TIMPANO. ES EL TRIANGULO SUPERIOR CON ESCULTURAS: EN LA CUSPIDE ESTA EL FONDO CON LAS PIRAMIDES EGIPCIAS.
03/10/11
Por Eduardo Parise
En Buenos Aires, y con las nuevas torres, muchos coinciden: en los días con cielo despejado y sin neblina, desde algunos edificios muy altos se puede llegar a ver Colonia del Sacramento, la ciudad uruguaya que está en la otra orilla del Río de la Plata. No deja de ser una curiosidad. Pero si de cuestiones curiosas se trata, en la Ciudad hay una que resulta sorprendente: desde la Plaza de Mayo y mirando con atención, se llegan a observar las pirámides de Egipto.
¿Cómo es posible? Alcanzará con levantar la vista frente a la Catedral Metropolitana, en la avenida Rivadavia casi esquina San Martín, para descubrir que los perfiles de las más famosas pirámides de Giza, que recuerdan a los faraones Keops, Kefrén y Micerino, están allí como fondo de la escena artística que adorna el tímpano de esa iglesia, declarada Monumento Histórico en 1942.
La inauguración de esa obra artística, que llenó un espacio vacío y le dio realce al friso, fue el 19 de junio de 1863. Los trabajos habían comenzado a fines de 1860 y aunque dentro de las leyendas porteñas alguna vez se dijo que los había realizado un preso al que se indultó por esa obra, el encargado de desarrollarlos fue un artista francés llamado Joseph Dubourdieu, un hombre del que existen pocos datos biográficos, aunque se sabe que llegó aquí por primera vez en 1849.
Cuando le pidieron que realizara la obra para llenar ese friso triangular de 42 metros de ancho, Dubourdieu pensó en una imagen bíblica que trasmitiera amor y reconciliación. Así bocetó representar el reencuentro del patriarca hebreo José con sus once hermanos y su padre Jacob. Justamente Jacob y José son las figuras centrales del cuadro donde se observa al padre inclinándose hacia su hijo quien avanza para abrazarlo. La escena, según las Sagradas Escrituras, ocurrió cuando Jacob fue a Egipto. Por eso el artista pensó en las pirámides y decidió incluirlas como fuerte referencia detrás de la escena del abrazo.
Los especialistas sostienen que lo más difícil de resolver fueron los extremos del friso porque su forma triangular hizo que el espacio quedara, por esa cuestión geométrica, más reducido en altura. Sin embargo, Dubourdieu le encontró la vuelta al desafío e incluyó animales. Así, ubicado sobre las magníficas columnas (son de estilo corintio y se dice que representan a los doce Apóstoles), el tímpano de la Catedral aportó una imagen acorde a lo que merecía la importancia del edificio.
Como la realización de la obra artística coincidió con los tiempos de la batalla de Pavón (fue el 17 de septiembre de 1861 y su resultado generó que la provincia de Buenos Aires se reintegrara con el resto del país), algunos asociaron esa imagen de reconciliación colocada en el frente de la Catedral con aquella otra que parecía darse en la Argentina, lo que le otorgó al trabajo una interpretación política.
Después de terminar las esculturas, los investigadores afirman que el artista regresó a Europa y sus datos se perdieron entre la niebla del tiempo. Sin embargo, Joseph Dubourdieu no sólo dejó esa huella de su paso por Buenos Aires. También realizó otras esculturas que aún se conservan en espacios públicos de la Ciudad. Una de ellas es la estatua de la Libertad que está coronando la Pirámide de Mayo, aquel monumento que el gobierno patrio mandó construir para conmemorar el primer aniversario de la Revolución de 1810. La estatua del francés se agregó en 1856 y mide algo más de tres metros. Pero esa es otra historia.
lunes
domingo
Tahití, el secreto de las perlas en el Pacífico Sur
Algun día!
Con sus paisajes y colores idílicos, la isla más grande de La Polinesia Francesa ofrece aventuras y ocio del mejor.
Por La Vanguardia ESPECIAL PARA CLARIN
02/10/11
Quién no soñó con bañarse en aguas cristalinas, perderse en una playa virgen o descubrir bosques tropicales y montes volcánicos? ¿Quién no deseó emular a James Cook en su afán por explorar lejanas islas del Pacífico Sur o ver qué inspiró al genial Gauguin a pintar algunas de sus obras? Convertir los sueños en realidad puede ser sencillo. El primer paso es conocer el objetivo. En este caso, nuestro destino es Tahití , y nuestra puerta de entrada, Papeete, su capital.
Tahití es la isla mayor de la Polinesia Francesa . Situada al sur del océano Pacífico, Otaheite –como se la llamó antiguamente– pertenece al Archipiélago de la Sociedad , uno de los cinco del territorio de ultramar francés. El primer europeo que llegó a esta tierra bautizó así al archipiélago por la cercanía que tienen entre sí sus ocho islas de origen volcánico y los cinco atolones (islas coralinas) que se extienden sobre un territorio marítimo equivalente al continente europeo. Un conjunto de belleza espectacular que fue refugio de ricos y famosos.
Tahití –un país semiautónomo– es territorio galo desde mediados del siglo XIX y sus habitantes son ciudadanos franceses de pleno derecho. El clima aquí es tropical y ofrece un ambiente agradable durante todo el año, gracias a los vientos alisios. La temperatura media se sitúa alrededor de los 27º C, mientras que el agua de las lagunas es perfecta: se estabiliza cerca de los 26º C.
La puerta de entrada a Tahití es el aeropuerto de Faa’a, situado a cinco kilómetros de la capital y el único internacional de toda la Polinesia Francesa. Desplazarse aquí no es complicado: hay 41 pequeños aeropuertos distribuidos en estos archipiélagos, además de líneas regulares de ferries, cargueros y cruceros.
Lo más recomendable para moverse dentro de Tahití es alquilar un auto o moto, o hacerlo en taxi. Los que deseen un medio más “auténtico”, pueden tomar los divertidos trucks , pintorescos camiones con flancos de madera convertidos en autobuses.
Los atractivos turísticos de Tahití son fascinantes, básicamente por la dimensión e intensidad de sus espacios naturales: playas vírgenes de arenas blancas y también negras. Aguas cristalinas ideales para practicar deportes náuticos; acantilados rocosos, paisajes volcánicos, vegetación exuberante y valles y montañas en los que vale la pena perderse. A éstos se suman otros circuitos: los paseos por distintos edificios históricos y la posibilidad de desplazarse para descubrir otras islas. Pero ahora nos ocupa Papeete , la capital.
Esta ciudad sufrió un gran incendio en 1884 y distintos ciclones a lo largo de su historia, por lo que una parte de su edificación debió ser restaurada. La visita puede comenzar en la municipalidad, un edificio de estilo colonial cuya arquitectura reproduce el palacio que las autoridades coloniales francesas obsequiaron a la última reina tahitiana, Pomare IV, que trasladó su corte a Papeete a comienzos del siglo XIX y la convirtió en capital.
Otros imperdibles de la ciudad son la Catedral de Notre-Dame, creada en 1875 y restaurada en 1987, que ofrece una interesante armonía de elementos antiguos y modernos. Además, el templo chino de Mamao, con su techo en forma de pagoda recubierto de tejas de cerámica.
A sólo 11 kilómetros del centro se puede ver –en el final de la bahía de Matavai, donde llegaban la mayoría de los navegantes del siglo XIX– el faro de la Punta Venus. Construido en 1867 sobre una extensa playa de arena negra, su punta fue bautizada como “Venus” por el navegante James Cook, como recuerdo de su misión de observación del paso del planeta delante del sol, en 1769.
También hay que sumar al recorrido una pasada por el museo de la perla Robert Wan, que cuenta con una atractiva exhibición de perlas y una instalación dedicada a los distintos pasos que competen al cultivo de la perla tahitiana, además de su fundamental papel en la historia y la mitología de esta región del planeta.
El entorno natural originario –cuando se formaron estas islas– y la vida de la población autóctona antes de la llegada de los colonizadores se pueden descubrir en las instalaciones del Museo de Tahití y sus Islas, que cuenta con una interesante exhibición permanente dividida en cuatro salas.
Pero sin dudas es el Mercado de Papeete el lugar para ponerse en contacto con la cultura local. No hay que perderse la zona dedicada a las frutas y verduras, pero mucho menos aquella donde se venden flores, que es bellísima. El mercado, además, cuenta con todo tipo de productos artesanales. Atención: cierra tan temprano como abre; de 5 a 17, de lunes a sábados, y de 4 a 17 los domingos.
Quienes busquen un buen punto panorámico para sacar fotos deben dirigirse hacia la parte norte de la isla, en la zona de la Garganta del Taharaa. Allí se puede disfrutar de una vista espectacular de la costa y, detrás, el perfil montañoso de Moorea, otro de los territorios del archipiélago. Por cierto, este es el lugar perfecto para deleitarse con cada segundo de la puesta del sol.
Tahití cuenta con una única ruta principal, de circunvalación, que conecta los dos extremos de la isla: la costa este, rocosa y salvaje y la oeste, tranquila y de playas de arena negra, ideales para los amantes del surf. En el medio de estos extremos se encuentra el Valle de Papenoo, una zona de enclaves arqueológicos y paisajes vírgenes, con cascadas espectaculares. En este trayecto (que conviene hacer con guía y en 4x4) se puede visitar la garganta de Maroto, el lago natural de Vaihiria y la llanura de Mataiea.
Habrá que dirigirse hacia el istmo que une las dos porciones de tierra en las que se divide Tahití para contemplar una de las grandes vistas del lugar. En la llanura de Taravao, el paisaje –casi normando– se disfruta desde un puesto de observación que permite ver, a ambos lados del istmo, las dos bahías y el inmenso territorio de Tahití Nui.
Pero si de panorámicas se trata, los que estén bien dispuestos a la aventura pueden subir el monte Aorai, ubicado en el centro de la isla. Con sus 2.066 metros sobre el nivel del mar, la vista desde su cumbre abarca todas las cimas de Tahití y sus profundos valles.
Los tubos de lava de Hitiaa son otras de las espectaculares formaciones tahitianas: su formato tubular –como una gran gruta– los convierte en auténticos toboganes naturales que, con frecuencia, son el nacimiento de cascadas.
Para cerrar la visita conviene ir a la costa oeste e ingresar en el Jardín de Mataoa. Especies vegetales exóticas y aves de todos los colores se combinan en una despedida perfecta.
Tahití, el secreto de las perlas en el Pacífico Sur
Con sus paisajes y colores idílicos, la isla más grande de La Polinesia Francesa ofrece aventuras y ocio del mejor.
Por La Vanguardia ESPECIAL PARA CLARIN
02/10/11
Quién no soñó con bañarse en aguas cristalinas, perderse en una playa virgen o descubrir bosques tropicales y montes volcánicos? ¿Quién no deseó emular a James Cook en su afán por explorar lejanas islas del Pacífico Sur o ver qué inspiró al genial Gauguin a pintar algunas de sus obras? Convertir los sueños en realidad puede ser sencillo. El primer paso es conocer el objetivo. En este caso, nuestro destino es Tahití , y nuestra puerta de entrada, Papeete, su capital.
Tahití es la isla mayor de la Polinesia Francesa . Situada al sur del océano Pacífico, Otaheite –como se la llamó antiguamente– pertenece al Archipiélago de la Sociedad , uno de los cinco del territorio de ultramar francés. El primer europeo que llegó a esta tierra bautizó así al archipiélago por la cercanía que tienen entre sí sus ocho islas de origen volcánico y los cinco atolones (islas coralinas) que se extienden sobre un territorio marítimo equivalente al continente europeo. Un conjunto de belleza espectacular que fue refugio de ricos y famosos.
Tahití –un país semiautónomo– es territorio galo desde mediados del siglo XIX y sus habitantes son ciudadanos franceses de pleno derecho. El clima aquí es tropical y ofrece un ambiente agradable durante todo el año, gracias a los vientos alisios. La temperatura media se sitúa alrededor de los 27º C, mientras que el agua de las lagunas es perfecta: se estabiliza cerca de los 26º C.
La puerta de entrada a Tahití es el aeropuerto de Faa’a, situado a cinco kilómetros de la capital y el único internacional de toda la Polinesia Francesa. Desplazarse aquí no es complicado: hay 41 pequeños aeropuertos distribuidos en estos archipiélagos, además de líneas regulares de ferries, cargueros y cruceros.
