El comercio ilegal ocupa media Santa Fe
Se venden desde productos importados hasta verduras; las mafias que captan a extranjeros; la Justicia, limitada, y sospecha de corrupción
Por Fernando Massa y Laura Rocha
LA NACION 06-08-11
-¿Se puede trabajar hoy?
-Sí, hoy te toca vender remeras.-¿Dónde voy?
-Esperame en la esquina de Santa Fe y Ayacucho.
Este diálogo telefónico se repite miles de veces por día en la ciudad de Buenos Aires. Revela el modus operandi de la mayoría de los vendedores ambulantes que montan su puestos en calles, avenidas y centros de trasbordo porteños. Un vendedor, que usualmente es extranjero, y un intermediario acuerdan el punto en donde se entregará la mercadería que deja millonarias ganancias a organizaciones generadoras de una economía informal, violatoria de la ley.
La avenida Santa Fe aparece como un escenario reciente de venta ambulante ilegal, elegida por los vendedores que aún no tienen "territorio asignado". Entre 20 y 25 cuadras de esta arteria, alrededor de la mitad de su extensión total, están copadas por comerciantes ilegales variopintos: se puede hallar desde ropa, artesanías, artículos que violan la ley de marcas y hasta puestos de frutas y verduras. Cada cuadra, a su vez, llega a tener hasta diez puestos.
Los vendedores ambulantes coparon avenida Santa Fe. Foto: LA NACION / Fabián MarelliFoto
José Clavería, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Avenida Santa Fe, sostuvo: "La venta de accesorios y bijouterie nos perjudica mucho. Pero acá el problema no es el vendedor. Toda esa mercadería debe estar guardada en lugares amplios, no es que no se ve. No hay más vendedores porque trabajamos con el gobierno y con la policía para que eso no suceda".
"La actividad de venta en la vía pública conforma una economía informal. No se trata sólo de perseguir al vendedor ambulante que es intercambiable, al igual que el intermediario. Es mucho más complejo", explicó a La Nacion el fiscal general adjunto Luis Cevasco.
Cada puesto factura entre 400 y 1500 pesos diarios, según los datos recabados por la justicia local. De esa ganancia, hay que descontar unos 50 o 60 pesos para pagar la "seguridad" y entre 100 y 150 pesos por el espacio que se ocupa. Al final del día, cada vendedor, que en muchos casos tiene otro trabajo, se lleva entre $ 50 y 80.
Según el Código Contravencional de la ciudad, la venta ilegal está prohibida en el artículo 83 que establece una multa de entre $ 200 a 600 a quien "realiza actividades lucrativas no autorizadas en el espacio público", y se eleva entre $ 5000 y 30.000 si la actividad se hace "en volúmenes y modalidades similares a las del comercio establecido". Pero no constituye una contravención si la venta es ambulatoria y de "baratijas para la mera subsistencia".
"Esta nebulosa [del código] termina dando una herramienta al corrupto, llenando de papeles los tribunales y siendo ineficiente", opinó el fiscal.
El Ministerio Público desbarató, en las últimas semanas, organizaciones que acopiaban mercadería en un local de la peatonal Lavalle, en el que se decomisaron 40.000 prendas y accesorios. Para poder concretar el operativo fueron necesarios meses de investigaciones, que luego se derivan a otra jurisdicción. "Nuestra acción termina con la contravención. En varios allanamientos se han encontrado, además de mercadería, documentos de identidad, por ejemplo. Cada delito se castiga por separado", indicó Cevasco.
Según ese funcionario judicial, para que todo el sistema ilegal funcione es necesaria la connivencia de los vendedores con quienes deberían controlarlos. "Si un policía federal o uno metropolitano no actúa frente a la flagrancia de la contravención como la venta ilegal, comete incumplimiento de deberes del funcionario público", dijo. Según su relato, cada vez que denunciaron a un policía por eso, las causas fueron archivadas.
Consultadas por el fenómeno, la Policía Federal y la Metropolitana no quisieron hacer declaraciones al respecto. En la Legislatura porteña, en tanto, el bloque de Pro estudia un proyecto de reforma del código para revertir esta situación. Pero ese análisis recién comienza.
EL SECTOR MÁS CRÍTICO
$ 80
Ganancia: es lo que, como máximo, se lleva un vendedor ambulante por un día de trabajo.
Negocio: entre 2 y 7 millones de pesos diarios mueve esta economía paralela informal.
Vendedores: generalmente, son ciudadanos extranjeros.
Seguridad: por día, cada vendedor paga entre 50 y 60 pesos para poder operar.
Reserva de lugar: para lograr obtener un lugar en la calle se debe pagar entre 100 y 150 pesos diarios.
1931
Son los puestos detectados contabilizados por la Cámara Argentina de Comercio en julio pasado.
Las calles más afectadas: la avenida Avellaneda y la peatonal Florida encabezan el ranking de ocupación.
