domingo

Bache Cero

Lejos del Bache Cero, empeoró el estado de las calles porteñas.
Con las lluvias de agosto, los pozos no distinguen barrios y se ven en avenidas importantes. Pese a la inflación, el presupuesto en pavimentación viene cayendo: en 2012 es un 16% menos que en 2011

Muestra. Algunos pozos que sufren los conductores
Muestra. Algunos pozos que sufren los conductores
02/09/12 Clarin.

La bocacalle de Triunvirato y Monroe, en Villa Urquiza, es un peligro para cualquier tren delantero. Hay un bache tan ancho que es imposible esquivarlo . Como son difíciles de sortear los dos baches, uno a continuación del otro, de Ugarte y Córdoba, en el barrio de Palermo. O la rotura en Arcos y Juramento, en Belgrano. Hay numerosos ejemplos en cada barrio porteño: después de un agosto lluvioso, el estado del asfalto empeoró y la meta del Bache Cero es, más que nunca, una utopía . En los últimos dos años, el presupuesto para repavimentación y bacheo fue decayendo . A pesar de la inflación, para 2012 la inversión prevista es de $ 200 millones, casi un 16% menos que el año pasado.

Según cifras del Ministerio de Espacio Público porteño, en la Ciudad se generan 1.500 baches por mes por el deterioro del pavimento causado por el tránsito, el tiempo o problemas estructurales. A esto hay que sumarle otras mil aperturas que realizan las empresas de servicios públicos. En la Ciudad hay alrededor de 26.000 cuadras , donde el Ejecutivo repara un promedio de 1.200 baches por mes. Y en lo que va del año, hizo 213.935 metros cuadrados de bacheo.

Este agosto, que fue el más lluvioso en 25 años, contribuyó a empeorar el estado de las calles, porque el agua desgrana el pavimento . Además, con el tiempo, la que queda estancada se filtra por el asfalto y lo debilita hasta que se abre. El mismo efecto es causado por las pérdidas subterráneas de cañerías .
Al mal tiempo hay que sumarle que durante el invierno sólo se hacen reparaciones de urgencia, porque no es una buena época para pavimentar por las bajas temperaturas. Recién a partir de este mes, según el Gobierno porteño, comenzarán un plan intensivo de bacheo.

“En el primer semestre del año se realizaron algunas tareas de bacheo y ahora, en el segundo, además vamos a pavimentar a nuevo 600 cuadras . Es verdad que en estos días la situación se complicó, porque no se pudo asfaltar por las grandes lluvias. Y a su vez esas lluvias destruyeron mucho el asfalto”, reconoce el ministro de Espacio Público de la Ciudad, Diego Santilli.
Hace tres años, cuando el ministro de Espacio Público era Juan Pablo Piccardo, la gestión macrista hizo una promesa arriesgada: que para 2011 se llegaría a la meta del Bache Cero . En diciembre de 2010, que fue un año récord en inversión en pavimentos, Santilli admitió que lograrlo era imposible. Y explicó que a lo máximo a lo que se podía aspirar era a reparar los baches dentro del mes siguiente a su aparición.

El problema es que el presupuesto para arreglar baches y pavimentar calles se viene reduciendo año tras año, a pesar de que existe una inflación creciente. En 2010 alcanzó los casi $ 270 millones y el año pasado, más de $ 237 millones, contra los $ 200 millones de este año. “El presupuesto se mantiene estable, pero con la inflación se redujo a la mitad”, admite Santilli.

Quizás esto explique el mal estado de calles y avenidas importantes. Como La Pampa, que atraviesa Villa Urquiza y Belgrano, Cabildo o Las Heras, dos avenidas clave. El desgaste de las calles también se nota en las demarcaciones horizontales o de las sendas peatonales, que se van borrando . En Piedras y San Juan o en Paseo Colón y Belgrano, las cebras apenas si se distinguen. Y en la avenida Alem, donde estaban los obradores para la extensión de la línea E de subte el asfalto quedó convertido en una superficie irregular y repleta de pozos. Como el que está frente al edificio Alas o los que obligan a disminuir la marcha en Alem y Córdoba, donde se suma un profundo desnivel central.
En el Gobierno porteño apuntan contra las empresas de servicios. “El 70% de las aperturas que hacen son declaradas como emergencia y nosotros no nos enteramos o nos enteramos tarde. Lo hacen así para evitar pagar por la apertura”, dice Santilli.