Lo más recomendable para moverse dentro de Tahití es alquilar un auto o moto, o hacerlo en taxi. Los que deseen un medio más “auténtico”, pueden tomar los divertidos trucks , pintorescos camiones con flancos de madera convertidos en autobuses.
Los atractivos turísticos de Tahití son fascinantes, básicamente por la dimensión e intensidad de sus espacios naturales: playas vírgenes de arenas blancas y también negras. Aguas cristalinas ideales para practicar deportes náuticos; acantilados rocosos, paisajes volcánicos, vegetación exuberante y valles y montañas en los que vale la pena perderse. A éstos se suman otros circuitos: los paseos por distintos edificios históricos y la posibilidad de desplazarse para descubrir otras islas. Pero ahora nos ocupa Papeete , la capital.
Esta ciudad sufrió un gran incendio en 1884 y distintos ciclones a lo largo de su historia, por lo que una parte de su edificación debió ser restaurada. La visita puede comenzar en la municipalidad, un edificio de estilo colonial cuya arquitectura reproduce el palacio que las autoridades coloniales francesas obsequiaron a la última reina tahitiana, Pomare IV, que trasladó su corte a Papeete a comienzos del siglo XIX y la convirtió en capital.
Otros imperdibles de la ciudad son la Catedral de Notre-Dame, creada en 1875 y restaurada en 1987, que ofrece una interesante armonía de elementos antiguos y modernos. Además, el templo chino de Mamao, con su techo en forma de pagoda recubierto de tejas de cerámica.
A sólo 11 kilómetros del centro se puede ver –en el final de la bahía de Matavai, donde llegaban la mayoría de los navegantes del siglo XIX– el faro de la Punta Venus. Construido en 1867 sobre una extensa playa de arena negra, su punta fue bautizada como “Venus” por el navegante James Cook, como recuerdo de su misión de observación del paso del planeta delante del sol, en 1769.
También hay que sumar al recorrido una pasada por el museo de la perla Robert Wan, que cuenta con una atractiva exhibición de perlas y una instalación dedicada a los distintos pasos que competen al cultivo de la perla tahitiana, además de su fundamental papel en la historia y la mitología de esta región del planeta.
El entorno natural originario –cuando se formaron estas islas– y la vida de la población autóctona antes de la llegada de los colonizadores se pueden descubrir en las instalaciones del Museo de Tahití y sus Islas, que cuenta con una interesante exhibición permanente dividida en cuatro salas.
Pero sin dudas es el Mercado de Papeete el lugar para ponerse en contacto con la cultura local. No hay que perderse la zona dedicada a las frutas y verduras, pero mucho menos aquella donde se venden flores, que es bellísima. El mercado, además, cuenta con todo tipo de productos artesanales. Atención: cierra tan temprano como abre; de 5 a 17, de lunes a sábados, y de 4 a 17 los domingos.
Quienes busquen un buen punto panorámico para sacar fotos deben dirigirse hacia la parte norte de la isla, en la zona de la Garganta del Taharaa. Allí se puede disfrutar de una vista espectacular de la costa y, detrás, el perfil montañoso de Moorea, otro de los territorios del archipiélago. Por cierto, este es el lugar perfecto para deleitarse con cada segundo de la puesta del sol.
Tahití cuenta con una única ruta principal, de circunvalación, que conecta los dos extremos de la isla: la costa este, rocosa y salvaje y la oeste, tranquila y de playas de arena negra, ideales para los amantes del surf. En el medio de estos extremos se encuentra el Valle de Papenoo, una zona de enclaves arqueológicos y paisajes vírgenes, con cascadas espectaculares. En este trayecto (que conviene hacer con guía y en 4x4) se puede visitar la garganta de Maroto, el lago natural de Vaihiria y la llanura de Mataiea.
Habrá que dirigirse hacia el istmo que une las dos porciones de tierra en las que se divide Tahití para contemplar una de las grandes vistas del lugar. En la llanura de Taravao, el paisaje –casi normando– se disfruta desde un puesto de observación que permite ver, a ambos lados del istmo, las dos bahías y el inmenso territorio de Tahití Nui.
Pero si de panorámicas se trata, los que estén bien dispuestos a la aventura pueden subir el monte Aorai, ubicado en el centro de la isla. Con sus 2.066 metros sobre el nivel del mar, la vista desde su cumbre abarca todas las cimas de Tahití y sus profundos valles.
Los tubos de lava de Hitiaa son otras de las espectaculares formaciones tahitianas: su formato tubular –como una gran gruta– los convierte en auténticos toboganes naturales que, con frecuencia, son el nacimiento de cascadas.
Para cerrar la visita conviene ir a la costa oeste e ingresar en el Jardín de Mataoa. Especies vegetales exóticas y aves de todos los colores se combinan en una despedida perfecta.
Tahití, el secreto de las perlas en el Pacífico Sur
miércoles
Puerto Madero: postal siglo XXI
30/09/2011
Por Berto González Montaner *
Clarin Arq
En 1991 se firmó el convenio para hacer el barrio más nuevo de Buenos Aires. Hoy es una realidad, con menos habitantes que los 14.000 previstos y un altísimo valor de inversión.
Hace tan solo veinte años nació el más nuevo de los barrios porteños. Fue en el año 1991 cuando la entonces Municipalidad firmó un convenio con la Sociedad Central de Arquitectos para llamar a un concurso nacional de ideas con el objetivo de convertir el abandonado Puerto Madero en un pedazo más de Ciudad. La iniciativa llegaba luego de que se hubiese intentado sin éxito imponer un proyecto elaborado con el Ayuntamiento de Barcelona, España.
En septiembre de ese año se conocieron las bases del concurso, un instrumento fundamental para el éxito de la operación. Dos prestigiosos urbanistas, Odilia Suárez y Heriberto Allende, se sumaron a Pablo Huberman y Jorge Moscato por la Municipalidad de Buenos Aires, para redactar qué había que hacer con el área. El arquitecto y urbanista Alfredo Garay, uno de los “padres” de la idea, entonces vaticinaba: “Puerto Madero será la nueva imagen de Buenos Aires. La postal del 2000”. Faltaba definir el cómo.
A veinte años de haber formulado semejante utopía, Puerto Madero es realidad. Y no solo eso, según la encuesta “Ciudad x ciudad: lo mejor y lo peor”, publicada recientemente por ARQ, es uno de los lugares preferidos por los porteños y visitantes. La encuesta realizada por la consultora D´Alessio entre el público general y arquitectos (2.076 encuestados) dio que para el 14% y 16,2% respectivamente Puerto Madero es el lugar más agradable de la Ciudad. Bastante por encima de los apreciados Bosques de Palermo y la zona de Recoleta-Plaza Francia.
Sin embargo, sus comienzos no fueron fáciles. El diario La Nación fue muy crítico al principio. En sus editoriales pronosticaba que se levantarían gigantescas cortinas de hormigón entre la ciudad y el río. Y que así Buenos Aires perdería la gran oportunidad de que Puerto Madero sea el nuevo Palermo del siglo XXI.
También en los fantasiosos años 90 aparecieron otros megaproyectos, como el Proyecto Retiro, la Rezonificación de Dársena Norte para posibilitar la construcción de grandes torres, las diversas propuestas de aeroíslas en reemplazo del Aeroparque Jorge Newbery y la urbanización de la ex Ciudad deportiva de Boca Juniors, relanzada recientemente, que amenazaron restarle competividad al plan del barrio. Hasta se barajó la posibilidad de reformular el joven proyecto para instalar en el mismo Puerto Madero una Ciudad Judicial de unos 300.000 m2.
Volviendo al concurso, el jurado (Carmen Córdova, César Carli, Jorge Aslan y Raúl Rivarola; y Alfredo Garay, Mario Sabugo y Emilio Rivoira por el municipio) eligió entre los 96 trabajos presentados las propuestas de tres equipos. Uno liderado por Juan Manuel Borthagaray, entonces decano de la Facultad de Arquitectura de la UBA; otro, por Enrique García Espil, actual presidente de la Sociedad Central de Arquitectos y, el tercero, por Eugenio Xaus. Los tres equipos se unieron a los profesionales de la Municipalidad para elaborar el plan maestro final.
El proyecto replica la forma y el tipo de amanzanamiento de los galpones portuarios existentes hacia el otro lado de los diques. Y genera dos ramilletes de torres que en coincidencia con la prolongación de los ejes de la calle Viamonte y la avenida Belgrano enmarcaran el eje institucional y monumental de la Ciudad, la Avenida de Mayo.
Según el último censo, el flamante barrio tiene 6.629 habitantes contra los 14.000 previstos por la Corporación Antiguo Puerto Madero. Tiene tan sólo un poco más de 3,5 veces habitantes que su vecino, la villa Rodrigo Bueno, donde viven 1.795 personas y es uno de los lugares que más creció en la Ciudad desde el censo anterior. Aunque los espacios públicos de Puerto Madero sean disfrutados por muchos, sus flamantes edificios son más un refugio para el dinero que para la gente. El valor del metro cuadrado pasó de US$ 1.200 en 2002 a US$ 4.200 en la actualidad. Y ya se anuncian proyectos a US$ 7.000 el m2.
Puerto Madero fue para quienes definieron este pedazo de ciudad una oportunidad de reforzar nuestra porteñidad. Las bases del concurso pedían reforzar la memoria portuaria del sitio “por haber sido uno de los brazos potentes que agitó la Argentina de perfil agroexportador…” y valorizar el poder evocativo de la Costanera Sur, “un lugar predilecto de la sociedad durante la primera mitad del siglo (pasado)”.
Pero este carácter bien porteño imbricado con el origen portuario también se manifiesta en la arquitectura. Una desprejuiciada, hasta impune, mezcla de formas y estilos, ateorética y asincrónica. Edificios vanguardistas como las torres Mulieris, una experimentación sin precedentes en esta tipología de edificios, y lo anacrónico de la torre Chateau, una especie de palacio francés del siglo XIX pero en altura. Aunque a muchos no nos guste, estas son también “las” postales de Buenos Aires.
* Editor Jefe ARQ
Por Berto González Montaner *
Clarin Arq
En 1991 se firmó el convenio para hacer el barrio más nuevo de Buenos Aires. Hoy es una realidad, con menos habitantes que los 14.000 previstos y un altísimo valor de inversión.
Hace tan solo veinte años nació el más nuevo de los barrios porteños. Fue en el año 1991 cuando la entonces Municipalidad firmó un convenio con la Sociedad Central de Arquitectos para llamar a un concurso nacional de ideas con el objetivo de convertir el abandonado Puerto Madero en un pedazo más de Ciudad. La iniciativa llegaba luego de que se hubiese intentado sin éxito imponer un proyecto elaborado con el Ayuntamiento de Barcelona, España.
En septiembre de ese año se conocieron las bases del concurso, un instrumento fundamental para el éxito de la operación. Dos prestigiosos urbanistas, Odilia Suárez y Heriberto Allende, se sumaron a Pablo Huberman y Jorge Moscato por la Municipalidad de Buenos Aires, para redactar qué había que hacer con el área. El arquitecto y urbanista Alfredo Garay, uno de los “padres” de la idea, entonces vaticinaba: “Puerto Madero será la nueva imagen de Buenos Aires. La postal del 2000”. Faltaba definir el cómo.
A veinte años de haber formulado semejante utopía, Puerto Madero es realidad. Y no solo eso, según la encuesta “Ciudad x ciudad: lo mejor y lo peor”, publicada recientemente por ARQ, es uno de los lugares preferidos por los porteños y visitantes. La encuesta realizada por la consultora D´Alessio entre el público general y arquitectos (2.076 encuestados) dio que para el 14% y 16,2% respectivamente Puerto Madero es el lugar más agradable de la Ciudad. Bastante por encima de los apreciados Bosques de Palermo y la zona de Recoleta-Plaza Francia.
Sin embargo, sus comienzos no fueron fáciles. El diario La Nación fue muy crítico al principio. En sus editoriales pronosticaba que se levantarían gigantescas cortinas de hormigón entre la ciudad y el río. Y que así Buenos Aires perdería la gran oportunidad de que Puerto Madero sea el nuevo Palermo del siglo XXI.
