Miércoles 30 de marzo de 2011 | Publicado en edición impresa
Varios contratos importantes de la ciudad funcionan con la licitación vencida, incluso desde hace más de un gobierno. Muchos fueron prorrogados directamente, sin más trámite.
El caso tal vez más paradigmático lo constituye la concesión del mobiliario urbano (pantallas publicitarias, refugios de colectivos y postes indicadores de calles, entre otros elementos), vencido hace más de 12 años. En junio de 2008, durante un intento de licitación, la empresa Spinazzola -que peleaba por quedarse con el negocio de más de 20 millones de pesos anuales- impugnó la precalificación por irregularidades. El tema sigue hoy en manos de la Justicia. Terranova, una de las empresas adjudicatarias, está acusada de presentar documentación fraguada para poder calificar. Como la Justicia todavía no se expidió, el mobiliario urbano sigue sufriendo un gran deterioro.
En tanto, el sistema de acarreo mediante grúas de vehículos en infracción funciona desde hace diez años con prórrogas del contrato. En la actualidad, las dos empresas que manejan el servicio (Dakota y STO) pagan un canon de 20.000 pesos mensuales; hace dos años sólo desembolsaban 1000 pesos por mes.
Los parquímetros también están sin licitar desde 2001. El año pasado, el gobierno porteño había prometido poner en marcha el estacionamiento medido mediante mensaje de texto o compra virtual por Internet, que permite a los automovilistas contar con una herramienta útil a la hora de estacionar. Sin embargo, aún no se concretó.
Otra licitación pendiente es la de la verificación técnica vehicular (VTV). Semanas atrás el gobierno porteño envió a la Legislatura los pliegos para la licitación por diez años de las plantas verificadoras, que implicará el control de más de un millón de vehículos y de unas 100.000 motos radicadas en la Capital. Esta demora despertó quejas en la oposición, ya que la VTV fue aprobada por la Legislatura en diciembre de 2006 y aún no ha sido reglamentada.
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