Cuando una empresa abre una calle está obligada a cerrarla en forma provisoria , dejando una capa de asfalto de servidumbre con los contornos marcados o un chapón. Después, el Gobierno porteño realiza el cierre definitivo, cobrándole a la empresa $ 1.103,71 por metro cuadrado . A su vez, la Ciudad tiene contratadas cinco empresas para hacer estos cierres y, también, para realizar las obras de bacheo. Cada una de estas empresas fabrica sus mezclas asfálticas en plantas propias.
Sin embargo, es común ver cierres mal hechos o sin hacer al descubierto . Por ejemplo, en Acoy- te y Díaz Vélez hay un rectángulo perfectamente recortado en la calzada, que está sin rellenar y sin señalizar. En otros casos, resguardan el pozo con un corralito de madera que indica la presencia del peligro. Como en Tacuarí y Brasil, donde las vallas de madera están en el medio de la bocacalle y apenas queda lugar para pasar. Un obstáculo más en una ciudad que está cada vez más lejos del sueño del Bache Cero.


El tiempo y la inversión, los puntos claves del asfalto.
Bacheo. Una cuadrilla de la Ciudad, ayer, en avenida Garay. / lucia merle
Bacheo. Una cuadrilla de la Ciudad, ayer, en avenida Garay. / lucia merle

02/09/12 Clarin.

“El pavimento es como una media de mujer, cuando se le hace un agujero ya no queda igual ”. La comparación que hace el ingeniero vial César Rocco, es más que gráfica. Los parches en el asfalto están condenados a volver a romperse.

“El arreglo y la nivelación llevan un tiempo que las empresas que los realizan no tienen –observa Rocco–. A los baches hay que taparlos, compactar el suelo, reconstruir la base del pavimento y después el pavimento en sí. Pero para ganar tiempo, hacen todo de una sola vez . Después la calle se vuelve a hundir porque el suelo no fue debidamente compactado . Por otra parte, es imposible pavimentar todo a nuevo, sobre todo cuando tenemos una infraestructura de servicios obsoleta y una falta de inversión por parte de las empresas de servicios públicos”.

Rocco explica que el agua va arrastrando las piedritas del pavimento y creando peladuras, o se mete en las fisuras y deteriora el asfalto. Mientras, los hundimientos son provocados por filtraciones subterráneas de cañerías o cloacas. “Los pavimentos de la Ciudad están hechos con un material que se desgrana, sobre todo cuando llueve porque el agua desaloja al asfalto –detalla–. El Gobierno porteño ahora está aplicando una mezcla asfáltica con polímeros, que evita esa acción del agua sobre el pavimento. La usaron para repavimentar Diagonal Norte y quedó bien”, afirma. En cambio, Rocco dice que no son tan cuidadas las mezclas usadas para reparar baches.

En el Ministerio de Espacio Público explican que las reparaciones de baches se hacen de diferentes maneras, dependiendo del material de la calzada. Cuando es de asfalto, pueden hacer reparaciones superficiales o profundas, según el grado de deterioro. Pero cuando son de hormigón indefectiblemente tienen que intervenir en todo su espesor. En el caso de las calles empedradas, a veces usan el mismo material granítico, pero también se hacen arreglos con asfalto.

El asfalto se elabora en usinas a temperaturas que oscilan entre 150° y 180°, según la mezcla. Por este motivo, no conviene hacer reparaciones con temperaturas menores a 5° o cuando llueve. Una vez elaborado, el material es transportado en camiones y se coloca en forma mecánica o manual, según la superficie a reparar.