También en los fantasiosos años 90 aparecieron otros megaproyectos, como el Proyecto Retiro, la Rezonificación de Dársena Norte para posibilitar la construcción de grandes torres, las diversas propuestas de aeroíslas en reemplazo del Aeroparque Jorge Newbery y la urbanización de la ex Ciudad deportiva de Boca Juniors, relanzada recientemente, que amenazaron restarle competividad al plan del barrio. Hasta se barajó la posibilidad de reformular el joven proyecto para instalar en el mismo Puerto Madero una Ciudad Judicial de unos 300.000 m2.
Volviendo al concurso, el jurado (Carmen Córdova, César Carli, Jorge Aslan y Raúl Rivarola; y Alfredo Garay, Mario Sabugo y Emilio Rivoira por el municipio) eligió entre los 96 trabajos presentados las propuestas de tres equipos. Uno liderado por Juan Manuel Borthagaray, entonces decano de la Facultad de Arquitectura de la UBA; otro, por Enrique García Espil, actual presidente de la Sociedad Central de Arquitectos y, el tercero, por Eugenio Xaus. Los tres equipos se unieron a los profesionales de la Municipalidad para elaborar el plan maestro final.
El proyecto replica la forma y el tipo de amanzanamiento de los galpones portuarios existentes hacia el otro lado de los diques. Y genera dos ramilletes de torres que en coincidencia con la prolongación de los ejes de la calle Viamonte y la avenida Belgrano enmarcaran el eje institucional y monumental de la Ciudad, la Avenida de Mayo.
Según el último censo, el flamante barrio tiene 6.629 habitantes contra los 14.000 previstos por la Corporación Antiguo Puerto Madero. Tiene tan sólo un poco más de 3,5 veces habitantes que su vecino, la villa Rodrigo Bueno, donde viven 1.795 personas y es uno de los lugares que más creció en la Ciudad desde el censo anterior. Aunque los espacios públicos de Puerto Madero sean disfrutados por muchos, sus flamantes edificios son más un refugio para el dinero que para la gente. El valor del metro cuadrado pasó de US$ 1.200 en 2002 a US$ 4.200 en la actualidad. Y ya se anuncian proyectos a US$ 7.000 el m2.
Puerto Madero fue para quienes definieron este pedazo de ciudad una oportunidad de reforzar nuestra porteñidad. Las bases del concurso pedían reforzar la memoria portuaria del sitio “por haber sido uno de los brazos potentes que agitó la Argentina de perfil agroexportador…” y valorizar el poder evocativo de la Costanera Sur, “un lugar predilecto de la sociedad durante la primera mitad del siglo (pasado)”.
Pero este carácter bien porteño imbricado con el origen portuario también se manifiesta en la arquitectura. Una desprejuiciada, hasta impune, mezcla de formas y estilos, ateorética y asincrónica. Edificios vanguardistas como las torres Mulieris, una experimentación sin precedentes en esta tipología de edificios, y lo anacrónico de la torre Chateau, una especie de palacio francés del siglo XIX pero en altura. Aunque a muchos no nos guste, estas son también “las” postales de Buenos Aires.
* Editor Jefe ARQ
Con todo respeto a la Manzana
Clarin Arq 26/09/11
Por paula baldo
Las propuestas para el completamiento de la Manzana de las Luces comparten una postura neutral.
La intervención de uno de los sitios históricos de mayor importancia de Buenos Aires requiere de un lenguaje arquitectónico neutro e indudablemente moderno a la vez. Por lo menos así lo estableció el jurado del concurso nacional de anteproyectos de arquitectura para la construcción de un edificio para la sede de la Comisión Nacional de Museos (CNM) y de Monumentos y Lugares Históricos y del Centro Nacional del Patrimonio (CNP), en la Manzana de las Luces.
Para formalizar la necesidad simultánea de integrarse al conjunto y destacarse a su vez como una nueva intervención , el proyecto del Estudio Aisenson + SMF, ganador del primer premio, propone un edificio cuya volumetría completa el tejido propiciando la continuidad del perfil urbano sobre la calle Perú como una masa modelada y, según el jurado, reinterpretando el ritmo de llenos y vacíos de las fachadas linderas.
Actualmente, el área a intervenir es un vacío que se usa como estacionamiento. La propuesta reelabora la idea de patio y claustro como área pública de calidad y a la vez que sirva de ingreso a los edificios de la CNM y CNP.
“El programa se distribuye en dos bloques cuya arquitectura más masiva o más despojada se corresponde con las áreas más públicas y las más privadas”, explica la memoria del proyecto.
Las fachadas hacia el patio están formalizadas por una arquitectura muraria y densa hasta la altura de los edificios históricos linderos generando un juego de transparencias y ocultamientos que dialoga con las preexistencias y regula los accesos y visuales peatonales, según los autores. En la parte posterior, el bloque más alto sobre la medianera del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) se levanta liviano y transparente despegándose de un “enrase” de alrededor de 11 metros. En el bloque sobre Perú se dispone el programa del CNM en dos pisos y con un núcleo circulatorio exclusivo. La planta baja, de unos cuatro metros de altura libre, albergará las actividades más públicas y masivas: exposiciones, SUM, cafetería, auditorio y foyer (en subsuelo).
La masividad de la fachada del primer premio se contrapone con la transparencia propuesta por el equipo encabezado por Mariano De la Mota y Miguel Cocco. En este caso, el jurado consideró que la transparencia del edificio “permite una reconstrucción virtual del vacío actual, que ya forma parte de la memoria del sitio”, además de una muy buena visualización y contacto con las medianeras de los edificios linderos desde el patio central . Los proyectistas materializaron el nuevo edificio con un lenguaje moderno, tecnológico, despojado y sustentable, donde la relación formal con los edificios históricos se establece por contraste.
El proyecto plantea un cuerpo de 12 metros sobre Perú, un patio articulador y un cuerpo de 30 metros que se toma de la altura del CNBA. En el cuerpo más alto se plantea un rehundido que reconoce la altura de la medianera de Redituantes y Procuraduría y del nuevo cuerpo sobre línea municipal. “Esta operación confiere al patio una línea de altura uniforme en todo su perímetro”, explican los autores. En la planta baja, la fachada que se toma completamente hasta la línea municipal, sin retiros. Allí se proponen unas carpinterías corredizas para incorporar la calle (que proponen peatonalizar) con el patio interno.
El proyecto del equipo de Fernando Vignoni, que también se inclinó por las transparencias y el bajo perfil , recibió el tercer premio. La propuesta utiliza un sistema de doble envolvente (vidrio más panel) para unificar con un mismo lenguaje todo el edificio logrando una imagen abstracta.
El proyecto pone énfasis en el control bioclimático , donde juega un rol importante la combinación de vidrio y chapa micro perforada para la piel envolvente, a los efectos de mejorar el comportamiento ambiental de un edificio en el que la orientación oeste resulta dominante. Para los autores, es una manera económica y eficaz de conseguir reducir la cantidad de radiación incidente sobre la fachada sin renunciar a grandes fachadas acristaladas transparentes.
Al igual que las otras propuestas premiadas, plantea un patio en planta baja como espacio integrador y de transición, cuyo perímetro construido se enrasa con los edificios existentes.
Ya está en el Colón la estatua de Mozart que donó Viena
28/09/11 Clarin
Al Teatro Colón no podía faltarle un homenaje a Wolfgang Amadeus Mozart. Y la deuda quedó saldada con una estatua que la Ciudad de Viena le regaló a Buenos Aires por los festejos del Bicentenario.
La ceremonia de entrega se realizó en el Salón Blanco del Teatro, donde quedará expuesta la estatua del compositor austríaco. Viena estuvo representada por Thomas Resch, acompañado por el embajador de Austria en la Argentina, Robert Zischg. El regaló fue recibido en nombre de la Ciudad y el Colón por el director general del teatro, Pedro Pablo García Caffi.
El acto tuvo lugar en el marco de la programación del Mozarteum Argentina, con la presentación del Vienna piano trio.
El Palacio Legislativo
El Palacio Legislativo cumple 80 años y lo declaran Monumento Histórico
La Presidenta firmó el decreto. Y el lunes habrá festejos y visitas guiadas gratuitas.
Por Silvia Gómez
28/09/11 Clarin
El Palacio Legislativo cumple 80 años y lo declaran Monumento Histórico. (Rubén Digilio)
El edificio del Palacio Legislativo festejará sus 80 años con una nueva distinción: fue declarado Monumento Histórico Nacional (MHN). El decreto fue firmado el lunes por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y publicado ayer en el Boletín Oficial. Ya en 2008 había sido distinguido como Monumento Histórico de la Ciudad.
El lunes habrá festejos oficiales –con el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y a los que concurriría la Presidenta– y cinco turnos de visitas guiadas gratuitas para los vecinos. Así la gente podrá explorar el interior del edificio de Perú 130, uno de los más bellos de la Ciudad, inaugurado un sábado 3 de octubre de 1931. Ni siquiera aquella apertura –muy atípica porque el cuerpo deliberativo había sido disuelto por el golpe militar de José F. Uriburu– logró opacar su brillo. Es que el arquitecto Héctor Ayerza lo imaginó como un ícono. De la forma en que por estos días festeja sus 80 años.
Entre otras cosas, el decreto presidencial justifica su declaración como MHN en la fabulosa torre reloj que lo corona, de 95 metros de altura . Durante muchos años fue una de las construcciones más altas de la Ciudad. El reloj fue traído de Alemania y hace algunos años fue puesto en valor. Y en los techos del palacio está el instrumento más grande que posee la Ciudad: un carillón formado por 30 campanas fundidas en bronce. Fueron afinadas y pueden tañirse en conjunto para tocar música. De hecho todos los viernes a las 18 suena con diferentes canciones. Fue el segundo carillón que tuvo la Ciudad –el primero se instaló en la Basílica de la Merced, en 1923– y el más grande del mundo, superando a uno ubicado en Chicago, Estados Unidos.
La Legislatura fue construida con los materiales que por aquellos días se utilizaban en todas las grandes obras de la Ciudad. Mármoles de Grecia y de la región italiana de Botticino, nogal también italiano, arañas de bronce y cristal de la ciudad francesa de Baccarat, entre muchos otros detalles de categoría. Ayerza, como otros arquitectos contemporáneos, trazó un estilo afrancesado típico en la fisonomía del palacio. Incluso se inspiró en la Galería de los Espejos del Palacio de Versailles para diseñar el Gran Salón de Honor, conocido como Salón Dorado. Entre otras cosas, allí se entregan distinciones a personajes destacados y los que ingresan por primera vez quedan inevitablemente impresionados por las columnas jónicas que delimitan el espacio central. Y en el San Martín, sobre un trozo de piedra caliza traída especialmente de la Cordillera de Los Andes, se destaca la figura del Libertador sobre su caballo.
En un dossier, Héctor Vargas y la Comisión Asesora del Archivo Histórico del Palacio Legislativo, cuentan que el lugar ya había sido declarado Monumento Histórico por el Congreso de la Nación, a través de la Ley 14.036, sancionada el 19 de julio de 1951, “con motivo de haber constituido allí su despacho el primer titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión”, es decir Juan Perón. Antagonismos de por medio, luego la Revolución Libertadora derogó la ley y adiós declaración. Hasta que el lunes la Presidenta le devolvió su status.
La Presidenta firmó el decreto. Y el lunes habrá festejos y visitas guiadas gratuitas.
Por Silvia Gómez
28/09/11 Clarin
El Palacio Legislativo cumple 80 años y lo declaran Monumento Histórico. (Rubén Digilio)
El edificio del Palacio Legislativo festejará sus 80 años con una nueva distinción: fue declarado Monumento Histórico Nacional (MHN). El decreto fue firmado el lunes por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y publicado ayer en el Boletín Oficial. Ya en 2008 había sido distinguido como Monumento Histórico de la Ciudad.
El lunes habrá festejos oficiales –con el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y a los que concurriría la Presidenta– y cinco turnos de visitas guiadas gratuitas para los vecinos. Así la gente podrá explorar el interior del edificio de Perú 130, uno de los más bellos de la Ciudad, inaugurado un sábado 3 de octubre de 1931. Ni siquiera aquella apertura –muy atípica porque el cuerpo deliberativo había sido disuelto por el golpe militar de José F. Uriburu– logró opacar su brillo. Es que el arquitecto Héctor Ayerza lo imaginó como un ícono. De la forma en que por estos días festeja sus 80 años.
