7 x 7 mts) hasta el inicio del ápice (3,50 x 3,50), el mismo culmina con una punta del estilo Roma de unos 40 cm. La obra tiene una sola puerta de entrada (del lado Oeste) y en su cúspide hay cuatro ventanas, con persianas metálicas, a las que solo se puede llegar por una escalera recta de 206 escalones con 7 descansos cada 8 mts y uno de 6 mts. el monumento levantado en la plaza de la República pesa alrededor de unas 170 toneladas y costó 200.000 pesos moneda Nacional.
Esta obra basada en el estética Racionalista, generó que fuera duramente criticada por algunos sectores de la sociedad, tuvo su punto álgido cuando el en año 1938 después de la celebración de un acto escolar, se desprendieron algunas de sus lajas, el concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires impuso que se demoliera con 23 votos, nunca llego a su cometido gracias al nuevo Intendente de Buenos Aires, Arturo Goyeneche, quién veto la decisión del Consejo, argumentando que tal pedido carecía de valor y contenido jurídico, ya que alteraba el estado de las cosas emanado del poder Ejecutivo y que monumento se encontraba en jurisdicción Nacional, Pero para evitar que siguieran las presiones se decidió llevar a cabo una remodelación del mismo el cual constaba de remplazar las placas de piedras por un revoque de cemento y ser pintado con pintura látex, en medio de la remodelación se saco la placa que llevaba la leyenda de su Creador Alberto Prebisch.
Actualmente esta figura emblemática se convertido en centro de reuniones, festejos, espectáculos y eventos de índole internacional como fue el último concierto llevado a cabo por el Tenor Placido Domingo entre otros. Este obelisco, tan argentino, se fue imponiendo a sus ciudadanos como un habitante más de la querida Buenos Aires, es por ese motivo que desde la Coordinación de los 100 años de turismo quisimos hacerle un humilde homenaje contando su historia.
La obra comenzó el 20 de marzo de 1936 y fue inaugurada el 23 de mayo del mismo año. El diseño de la misma fue realizado por el Arq. Alberto Prebisch1(uno de los principales arquitectos del modernismo argentino), quién se refirió a su obra como: "se adopto esta simple y honesta forma geométrica porque es la forma de los obeliscos tradicionales... Se le llamó Obelisco porque había que llamarlo de alguna manera. Yo reivindico para mí el derecho de llamarle de un modo más general y genérico <<Monumento>>..." (Sin embargo a lo largo de la historia a sido modificado el concepto de su construcción. Los obeliscos se utilizaron de manera prominente en el antiguo Egipto. Tallados en un solo bloque de piedra, generalmente se colocaban por pares a la entrada de los templos, y sus caras tenían grabados jeroglíficos con alusiones al faraón que los mandó erigir. El piramidón solía estar recubierto de bronce u oro, metal del que los antiguos egipcios afirmaban era la "carne de los dioses", hoy en día es utilizado como un gran monolito cuyo fin es el de conmemorar diversos motivos como ser celebraciones de aniversarios, personajes de la historia o hechos históricos. Muchos obeliscos han sido levantados en la edad contemporánea en América latina, como ser Honduras, Venezuela, Panamá, Uruguay, Argentina entre otros).
La construcción del Obelisco estuvo a cargo de la empresa alemana – Siemens Bauunion – Grun & Bilfinger –, finalizándolo en tiempo récord de 60 días, llevando al máximo el aprovechamiento de tiempo ya que se utilizó materiales de endurecimiento rápido como el Incor y su levantamiento se hizo por secciones de a dos metros para facilitar el volcado del hormigón, en conjunto con 157 operarios. Cabe destacar que el tendido de la Línea del Subte "B" favoreció la construcción del monumento, ya que la colocación de los cimientos fue sobre los túneles, formando así un plataforma de hormigón de 20 mts de cada lado y 1,50 metros de alto, que apoya en dos de sus costados sobre zapatas del mismo material dándole una buena base para erguirlo.
El obelisco tiene una longitud de 67 metros y medio en su totalidad, de estos, 63 metros son desde la base (que es de 7 x 7 mts) hasta el inicio del ápice (3,50 x 3,50), el mismo culmina con una punta del estilo Roma de unos 40 cm. La obra tiene una sola puerta de entrada (del lado Oeste) y en su cúspide hay cuatro ventanas, con persianas metálicas, a las que solo se puede llegar por una escalera recta de 206 escalones con 7 descansos cada 8 mts y uno de 6 mts. el monumento levantado en la plaza de la República pesa alrededor de unas 170 toneladas y costó 200.000 pesos moneda Nacional.
Esta obra basada en el estética Racionalista, generó que fuera duramente criticada por algunos sectores de la sociedad, tuvo su punto álgido cuando el en año 1938 después de la celebración de un acto escolar, se desprendieron algunas de sus lajas, el concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires impuso que se demoliera con 23 votos, nunca llego a su cometido gracias al nuevo Intendente de Buenos Aires, Arturo Goyeneche, quién veto la decisión del Consejo, argumentando que tal pedido carecía de valor y contenido jurídico, ya que alteraba el estado de las cosas emanado del poder Ejecutivo y que monumento se encontraba en jurisdicción Nacional, Pero para evitar que siguieran las presiones se decidió llevar a cabo una remodelación del mismo el cual constaba de remplazar las placas de piedras por un revoque de cemento y ser pintado con pintura látex, en medio de la remodelación se saco la placa que llevaba la leyenda de su Creador Alberto Prebisch.
Actualmente esta figura emblemática se convertido en centro de reuniones, festejos, espectáculos y eventos de índole internacional como fue el último concierto llevado a cabo por el Tenor Placido Domingo entre otros. Este obelisco, tan argentino, se fue imponiendo a sus ciudadanos como un habitante más de la querida Buenos Aires, es por ese motivo que desde la Coordinación de los 100 años de turismo quisimos hacerle un humilde homenaje contando su historia.
(Hostnews Contenidos)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario