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Tomarán el té en la puerta de la confitería El Molino
Legisladores y un grupo de vecinos protestarán mañana con la intención de agilizar la recuperación del tradicional edificio.
Hace 13 años, el 23 de febrero de 1997, la tradicional confitería El Molino cerró sus puertas.
A partir de allí, hubo innumerables ideas y propuestas con la intención de reabrirla, pero nunca prosperaron. Por eso, la ONG Basta de Demoler junto con un grupo de legisladores porteños y vecinos organizaron una protesta creativa: mañana a las 11 se reunirán en Callao y Rivadavia y tomarán el té en la vereda.
Estarán allí la diputada Teresa de Anchorena (Coalición Cívica) y el diputado Claudio Presman (UCR), quienes presentaron proyectos para que el Estado intervenga y recupere el inmueble.
Entre las ideas, se busca ex- propiar el edificio para que el gobierno porteño tome a su cargo la confitería y la pueda dar en concesión. El tema más conf licto de los proyectos pasa por establecer quién se haría cargo de la eventual restauración del edificio para que pueda volver a funcionar. Según se estima, El Molino requiere de una inversión millonaria para que pueda lucir radiante. Según estimaciones de inmobiliarias, la esquina de la confitería estaría valuada entre 7 y 10 millones de dólares.
La semana pasada, los diputados Elisa Carrió, Adrián Pérez y Horacio Piemonte presentaron un proyecto de ley para expropiar El Molino. Allí buscan declar a la confitería de utilidad pública por su valor histórico y cultural. Y también refaccionar el primer piso para que se transforme en un espacio cultural y también en un museo.
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