Entre otras cosas, el decreto presidencial justifica su declaración como MHN en la fabulosa torre reloj que lo corona, de 95 metros de altura . Durante muchos años fue una de las construcciones más altas de la Ciudad. El reloj fue traído de Alemania y hace algunos años fue puesto en valor. Y en los techos del palacio está el instrumento más grande que posee la Ciudad: un carillón formado por 30 campanas fundidas en bronce. Fueron afinadas y pueden tañirse en conjunto para tocar música. De hecho todos los viernes a las 18 suena con diferentes canciones. Fue el segundo carillón que tuvo la Ciudad –el primero se instaló en la Basílica de la Merced, en 1923– y el más grande del mundo, superando a uno ubicado en Chicago, Estados Unidos.
La Legislatura fue construida con los materiales que por aquellos días se utilizaban en todas las grandes obras de la Ciudad. Mármoles de Grecia y de la región italiana de Botticino, nogal también italiano, arañas de bronce y cristal de la ciudad francesa de Baccarat, entre muchos otros detalles de categoría. Ayerza, como otros arquitectos contemporáneos, trazó un estilo afrancesado típico en la fisonomía del palacio. Incluso se inspiró en la Galería de los Espejos del Palacio de Versailles para diseñar el Gran Salón de Honor, conocido como Salón Dorado. Entre otras cosas, allí se entregan distinciones a personajes destacados y los que ingresan por primera vez quedan inevitablemente impresionados por las columnas jónicas que delimitan el espacio central. Y en el San Martín, sobre un trozo de piedra caliza traída especialmente de la Cordillera de Los Andes, se destaca la figura del Libertador sobre su caballo.
En un dossier, Héctor Vargas y la Comisión Asesora del Archivo Histórico del Palacio Legislativo, cuentan que el lugar ya había sido declarado Monumento Histórico por el Congreso de la Nación, a través de la Ley 14.036, sancionada el 19 de julio de 1951, “con motivo de haber constituido allí su despacho el primer titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión”, es decir Juan Perón. Antagonismos de por medio, luego la Revolución Libertadora derogó la ley y adiós declaración. Hasta que el lunes la Presidenta le devolvió su status.
martes
Parque Indoamericano
INSTALARAN JUEGOS, CANCHAS DE FUTBOL Y BUFFET
Estiman que el Parque Indoamericano estará listo dentro de un mes
La Ciudad avanza con las obras para reacondicionar el predio, luego de los destrozos que dejó la toma a fines de 2010.
La Razon 27-09-11Desde que terminó la batalla campal en el Parque Indoamericano de Villa Lugano, a fines de 2010, el Gobierno porteño prometió obras para reacondicionar el lugar y evitar nuevas ocupaciones en el futuro. Pero los trabajos se demoraron más de la cuenta y la inauguración, según las autoridades, se pospuso para fines de octubre.
Para esa fecha, entonces, el parque definitivamente volverá a ser de los vecinos de la zona.
Podrán disfrutar de las 130 hectáreas a nuevo, con un parque de juegos, canchas de fútbol y básquet, estaciones aeróbicas, baños y buffet, entre otras obras.
Desde el Ministerio de Am- biente y Espacio Público, explicaron que los retrasos se debieron tanto a las lluvias que hubo en invierno como a la desidia en que se encontraba el parque luego de la ocupación y de varios años de abandono. Es necesario entender que el predio, el segundo más grande de la Ciudad después del Parque 3 de Febrero, funcionó durante los últimos diez años como depósito de escombros. Y hubo que remover 7,5 toneladas de cascotes y piedras de obras. "Hay que saber que la dimensión de este parque es similar, en promedio, a 15 plazas típicas de la Ciudad", remarcó el ministro Diego Santilli.
No obstante los retrasos, las obras avanzan a paso firme. Todos los días, un grupo de obreros trabaja en el lugar para cumplir con los plazos previstos. Ya se instalaron las torres de iluminación, el cerco perimetral y comenzaron a plantarse árboles.
Y algunos de los caminos que formarán parte del trazado del parque ya tienen colocados los adoquines.
En total, el ambicioso proyecto costará siete millones de pesos, pero, a diferencia de otras obras públicas, el Ministerio decidió hacerlo con recursos propios para evitar el llamado a licitación. Una metodología que ya utilizó en el Mercado de Pulgas de Dorrego. Se utiliza la mano de obra de los empleados municipales, nivelan los suelos con la tierra que sale de las excavaciones del subte, colocan árboles que se cultivan en el vivero porteño y adoquines que son propiedad de la Ciudad, entre otras cosas. Muy Bueno!!!!
Estiman que el Parque Indoamericano estará listo dentro de un mes
La Ciudad avanza con las obras para reacondicionar el predio, luego de los destrozos que dejó la toma a fines de 2010.
LOS OBREROS TRABAJAN PARA FINALIZAR LAS OBRAS EN UN MES.
La Razon 27-09-11Desde que terminó la batalla campal en el Parque Indoamericano de Villa Lugano, a fines de 2010, el Gobierno porteño prometió obras para reacondicionar el lugar y evitar nuevas ocupaciones en el futuro. Pero los trabajos se demoraron más de la cuenta y la inauguración, según las autoridades, se pospuso para fines de octubre.
Para esa fecha, entonces, el parque definitivamente volverá a ser de los vecinos de la zona.
Podrán disfrutar de las 130 hectáreas a nuevo, con un parque de juegos, canchas de fútbol y básquet, estaciones aeróbicas, baños y buffet, entre otras obras.
Desde el Ministerio de Am- biente y Espacio Público, explicaron que los retrasos se debieron tanto a las lluvias que hubo en invierno como a la desidia en que se encontraba el parque luego de la ocupación y de varios años de abandono. Es necesario entender que el predio, el segundo más grande de la Ciudad después del Parque 3 de Febrero, funcionó durante los últimos diez años como depósito de escombros. Y hubo que remover 7,5 toneladas de cascotes y piedras de obras. "Hay que saber que la dimensión de este parque es similar, en promedio, a 15 plazas típicas de la Ciudad", remarcó el ministro Diego Santilli.
No obstante los retrasos, las obras avanzan a paso firme. Todos los días, un grupo de obreros trabaja en el lugar para cumplir con los plazos previstos. Ya se instalaron las torres de iluminación, el cerco perimetral y comenzaron a plantarse árboles.
Y algunos de los caminos que formarán parte del trazado del parque ya tienen colocados los adoquines.
En total, el ambicioso proyecto costará siete millones de pesos, pero, a diferencia de otras obras públicas, el Ministerio decidió hacerlo con recursos propios para evitar el llamado a licitación. Una metodología que ya utilizó en el Mercado de Pulgas de Dorrego. Se utiliza la mano de obra de los empleados municipales, nivelan los suelos con la tierra que sale de las excavaciones del subte, colocan árboles que se cultivan en el vivero porteño y adoquines que son propiedad de la Ciudad, entre otras cosas. Muy Bueno!!!!
lunes
Vandalismo urbano
Daños en bienes públicos / Un mal que cuesta a los porteños $ 1.000.000 mensuales
El vandalismo urbano no tiene freno
Por Angeles Castro
LA NACION
Los grafitis en monumentos del micro y macrocentro; las pegatinas ilegales en edificios estatales; refugios de colectivos y postes de luz; el robo y la destrucción de contenedores y cestos para residuos; la destrucción de los canteros de la 9 de Julio, y la rotura de obras de arte instaladas en el espacio público constituyen el top five de las actividades vandálicas que afectan a bienes de uso común. Esos ataques obligan al gobierno porteño a desembolsar 12 millones de pesos anuales en concepto de reparaciones y reposiciones de los elementos dañados.
Así lo confirmó a La Nacion el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, encargado de los arreglos correspondientes.
Una simple recorrida tanto por el centro como por algunos barrios porteños alcanza para comprobar cómo el vandalismo, generalmente producto de manos anónimas, ataca con particular insistencia.
Los perjuicios se observan en el monumento a Bartolomé Mitre, en la plaza homónima de Recoleta, víctima de los grafitis; en la peatonal Reconquista, en la City, donde la mayoría de los pilotes que delineaban la vereda desapareció o está volteado junto a su lugar original de emplazamiento; en la Plaza de los Periodistas, en Flores, de donde desapareció la placa que recuerda al fallecido periodista de La Nacion, Juan Carlos Insiarte, colocada por pedido de los vecinos, pues su labor logró que ese espacio abandonado se convirtiera en un paseo.
Sobre la avenida Triunvirato, en Villa Urquiza, los postes de luz son los blancos de pegatinas para promocionar servicios de todo tipo, fenómeno que se repite en el mobiliario urbano de toda la ciudad.
La lista continúa, por ejemplo, con el respiradero maltratado de una estación de subte en Cabildo y Juramento y, bajo tierra, con pintadas sobre el mural del artista Sábat -declarado bien cultural porteño-, que adorna el pasaje Lima, en la combinación de las líneas A y C. También, con las inscripciones que muestra la Pirámide de Mayo, a metros de la Casa Rosada y del Palacio de la Ciudad.
Sin castigo
La nómina resulta tan extensa como infructuosas son las causas abiertas en la justicia porteña por los daños provocados en bienes urbanos. Según datos suministrados por el Ministerio Público Fiscal de la ciudad, terminó archivado el 78% de los expedientes abiertos durante 2011 por infracción del artículo 80 del Código Contravencional de la Capital, que establece que se castigue a quienes ensucien bienes con 1 a 15 días de trabajo de utilidad pública, o multa de 200 a 3000 pesos; las sanciones se elevan al doble cuando los objetivos son estatuas, monumentos, templos religiosos, escuelas u hospitales.
La norma, en su artículo 70, también establece castigos de 1 a 10 días de utilidad pública, o multas de 200 a 2000 pesos para quienes afecten señales colocadas por las autoridades, como los carteles que nombran calles o cualquier indicación con fines de orientación al ciudadano. En 2011, sólo se abrieron siete causas por violación a ese artículo.
Como se dijo, según un informe del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, que dirige Diego Santilli, los monumentos del micro y macrocentro, los edificios estatales, los refugios de colectivos, los contenedores y los cestos para residuos, los canteros de la 9 de Julio y las obras de arte instaladas en el espacio público son los bienes que más afectados resultan.
Además de los canteros de la 9 de Julio, los espacios verdes que más agresiones reciben son el parque Los Andes, en Chacarita; el parque Centenario y la plaza Irlanda, en Caballito, y la plaza Martín Fierro, en San Cristóbal; incluyen desde la destrucción del césped, los bancos y los juegos infantiles hasta el robo de rejas perimetrales.
La Plaza de Mayo, sede de múltiples concentraciones, demanda al Estado porteño un presupuesto mensual en mantenimiento de $ 100.000.
Monumentos, en la mira
"Aproximadamente gastamos un total de 1.000.000 de pesos por mes en reparaciones y reposiciones durante 2010. Este año, como los costos de insumos aumentan, la proyección es mayor para fin de año", dijo Santilli.
Según los datos oficiales, los monumentos más dañados son el de Julio Argentino Roca, que debe ser hidrolavado y pintado todos los meses; el Obelisco, cuya base ya fue pintada en cuatro ocasiones en lo que va del año; el Quijote de la Mancha, que tuvo que ser pintado en seis oportunidades, y el de Roque Sáenz Peña, que recibe inscripciones casi todas las semanas. El mausoleo de Bernardino Rivadavia, en Plaza Miserere, es otro blanco habitual.
También sufren roturas y robos las obras de arte colocadas en el Rosedal (especialmente, los grandes jarrones ornamentales), en el parque Chacabuco, en el parque Lezama y en el parque Rivadavia.
En lo que va de 2011, fueron efectuadas más de 150 reparaciones en monumentos y obras de arte.
$ 12.000.000 anuales
Es lo que gastó durante 2010 el gobierno porteño en arreglos y reposiciones de bienes dañados por el vandalismo.
$ 4.000.000 en cinco meses
Ese monto se invirtió entre enero y mayo de 2011 para reponer contenedores rotos o robados..
Cuando el daño afecta los servicios esenciales
Hay hurto de cables, contenedores y luces
Más allá del daño en bienes muebles e inmuebles de valor incalculable, el vandalismo también afecta en la Capital instalaciones de servicios públicos, como la higiene urbana, el alumbrado, la distribución de energía y el subterráneo.