Del problema no se salvan ni los adoquines
02/09/12
Aproximadamente el 15% de las 26.000 cuadras que hay en la ciudad, están empedradas. Pero la belleza del adoquinado es interrumpida por pozos o por antiestéticos parches de asfalto. La calle La Pampa, por ejemplo, a la altura de la avenida Melián en Belgrano R parece bombardeada. Algo parecido se observa en las calles Estados Unidos, Carlos Calvo y Humberto Primo, en pleno San Telmo. Son algunos ejemplos.
Defendidas por los vecinos, las calles empedradas son un desafío para el Gobierno porteño. Preservarlas cuesta casi cuatro veces más que mantener una calle de asfalto. Cuando se rompen, hay que colocar piedra por piedra manualmente y casi no hay gente que sepa hacerlo. Para cubrir un metro cuadrado hacen falta 30 adoquines grandes, que se colocan en línea, o 100 chiquitos, que se acomodan en abanico.
Antes de poner los adoquines hay que hacer una base de hormigón, sobre la que se coloca una capa de arena y, encima, las piedras encastradas. La ventaja del empedrado es que favorece el drenaje del agua. Como contrapartida, forma una superficie irregular que puede dañar los vehículos.




Las leyendas urbanas

Ciudad oculta / Madrugada en un bar de Almagro

Las leyendas urbanas invaden Buenos Aires

Los barrios porteños esconden mitos que circulan y se agigantan en la boca de quienes los relatan, como el del colectivo satánico o los fantasmas de Borges

Por Leonardo Tarifeño  | LA NACION 02/09/2012

A  la noche, tarde, en el bar La Orquídea, se escuchan cosas raras. Y no porque el mozo ronque o alguien suba el volumen de Crónica TV. Se oyen historias extrañas porque hablan de un colectivo satánico que surca Parque Chas, de sirenas que cantan en las profundidades de La Boca y de las medidas de precaución más aconsejables en caso de toparse con los fantasmas de Borges o de Evita.

La única especie sobreviviente del desaparecido mercado de flores de la calle Acuña de Figueroa, pleno barrio de Almagro, está en el nombre del bar. Sobre la avenida Corrientes, en la esquina opuesta al recuerdo del mercado que hoy es parte de una inmensa iglesia evangélica, se ubica este hogar al paso de noctámbulos e intelectuales (Martín Kohan, Américo Cristófalo, Leonardo Moledo), café notable por derecho propio y refugio durante 24 horas de todo tipo de prófugo. Los cuatro cincuentones de la mesa de al lado parecen señores muy normales, pero parecer normal a las 3 de la mañana es lo menos normal del mundo. Como la áspera conversación que los reúne. "Dicen que el enano vampiro está en Flores y nunca pasó por Almagro; de acá es Xavier, el mimo zombie", dice uno. "¡Qué va a estar en Flores! El enano vampiro salió de la cancha de San Lorenzo, pero luego lo vieron por acá, en Guardia Vieja", corrige otro, que por culpa de los nervios se afloja el nudo de la corbata. "¿No te confundirás con los albinos telépatas?", tercia el más viejo del grupo. "No, los albinos son rusos, ¡el enano vampiro es húngaro! -grita el nervioso, convencidísimo, y ya con la corbata en la mano-. ¿Por qué me vienen con que éstos son de Flores o Caballito? ¡Son de Almagro, viejo!"
¿Enanos vampiros en Almagro? ¿Albinos comunistas que leen los pensamientos? ¿Mimos zombies que esperan a la vuelta de la esquina? Un rato antes, los cuatro amigos discutían sobre el caso de las palomas asesinas de Congreso. Según contó el más viejo, poco antes de la caída del gobierno de De la Rúa apareció un hombre muerto a picotazos en la plaza de los dos Congresos. La autopsia determinó que la razón de los picotazos en sus brazos y piernas habría sido el maíz desparramado junto a su cuerpo sin vida, "pero cualquiera sabe que el hombre es capaz de manipular a las palomas -se escuchó en La Orquídea-. La paloma mensajera es un ejemplo. En tiempos de crisis, esos experimentos se ponen en práctica. En un libro leí que lo del tipo muerto en la plaza fue una prueba. El verdadero objetivo era De la Rúa".