Estaciones y plazas: allí se contabilizaron 333 puestos.
Ropa y calzado: los rubros más cotizados. Representan el 36% de la venta ilegal.
Artículos
83 y 84
Código contravencional: Prohíben la venta ilegal y la ocupación del espacio público.
Multas: prevén castigos de entre 200 y 600 pesos (Art. 83) y de entre $ 200 y 4000 (Art. 84).
Excepciones: no se castiga ni la venta de baratijas ni de artesanías..
La venta ilegal es hoy un negocio de enormes proporciones: la Cámara Argentina de Comercio (CAC) detalla en su último informe que el mes pasado se detectaron 1931 puestos ilegales. Por día, esta actividad deja, en promedio, 1.834.450 pesos. Si se le suman las ferias, al estilo de La Salada, ese número asciende a unos siete millones de pesos, según cifras de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
La avenida Avellaneda y la peatonal Florida son los lugares más afectados por este tipo de comercios. Ambos espacios, junto con la avenida Rivadavia, representan el 25% de la venta ambulante ilegal total de la ciudad. "La indumentaria y el calzado ocupan el primer puesto entre los rubros más comercializados. Representaron el 35,6% del volumen total", indicó Gabriel Molteni, economista en jefe de la CAC.
"La actividad de venta en la vía pública conforma una economía informal. No se trata sólo de perseguir al vendedor ambulante que es intercambiable, al igual que el intermediario. Es mucho más complejo", explicó a La Nacion el fiscal general adjunto Luis Cevasco.
Cada puesto factura entre 400 y 1500 pesos diarios, según los datos recabados por la justicia local. De esa ganancia, hay que descontar unos 50 o 60 pesos para pagar la "seguridad" y entre 100 y 150 pesos por el espacio que se ocupa. Al final del día, cada vendedor, que en muchos casos tiene otro trabajo, se lleva entre $ 50 y 80.
Según el Código Contravencional de la ciudad, la venta ilegal está prohibida en el artículo 83 que establece una multa de entre $ 200 a 600 a quien "realiza actividades lucrativas no autorizadas en el espacio público", y se eleva entre $ 5000 y 30.000 si la actividad se hace "en volúmenes y modalidades similares a las del comercio establecido". Pero no constituye una contravención si la venta es ambulatoria y de "baratijas para la mera subsistencia".
"Esta nebulosa [del código] termina dando una herramienta al corrupto, llenando de papeles los tribunales y siendo ineficiente", opinó el fiscal.
El Ministerio Público desbarató, en las últimas semanas, organizaciones que acopiaban mercadería en un local de la peatonal Lavalle, en el que se decomisaron 40.000 prendas y accesorios. Para poder concretar el operativo fueron necesarios meses de investigaciones, que luego se derivan a otra jurisdicción. "Nuestra acción termina con la contravención. En varios allanamientos se han encontrado, además de mercadería, documentos de identidad, por ejemplo. Cada delito se castiga por separado", indicó Cevasco.
Según ese funcionario judicial, para que todo el sistema ilegal funcione es necesaria la connivencia de los vendedores con quienes deberían controlarlos. "Si un policía federal o uno metropolitano no actúa frente a la flagrancia de la contravención como la venta ilegal, comete incumplimiento de deberes del funcionario público", dijo. Según su relato, cada vez que denunciaron a un policía por eso, las causas fueron archivadas.
Consultadas por el fenómeno, la Policía Federal y la Metropolitana no quisieron hacer declaraciones al respecto. En la Legislatura porteña, en tanto, el bloque de Pro estudia un proyecto de reforma del código para revertir esta situación. Pero ese análisis recién comienza.
EL SECTOR MÁS CRÍTICO
$ 80
Ganancia: es lo que, como máximo, se lleva un vendedor ambulante por un día de trabajo.
Negocio: entre 2 y 7 millones de pesos diarios mueve esta economía paralela informal.
Vendedores: generalmente, son ciudadanos extranjeros.
Seguridad: por día, cada vendedor paga entre 50 y 60 pesos para poder operar.
Reserva de lugar: para lograr obtener un lugar en la calle se debe pagar entre 100 y 150 pesos diarios.
1931
Son los puestos detectados contabilizados por la Cámara Argentina de Comercio en julio pasado.
Las calles más afectadas: la avenida Avellaneda y la peatonal Florida encabezan el ranking de ocupación.
Estaciones y plazas: allí se contabilizaron 333 puestos.
Ropa y calzado: los rubros más cotizados. Representan el 36% de la venta ilegal.
Artículos
83 y 84
Código contravencional: Prohíben la venta ilegal y la ocupación del espacio público.
Multas: prevén castigos de entre 200 y 600 pesos (Art. 83) y de entre $ 200 y 4000 (Art. 84).
Excepciones: no se castiga ni la venta de baratijas ni de artesanías..
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