La rotura y el robo de contenedores de residuos surgió a la par de la colocación, hace cuatro años, de estos recipientes. De los 15.000 contenedores emplazados -según el gobierno porteño- en las calles de distintos barrios de la ciudad, sólo en los primeros cinco meses de 2011 debieron ser repuestos 2598 por destrucción de sus tapas, quemaduras, sustracción de ruedas o robo del recipiente completo, con una inversión de 4 millones de pesos.
Las luminarias públicas no quedan exentas de ataques. Según voceros del Ministerio de Ambiente y Espacio Público local, el robo de cables se produce a partir de la rotura de las columnas de alumbrado y, desde allí, hasta del tendido aéreo. En algunos sectores de la ciudad, como los alrededores de las canchas de Huracán, Vélez y San Lorenzo, el puente Alsina, el Rosedal, Barrancas de Belgrano y el corredor de plazas de la Avenida del Libertador se destrozan, además, los artefactos lumínicos.
Los concesionados, también
Voceros de Edenor dijeron a La Nacion que, por ser sus tendidos subterráneos, no registran robos de cables. Desde Edesur, en cambio, informaron que desde el comienzo de 2011 sufrieron 400 robos de cables y piezas de cobre contenidas en distintos aparatos eléctricos de la firma. Además, señalaron que, pese al soterramiento de las instalaciones, delincuentes vestidos como operarios de la firma llegaron a excavar veredas en Yrigoyen y Sarandí, y en Venezuela y Sáenz Peña, para extraer materiales.
En tanto, fuentes de la empresa Metrovías -que explota la red de subterráneos de la Capital- indicaron que entre enero y agosto se registró un promedio de un grafiti cada dos días en los coches de distintas líneas. Resulta habitual para los pasajeros viajar en formaciones "adornadas" con grafitis anónimos.
En el mismo período, las estaciones recibieron un promedio de cinco pintadas por mes, que en muchos casos afectaron bienes culturales de la ciudad, como los 113 murales artísticos que embellecen algunas paradas. También hubo ocho robos por día de elementos para combatir el fuego (matafuegos, mangueras, etc.).
El vandalismo urbano no tiene freno
Por Angeles Castro
LA NACION
Los grafitis en monumentos del micro y macrocentro; las pegatinas ilegales en edificios estatales; refugios de colectivos y postes de luz; el robo y la destrucción de contenedores y cestos para residuos; la destrucción de los canteros de la 9 de Julio, y la rotura de obras de arte instaladas en el espacio público constituyen el top five de las actividades vandálicas que afectan a bienes de uso común. Esos ataques obligan al gobierno porteño a desembolsar 12 millones de pesos anuales en concepto de reparaciones y reposiciones de los elementos dañados.
Así lo confirmó a La Nacion el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, encargado de los arreglos correspondientes.
Una simple recorrida tanto por el centro como por algunos barrios porteños alcanza para comprobar cómo el vandalismo, generalmente producto de manos anónimas, ataca con particular insistencia.
Los perjuicios se observan en el monumento a Bartolomé Mitre, en la plaza homónima de Recoleta, víctima de los grafitis; en la peatonal Reconquista, en la City, donde la mayoría de los pilotes que delineaban la vereda desapareció o está volteado junto a su lugar original de emplazamiento; en la Plaza de los Periodistas, en Flores, de donde desapareció la placa que recuerda al fallecido periodista de La Nacion, Juan Carlos Insiarte, colocada por pedido de los vecinos, pues su labor logró que ese espacio abandonado se convirtiera en un paseo.
Sobre la avenida Triunvirato, en Villa Urquiza, los postes de luz son los blancos de pegatinas para promocionar servicios de todo tipo, fenómeno que se repite en el mobiliario urbano de toda la ciudad.
La lista continúa, por ejemplo, con el respiradero maltratado de una estación de subte en Cabildo y Juramento y, bajo tierra, con pintadas sobre el mural del artista Sábat -declarado bien cultural porteño-, que adorna el pasaje Lima, en la combinación de las líneas A y C. También, con las inscripciones que muestra la Pirámide de Mayo, a metros de la Casa Rosada y del Palacio de la Ciudad.
Sin castigo
La nómina resulta tan extensa como infructuosas son las causas abiertas en la justicia porteña por los daños provocados en bienes urbanos. Según datos suministrados por el Ministerio Público Fiscal de la ciudad, terminó archivado el 78% de los expedientes abiertos durante 2011 por infracción del artículo 80 del Código Contravencional de la Capital, que establece que se castigue a quienes ensucien bienes con 1 a 15 días de trabajo de utilidad pública, o multa de 200 a 3000 pesos; las sanciones se elevan al doble cuando los objetivos son estatuas, monumentos, templos religiosos, escuelas u hospitales.
La norma, en su artículo 70, también establece castigos de 1 a 10 días de utilidad pública, o multas de 200 a 2000 pesos para quienes afecten señales colocadas por las autoridades, como los carteles que nombran calles o cualquier indicación con fines de orientación al ciudadano. En 2011, sólo se abrieron siete causas por violación a ese artículo.
Como se dijo, según un informe del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, que dirige Diego Santilli, los monumentos del micro y macrocentro, los edificios estatales, los refugios de colectivos, los contenedores y los cestos para residuos, los canteros de la 9 de Julio y las obras de arte instaladas en el espacio público son los bienes que más afectados resultan.
Además de los canteros de la 9 de Julio, los espacios verdes que más agresiones reciben son el parque Los Andes, en Chacarita; el parque Centenario y la plaza Irlanda, en Caballito, y la plaza Martín Fierro, en San Cristóbal; incluyen desde la destrucción del césped, los bancos y los juegos infantiles hasta el robo de rejas perimetrales.
La Plaza de Mayo, sede de múltiples concentraciones, demanda al Estado porteño un presupuesto mensual en mantenimiento de $ 100.000.
Monumentos, en la mira
"Aproximadamente gastamos un total de 1.000.000 de pesos por mes en reparaciones y reposiciones durante 2010. Este año, como los costos de insumos aumentan, la proyección es mayor para fin de año", dijo Santilli.
Según los datos oficiales, los monumentos más dañados son el de Julio Argentino Roca, que debe ser hidrolavado y pintado todos los meses; el Obelisco, cuya base ya fue pintada en cuatro ocasiones en lo que va del año; el Quijote de la Mancha, que tuvo que ser pintado en seis oportunidades, y el de Roque Sáenz Peña, que recibe inscripciones casi todas las semanas. El mausoleo de Bernardino Rivadavia, en Plaza Miserere, es otro blanco habitual.
También sufren roturas y robos las obras de arte colocadas en el Rosedal (especialmente, los grandes jarrones ornamentales), en el parque Chacabuco, en el parque Lezama y en el parque Rivadavia.
En lo que va de 2011, fueron efectuadas más de 150 reparaciones en monumentos y obras de arte.
$ 12.000.000 anuales
Es lo que gastó durante 2010 el gobierno porteño en arreglos y reposiciones de bienes dañados por el vandalismo.
$ 4.000.000 en cinco meses
Ese monto se invirtió entre enero y mayo de 2011 para reponer contenedores rotos o robados..
Cuando el daño afecta los servicios esenciales
Hay hurto de cables, contenedores y luces
Más allá del daño en bienes muebles e inmuebles de valor incalculable, el vandalismo también afecta en la Capital instalaciones de servicios públicos, como la higiene urbana, el alumbrado, la distribución de energía y el subterráneo.
La rotura y el robo de contenedores de residuos surgió a la par de la colocación, hace cuatro años, de estos recipientes. De los 15.000 contenedores emplazados -según el gobierno porteño- en las calles de distintos barrios de la ciudad, sólo en los primeros cinco meses de 2011 debieron ser repuestos 2598 por destrucción de sus tapas, quemaduras, sustracción de ruedas o robo del recipiente completo, con una inversión de 4 millones de pesos.
Las luminarias públicas no quedan exentas de ataques. Según voceros del Ministerio de Ambiente y Espacio Público local, el robo de cables se produce a partir de la rotura de las columnas de alumbrado y, desde allí, hasta del tendido aéreo. En algunos sectores de la ciudad, como los alrededores de las canchas de Huracán, Vélez y San Lorenzo, el puente Alsina, el Rosedal, Barrancas de Belgrano y el corredor de plazas de la Avenida del Libertador se destrozan, además, los artefactos lumínicos.
Los concesionados, también
Voceros de Edenor dijeron a La Nacion que, por ser sus tendidos subterráneos, no registran robos de cables. Desde Edesur, en cambio, informaron que desde el comienzo de 2011 sufrieron 400 robos de cables y piezas de cobre contenidas en distintos aparatos eléctricos de la firma. Además, señalaron que, pese al soterramiento de las instalaciones, delincuentes vestidos como operarios de la firma llegaron a excavar veredas en Yrigoyen y Sarandí, y en Venezuela y Sáenz Peña, para extraer materiales.
En tanto, fuentes de la empresa Metrovías -que explota la red de subterráneos de la Capital- indicaron que entre enero y agosto se registró un promedio de un grafiti cada dos días en los coches de distintas líneas. Resulta habitual para los pasajeros viajar en formaciones "adornadas" con grafitis anónimos.
En el mismo período, las estaciones recibieron un promedio de cinco pintadas por mes, que en muchos casos afectaron bienes culturales de la ciudad, como los 113 murales artísticos que embellecen algunas paradas. También hubo ocho robos por día de elementos para combatir el fuego (matafuegos, mangueras, etc.).
Manos Misioneras +1
Manos misioneras
Tender un puente hacia las escuelas rurales
Una ONG empezó repartiendo calzado entre estudiantes para frenar la deserción escolar; ahora su ayuda es más amplia
Por Micaela Urdinez
LA NACION
Empezó como una actividad esporádica hasta transformarse en su motor de vida. Francisco Vigo y un grupo de amigos que compartían su tarea misionera en una parroquia de Pilar decidieron ampliar su mirada y en 1994 llegaron por primera vez a Colonia Taranco, en Misiones, a 70 kilómetros de Posadas.
"La primera vez empezamos llevando medicamentos, comida y ropa, que era lo más urgente que necesitaban", explica Francisco Vigo, presidente de Manos Misioneras, una ONG que se dedica a mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales.
Empezaron en 2008 y apadrinaban escuelas rurales misioneras con infinidad de necesidades. "Cuando les preguntamos cuál era su necesidad más urgente, nos dijeron que les hacían falta zapatillas porque como los chicos tenían que caminar muchos kilómetros descalzos, dejaban de ir al colegio", cuenta Vigo.
Gracias a las donaciones de empresas, consiguieron cubrir la necesidad de zapatillas de cinco escuelas y del 70% de la población. "Cuando empezaron había 70% de deserción escolar. Ahora entre el calzado y la Asignación Universal por Hijo estamos en un 98% de asistencia, porque el colegio también cumple la función de comedor, dice Vigo.
Manos Misioneras atiende a una población de 500 chicos de 4 a 12 años, que provienen de comunidades muy vulnerables: las casas son de madera, con pisos de tierra. Las familias viven de la agricultura (plantan tabaco, venden lo que se cultiva y sacan para su subsistencia, aparte de lo que cobran por los planes sociales) y hablan una especie de portuñol por la cercanía con la frontera brasileña.
A la Escuela N° 148 de Colonia Caa Guazú, en departamento de Leandro N. Alem, en Misiones, asisten 79 chicos, desde el nivel inicial hasta 2° año del secundario. Por las mañanas cursan las materias pedagógicas y por la tarde los chicos participan de talleres de títeres, huerta y juegos de ingenio. Patricia Trindade, su directora, cuenta que un día una de las integrantes de la ONG le empezó a traer ropa para los chicos, luego zapatillas y ahora los proveerán de seis equipos de informática para instrumentar en los talleres.
En 2007 compraron una hectárea al lado de la escuela más humilde y alejada, en Arroyo del Medio, y gracias al aporte de familiares abrieron una salita de primeros auxilios, un SUM (salón de usos múltiples) que se usa para 7°grado y una sala de computación que todavía no tiene conexión a Internet.
En este momento están juntando donaciones para comprar una camioneta para que sirva de transporte escolar y también para emergencias médicas. Para aquellos que quieran conocer más a fondo la organización o colaborar, sus datos de contacto son: http://manosmisioneras.org.ar , francisco@manosmisioneras.org.ar o 15-4989-9763 (Francisco)..