La conversación pasó rápidamente del golpe de Estado de las palomas a la más reciente aparición del fantasma de Evita (dos meses atrás, en lo que queda del Palacio Unzué), las dudas acerca del doble de Borges que escribe en bares de Palermo y, tras unos comentarios sobre el galeón del siglo XVIII encontrado en Puerto Madero, alguien recordó, entre risas, al colectivo satánico de Parque Chas y a la sirena de La Boca. Luego otro mencionó al enano vampiro y ahí el hombre nervioso se sacó la corbata. A medida que el volumen de la charla aumentaba peligrosamente, por defensa propia o algo parecido me aislé en mis propios pensamientos. Y ahí recordé que sí, que una vez en Almagro me había encontrado con un mimo llamado Xavier. Habrá sido hace al menos 15 años. Me habían invitado a un cumpleaños en Salguero y Corrientes, y cuando salí lo vi en la esquina. Corría a los colectivos, imitaba a los paseantes, jugaba con los niños; era muy alto y desgarbado, y saltaba con una energía divertida y contagiosa. ¿Se habría convertido en zombie antes o después que me dio su teléfono? ¿Y de verdad sería él?

No parecía fácil saber si el Xavier zombie era el mismo que alguna vez había divertido a los vecinos de la calle Salguero; lo que sí estaba claro era que tanto él como el enano vampiro y las palomas golpistas pertenecían al inquietante mundo de las leyendas urbanas. Para averiguar más sobre el asunto cité a los especialistas Víctor Coviello y Guillermo Barrantes, reconocidos cazafantasmas que dibujaron el inventario sobrenatural porteño en la serie de libros Buenos Aires es leyenda. Me encontré con Barrantes en la confitería Il Gatto de la avenida Corrientes; era uno de los tantos días del paro de subtes, y Coviello me llamó antes para avisar que tardaría en llegar. Como la ansiedad impuso su ley, la entrevista comenzó apenas Barrantes se sentó a la mesa. ¿Detrás de los mitos hay una historia real? "Yo cambiaría la pregunta -dijo-. En lugar de buscar la realidad que incluye el mito, me preguntaría si la historia que cuenta el mito es atractiva. Uno piensa que la fuerza del mito urbano es que se basa en algo verdadero, y que va a permanecer si su base es real. Pero no, no es así. No importa que sea verdad; importa que resulte interesante."

-¿Y por qué hay tantas leyendas urbanas en Buenos Aires?
-Yo creo que por dos cosas. Una, que cada barrio es como un país: tienen su propia idiosincrasia e identidad, y los mitos urbanos son parte de esa identidad. Cada barrio tiene seres sobrenaturales a la medida. En Palermo, zona elegante, está el fantasma de Borges; en Versalles, un lobisón. Por otro lado, el porteño es exagerado, siempre quiere tener la mejor historia. Sabe todo de todos; y lo que no sabe, lo inventa. A veces las leyendas parten de una noticia, y alrededor se tejen versiones. ¿Y qué hace el porteño? Escucha y se queda con la más interesante. No le importa la verdad, le importa ser el que tenga la mejor versión de esa historia cuando la vaya a contar.
Las palabras de Barrantes me dejaron con más preguntas que respuestas. En el tercer volumen de su serie encontré un capítulo dedicado al "mimo zombie" de Almagro. Y en el prólogo, los autores cuentan el mayor desafío que enfrentaron: el mito urbano del "cazador-cazado" que los tiene como protagonistas. Un día, mientras investigaban otros asuntos, les llegó un e-mail. "Mis amigos dicen que sólo uno de ustedes dos existe -dice ese e-mail, citado en el libro-. O Barrantes o Coviello, el otro es un invento. Por eso no se los ve juntos. Barrantes / Coviello es una sola persona". Hoy sé que ese e-mail es una prueba de los rumores que construyen las leyendas. Lo que no sé es cómo tomar que a aquella entrevista haya llegado sólo uno de los dos.

Con tecnología...

Gestión ciudadana / Trámites online

...la Ciudad pretende atender a vecinos durante las 24 horas

Por Pablo Tomino | LA NACION 02/09/2012
 


El gobierno trabaja en un proyecto para que los vecinos hagan denuncia por enlaces video-presenciales.. Foto: Archivo 
Buscar el título de un libro y detectar en qué biblioteca pública cercana de la ciudad está disponible; hacer una denuncia vía chat al teléfono 147; conocer los cortes de tránsito al minutos por el celular, tramitar y obtener partidas de nacimiento por Internet o bien saber cuánto cobran de salario los funcionarios y en qué están gastando el dinero de los impuestos.