Tender un puente hacia las escuelas rurales
Una ONG empezó repartiendo calzado entre estudiantes para frenar la deserción escolar; ahora su ayuda es más amplia
Por Micaela Urdinez
LA NACION
Empezó como una actividad esporádica hasta transformarse en su motor de vida. Francisco Vigo y un grupo de amigos que compartían su tarea misionera en una parroquia de Pilar decidieron ampliar su mirada y en 1994 llegaron por primera vez a Colonia Taranco, en Misiones, a 70 kilómetros de Posadas.
"La primera vez empezamos llevando medicamentos, comida y ropa, que era lo más urgente que necesitaban", explica Francisco Vigo, presidente de Manos Misioneras, una ONG que se dedica a mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales.
Empezaron en 2008 y apadrinaban escuelas rurales misioneras con infinidad de necesidades. "Cuando les preguntamos cuál era su necesidad más urgente, nos dijeron que les hacían falta zapatillas porque como los chicos tenían que caminar muchos kilómetros descalzos, dejaban de ir al colegio", cuenta Vigo.
Gracias a las donaciones de empresas, consiguieron cubrir la necesidad de zapatillas de cinco escuelas y del 70% de la población. "Cuando empezaron había 70% de deserción escolar. Ahora entre el calzado y la Asignación Universal por Hijo estamos en un 98% de asistencia, porque el colegio también cumple la función de comedor, dice Vigo.
Manos Misioneras atiende a una población de 500 chicos de 4 a 12 años, que provienen de comunidades muy vulnerables: las casas son de madera, con pisos de tierra. Las familias viven de la agricultura (plantan tabaco, venden lo que se cultiva y sacan para su subsistencia, aparte de lo que cobran por los planes sociales) y hablan una especie de portuñol por la cercanía con la frontera brasileña.
A la Escuela N° 148 de Colonia Caa Guazú, en departamento de Leandro N. Alem, en Misiones, asisten 79 chicos, desde el nivel inicial hasta 2° año del secundario. Por las mañanas cursan las materias pedagógicas y por la tarde los chicos participan de talleres de títeres, huerta y juegos de ingenio. Patricia Trindade, su directora, cuenta que un día una de las integrantes de la ONG le empezó a traer ropa para los chicos, luego zapatillas y ahora los proveerán de seis equipos de informática para instrumentar en los talleres.
En 2007 compraron una hectárea al lado de la escuela más humilde y alejada, en Arroyo del Medio, y gracias al aporte de familiares abrieron una salita de primeros auxilios, un SUM (salón de usos múltiples) que se usa para 7°grado y una sala de computación que todavía no tiene conexión a Internet.
En este momento están juntando donaciones para comprar una camioneta para que sirva de transporte escolar y también para emergencias médicas. Para aquellos que quieran conocer más a fondo la organización o colaborar, sus datos de contacto son: http://manosmisioneras.org.ar , francisco@manosmisioneras.org.ar o 15-4989-9763 (Francisco)..
Un estatua de Mozart llega al Teatro Colón
26/09/11
Clarin
Con una ceremonia especial, la embajada de Austria le entregará esta tarde a la Ciudad una estatua del compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart que será emplazada en el Teatro Colón y que llegará al país como obsequio de la ciudad de Viena por el Bicentenario de la Argentina.
La estatua será presentada a las 19 en el Salón Blanco del primer coliseo porteño durante un acto que contará con representantes de Austria, autoridades del Teatro Colón y del Gobierno de la Ciudad, y otras personalidades de la cultura porteña, según precisaron voceros de prensa de la embajada austríaca.
La idea es que la estatua, que fue pensada como un regalo de Viena para los 200 años de la Revolución de Mayo, quede exhibida dentro del Colón, escenario en el que las obras de Mozart siempre son favoritas.
Ayer, mientras se definían los últimos detalles de la entrega de la estatua, el ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, celebró la llegada del tributo al compositor austríaco y destacó la importancia de su figura y su obra en la relación de los porteños con la música y con Austria.
“El público de música clásica de Buenos Aires es muy ‘mozartiano’ . Acá Mozart tuvo, tiene y tendrá una tremenda repercusión entre la gente. Y eso es porque hay un placer y una relación en general con la música austríaca, pero con Mozart es aún más particular. Es un compositor que tiene una relación muy directa con Buenos Aires”, explicó. “Por eso este regalo de la ciudad de Viena es una alegría para todos los porteños”, concluyó.
Clarin
Con una ceremonia especial, la embajada de Austria le entregará esta tarde a la Ciudad una estatua del compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart que será emplazada en el Teatro Colón y que llegará al país como obsequio de la ciudad de Viena por el Bicentenario de la Argentina.
La estatua será presentada a las 19 en el Salón Blanco del primer coliseo porteño durante un acto que contará con representantes de Austria, autoridades del Teatro Colón y del Gobierno de la Ciudad, y otras personalidades de la cultura porteña, según precisaron voceros de prensa de la embajada austríaca.
La idea es que la estatua, que fue pensada como un regalo de Viena para los 200 años de la Revolución de Mayo, quede exhibida dentro del Colón, escenario en el que las obras de Mozart siempre son favoritas.
Ayer, mientras se definían los últimos detalles de la entrega de la estatua, el ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, celebró la llegada del tributo al compositor austríaco y destacó la importancia de su figura y su obra en la relación de los porteños con la música y con Austria.
“El público de música clásica de Buenos Aires es muy ‘mozartiano’ . Acá Mozart tuvo, tiene y tendrá una tremenda repercusión entre la gente. Y eso es porque hay un placer y una relación en general con la música austríaca, pero con Mozart es aún más particular. Es un compositor que tiene una relación muy directa con Buenos Aires”, explicó. “Por eso este regalo de la ciudad de Viena es una alegría para todos los porteños”, concluyó.
La estrella Art Nouveau del Botánico
El invernadero de Palermo fue hecho para la Exposición de París junto a la Torre Eiffel.
Por Eduardo Parise
26/09/11Clarin
Es como esos cantantes líricos desconocidos que en algún momento estuvieron en medio de un coro acompañando a Luciano Pavarotti. O como esos bailarines que integraban la compañía donde se destacaba Mijail Baryshnikov y de los que nadie conoce el nombre. Porque la estructura metálica, que muy pocos advierten y que desde hace más de un siglo está casi en el centro del Jardín Botánico de la Ciudad, alguna vez compartió escenario con la mundialmente conocida Torre Eiffel de París.
Se trata del invernadero principal de ese monumental jardín que ocupa más de siete hectáreas en el corazón de Palermo. El invernadero fue instalado allí en 1900, tras recibir un premio en la Exposición Universal con que los franceses y el mundo celebraron el Centenario del comienzo de aquella Revolución que promovía libertad, igualdad y fraternidad.
Construida en hierro y vidrio, la estructura tiene 35 metros de largo por ocho de ancho con una cúpula central que llega a los cinco metros de altura. Se la considera un símbolo del Art Nouveau, el estilo de esa corriente de renovación artística desarrollada entre fines del siglo XIX y principios del XX, donde se proponía que tanto las grandes construcciones como los más simples objetos cotidianos tuvieran una estética tan bella como las curvas de una bella mujer.
Por suerte, a pesar de ser casi un desconocido, en abril de 1996 el invernadero fue declarado Monumento Histórico Nacional. Es que, además de su belleza arquitectónica, bajo esa cúpula vidriada se resguardan especies importantes, muchas de las cuales provienen de regiones con climas más cálidos, como los helechos (hay unos mil ejemplares), distintas orquídeas o palmeras tan exóticas como la areca vestiaria llegada desde Nueva Guinea.
El Jardín Botánico fue inaugurado el 7 de septiembre de 1898 (acaba de cumplir 113 años) por iniciativa de Carlos Thays, aquel arquitecto y paisajista francés que diseñó muchos de los parques y plazas que hoy disfruta Buenos Aires. La mitología urbana dice que, a finales de la época colonial, en aquellos terrenos habría estado lo que se conocía como “el almacén de la pólvora” o “polvorín de Cueli”, por el nombre una familia que habitaba la zona.
Lo concreto es que el invernadero sigue siendo una estructura estelar en ese ámbito “con mil distintos tonos de verde” (como suele definir la letra de una vieja zamba sobre otros paisajes) que, a lo largo de los años, pudo superar las corrosivas acciones del óxido y hasta las inclemencias meteorológicas como aquella granizada que, el 26 de julio de 2006, no sólo hirió a mucha gente, destrozó techos y abolló autos, sino que tampoco tuvo piedad con esos vidrios cargados de historia.
Por fortuna esta estructura, que supo lucirse en París, sigue en pie para regocijo de propios y extraños. Obviamente tuvo mejor suerte que el espectacular Pabellón Argentino, ganador de un primer premio en la misma exposición de 1889 y que los argentinos no supimos preservar. Lo había diseñado el arquitecto francés Albert Ballú y su moderna estructura de hierro y vidrio, totalmente desmontable, ocupaba unos 1.600 metros cuadrados. Algunas de sus partes aún se destacan en la Ciudad, aunque de aquella magnífica obra que durante unos años engalanó los alrededores de la plaza San Martín, en Retiro, poco es lo que queda. Pero esa es otra historia.
Por Eduardo Parise
26/09/11Clarin
Es como esos cantantes líricos desconocidos que en algún momento estuvieron en medio de un coro acompañando a Luciano Pavarotti. O como esos bailarines que integraban la compañía donde se destacaba Mijail Baryshnikov y de los que nadie conoce el nombre. Porque la estructura metálica, que muy pocos advierten y que desde hace más de un siglo está casi en el centro del Jardín Botánico de la Ciudad, alguna vez compartió escenario con la mundialmente conocida Torre Eiffel de París.
Se trata del invernadero principal de ese monumental jardín que ocupa más de siete hectáreas en el corazón de Palermo. El invernadero fue instalado allí en 1900, tras recibir un premio en la Exposición Universal con que los franceses y el mundo celebraron el Centenario del comienzo de aquella Revolución que promovía libertad, igualdad y fraternidad.
Construida en hierro y vidrio, la estructura tiene 35 metros de largo por ocho de ancho con una cúpula central que llega a los cinco metros de altura. Se la considera un símbolo del Art Nouveau, el estilo de esa corriente de renovación artística desarrollada entre fines del siglo XIX y principios del XX, donde se proponía que tanto las grandes construcciones como los más simples objetos cotidianos tuvieran una estética tan bella como las curvas de una bella mujer.
Por suerte, a pesar de ser casi un desconocido, en abril de 1996 el invernadero fue declarado Monumento Histórico Nacional. Es que, además de su belleza arquitectónica, bajo esa cúpula vidriada se resguardan especies importantes, muchas de las cuales provienen de regiones con climas más cálidos, como los helechos (hay unos mil ejemplares), distintas orquídeas o palmeras tan exóticas como la areca vestiaria llegada desde Nueva Guinea.
El Jardín Botánico fue inaugurado el 7 de septiembre de 1898 (acaba de cumplir 113 años) por iniciativa de Carlos Thays, aquel arquitecto y paisajista francés que diseñó muchos de los parques y plazas que hoy disfruta Buenos Aires. La mitología urbana dice que, a finales de la época colonial, en aquellos terrenos habría estado lo que se conocía como “el almacén de la pólvora” o “polvorín de Cueli”, por el nombre una familia que habitaba la zona.
Lo concreto es que el invernadero sigue siendo una estructura estelar en ese ámbito “con mil distintos tonos de verde” (como suele definir la letra de una vieja zamba sobre otros paisajes) que, a lo largo de los años, pudo superar las corrosivas acciones del óxido y hasta las inclemencias meteorológicas como aquella granizada que, el 26 de julio de 2006, no sólo hirió a mucha gente, destrozó techos y abolló autos, sino que tampoco tuvo piedad con esos vidrios cargados de historia.
Por fortuna esta estructura, que supo lucirse en París, sigue en pie para regocijo de propios y extraños. Obviamente tuvo mejor suerte que el espectacular Pabellón Argentino, ganador de un primer premio en la misma exposición de 1889 y que los argentinos no supimos preservar. Lo había diseñado el arquitecto francés Albert Ballú y su moderna estructura de hierro y vidrio, totalmente desmontable, ocupaba unos 1.600 metros cuadrados. Algunas de sus partes aún se destacan en la Ciudad, aunque de aquella magnífica obra que durante unos años engalanó los alrededores de la plaza San Martín, en Retiro, poco es lo que queda. Pero esa es otra historia.
domingo
Por los rincones de Londres
Entre paseos arbolados y puestos de antigüedades, un recorrido por los jardines y mercados de la capital inglesa.
PorMaría Sol Porta ESPECIAL PARA CLARIN
Clarin 25/09/11
La ardilla observa desde el banco de madera mientras la niña abre un paquete de galletitas. Toma una de las migas que caen al suelo y se la lleva hasta las ramas más altas de un roble. Dos o tres patos miran curiosos desde la ribera del lago, donde la superficie del agua refleja las copas de los sauces. Esta escena, que recuerda los paisajes de la campiña inglesa, tiene lugar bajo el sol del mediodía y sólo cuando, al levantar la vista, distinguimos la imponente silueta del London Eye –o Rueda del Milenio– recordamos que estamos en pleno centro de una de las grandes metrópolis del mundo.
Así es Londres , la capital de Inglaterra : millones de personas y cientos de idiomas al compás de un ritmo que se acelera en las grandes áreas céntricas y parece calmarse al llegar a las praderas urbanas, cruzadas por senderos y sembradas de árboles. Distribuidos en distintos barrios, con sus diversos estilos y personalidades, los parques y los mercados londinenses son parte del discreto amor británico por la naturaleza y las tradiciones, y a esta altura resultan casi tan emblemáticos como la plaza de Trafalgar, los Beatles o el Big Ben.
Bienvenida sea, entonces, la intermitente llovizna de Londres, si es el precio que hay que pagar para mantener estos pequeños bosques citadinos.
Ubicado en pleno centro, el St. James’s Park –hogar de la ardilla del comienzo– propone un recorrido que bordea un lago y lleva desde la zona de Westminster hasta las puertas mismas del Buckingham Palace, donde los turistas se reúnen para ver el cambio de la guardia real.
A pocos minutos de aquí se encuentran algunos de los lugares más representativos del casco urbano: la abadía de Westminster, Trafalgar Square y las concurridas esquinas de Oxford Circus y Piccadilly Circus. Pero en vez de apurarse rumbo al asfalto y los edificios, quizás vale la pena detenerse un rato en la cafetería, a juntar fuerzas con la dulzura de un muffin de arándanos y el aroma de un té Earl Grey.
Pasando el Buckingham Palace hacia el oeste a través del Green Park se llega a Hyde Park , otro de los grandes Parques Reales, antiguo coto privado de caza del rey Enrique VIII. Por aquí, junto al lago Serpentine, pasan usualmente decenas de deportistas en bicicleta y en rollers. Más allá, en el pasto, un grupo de mujeres enfundadas en burkas negras se reúne alrededor de una mesa de picnic, y dos chicas en shorts conversan bajo la sombra de un plátano. Un improvisado partido de fútbol acaba de terminar y Paul muestra orgulloso su remera de Nueva Chicago. Cuenta que hace un tiempo estuvo de visita en Buenos Aires y que buscó una camiseta: “De un equipo más bien chico, como el mío”. Aquí, en Inglaterra, es hincha de Torquay United.
Un poco más allá, próximos a las tiendas lujosas, el emporio de Harrods y las fachadas señoriales de Kensington Road, los Kensington Gardens son la antesala del palacio del mismo nombre. Si todavía hay tiempo, se recomienda seguir hasta Holland Park , uno de los secretos mejor guardados de la capital británica.
El camino empieza con un bosque frondoso que de a poco se abre hasta llegar a un claro en el que algunos chicos practican críquet, mientras otros se acercan al ajedrez gigante o se dan una vuelta por el jardín de rosales.
Hacia el norte, en cambio, se destacan los paisajes de Regent’s Park , con su zoológico y su canal de agua por el que transcurren, silenciosos, los barcos de paseo.
Junto a los prados y las vistas arboladas, otro de los aciertos de esta ciudad en cuanto al aprovechamiento del espacio público son sus atractivos mercados callejeros. Aquí, la antigua tradición europea del comercio en las plazas se aggiorna para prácticamente todos los gustos.
A diez minutos a pie de Regent’s Park, el Camden Market es un buen comienzo: sobre las veredas se disponen los percheros de ropa. Unos turistas preguntan por las camisetas de distintas bandas punk y, otros, por los imanes con las fotos de la última boda real.
A la izquierda, en una de las galerías bajo el puente, están los puestos de decoración. Telas provenientes de la India y almohadones de reminiscencias victorianas se intercalan en el recorrido con artesanías hechas con diferentes materiales. También los mostradores de comida: desde un perfumado plato con curry (un clásico de la ciudad) hasta especialidades chinas, pizzas, shawarmas o un pastelito dulce preparado según alguna receta caribeña.
Mientras tanto, en medio del coqueto barrio de Notting Hill, brilla con luz propia el mercado de Portobello Road . Se destacan las antigüedades en las vidrieras de los locales y en los puestos callejeros, pero además es un buen lugar para conseguir algo de ropa vintage y para comprar frutas y vegetales.
Si el tiempo ayuda, no hay que dejar pasar la ocasión de comer en los pubs y bares con mesitas a la calle, que también suelen ser muy vistosos puertas adentro. El mercado queda cerca de los jardines de Kensington, a sólo cinco minutos de la estación de subte “Notting Hill Gate”, y conviene ir los días sábados.
A diferencia de los anteriores, el Borough Market se especializa en comidas de todo tipo y suele ser elegido por los oficinistas que trabajan cerca del puente de Londres. Se encuentra en la margen sur del río Támesis y es un verdadero edén gastronómico. Además de frutas, verduras y flores, hay opciones de comida étnica –hasta un puesto que vende empanadas argentinas–, salchichas, helados, quesos y platos orgánicos y vegetarianos (está abierto los días jueves, viernes y sábados).
Este sitio es ideal para hacer un alto y almorzar en medio de la recorrida por la zona céntrica de la ciudad. Un restaurante dispone sus mesas bajo las arcadas de metal para brindar sus especialidades en pescados y mariscos. La alternativa, sin embargo, es comprar en un puesto y almorzar –como hacen tantos londinenses– en los jardines de la lindera catedral de Southwark.
Del otro lado de la orilla, cruzando el área del Soho, el célebre predio Covent Garden es uno de los más concurridos puntos de encuentro. Allí funcionan el Apple Market y el Jubilee Market . Epicentro de elegantes locales de ropa y restaurantes, conserva sin embargo algo del encanto callejero y urbano que tienen los grandes solares de Europa.
Menos turísticos pero igualmente tradicionales, mercados como el de Spitalfields (al este de Londres, cerca de la estación Liverpool Street) o el de Brixton (junto a la estación del mismo nombre) son una buena opción para quienes tienen tiempo y quieren visitar un poco más. También se puede aprovechar el extenso parque de Clapham Common , que los sábados y domingos ofrece una magnífica postal de la vida suburbana londinense: chicos en los juegos, familias que van a la iglesia al tiempo que los últimos trasnochados regresan a sus casas después de largas horas en el pub y el club.
A los pies de todos ellos, el verde intenso y brillante de la vegetación inglesa.
viernes
La línea H crece hacia el sur
La línea H crece hacia el sur
23/09/11 Clarin Arq
La inauguración de la Estación Patricios favorece la vinculación entre norte y sur de la ciudad. La prolongación del tramo A2 de la Línea H llegará hasta Monteagudo y Patagones. Detalles de las obras.
El 4 de octubre se inaugura la que será la séptima estación del Subte H ubicada en Parque Patricios (Estación Patricios) y se estima que para el mes de mayo de 2012 la Estación Hospitales estará preparada para sumarse a la linea horizontal del Subte de Buenos Aires.
Desde Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) se anuncia que el mes próximo se dará comienzo a las obras correspondientes para el completamiento de la traza de esta línea con 6 estaciones más. Será la línea más moderna de la ciudad que cubrirá el trayecto desde el barrio de Nueva Pompeya hasta Figueroa Alcorta y Pueyrredón, y se vinculará con la linea D en la Estación Pueyrredón.
Según las premisas del diseño, para la Estación Patricios, se puso especial énfasis en la accesibilidad, con un lenguaje superficial envolvente que apunta a la austeridad. “Se intenta transmitir la lógica funcional de las estaciones, con mensajes legibles y visibles, ya que los pasajeros están en tránsito, con pocos minutos de permanencia en el lugar”, según los proyectistas, arquitectos Mariano Silvestrin y Andrea Vázquez.
Como está emplazada en el Parque Patricios, cuenta con un acceso único, integrado e iluminado en forma natural. Este acceso desemboca en un vestíbulo que alberga las boleterías y zonas de servicios y se conecta con la nave principal. Allí se encuentra el hall distribuidor que comunica con los andenes mediante una escalera fija, una mecánica y un ascensor hidráulico para cada andén.
“Esta caja estructural determina un espacio arquitectónico que constituye una envolvente de pisos y paramentos compuestos por una mezcla de revestimientos venecianos y revoques vistos, que luego serán el telón de fondo de las muestras de artistas plásticos que están programadas”, señalan Silvestrin y Vázquez.
Por otra parte, los cielo rasos suspendidos fueron adecuados al sistema constructivo empleado para las losas. “Con estas pautas quisimos atender otro de los objetivos: conseguir una identidad propia para cada línea nueva que se construya en la Ciudad”, dicen los proyectistas.
En cuanto a la metodología constructiva, tanto en la parte técnica como morfológica, los proyectistas ejecutaron el sistema denominado Cut & Cover.
Los proyectistas explican que este sistema consiste en “ejecutar primero los laterales de la estación mediante pilotes de hormigón colado y luego, la losa del techo”, definen Silvestrin y Vázquez. Y agregan que “cuando la losa del techo está impermeabilizada y ya se ejecutó el relleno, se realizan las tareas de restitución del sector afectado.
23/09/11 Clarin Arq
La inauguración de la Estación Patricios favorece la vinculación entre norte y sur de la ciudad. La prolongación del tramo A2 de la Línea H llegará hasta Monteagudo y Patagones. Detalles de las obras.
El 4 de octubre se inaugura la que será la séptima estación del Subte H ubicada en Parque Patricios (Estación Patricios) y se estima que para el mes de mayo de 2012 la Estación Hospitales estará preparada para sumarse a la linea horizontal del Subte de Buenos Aires.
Desde Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) se anuncia que el mes próximo se dará comienzo a las obras correspondientes para el completamiento de la traza de esta línea con 6 estaciones más. Será la línea más moderna de la ciudad que cubrirá el trayecto desde el barrio de Nueva Pompeya hasta Figueroa Alcorta y Pueyrredón, y se vinculará con la linea D en la Estación Pueyrredón.
Según las premisas del diseño, para la Estación Patricios, se puso especial énfasis en la accesibilidad, con un lenguaje superficial envolvente que apunta a la austeridad. “Se intenta transmitir la lógica funcional de las estaciones, con mensajes legibles y visibles, ya que los pasajeros están en tránsito, con pocos minutos de permanencia en el lugar”, según los proyectistas, arquitectos Mariano Silvestrin y Andrea Vázquez.
Como está emplazada en el Parque Patricios, cuenta con un acceso único, integrado e iluminado en forma natural. Este acceso desemboca en un vestíbulo que alberga las boleterías y zonas de servicios y se conecta con la nave principal. Allí se encuentra el hall distribuidor que comunica con los andenes mediante una escalera fija, una mecánica y un ascensor hidráulico para cada andén.
“Esta caja estructural determina un espacio arquitectónico que constituye una envolvente de pisos y paramentos compuestos por una mezcla de revestimientos venecianos y revoques vistos, que luego serán el telón de fondo de las muestras de artistas plásticos que están programadas”, señalan Silvestrin y Vázquez.
Por otra parte, los cielo rasos suspendidos fueron adecuados al sistema constructivo empleado para las losas. “Con estas pautas quisimos atender otro de los objetivos: conseguir una identidad propia para cada línea nueva que se construya en la Ciudad”, dicen los proyectistas.
En cuanto a la metodología constructiva, tanto en la parte técnica como morfológica, los proyectistas ejecutaron el sistema denominado Cut & Cover.
Los proyectistas explican que este sistema consiste en “ejecutar primero los laterales de la estación mediante pilotes de hormigón colado y luego, la losa del techo”, definen Silvestrin y Vázquez. Y agregan que “cuando la losa del techo está impermeabilizada y ya se ejecutó el relleno, se realizan las tareas de restitución del sector afectado.