El gobierno porteño estará abierto las 24 horas. Así, con esta suerte de eslogan que sintetiza la utilización de tecnología al alcance de los vecinos, la Ciudad pretende potenciar un plan de modernización del estado, mientras que varias de estas aplicaciones móviles ya fueron puesta en marcha.
"Gobierno abierto" es, precisamente, la difusión de información a la comunidad y la utilización de innovación informática para que los habitantes de esta gran urbe puedan ahorrar tiempo, evitar las tediosas colas para pagar un impuesto y hacer con mayor facilidad los reclamos cotidianos. En teoría, una apuesta interesante, aunque en la práctica todavía hay mucho por hacer.

En la actualidad, la Ciudad canaliza 10.000 llamadas por día, lo que representa poco más del 80 por ciento de los reclamos que ingresan al Sistema Unico de Atención Ciudadana. El resto de las denuncias (19%) provienen de las redes sociales o del correo electrónico. Por esto las comunas habilitaron direcciones en Facebook y Twitter, donde los vecinos bajan sus reclamos y el estado lo centraliza en una base de datos. De todas maneras, hay denuncias sin respuestas que superan los cuatro años, como árboles que rompen veredas o falta de luminarias.

"Con este plan buscamos transparencia y promovemos un gobierno participativo y colaborativo. Participativo porque facilitamos el camino para que la innovación provenga de la ciudadanía. Es un ida y vuelta que sirve para acortar los caminos. Buscamos que los vecinos puedan hacer reclamos por un mensaje de texto o por ejemplo, saber cuál es el salario de un funcionario", dijo a LA NACION Andrés Ibarra, ministro de Modernización del estado porteño.
De hecho, la Ciudad ya habilitó una página de Internet (www.data.buenosaires.gov.ar) donde se puede acceder, por ejemplo, a la cantidad de bicicletas disponibles en las 22 estaciones de bicing o saber dónde están las bicicleterías más cercanas. Aunque todavía no se publicó allí cuánto gana un ministro porteño, por ejemplo.

Para el legislador del ARI Fernando Sánchez, la información pública que hoy publica la Ciudad es muy pobre. "Con lo que respecta a Buenos Aires Data, las bases de datos son muy escasas y están desordenadas. Para un vecino común, es imposible usarla. Y si uno quiere saber si el delito en el barrio en el que vive subió o bajó, nunca encontrará esa información", dijo Sánchez.

Además, el legislador considera que en ninguna página oficial el estado se publican estadísticas que tienen en su poder, como resultados de controles de alcoholemia, índices de criminalidad e información económica del Poder Ejecutivo, entre otras. "El acceso a la información pública es un derecho de los ciudadanos. Pero esto hoy no ocurre", dijo Sánchez, que presentó un proyecto para que los ciudadanos puedan consultar por mail la información pública.
En plan de anuncios, la Subsecretaría de Atención Ciudadana presenta mañana una plataforma de administración de redes sociales tendiente a capturar los reclamos que realizan los vecinos a través de Facebook y el Twitter. "Las denuncias en las redes sociales tuvimos que integrarlas en nuestro sistema de atención con la misma lógica que atendemos el 147. Así, pasamos de una atención de lunes a viernes, de 9 a 15, a responder los siete días de la semana, las 24 horas", dijo Marcelo Olivet, subsecretario de Atención Cliudadana.

La ciudad colocó terminales autoconsulta para que puedan realizarse gestiones en cada una de las 15 sedes comunales y esta semana estrenarán el primer "Libro de quejas" totalmente virtual para que los ciudadanos, desde la Web o el teléfono, dejen su comentario sobre el servicio recibido en una oficina pública. "También implementaremos un sistema de chat con el 147 al que se accede a través de la Web del gobierno de la ciudad. Y en una segunda etapa lanzaremos un modelo de atención telepresencial donde no sólo se podrá chatear con un operador sino que se establecerá una videoconferencia" , dijo Eduardo Macchiavelli, secretario de Gestión Comunal y Atención Ciudadana.
En cuanto a la digitalización de gestiones que siempre se realizan en papel, el Registro Civil porteño trabaja en un proyecto para la utilización de lápices digitales en la realización de partidas. La novedad consiste en que el empleado no cambia la forma de trabajar y las partidas realizadas quedan automáticamente digitalizadas. Esto permitirá, en el corto plazo, entregarlas a través de Internet y evitar la tediosa espera de un trámite que tiene un volumen de 400.000 operaciones por año..