Proxima Estación >> Parque Patricios (Linea H)
En 11 días abren la estación Parque Patricios del subte H
Otras cuatro fueron postergadas para 2012. La línea más nueva de la Ciudad sumará su séptima parada. Para el primer semestre de 2012 quedan dos del subte A y dos del B. También sigue la ampliación de la E, que estaría lista el año que viene.
Por Daniel Gutman
Clarin 23/09/11
Dentro de once días se inaugurará una nueva estación de subte , pero la apertura de otras cuatro que habían sido prometidas también para antes de fin de año por el Gobierno de la Ciudad fue postergada para el primer semestre del año que viene.
La estación Parque Patricios, séptima parada del subte H, en la avenida Caseros y La Rioja, comenzará a funcionar el martes 4 de octubre.
En cambio, las estaciones Flores y Nazca de la línea A y Echeverría y Juan Manuel de Rosas (en Triunvirato y Monroe) de la línea B ya están terminadas y en condiciones de recibir los trenes, pero no serán abiertas al público por ahora. Se trata de una más de muchas postergaciones, ya que son obras que empezaron en 2004 y 2005.
El motivo de esta nueva demora es que la A y la B son dos líneas que ya están saturadas y hace falta incorporar más vagones para poder mantener la frecuencia, de manera que la extensión del recorrido, con su consecuente agregado de pasajeros, no deteriore aún más el servicio.
Así lo informó a este diario el presidente de la empresa estatal porteña Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccardo, quien estimó para fin de marzo de 2012 la inauguración de las dos estaciones de la línea B y para abril o mayo la de las dos de la A.
Piccardo estuvo esta semana en España, donde fue a cerrar la compra de 24 vagones usados del metro de Madrid para la línea B. “Van a estar en un mes en Buenos Aires y después hacen falta unos tres meses para adaptarlos. Cada uno costó 550.000 dólares, cuando un coche nuevo cuesta 2.100.000”, dijo a Clarín desde allí.
“Se terminó la construcción de las estaciones sin comprar nuevos vagones, por lo que no se pueden inaugurar. Es que sólo la estación Rosas (que permitirá conectar el subte con la estación Villa Urquiza) sumará 50.000 pasajeros diarios”, agregó el funcionario.
Se estima que, entre las dos nuevas estaciones, se agregarán 65.000 pasajeros por día a una línea que ya hoy transporta 400.000 y en la que en horas pico es muy difícil viajar.
Piccardo justificó la compra de vagones usados en que “si se compraban nuevos había que esperarlos tres años”, y aseguró que “están en buen estado”.
En cuanto a la A, para abril o mayo se espera la llegada de 45 vagones nuevos , que el Gobierno nacional compró en China.
Las de la línea A y la B son obras muy esperadas en Flores y Villa Urquiza, respectivamente, que se demoraron enormemente por recortes presupuestarios y por problemas técnicos.
La extensión de la A por Rivadavia, desde Primera Junta hacia Flores, comenzó en 2005. Las dos primeras estaciones del nuevo tramo (Puán y Carabobo) fueron inauguradas en 2008 pero las dos siguientes aún hay que esperarlas.
Con la B pasa algo parecido. En 2003 se inauguraron las estaciones Tronador y Los Incas, con lo que Federico Lacroze dejó de ser la cabecera después de décadas. Al año siguiente comenzaron las obras para que el subte llegara por Triunvirato hasta Monroe, pero todavía hay que esperar.
“Las obras civiles de las cuatro estaciones ya están terminadas, pero no hay vagones”, confirmó Piccardo.
La estación Parque Patricios de la H será la cuarta que inaugurará Mauricio Macri en su gestión como jefe de Gobierno. Las anteriores fueron Puán y Carabobo (línea A) y Corrientes (H).
En este caso la obra se inició a fines de 2005, durante la gestión de Aníbal Ibarra, pero a las demoras por recorte de fondos se sumó que hubo que hacer correcciones al proyecto de ingeniería, por la interferencia de un acuífero.
De la misma licitación que Parque Patricios forma parte la que será la octava estación de la H: Hospitales. La inauguración de ésta, que se llama así por la presencia del Penna y el Churruca, fue anunciada para mayo del año próximo.
A estas obras se suman las que se están haciendo para extender la línea E desde Plaza de Mayo, a cargo del Gobierno Nacional. Allí se agregarán tres estaciones: Correo Central, Catalinas y Retiro. La Secretaría de Transporte dice que se inaugurarán en 2012, aunque no dio más precisiones.
Arrancan los trabajos en dos nuevos tramos
Para el mes que viene la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) anuncia el comienzo de la construcción de seis nuevas estaciones de la línea H, que de esa manera tendrá 14 estaciones y unirá Pompeya con Figueroa Alcorta y Pueyrredón.
Hace pocos días se firmó el contrato con el grupo Techint para esta obra, que tendrá un presupuesto de 2.227 millones de pesos y un plazo de ejecución de tres años y ocho meses.
Será la primera obra nueva de subtes que lanzará Mauricio Macri como jefe de Gobierno, ya que las tres estaciones que ya inauguró y las seis que inaugurará próximamente fueron empezadas durante gestiones anteriores.
Los trabajos generarán problemas de tránsito prolongados en Pompeya y, especialmente, en la avenida Pueyrredón, que es una de las más transitadas del macrocentro.
El presidente de SBASE, Juan Pablo Piccardo, dijo que las rampas para ingresar al pozo a sacar la tierra no se harán sobre Pueyrredón sino sobre calles transversales . Sin embargo, sobre Pueyrredón se harán pozos de drenaje, para que bajen las napas y no interfieran con el túnel.
Inaugurada en 2007, la línea H es la primera línea de subtes que se construyó en la Ciudad en 63 años. Su cabecera norte está en Corrientes y su cabecera sur en Caseros, aunque en menos de dos semanas llegará hasta Parque Patricios y, el año próximo, hasta Hospitales.
La nueva obra consiste en agregarle cuatro estaciones hacia el norte (Córdoba, Santa Fe, Las Heras y Plaza Francia) y dos hacia el sur (Sáenz y Pompeya). En Santa Fe podrá combinarse con la línea D, en su estación Pueyrredón.
El plan es que, cuando se inaugure la extensión, la línea H tendrá 102 vagones nuevos, que serían los primeros con aire acondicionado del subte porteño.
Otras cuatro fueron postergadas para 2012. La línea más nueva de la Ciudad sumará su séptima parada. Para el primer semestre de 2012 quedan dos del subte A y dos del B. También sigue la ampliación de la E, que estaría lista el año que viene.
Por Daniel Gutman
Clarin 23/09/11
Dentro de once días se inaugurará una nueva estación de subte , pero la apertura de otras cuatro que habían sido prometidas también para antes de fin de año por el Gobierno de la Ciudad fue postergada para el primer semestre del año que viene.
La estación Parque Patricios, séptima parada del subte H, en la avenida Caseros y La Rioja, comenzará a funcionar el martes 4 de octubre.
En cambio, las estaciones Flores y Nazca de la línea A y Echeverría y Juan Manuel de Rosas (en Triunvirato y Monroe) de la línea B ya están terminadas y en condiciones de recibir los trenes, pero no serán abiertas al público por ahora. Se trata de una más de muchas postergaciones, ya que son obras que empezaron en 2004 y 2005.
El motivo de esta nueva demora es que la A y la B son dos líneas que ya están saturadas y hace falta incorporar más vagones para poder mantener la frecuencia, de manera que la extensión del recorrido, con su consecuente agregado de pasajeros, no deteriore aún más el servicio.
Así lo informó a este diario el presidente de la empresa estatal porteña Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccardo, quien estimó para fin de marzo de 2012 la inauguración de las dos estaciones de la línea B y para abril o mayo la de las dos de la A.
Piccardo estuvo esta semana en España, donde fue a cerrar la compra de 24 vagones usados del metro de Madrid para la línea B. “Van a estar en un mes en Buenos Aires y después hacen falta unos tres meses para adaptarlos. Cada uno costó 550.000 dólares, cuando un coche nuevo cuesta 2.100.000”, dijo a Clarín desde allí.
“Se terminó la construcción de las estaciones sin comprar nuevos vagones, por lo que no se pueden inaugurar. Es que sólo la estación Rosas (que permitirá conectar el subte con la estación Villa Urquiza) sumará 50.000 pasajeros diarios”, agregó el funcionario.
Se estima que, entre las dos nuevas estaciones, se agregarán 65.000 pasajeros por día a una línea que ya hoy transporta 400.000 y en la que en horas pico es muy difícil viajar.
Piccardo justificó la compra de vagones usados en que “si se compraban nuevos había que esperarlos tres años”, y aseguró que “están en buen estado”.
En cuanto a la A, para abril o mayo se espera la llegada de 45 vagones nuevos , que el Gobierno nacional compró en China.
Las de la línea A y la B son obras muy esperadas en Flores y Villa Urquiza, respectivamente, que se demoraron enormemente por recortes presupuestarios y por problemas técnicos.
La extensión de la A por Rivadavia, desde Primera Junta hacia Flores, comenzó en 2005. Las dos primeras estaciones del nuevo tramo (Puán y Carabobo) fueron inauguradas en 2008 pero las dos siguientes aún hay que esperarlas.
Con la B pasa algo parecido. En 2003 se inauguraron las estaciones Tronador y Los Incas, con lo que Federico Lacroze dejó de ser la cabecera después de décadas. Al año siguiente comenzaron las obras para que el subte llegara por Triunvirato hasta Monroe, pero todavía hay que esperar.
“Las obras civiles de las cuatro estaciones ya están terminadas, pero no hay vagones”, confirmó Piccardo.
La estación Parque Patricios de la H será la cuarta que inaugurará Mauricio Macri en su gestión como jefe de Gobierno. Las anteriores fueron Puán y Carabobo (línea A) y Corrientes (H).
En este caso la obra se inició a fines de 2005, durante la gestión de Aníbal Ibarra, pero a las demoras por recorte de fondos se sumó que hubo que hacer correcciones al proyecto de ingeniería, por la interferencia de un acuífero.
De la misma licitación que Parque Patricios forma parte la que será la octava estación de la H: Hospitales. La inauguración de ésta, que se llama así por la presencia del Penna y el Churruca, fue anunciada para mayo del año próximo.
A estas obras se suman las que se están haciendo para extender la línea E desde Plaza de Mayo, a cargo del Gobierno Nacional. Allí se agregarán tres estaciones: Correo Central, Catalinas y Retiro. La Secretaría de Transporte dice que se inaugurarán en 2012, aunque no dio más precisiones.
Arrancan los trabajos en dos nuevos tramos
Para el mes que viene la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) anuncia el comienzo de la construcción de seis nuevas estaciones de la línea H, que de esa manera tendrá 14 estaciones y unirá Pompeya con Figueroa Alcorta y Pueyrredón.
Hace pocos días se firmó el contrato con el grupo Techint para esta obra, que tendrá un presupuesto de 2.227 millones de pesos y un plazo de ejecución de tres años y ocho meses.
Será la primera obra nueva de subtes que lanzará Mauricio Macri como jefe de Gobierno, ya que las tres estaciones que ya inauguró y las seis que inaugurará próximamente fueron empezadas durante gestiones anteriores.
Los trabajos generarán problemas de tránsito prolongados en Pompeya y, especialmente, en la avenida Pueyrredón, que es una de las más transitadas del macrocentro.
El presidente de SBASE, Juan Pablo Piccardo, dijo que las rampas para ingresar al pozo a sacar la tierra no se harán sobre Pueyrredón sino sobre calles transversales . Sin embargo, sobre Pueyrredón se harán pozos de drenaje, para que bajen las napas y no interfieran con el túnel.
Inaugurada en 2007, la línea H es la primera línea de subtes que se construyó en la Ciudad en 63 años. Su cabecera norte está en Corrientes y su cabecera sur en Caseros, aunque en menos de dos semanas llegará hasta Parque Patricios y, el año próximo, hasta Hospitales.
La nueva obra consiste en agregarle cuatro estaciones hacia el norte (Córdoba, Santa Fe, Las Heras y Plaza Francia) y dos hacia el sur (Sáenz y Pompeya). En Santa Fe podrá combinarse con la línea D, en su estación Pueyrredón.
El plan es que, cuando se inaugure la extensión, la línea H tendrá 102 vagones nuevos, que serían los primeros con aire acondicionado del subte porteño.
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